Capítulo 2
¿Qué hice para merecer esto?
Tomo la foto desde la puerta, escucho risas detrás de mí, entro a la habitación y me siento en mi lugar habitual.
Quiero llegar a casa y tirarme en mi cama. Y si tengo el coraje de terminar con mi vida para no tener que volver a mirar esas caras.
Pero sé que si vuelvo a casa, a mamá no le gustará y estaré débil.
Nunca huyo de las cosas, incluso si voy a morir en el proceso.
Asisto a todas las clases ignorando los comentarios que me dirigen, fingiendo que no se trata de mí.
Cuando suena el timbre de la última clase, agradezco a las alas y espero a que todos se vayan.
Me levanto y empaco mis materiales listos para partir.
—Señorita Dovin- Miro hacia la puerta de donde viene la llamada y suspiro completamente exhausto—Sígueme hasta la oficina del director.
No digo nada y simplemente sigo a la directora hasta su oficina, mis ojos se llenan de lágrimas nuevamente cuando veo fotos mías pegadas por los pasillos de la universidad.
Entro al despacho de la directora y me siento en la silla que ella me indica.
La anciana se sienta y me mira fijamente durante un rato hasta que abre su cajón y saca un papel, entregándomelo.
Tomo el papel y veo mi foto desnuda pero hay algo escrito al lado.
por noche.
Una lágrima cae por mi rostro e inmediatamente la limpio, de cara al director. Debe castigar a quien haya hecho esto, aunque yo sepa quién fue.
Tu maldito hijo.
—Señorita Dovin, este es un lugar de aprendizaje y no un lugar para adquirir más clientes.
¿Q... qué acaba de decir?
"¿Qué estás insinuando?", pregunto, tratando de controlar mi enojo.
—No estoy insinuando, estoy afirmando. No es éste el lugar para promover una profesión de tan bajo nivel y, además, difundirla por toda la instalación.
Me levanto aplastando el papel que tengo en la mano y se lo tiro, golpeándolo en la cara.
—Eres tan estúpido hasta el punto de no darte cuenta de que ellos prepararon todo esto para mí, estás tan ciego hasta el punto de no darte cuenta de lo que pasé todos estos meses en esta universidad de mierda. ¿Qué tipo de director eres?
—Si no estás contento con el trato en mi institución, te sugiero que busques en otro lado - dice levantándose, mirándome con superioridad.
Respiro profundamente varias veces tratando de tragarme toda esta humillación.
Puedo manejar esto, soy fuerte.
Le sonrío y limpio las lágrimas que escaparon de mis ojos. Camino alrededor de su mesa, frente a ella y sin contenerme le golpeo la cara con todas mis fuerzas, le sujeto la nuca y le golpeo la cabeza contra la mesa.
Con su cuerpo mareado y débil, la hago sentar en su silla, girándola hacia mí. Veo miedo en sus ojos, la pobre no podía ni gritar.
Le sonrío viendo su rostro bañarse en la sangre que sale de una abertura en su frente.
—Recuerda mi cara, mi nombre y lo que voy a decir ahora. Yo, Venus Dovin, juro no descansar nunca hasta verte a ti, a tu hijo de mierda y a todo el maldito colegio que se arrodilla a tus pies, arrodillado a mis pies, pidiendo, rogando que no acaben con vuestras mezquinas vidas.
Paso mi dedo por su mejilla, tomando su sangre y chupándola, mirándola, viendo su asombro y miedo.
Un juramento de sangre.
Me alejo de ella y recojo mi mochila caminando hacia la puerta, salgo de esa habitación y de la universidad sin mirar atrás.
Estoy cansado de estar contenido, de estar tranquilo, estoy cansado de usar la educación que me dio mi madre, estoy cansado de esta maldita ciudad.
Siempre crecí estando mal visto, viendo a los niños huir de mí, porque no nos aceptaban a mi madre ni a mí.
Primero porque es negra, segundo porque es madre soltera, tercero porque es una exiliada de Vod.
Todo el mundo teme a los Vod, la gente más poderosa del universo y mi madre fue expulsada de esta gente y esto hizo que todos nos trataran muy mal.
Dicen que madre se acostó con los enemigos de Vod y el Rey se enteró echándola. Y mamá sólo tenía quince años.
Mamá siempre ha querido protegerme, desde el momento en que vio la forma en que me trataban otros niños decidió educarme en casa.
Contrató a algunos profesores que me enseñaron y eso fue hasta que cumplí diecinueve años y quise ser una chica normal.
Le rogué a mi madre que me dejara entrar a la única universidad del pueblo, hice todo lo posible para que ella lo aceptara y así lo hizo.
Simplemente no me imaginaba lo que me esperaba cuando puse un pie en esa maldita universidad.
Entro a la casa completamente nervioso, cerrando la puerta con fuerza.
—¿Quieres romper la puerta Venus?- pregunta enojada saliendo de la cocina, en cuanto me ve su expresión cambia—¿Qué pasó?
