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- el hecho es que le pedí disculpas a casi todas las personas a las que lastimé, la primera fue Lucy, no sé si la recuerdas, ahora es mi compañera de cuarto y mi mejor amiga y la última eres tú, Carter. Dios, es tan liberador poder contarte todo, aunque esto sea una pequeña parte de lo que me gustaría decirte, si estuviera despierto te pediría que me perdonaras y tal vez tratar de hacernos amigos, pero tú no me puede responder...- y quieres escuchar la respuesta si estuviera despierto a tu pregunta cual seria? NUNCA. Siento una mano ligera comenzar a mover el cabello de mi frente, espera, ¿me está acariciando? Pero que mierda? Detenla Carter me dice mi conciencia, me gustaría pero no puedo, es como si estuviera atascado, dios es una tortura, lo odio y me encanta este toque ligero. Entonces, si la detuviera, se daría cuenta de que no estoy durmiendo y todo esto de fingir me haría parecer un perdedor.
Ella como si nada hubiera pasado sigue hablando
-Si estuviera despierto, sin embargo, no te diría que me gustas desde la escuela primaria, que te vi solo y cada vez que intenté acercarme a hablar contigo, solo Jordan Miller pudo hablar contigo. tú, fui feliz ese día, cuando vino de ti, te vi sonreír por primera vez en un mes y debo decir que fue la sonrisa más sincera que he visto de un niño de nuestra edad. Luego crecimos y me gustabas cada vez más pero aún no me fijabas, entonces comencé a portarme mal, me burlaba de todos, apunté a Lucy porque vi que hablabas con ella de vez en cuando y la ayudabas. ella cada vez que la empujaba o le echaba algo de la cafetería encima, pero al menos me mirabas, una mirada severa pero al menos estabas ahí, necesitaba que me notases, que me vieras y luego estaba la apuesta con Brittany , no quería aceptar, me gustabas pero me gustabas y dios me enamoré de ti, cada día era una tortura, desde que todo empezaba en tu cumpleaños hasta que terminaba en la noche de la fiesta, junio. Son fechas que nunca olvidaré, el mejor día y el peor día de mi vida. Mierda Carter, las sonrisas que me diste solo a mí, tus caricias, tus besos, fueron tan reales como los que te di y no sabes cuánto he soñado contigo y pensado en ti este año, en lo que yo he perdido y lo que podría haber si en lugar de decir "no siento nada por ti" hubiera dicho "te amo" - no tengo tiempo para darme cuenta de lo que me acaba de decir pone sus labios en mi frente y me deja un ligero beso, luego otro me susurra -lo siento-, acaba de dejarme cuando se abre la puerta
-Aquí es donde estabas Grace, estaba preocupada, ¿estás bien? ¿Tuvo el paciente algún problema? Te tomó mucho tiempo- le dice un colega suyo,
-Oh no, nada grave, lo he solucionado todo, ahora vamos a dejar descansar al señor Bale-, ambos salen de la habitación y ya no sé que pensar, ojalá me hubiera dado un somnífero porque joder ahora voy a poder conciliar el sueño.
La alarma suena ensordecedora. Extiendo la mano para apagarlo y me tapo la cabeza con la sábana. Si existiera la posibilidad de detener el tiempo para poder dormir unas horas más, te juro que lo haría. Cuando encuentro fuerzas para levantarme, tomo mi bata y voy al baño. De momento estoy solo en la casa porque con la excusa de que tenía la noche dormí toda la mañana y buena parte de la tarde. Durante todo este tiempo, Lucy estuvo entrenando y aún no ha regresado. Cuando salgo del baño la puerta se abre y ella aparece con una pila de libros en la mano y una bolsa de papel marrón encima.
-Te traje tus donas favoritas- me dice en cuanto tomo algunas cosas de sus brazos y las pongo sobre la mesa. Cada vez que trabajo en el turno de noche, él va a comprarlos. Dice que están acostumbrados a darme el cargo correcto para los siguientes días. Pero sé que lo único que tiene este poder es el café. Le agradezco rápidamente y abro la bolsa. Tomo uno y aún con la boca llena empiezo a hablar.
-Tengo que decirte algo- se sienta a mi lado interesada -Ayer hablé con Carter-
-¡Buena niña! Sabía que tarde o temprano te escucharía. Y dime que dijiste?- me mira soñadora esperando mi respuesta.
-Me gustaría subrayar que hablé con Carter, bueno, estaba durmiendo- Bajo la mirada y trato de ocultar una sonrisa. Me sentí bastante tonto hablando conmigo mismo, pero también fue liberador. Al menos dije palabras verdaderas, no dictadas por la emoción que me despierta su mirada.
-Pero crees que si en realidad solo estaba fingiendo dormir. ¿Y si en realidad hubiera escuchado todo?- me dice animada por una nueva energía. Ya sé que sus neuronas están trabajando a la velocidad del rayo imaginando cuál podría ser la consecuencia de su sentencia.
-Bueno, incluso si fuera hoy lo dieron de alta y yo, lo más probable, no lo veré nunca más- Hubiera sido bueno, sin embargo, si la hipótesis de Lucy fuera cierta. Entonces al menos habría tenido mi oportunidad de disculparme y el cetro pasaría a sus manos.
