Capítulo 5

Ya en la cama ambos abrazados conversando de su día como les había ido, ella decide de repente preguntar por la madre de Ricardo a profundidad y este con toda disposición le dice que fue lo paso con ella. Su nombre es Samantha.

— Amor que ocurrió con la madre del niño, porque se fue sin importarle su hijo más allá que tuvieran una mala relación, no se explica semejante acto tan vil de su parte. Por Dios es un niño.

Por lo que Darío respondió:

— Por lo general no me gusta hablar del tema, pero eres mi esposa sí, no quiero tener secretos contigo quiero que la comunicación sea siempre la base de nuestra relación.

Darío comienza a explicar un poco porque culminó su relación con Samantha y por qué ella se marchó sin razón alguna:

— Un día llega a mi lugar de trabajo me dice que necesitaba unos minutos para conversar le dije que estaba bien, empezó a explicarme qué estaba harta de vivir conmigo, ya el amor se había muerto entre nosotros, ni siquiera el tener un hijo nos devolvió la alegría para seguir viviendo en pareja, yo le dije que si se quería separar de mi estaba bien y que pronto llegaríamos a un acuerdo por el tema del niño a lo que ella me respondió que todo bien, sin embargo un día llegue a la casa y sin más preámbulos, no vi sus cosas, ni a ella, sólo se marchó sin explicación alguna, sin decir nada, ni siquiera le importo su hijo, hasta ahora no sé nada de ella— enfatiza— no sabemos nada de ella.

Lo mira, lo abraza y le demuestra su apoyo, lo consuela y él dice que no se preocupe ya eso es pasado y lo superó por su hijo, que ella era su presente, que ahora la vida le había dado una segunda oportunidad para ser feliz, que la amaba, que había encontrado en ella lo que buscaba en una mujer, que ha le pedido a la vida que le conceda tener una familia estable para el bienestar de su hijo. Ambos después de la intensa charla se quedan dormidos abrazados y en paz.

Sara se levanta muy temprano comienza a preparar el desayuno, alistar a Ricardo, para ir al colegio, Darío por su parte se prepara para tomar desayuno e ir al trabajo y le dice a su esposa rápidamente que en la tarde le tiene una cálida sorpresa, de inmediato a ella le entra la curiosidad y decide indagar para saber qué era, a lo que le dice que espere con paciencia a que llegue la tarde. Se van Sara estaba todo el día pensando en la fulana sorpresa y también en Lucy, cae en cuenta que se había despedido muy seca, pensaba que le había pasado, estaba un poco preocupada por ella, por lo que le envío un texto:

"Hola amiga buen día. Todo bien."

Enseguida Lucy responde el mensaje:

"Hola Sarita, disculpa, pero tengo un problema en el trabajo un poco grave, sin embargo, eso no impedirá mi llegada a Bogotá que ya se aproxima. Besos"

Sara le responde:

"Espero que cuando llegues me cuentes todo en persona ok. Besos"

Se preguntaba qué problema sería ese, que aquejaba a Lucy, pero aún así estaba emocionada pronto llegaría y la conocería personalmente. Por otra parte, se estaba acoplando muy bien a su nueva vida.

Darío había prometido en la mañana que le daría una linda sorpresa, llega por ellos al colegio, las ansias la consumían se dirigen al estacionamiento del edificio donde viven aún ella sigue sin entender, él la lleva hasta el fondo del lugar y allí estaba parqueado un auto cero kilómetros de color gris moderno solo para ella, vaya que sorpresa no se imaginó que era un auto, ya que es una chica sencilla no es amante de los lujos, ni es para nada interesada. Se Sintió halagada por el regalo y agradecida por el carro, le comenta:

— Amor no era necesario haber realizado tal gasto. Pero esta precioso, gracias a Dios se manejar— manifiesta muy emocionada.

A lo que él responde:

— Es lo menos que puedo hacer por mi amada esposa así se te hará más fácil movilizarte al colegio con el niño, a veces tengo jornadas difíciles en el trabajo y no podré llevarte y traerte con regularidad.

No era un simple gasto, era su manera de demostrarle lo mucho que le importa y agradarla; aparte de todo el amor que le profesa y que le había jurado para toda la vida.

