Capítulo 1
Me quitaron una parte, me quitaron la mitad.
Llevo años buscándola como loca, muchos dicen que tengo que parar porque probablemente la mataron.
Pero no lo creo, lo siento en mí, recuerdo nuestros momentos como si fuera ayer.
Recuerdo el día que me la quitaron, fue el día que la hice mía, la tuve en mis brazos completamente.
Nevim me hizo un hombre ese día y yo le enseñé a amar, le hice sentir nuestro amor ese día. De la manera más intensa que pude.
Le prometí que no dejaría que la vida volviera a ser injusta con ella, se lo había prometido.
Pero no pude cumplirlo porque el mismo día que hice la promesa la vida fue injusta y no sólo para ella, sino también para mí.
Estuve en shock por un tiempo, intenté levantarme varias veces y no lo logré. Pero me vi obligada a apoyar a mi madre y a mi hermana, acabábamos de perder a mi padre.
Ellos todavía estaban tratando de asimilar eso y yo estaba tratando de asimilar las dos derrotas que tuve en poco tiempo.
Pero le había prometido a mi padre que los cuidaría y me prometí a mí mismo que encontraría a Nevim sin importar nada.
—No me gusta verte así mi amor- susurra mirando la foto en mi mano—¿crees que todavía esté viva?
—Ella es madre, lo siento.
Mamá me acarició el pelo y me abrazó por detrás.
—¿No crees que te estás mintiendo porque no quieres aceptar la verdad?
—Encontraré a su mamá- digo con confianza y ella suspira.
—Han pasado años, Giovani, y siento como si nunca hubieras vivido realmente, desde que Nevim se fue, solo vives para encontrarla. Date la vuelta, enfréntate a mí y toma mis manos.
Miro a mi madre, veo toda su preocupación y suspiro, entendiendo lo que quiere decir.
—Quiero que pases más tiempo con tus primos y tíos, con tus abuelos- dice dándome una sonrisa triste.
—Empezaré a vivir cuando te encuentre mamá- digo acariciando su mano—¿Cómo estás?
—Bueno mi amor, siento el llamado de tu padre cada vez más fuerte- susurra y siento que se me parte el corazón.
Esto significa que no le queda mucho tiempo de vida.
—Papi puede aguantar un poco más sin ti- digo y ella se ríe besándome la cara.
—Mi misión era criarlos, hacerlos buenas personas e ir con su padre en cuanto estuvieran listos para seguir sus caminos- dice y vuelve a besarme la cara—Siento que no pasará mucho tiempo antes de que eso suceda.
Mamá fue fuerte todo este tiempo y egoísta, queriendo sólo para mí.
Sé que el alma de papá bien podría llamarla tan pronto como muriera, pero no. Él dejó que ella nos cuidara y no puede esperar más.
¿Por qué Nevim no me llama a mí también?
Me levanto y abrazo a mi madre, besando su frente.
—Necesito irme mamá- digo haciéndola mirarme—Acepta la invitación de tía Merlin, ve a pasar unos días a Vod.
—¿Cómo lo sabes?- pregunta y luego sonríe—Ni siquiera sé por qué sigo sorprendido.
—Yo tampoco lo sé- digo y nos reímos—Yo sé muchas cosas mamá.
Excepto donde está mi mitad.
—Pensaré en su invitación- dice haciéndome aceptar—Ten cuidado, Giovani.
Salgo de mi habitación y voy a la habitación de Venus y la abro, al verla acostada escuchando música, entro y cierro la puerta.
Ella me mira aburrida y se quita los auriculares.
—Voy a Venus- digo y ella pone los ojos en blanco.
—Nuevo- dice secamente mirándome—Feliz caza.
—Cuida a mami Venus- digo con firmeza y ella sonríe.
—No soy niñera de nadie y voy a viajar con unos amigos.
—¿Con permiso de quién?- Pregunto aún tranquilo.
Maldita chica rebelde.
—Si recuerdas, soy autosuficiente para cuidar de mí mismo. No necesito tu permiso y mucho menos el de mamá.
—¿Por qué todavía la llamas así?- Le pregunto y ella me mira confundida—¿Por qué todavía la llamas madre, cuando lo último que haces es tratarla como a tu madre.
Me siento a tu lado y tomo tu cara con firmeza.