-¿Qué le dijiste?- me pregunta Lucy levantándose para ir a buscar algo de beber a la heladera.
-Obviamente comencé disculpándome por todo. Entonces le dije que siempre he estado enamorada de él, desde la primaria. Al final, llevado por la emoción de haber revivido los mágicos recuerdos con él, le dejé un beso en la frente- digo sonrojada. Ahora los ojos de mi amigo tienen la forma de un pequeño corazón
-¡Aww que cosa más romántica!-
-Solo entonces entro un colega mio y me tuve que ir-
-¡Oh, no! Qué triste, su cambio instantáneo en la reacción me hace estallar en carcajadas. Ella se une a mí de inmediato. Esta noche mi corazón está más ligero y me han cosido una pequeña puntada en la herida.
***
Un rayo de sol golpea mis ojos cuando salgo del dormitorio. Con la mano en alto para cobijarme, sigo por la avenida para llegar a mi centro de estudios. Lucy está conmigo mientras muerde uno de los donuts de anoche.
-Ugh ¿por qué siempre tengo que levantarme tarde en la mañana?- resopla mientras con su mano libre ajusta la correa de su bandolera
-La verdad no se como no te despiertas con todo ese ruido- le digo moviéndome levemente para dejar pasar a una chica que camina en dirección contraria a la nuestra -Cada vez que empieza la música la escucho desde mi habitación también y sigue jugando durante buenos cinco minutos. Menos mal que te despiertas también- le digo empezando a sonreír.
Nuestro polo no está lejos de los dormitorios, así que llegamos en menos de diez minutos. Hoy el programa incluye Aplicación de procesos terapéuticos y diagnósticos. Por mucho que me guste asistir a la universidad, soy de la opinión de que lidiar con estas situaciones en vivo es una historia completamente diferente. Aprendí mucho más como voluntario que siguiendo las lecciones.
Como siempre, tomo mil notas y subrayo todo del libro grande. De alguna manera, usar resaltadores de colores casi me hace parecer que aprendo mejor las cosas. Si tan solo fuera así de simple, aunque debo decir que estudiar nunca ha sido una carga para mí. Especialmente ahora que finalmente solo tengo temas que me apasionan.
Después de las tres horas más largas de mi vida por fin salimos. Hoy, sin embargo, no nos dirigimos a casa, sino al supermercado más cercano. Realmente necesitamos abastecernos de comida. No quiero tener que encontrarme comiendo galletas de atún para el desayuno.
Después de tomar un carrito, Lucy y yo vamos a buscar todo lo que necesitamos. Lo primero que agarramos es un paquete gigante de papel higiénico. Aunque todavía haya rollos en casa, igual lo llevamos. No sería agradable tener que compartir pañuelos.
Cuando el carrito está más o menos lleno me dirijo al último pasillo, el de los snacks.
"¿Grace Casten?", escucho una llamada detrás de mí mientras trato de alcanzar el último paquete de Spicy Cheetos en el fondo del estante. Me doy la vuelta con la bolsa en la mano y veo a Jordan Miller sonriéndome, raro que me hable, nunca me ha cagado, pero oye, quién soy yo para juzgar.
-En persona- respondo con una sonrisa. se me acerca y me dice
-Sabes, Carter tenía razón, te has quedado como un cobarde loco – me mira de arriba abajo con una sonrisa y un movimiento de cabeza.
-¿Disculpa?- Pregunto un poco sorprendida por la frase que acabo de escuchar. ¿Carter le contó a Jordan sobre mí? ¿Cuando? ¿Por qué? Tranquilo con las preguntas Sherlock, mi conciencia me responde y sobre todo no te emociones demasiado.
-Oye Grace, mira los lindos dulces que encontré. Estoy en forma - Lucy se congela tan pronto como ve que no estoy solo. Nos separamos para pasar menos tiempo buscando cosas y ahora ella se unió a mí.
- Vaya quien te vuelve a ver. Lucy Reed- le dice Jordan sonriendo y asintiendo con la cabeza.
-Miller- dice con los labios apretados-¿Ya terminaste de follártelas a todas?- pregunta mi afilada amiga
Esta pregunta debe haber tomado a Jordan con la guardia baja porque levanta las cejas. No esperaba que Lucy dijera esas cosas, pero incluso ella ha cambiado este año. Se ha vuelto más segura, y toda esta confianza la hace parecer más atractiva a los ojos de los chicos.
-Alguien está celoso aquí. La verdad me faltan dos - responde con su habitual mirada arrogante. Pasa su mirada sobre los dos, tal vez imaginándonos desnudos. Se demora en Lucy y lo veo mordiéndose el labio inferior. Luego, lentamente, como para no ser escuchado, agrega -Solo que Carter me mataría si lo intentara con uno en particular- Lástima, cariño, he escuchado tus palabras, alto y claro. Y Lucy también los escuchó porque veo que está a punto de abrir la boca para pedir más pero le piso el pie levemente para evitar que diga nada.
-Bueno... se está haciendo tarde. ¿Verdad Lucía? Ahora sí que tenemos que escapar.- digo tomando a Lucy del brazo. -Nos vemos por Jordan-