Toma las llaves de su auto nuevo y Darío se sube al asiento del copiloto, deciden dar una vuelta nocturna aprovechando de que su hijo Ricardo se encontraba junto con su hermana Marisa, estaba muy emocionada ya que tenía mucho tiempo esperando la oportunidad para comprarse uno por sus propios medios, felices llegan a un lindo parque de la cuidad, parquea el vehículo y salen bien abrigados a disfrutar de la fría noche, como adolescentes enamorados se toman de las manos caminan por el parque y luego se sientan en una banqueta para platicar y reír un poco. Efectivamente estaba fascinada se sentía a gusto cada día con su esposo y el cambio en la personalidad de este y en sus sentimientos para con ella, era un hombre nuevo lleno de amor por su ahora esposa dispuesto a compartir su vida con todo lo que ello conlleva.

Es importante caer en cuenta como nos cambia el destino, como transforma nuestras vidas en un abrir y cerrar de ojos, dónde no sabemos que depara el futuro, con su aire de incertidumbre agobiante, sólo Dios sabe el camino a seguir y simplemente nos detenemos a pensar que pasará hoy y que ocurrirá después la respuesta es un enigma total. Sara aún no sabía lo que el destino le tenía preparado para su vida y el cambio radical que iba a experimentar, el estar un día feliz viviendo, entendiendo que ya no se podía negar a lo que estaba sintiendo, los seres humanos somos más que cuerpos, somos sentimientos. Esta vez la vida la estaba tratando como se debe, le estaba sonriendo; en parte le está dando lo que más ella anhelaba desde la tranquilidad de su alcoba cuando aún vivía con sus padres, era una chica solitaria, soñadora y a la vez triste, sin embargo, eso había cambiado, pero aun así estaba pendiente lo que estaba por venir.

En la mañana recibe una llamada de Lucy ambas estaban alegres conversando a distancia, en esa llamada Lucy le manifiesta que en 48 horas ya estaría en Bogotá, la sensación de gozo embargaba a Sara, ya próximamente vería a su amiga para conocerla y ver hasta dónde llegaría esa amistad que nació de la nada.

Darío se levanta, la abraza y se sienta a la mesa con ella, es allí donde comienza hablarle de Lucy una amiga que había conocido por chat, que desde hace varios meses mantenían comunicación y que pronto llegaría a la cuidad de visita, Darío desconfiado por lo que está le comenta reacciona:

— Sara ten cuidado porque no me habías dicho antes que tenías una amiga así a distancia, debes entender que vivimos nuevos tiempos donde el mal asecha; sólo digo eso que tengas cuidado y cuando se citen para verse yo estaré presente sino te molesta, no quiero que nada malo te pase, así como prometí quererte, también prometí cuidarte. Bueno.

A lo que ella respondió:

— Está bien amor se hará así, sin embargo, no tienes nada de qué preocuparte, porque mi corazón me dice que Lucy es una buena persona y es una excelente amiga, aunque nunca nos hayamos visto.

Darío le da un beso en la frente y entra a la cocina, ella queda un poco preocupada y pensativa de lo que su esposo comenta y se pregunta si será verdad que no debe ser tan confiada, se llena de dudas producto de sus miedos.

Al fin llega el día de conocer a Lucy y como Darío lo había prometido la iba acompañar hacerlo, no la dejaría sola, quería protegerla de toda acción que considerara amenazante, eran las 7:00pm de aquel lunes de la llegada de Lucy, una vez en el aeropuerto, Sara está muy nerviosa por ver a su amiga, Darío le pone un poco de plática ya que la notaba algo tensa y le dice:

— Relájate amor es sólo una chica, es tu amiga virtual— a lo que ella sonríe y él la abraza.

La comienza hablar de nimiedades para que se calme un poco, en la salida voltea y mira a Lucy, ambas se miran por un instante, Darío sale a buscar a Lucy y ayudarle con el equipaje, al verse las dos cara a cara no dejan de mirarse, como si el mundo se hubiese detenido en ese momento, a lo que Darío irrumpe indicándoles hacia donde van a dirigirse. Reaccionan y se dan un fuerte abrazo de encuentro fraternal.