Capítulo 5
- Está sacudiendo muchachos. -
Megan toma el brazo de Kail, creo que ya se divirtieron bastante.
- Estamos aquí por trabajo así que danos un respiro. -
- ¿ Celoso? -
Michael me da una sonrisa que preferiría enterrar en el inframundo.
- Puedes criar como un conejo con quien quieras, pero no olvides por qué estamos aquí. -
Se pone serio otra vez cuando me vuelvo hacia el humano.
- Somos nosotros. -
Ella asiente y nos indica que la sigamos.
La chica es tímida.
Llegamos frente a la oficina del gerente y después de llamar entramos.
- Oh, has llegado. -
- Buen día. -
- ¿ Eres sólo tú? -
Levanto una ceja mientras nos mira uno por uno.
¿Qué problemas tiene esta gente?
- Somos suficientes para mantener a raya a los vampiros. -
Jonathan responde, sorprendiéndonos.
- Bueno, eso espero, según le comuniqué a su Alfa no estamos seguros de que la desaparición de los estudiantes sea obra de ellos, pero tampoco podemos excluir esta opción. -
Doy un paso adelante y miro fijamente al gerente a los ojos.
- Si ellos son la causa, puedes estar seguro de que no se saldrán con la suya. -
- Entonces no puedo evitar agradecerte. -
Nos volvemos para irnos cuando su voz nos detiene en la puerta.
- Una última cosa, entre esos vampiros también están los de la casa principal. -
Vampiros nobles, son los más odiosos que conozco, pero también los más amenazantes, hay que tener cuidado con ellos.
- Nobles, empaladores o recién nacidos, los vampiros son asesinados de la misma manera por nosotros. -
Cierro la puerta detrás de mí, suspiro y luego me giro hacia la chica que nos guió hasta aquí.
- ¿ Ahora? -
- ¿Eh? Ah sí, está la ceremonia de apertura y la asignación de clases. El director se asegurará de ponerte en el mismo grupo que los vampiros. -
- Perfecto, ¿tú liderarás el camino o nos dejamos llevar por la intuición para la ceremonia? -
Sonrojándose mientras Megan chilla, de verdad, esta chica realmente tiene baja autoestima.
- Tienes que seguir recto por este pasillo y girar en la tercera puerta a la derecha. -
Asiento mientras Kail le da un beso en la mano, ¿qué tan estúpido puede ser eso?
En los pasillos los dos estúpidos no hacen más que empujarse, pero una vez que llegan frente a la puerta, el hedor a muerte se vuelve cada vez más fuerte.
- Ni siquiera litros de perfume taparían su olor. -
Megan se tapa la nariz y finge vomitar, pero tan pronto como agarro la manija de la puerta siento un escalofrío que me recorre la espalda.
- Vamos a subir al escenario. -
Lo abro y la confusión que venía de la habitación cesa.
Realmente tenemos un buen efecto en las personas.
Michael va delante y nosotros le seguimos de cerca.
Hadas, orcos, duendes y brujas, por no hablar de los cazadores, pero en cuanto vemos esos repugnantes chupasangres parece que sólo ellos y nosotros existimos en la habitación.
Los chicos se abstienen de gruñir cuando el cabello de Megan comienza a ponerse grasoso.
- Ey. -
Se despiertan de sus pensamientos y tomamos asiento, ignorando los molestos susurros de las personas que nos rodean.
Todos están asombrados de ver nuestro clan, pero del lado de los vampiros no escucho nada, aunque sea normal.
Podemos oírlos y viceversa, una de las razones por las que somos los únicos que podemos detenerlos.
El director entra con uno de los habituales discursos de bienvenida antes de centrar su atención en nosotros.
- Estamos felices de que la clase de hombres lobo también participe este año, y espero que la pasen bien... -
- Dales unos cuantos huesos y serán felices. -
Se hace el silencio mientras nos volvemos hacia un vampiro que ha comentado nuestra posición.
- Señorita Romanov, discúlpese. -
- ¿ Desde cuándo te disculpas con los perros? -
Michael salta seguido de Megan lista para saltar sobre su cuello para tomar su cabeza vacía.
- Los huesos que comeremos pronto serán tuyos. -
Él sonríe con sus ojos rojos.
- ¿ En realidad? -
Están listos para disparar cuando, cerrando los ojos, imagino que un cable eléctrico los envuelve.
Por el rabillo del ojo me miran antes de gruñirle al vampiro y volver a sentarse.
- Jajajaja esto es lo que puedes hacer. -
- Basta, Victoria. -
Dirijo mi atención al chico sentado a su lado que hasta hace poco tenía los ojos cerrados hacia arriba.
A su orden el cadáver cierra su alcantarilla.
- Como quieras Nunez. -
Mis ojos se abren tan pronto como escucho el apellido y me dirijo a mis amigos.
- También nos honra la presencia del Príncipe. -
Levanto mi labio hacia la derecha usando el tono más sarcástico que tengo, haciendo que los estados de ánimo de los demás se relajen, para poder terminar este terrible comienzo de una manera civilizada.
Nos dirigimos a las clases asignadas, separándonos de los niños que terminaron en otra clase, cuando tres vampiros bloquean nuestro camino frente a nosotros, entre ellos también está Valentina.
- ¿ Qué tenemos aquí? ¿Un perro y un chihuahua? -
- Vete a la mierda, hijo de puta. -
Ésa es una de las razones por las que soy amiga de Meg: su delicada delicadeza.
- La educación de ese perro. -
Se ríe frívolamente con sus amigas, cuando me canso de estos teatros hablo también.
- Puedes guardar estos chistes circenses para tus compañeros, ahora déjanos pasar. -
Termino de reír dirigiendo su atención hacia mí.
- ¡Oh! ¿Alguna vez has oído hablar a una pulga? -
Él camina hacia mí, mientras Megan ya está lista para acabar con su vida al más mínimo paso en falso.
Su altura tal vez le da una sensación de superioridad, por lo que lentamente se inclina hacia mí.
- No entendí, ¿puedes repetir microbio? -
- ¿ Además de estúpido también eres sordo? -
La miro a los ojos mientras ella levanta una mano enojada lista para golpearme, pero me meto en su cabeza con errores y le transmito el terror de ver mi forma de lobo gruñiéndole.
Cae al suelo y tomando la muñeca de Meg paso junto a ella con un suspiro.
- ¿Por qué no me dejaste golpearla? -
- Habrá muchas oportunidades, créeme, acumula y luego desahogate en su primer error. -
- La idea es tentadora, pero ¿cómo mantener la calma? -
- No lo hago, de hecho creo que al final del día tendré gastritis nerviosa o inexplicablemente se caerán muchos árboles esta tarde. -
- Bueno, tal vez sea el doble. -
Nos reímos y entramos al aula, poniendo fin al momento de pausa, en cuanto mis ojos se fijan en los de la persona que hubiera preferido evitar.
- Pero no me digas. -
- Si, al parecer somos nosotros los que tenemos el bono -
Nos pasó a Alan Nunez, por lo que nuestros ojos tendrán que estar más que abiertos ante los extraños rumores que circulan sobre él.