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CAPITULO 4 “Prueba de fuego.” (Primera parte.)

(agosto 6, 2019, Mendocino, California, USA)

(Serena Maxwell McNamara)

A la mañana siguiente, después de desayunar, todos fueron a caminar rumbo a la cascada, en donde vi como practicaron escalada en el muro de granito de la cascada. También practicaron rescate de ahogado, luego aprendieron a bajar en rapel.

Yo los observe desde lejos, mirando sus esfuerzos por lograr lo que se les enseñaba y lo hicieron así, logrando “sacar” a un herido de un barranco, al subirlo a lo alto de la cascada, yo estaba orgullosa de mis alumnos, pues ahora sabían enfrentar cualquier cosa. Cuando todos probaron ser capaces de salvar al herido, regresaron al campamento, yo llegue antes y les deje un gran ciervo recién cazado para que festejaran, así como bayas para comer.

Esa tarde los vi festejar felices el haber logrado en solo tres semanas lo que a otros les lleva meses. los deje festejando y regresé al Nido de la Paloma, desde donde seguí observándolos jugar y festejar.

Fue ahí que lo olí, otra vez el humo, había campistas a la distancia, a varias millas al norte, pero no había nada especial, el olor era de leños, carne y algo más. Hice memoria y recordé que hacia el norte estaba el rio y el cañón se agrandaba, el rio se convertía en rápidos, solo espero que los campistas sean expertos o tendrán problemas.

El campamento siguió su curso y así llego el viernes, día en que practicando escalada me presente para animarlos diciendo

-Han logrado superar todos los obstáculos y ahora son buenos excursionistas, pero sobre todo son sobrevivientes y saben cuidarse unos a otros, trabajar en equipo y sobre todo el valor del trabajo.

Esa tarde festejamos que habían madurado mucho estas semanas; eran pasadas las cuatro cuando llego Steve Rogerson y un grupo de guardabosques.

-Hola Sheriff ¿Qué los trae por aquí?

-Vinimos a buscarlos, Serena hay un grupo de seis excursionistas perdidos, debieron llegar a Blenders Point y seguir hacia Eureka, pero no llegaron, llevan ya cuatro días perdidos y hemos perdido todo rastro de ellos. - me responde.

- ¿Excursionistas perdidos dices? Mmm, creo saber por dónde andan, vaya si son ellos se desviaron mucho de su camino, anoche el viento trajo olor a humo desde el norte. - le digo

- ¿De la cañada? – pregunto uno de los guardabosques

-Si por ese rumbo, ¿saben si bajarían los rápidos? – pregunte

-No llevaban equipamiento para eso. - dijo el Sheriff

-Debieron tener algún tipo de problemas Steve, llama que manden el helicóptero y de un sobrevuelo a ver si los ven, pero no podrán hacer mucho salvo encontrarlos. - le digo

Me vuelvo y viendo a todos les ordeno

-Tienen diez minutos para recoger todo, ensillen los caballos y preparen sus equipos de rescate, Frank los caballos, Sam las fogatas, Jesse, esas carpas que levanten todo. Ya.

Vi como todos comenzaban a moverse, Frank y otros tres comenzaron a ensillar los caballos, Sam y otro comenzaron a apagar las fogatas y en cada equipo los instructores, los alumnos y otros estaban recogiendo las tiendas, los sleeping bags y las mochilas.

Voy a la que se supone es mi tienda en donde esta mañana había puesto mi mochila; comenzando a desarmarla, me tomo solo minutos, iba a doblarla cuando Max se acerca para preguntar

- ¿Qué planeas hacer?

-Max hay seis o más personas perdidas en esos montes, si hay heridos o no, no lo sé, pero esto se acaba de transformar de campamento de enseñanza en misión de rescate, así que recoge tus cosas. - le respondo.

Veo como todos siguen moviéndose, Nathan, Jesse y Frank se acercan, mientras Sam a terminar de recoger mis cosas

- ¿Serena, por donde quieres ir? - pregunta Nathan, lo que hizo que Steve se acercara.

-Nathan estamos a seis millas de Blenders Point, ellos si mi olfato no me engaña deben estar por esta área, en o cerca de la cañada, lo que es peligroso pues pueden creer que el rio es tranquilo, pero sabes lo traicionero que es. - veo a Nathan asentir y Steve dice

-El helicóptero viene en camino, los buscara en esa área, pero si están entre los arboles será difícil que los encuentren.