—¿QUÉ PASÓ?, PASÓ QUE ESTABA CANSADO DE ESTA VIDA DE MIERDA, ESTABA CANSADO DE ESTA CIUDAD, DE LA UNIVERSIDAD. ESTOY CANSADA DE VIVIR MAMÁ, ODIO MI VIDA.
—Vénus cálmate y cuéntame ¿qué pasó? ¿Alguien te lastimó?, ¿hizo algo?
—Me hicieron daño hace mucho tiempo mamá, y estoy segura que si tuviera un padre, si tuviera alguien que me defendiera, nada de esto hubiera pasado.
Digo y subo corriendo las escaleras hasta mi habitación y me encierro en ella.
No hay ganas de dejarlo en los próximos meses.
Me despierto sintiendo a mamá acariciando mi cabello, la miro sintiéndose mal por la forma en que exploté con ella.
Mamá no tiene la culpa de nada.
—Lo siento mami- Abrazo tu cintura, colocando mi cabeza en tu regazo.
—A mí tampoco me gusta esa vida, Venus, y tienes toda la razón. Si tu padre estuviera con nosotros no pasaría nada malo – dice en un susurro, haciéndome atento.
—Nunca hablas de él- digo con tristeza y ella vuelve a acariciar mi cabello.
—Porque me duele recordarlo y saber que no podré verlo. Tu padre fue lo mejor que me pasó, toda su familia me recibió con los brazos abiertos, sin juzgar ni nada.
Sonrío, feliz de que mamá me esté contando algo sobre mi papá por primera vez. Siempre le rogué por al menos un detalle y ella siempre se negó.
—Mamá, ¿cómo es él?- Pregunto emocionada, temerosa de que ella se niegue a responder.
—Era muy guapo cuando lo conocí, ahora debe ser fascinante. Como puedes imaginar, él era blanco, le tiraste el pelo negro. Pero sus ojos son míos porque tiene los ojos azules más bellos del universo.
—¿Te amaba mamá?- Pregunto y ella se queda en silencio un rato.
—Sí, sentí su amor constantemente, él siempre me demostró su amor.
—Si él te amaba y tú también lo amabas, ¿por qué nos abandonó? ¿Te dejó por mi culpa?, ¿no me quería?.
—Suficientes preguntas por hoy. Date una ducha y baja a desayunar.
Ella sale corriendo de mi habitación, huyendo de mí y de mis preguntas. Sé que se encerrará en su habitación y llorará como siempre que surge el tema de "Papá".
Debió haberla lastimado tanto que ni siquiera podía decir su nombre.
Me doy cuenta que dormí todo el día, el odio me da mucho sueño al parecer.
Saco mi cuaderno donde anoté todos los pasos de mi venganza y sonrío con maldad.
—Ni siquiera sabrán cómo reaccionar.
Estoy en la mesa terminando de comer, cuando aparece mamá y se sienta en la silla a mi lado.
Deja el papel sobre la mesa y veo que es uno de los que había esparcidos por el Colegio.
—No puedo creer que mi hija accediera a tomarse fotos desnuda, así que cuéntame qué pasó realmente- dice y hago lo mejor que puedo por no mirarla.
—¿De dónde sacaste eso mamá?- Le pregunto y ella suspira.
—Se esparcieron por la ciudad, algunos volaron hacia el jardín de la casa- dice y siento que me arden los ojos.
—Le van a pagar a mamá, una cosa es difundirlo en la universidad, eso solo pasaría de todos los límites, ¿ahora difundirlo por toda la ciudad? ¿Qué carajo quieren mamá?
"¿Quiénes son?", Pregunta, haciéndome mirar la suya.
—Madre, desde que entré a esa universidad he sufrido por todos los estudiantes de allí, incluidos algunos profesores, el hijo del director está enojado conmigo porque me negué a quedarme con él, hizo que todos me trataran mal, me insultaran, me empujaran, incluso ellos incluso golpearme. Los profesores fingieron no verlos o incluso se unieron a ellos, todo para lamer los pies de la familia más rica e importante de la ciudad. Hace tres días estaba en la universidad, vino el hijo del director con sus dos amigos, me insultó, me golpeó, discutimos. Me hizo elegir entre acostarme con él y sufrir las consecuencias, yo preferí sufrir las consecuencias.
—¿Por qué nunca me dijiste nada?, llevas meses sufriendo querida- lloras de tristeza sosteniendo mis manos.
—Déjame continuar mamá- le pregunto y ella accede— En cuanto me negué, me arrastró del pelo por toda la universidad, todos los estudiantes solo se reían de mi cara, tomaban fotos y animaban su actitud. Después de recorrer toda la universidad me llevó al baño, sus amigos me sujetaron y me drogó. Me desperté horas después desnudo en el baño.
—Ohh por las alas Venus, ¿ellos…ellos?- pregunta y me limpio las lágrimas mirándola.
—No lo sé- susurro y mamá me abraza.