—Escucha atentamente lo que te voy a decir, Venus. Un día te arrepentirás de haberle jugado una mala pasada a alguien que solo te dio su corazón. Cuando descubras la verdad querrás retroceder en el tiempo para arreglar todo y no podrás y tu castigo será vivir en la culpa y el arrepentimiento para siempre.
—No me digas esa mierda Giovani, no cuando también sabes que mamá es la única culpable de la muerte de papá. Si no fuera por ella, papá no habría muerto de tristeza y nos habría visto crecer, nos habría protegido, me habría protegido a mí. Porque tú y ella ni siquiera fueron útiles para protegerme.
Me duele el corazón ante sus crueles palabras, me levanto sacudida y camino hacia la puerta.
—Buen viaje Venus- digo y la escucho gritar.
—Huye como siempre lo haces. Harás...
Salgo de la habitación y cierro la puerta, impidiéndome escuchar el resto de tu frase.
Venus es peor que la vieja Alicia.
Después de todo, prefería buscar alguien a quien culpar, prefería lanzarse a una vida de mierda y llenarse de amargura.
Voy a despedirme nuevamente de mamá y contarle sobre el viaje de Venus.
Me subo al auto rumbo a la casa de Alexandre, la tía Alice y el tío Lucifer pidieron urgentemente mi presencia.
Y esta vez no tuve ninguna idea de ello, ni ninguna advertencia. Que es extraño.
Pero entiendo que mis dones tienen límites, tanto es así que nunca sé nada de mi vida.
Estoy conduciendo cuando escucho sonar mi teléfono celular.
Miro el número y veo que es de algún reino o ciudad sobrenatural.
Sólo alguien muy influyente para tener un celular que atraviesa Reinos y mundos. Esta mierda es muy cara y poca gente tiene acceso a ella.
Digo esto porque fue mi feliz abuela Nicole quien creó esta mierda.
Se corta la llamada y el ser vuelve a insistir.
Atiendo la llamada sin el menor interés.
Recurrir
—Giovani Vodmont- digo y escucho a una mujer llorar, lo que me pone inmediatamente alerta.
—Por favor ayúdame- susurra entre sollozos—Por favor, me van a matar.
Pongo el celular en altavoz y acelero el auto.
—¿Quién te va a matar?, ¿quién te dio mi número?- Pregunto tenso y escucho tu grito y tu jadeo. Ella parece estar corriendo.
—No lo sé, mamá dijo que si pasaba algo, debería encender ese celular extraño y llamar al único número que hay aquí. Tengo mucho miedo, estoy herida. No sé si puedo soportarlo.
—Quédate tranquilo, ¿qué clase de ser hay detrás de ti?- Pregunto, estaciono en casa de Alexandre y tomo el teléfono mientras salgo del auto.
—Son muy feos y huelen mal. Nunca lastimé a nadie señor, lo juro.
—Necesitas darme más detalles- digo entrando a la casa y haciéndole un gesto a Alexandre para que guarde silencio.
—No debí escaparme de casa, mamá me dijo que no me fuera. Están tan cerca.
—Busca algún tipo de alcantarilla y escóndete allí. De esta manera no te olerán.
—No puedo.....DÉJAME IR, DÉJAME IR, AIIIIIII.......
Cancelar
—¿Sigues ahí?, oye niña- Miro el teléfono y veo que han cortado la llamada.
¿Qué carajo?
Una semana antes...
Venus Dovin
Entro al pasillo de mi universidad y parece que el tiempo se detiene, varios rostros se vuelven hacia mí, con miradas críticas, sonrisas malvadas.
Bajo la cabeza tratando de evitar mirar los ojos en mi dirección.
¿Qué está pasando?
—Mira la puta que pasa, parece una santa pero no es más que una puta como su madre- Escucho decir a alguien y estallan varias risas a mi alrededor.
Mis ojos lloran, pero hago un esfuerzo por tragar la bola en mi garganta, evitando llorar. Continúo mi camino escuchando aún más comentarios desagradables.
Cuando llego a la puerta de mi oficina veo por qué hay tantos comentarios. En la puerta de la habitación hay una foto muy grande mía desnuda.
Las lágrimas corren por mi rostro por la ira, la humillación, el dolor, la vergüenza y mucho más.