Capítulo 3
Fuimos a desayunar, no sé si puedo decir que por pura suerte o mala suerte Caleb estudia en otro colegio, ya está en su último año e incluso tomando cursos preparatorios para el examen de ingreso. Pero ni siquiera quiere soñar con cómo son las cosas en mi escuela...
—¿Emocionada por el primer día de clases del año?.—Pregunta tomando un sorbo de café.
—Uhum.—Respondí sin mucha emoción y luego él arqueó una ceja.
—Qué emocionante, eh.—Rodé los ojos.
No quería tener que ir a esa escuela, lo mucho que me lastimó en ese ambiente… solo pensarlo me dan ganas de llorar pero me contengo.
—¡Vamos, pequeña! Yo te llevaré.
Suspiré y luego fui. Mi hermano me dejó en la entrada de la escuela en su auto y luego esperé a que se fuera antes de poder entrar. Sentí una opresión en el pecho pero seguí mi camino.
Eso sí, a principios de año siempre llegan nuevos alumnos, así como muchos se van, sucede que…
—¿Es ella?—escuché el primer murmullo proveniente de dos chicas aparentemente nuevas y ya imaginé que estaban hablando de mí.
—Sí…—Dice el otro mirándome.
Al parecer Beatrice ya se ha encargado de difundir los rumores a todos los recién llegados, lo que antes era solo una mentira se ha convertido en algo más grande, ya que han comenzado a creer todo lo que ella dice sobre mí solo porque soy popular...
Caminé por los pasillos de la escuela con la cabeza gacha pero sintiendo siempre las miradas puestas en mí. No tenía amigos en esa escuela, porque cualquiera que se atreviera a hablar conmigo sufriría las consecuencias después, así que así era mi vida escolar.
Siento que alguien me empuja haciéndome caer al suelo.
—Me gustaría darte los buenos días, pero mi día ya empezó a empeorar con solo ver tu cara.—Aún tenía la cabeza gacha pero sabía que era Beatrice.
Beatrice salió con Bryan en la primaria, pero después de ese episodio donde me encontraron semidesnuda saliendo del vestidor de chicos con él, todos empezaron a creer que algo realmente pasó entre nosotros dos y que hubo traición, Bryan dejó la escuela, No sé qué le pasó, pero después de ese día pasé por un infierno. Comencé a sufrir agresiones físicas y hasta psicológicas por parte de algunos alumnos y por alguna razón los profesores simplemente lo ignoraron.
—Ten cuidado al pasar para no pisar esta basura.—Me pasa junto con su amiga Emily.
Quien en ese momento fue quien me vio entrar al vestuario y llamó a la multitud para ver.
Intenté levantarme pero pronto me empujaron hacia abajo.
—Uy, lo siento, pero la basura debe permanecer en el piso hasta que se limpie.—dice a su vez Stephan y pasa junto a mí riéndose junto con sus amigos.
Stephan también era popular y, por supuesto, el actual novio de Beatrice. Él, junto con sus amigos, también acosaba.
Me levanté a pesar del dolor y todavía sentía que la gente se burlaba de la situación.
No podía esperar que fuera diferente...
¿Conoces esa sensación cuando estás sentado al borde de un lugar completamente apegado a algo? así me sentí. Mi madre siempre ha sido una mujer decidida, valiente y claro, ella siempre me enseñó a ser así también, sucede que ciertas situaciones terminan llevándonos a un abismo de impotencia. Y en ese momento me siento atrapado en este abismo.
—Como siempre, ¿no crees que deberías ponerte en tu lugar? ¿De un fracaso?.—Toma mi examen y lo rompe, haciendo reír a algunas personas en la sala.
Ella me mira con furia en sus ojos cuando ve que no le expresé ninguna reacción ni siquiera le respondí. Luego sentí el peso de su mano en mi cara mientras me abofeteaban.