-Steve, que busquen humo, fogatas o rastros al menos han tratado de sobrevivir, te digo que encendieron fuego. - le ordeno

-Ya le aviso. - dijo Steve

- ¿Serena no será peligroso llevar a los niños? – pregunto Max

-Podría Max, pero el Sheriff solo sabe de seis excursionistas perdidos, pero a veces son más y si tuvieron un accidente necesitaremos manos para hacer un rescate, esto será la prueba de fuego para mis chicos. - le digo y el asiente con la cabeza y se mueve a dar órdenes. Tardaron veinticinco minutos en tener todo listo por lo que dije.

-Iremos a caballo rodeando, sigan en fila y no se desvíen, si hay algún problema, solo griten. En Marcha. - ordeno montando a mi caballo y saliendo a un trote ligero, obviamente Max, Steve Rogerson, Nathan y Jesse venían tras de mí, tras ellos venían Sam, Frank dijo que iría al final por si había problemas.

Nos tomaría al menos tres horas llegar hasta el rio y otro tramo el rodear la cañada. Tuvimos que acampar pues eran más de las ocho cuando Steve recibió el aviso del helicóptero, pues había tres fuentes de humo, lo que era extraño; uno cerca del rio en la cañada, otro en Kings Rock, un macizo de rocas a la salida de los rápidos, nada fácil de escalar, pero con un pequeño claro entre las rocas, al parecer había un excursionista lastimado.

El otro punto humeante estaba en la barranca del Indio Muerto, mal asunto, pues si alguien se había caído sería difícil subirlo, no sin equipo que en estos momentos no teníamos.

A la mañana siguiente tras un desayuno rápido, lo primero que hicimos fue dirigirnos hacia el rio, lo que nos tomaría dos horas en llegar, pero una vez en las cercanías había que buscarlos; al ser la primera en llegar, desmonte y sin decir agua va, me interne entre los arboles; podía escuchar a Max llamarme, pero yo tenía otras cosas en mente, llegue a la orilla del rio y me dirigí al desfiladero, el punto más alto de la cañada. Eran las nueve de la mañana así que había luz suficiente.

Ahí vi rastros de los excursionistas, así que bajé y les dije

-Nathan, hay dos mochilas en la orilla del rio, cerca de la cueva del Viejo Joe, podría ser que los excursionistas pudieran salir del agua y estén entre las rocas.

- ¿Quién es el Viejo Joe? - pregunto Max

-Es un viejo bagre de rio que se esconde en esa pequeña cueva, pero aun lado hay unas rocas que bien podrían dar refugio si logran salir del rio. - le explico

-Jesse, necesitamos cuerdas y equipo de rapel. - escucho ordenar a Nathan

-Nosotros trajimos varias cuerdas. - dijo Max

-Lo sé, no sabía en qué usaríamos tantas cuerdas, pero serán de mucha ayuda. - le digo sonriendo

Nos preparamos para bajar, Max quiso evitar que bajara, pero él no era un rescatista y yo soy una superviviente.

Paco, Miguel, Esteban y Luis se unieron al equipo de rescate y bajamos, al llegar a las rocas, encontramos a tres excursionistas. Al hablar con ellos, resulto que no eran seis sino once los excursionistas perdidos, habían tenido problemas y se perdieron, luego uno de ellos se accidento y quisieron bajar por el rio, pero no sabían que tenía rápidos y terminaron separándose.

Los tres excursionistas estaban hambrientos y algo deshidratados por el calor, ya que no se arriesgaron a beber agua del rio, sin clorarla y habían perdido sus mochilas; esas que había visto desde el risco.

No estaban lastimados al menos, pero teníamos que sacarlos de aquí, así que llame por radio a Nathan y le digo.

-Tenemos a tres, dile a Steve que haga al helicóptero sobrevolar el área, abriendo el circulo cinco millas más, no son seis sino once los excursionistas perdidos. Lancen la cuerda para subir a los excursionistas.

Cuando lanzaron la cuerda, esta llego con un arnés de rescate, el cual pusimos a uno de ellos y le dije.

-Desde arriba te jalaran poco a poco, pero tú debes ayudarles, pon los pies en las rocas y apóyate para avanzar, así no te golpearas. - dije enseñándole como moverse.

Tardamos cerca de dos horas en rescatarlos y estabilizarlos, antes de enviarlos de regreso a caballo al puesto de guardabosques con tres de los hombres que llegaron con el Sheriff Rogerson.

Una vez terminado el rescate, el sheriff tenía información del sobrevuelo, habían visto a cuatro personas cerca de la Colina del Cuervo, por lo que se les ordeno por medio del altavoz no moverse, eso estaba a más de veinte millas de distancia.

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