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Capítulo 6 Explicaciones

Cuando era pequeña tuve un flechazo por Aldo, confundí amor de amistad con amor romántico, siempre me cuidaba de las burlas de los niños de nuestra escuela, ya sea por mi color cabello o porque solo tenía a mamá; los niños pueden ser crueles, cada vez que me molestaban Aldo peleaba con ellos ahora entiendo por qué siempre ganaba.

Me sonrojaba mucho cuando me hablaba bonito, mi corazón siempre se aceleraba cuando me abrazaba, me daba de su comida cuando yo no comía antes, la mía obvio tenía las mismas atenciones con Karla, solamente era yo enamorada de él, era yo la que se ilusionó era solo una niña confundida tenía once años cuando paso eso a esa corta edad mamá tuvo que darme una charla sobre el amor de amigos ese día note que amo a Aldo lo amaré siempre, pero solo como el mejor amigo que podría tener.

En el momento que volví los busque a todos quería saber si estaban bien grande, fue mi sorpresa cuando vi que donde se encontraba la manada de mi mejor amigo solo había escombros y una energía oscura emergía en cada lugar, mi padre me dijo que hubo una batalla en ese lugar que murieron muchas personas, pero que mis amigos aún vivían me dedique a buscarlos desde ese y ahora que los tengo viéndome fijamente sin pestañear eso me está poniendo algo inquieta.

—Ya dejen de verme, así que me ponen nerviosa. —y es en serio esta oficina como que se hace más pequeña a cada minuto de sus miradas y eso en verdad asusta.

—Lo siento mi Luna, pero no entiendo ¿qué es lo que pasa? —me dieron unas ganas inmensas de abrazarlo como es que pone esa cara de cachorrito regañado. Siento nuestro lazo cada vez más fuerte y ni siquiera estamos tocándonos, es increíble que pueda contenerme con lo que mi fénix quiere lanzarse a él y marcarlo con mi fragancia para que nadie se le acerqué.

Y como no, si su mirada es tan dulce, su sonrisa tan bella, su preocupación por mí o como por momentos veo destellos de alegría, como si todavía no se creyera que estoy delante de él.

—Eli estamos confundidos, dinos qué es lo que pasa porque parece que tiene como veinte y ya no hueles a humana. —por un momento olvidé que eran hombres lobo, como no si apenas dice mi amiga eso Aldo y mi mate huelen el aire como tratando de oler mi esencia.

—Huele a rosas. —comienza Aldo —Eli, tu olor nunca era de rosas, decías que eras alérgica a ellas. —rio por lo que dice y no era alérgica a ella, solo no me gustaba que me las regalaran.

— Huele deliciosos es la mejor fragancia de todo el mundo. —este lobo me matará de dulzura y lo malo es que no puedo decírselo con sus padres, aquí conozco a Aldo, el maldito le encanta burlarse de mí cuando me comporto toda pegajosa con alguien.

—Está bien, les voy a decir, pero el que me interrumpa le irá mal —los amenazó, ya que no quiero repetir dos veces lo mismo— bueno como comienzo, cuando Aldo me rechazo salí corriendo al bosque y Dinora fue detrás de mí y me intento matar. —escuche un gruñido —Que dije que no me interrumpan, bueno, cuando estaba a punto de morir me convertí en una Fénix y si se pregunta como es eso posible mi padre es el Dios Fénix. Ya me desvíe como les decía, despertaron los poderes en mí y mate a la bruja, pero como yo ya había cumplido mi fase de Fénix, mi parte humana murió, esa parte era la mate de Aldo, yo ahora soy sobrenatural, completa y por eso mi Mate es Mario. —terminó de decir y todos en la oficina me quedan viendo.

—Eso respondió algunas de mis dudas. —dice mi mate mientras se sienta en su silla y yo bien acomedida me siento en sus piernas haciendo que tanto como mi mate y mis suegros se sorprendan.

—Pero porque demoraste veinticinco años en volver —dice Karla con un poco de tristeza en su voz —segura no estás enojada con nosotros. —sigue con lo mismo, yo estoy feliz.

—Bueno, en mi defensa donde yo estuve pasaron dos meses. —les digo y ellos me miran raro.

—¿Cómo estuviste? — me pregunta Aldo.

—Me crees si te digo que viví entre dioses. —le digo en forma divertida.

—Entonces lo que entiendo es que tú eres hija de un Dios, eso te convierte en una semidiosa —mi mate se notaba sorprendido

—Algo así. —le digo mientras lo abrazo, no sé por qué, pero me gusta abrazarlo, y el gustoso me recibe mi abrazo.

—Aparte, yo no estoy enojada con ustedes, no saben como me alegra que estén juntos. —les digo feliz.

—¿Entonces no estás enojada? —Ya parece disco rallado.

—No, claro que no, aparte, ya los vi a ustedes, ¿dónde está Fer? —les pregunto por qué desde que llegue aquí no lo he visto y se supone que de la misma manada de Aldo.

—Estás hablando de mi primo, el que estaba enamorado de ti. —lo dice con malicia, es igual, no ha, madurado.

Grrrrrrrr —escucho okay creo que esa parte tenía que ser omitido porque mi mate me está abrazando más fuerte.

—No, yo hablo de nuestro amigo Fer el que creció con nosotros, el que se metía en problemas para ayudarnos.

—Como que tu primo estaba enamorado de mi mate. —dice enojado Mario.

—Esa es otra historia, hijo —trata de tranquilizarlo Karla —aparte para responder a tu pregunta, no sabemos de Fer desde la noche en la que desapareciste. — eso no me la esperaba.

—Haber lobito deja los celos que a solo lo veía como amigo. —le digo y lo vuelvo a abrazar, me gusta mucho abrazarlo y el gustoso de abrazarme.

—Pero no me gusta saber que alguien te vea en forma romántica, tú eres Mía. —me dice con su modo celoso, activado.

—Si lo que digas, lobito, pero vuelve a reclamarme como un objeto y serás golpeado. —Lo amenazó porque no me gusta eso de los lobos que reclaman a sus mates como objetos.

—Lo que mi Luna ordene. —mi lobo estaba nervioso, creo que está luchando con su espíritu animal para controlarse.

—Creo que nuestro hijo va a hacer mandado por su Luna. —dice Aldo, divertido, ganándose una mirada ceñuda de mi parte.

—No padre, yo no voy a hacer mandado, yo solo haré lo que a mi Luna le haga feliz. —dice tan lindo él, mis queridos suegros solo se reían de mi mate en serio, yo no soy mandona, les iba a decir algo para que se callaran, pero tocaron la puerta, mi lobito dijo que pasará y era Yassi muy feliz.

—Disculpen, pero Eli ya llegaron a ver a los neófitos y no te imaginas quien regreso —no entiendo de quien habla —hay eres pésima para las adivinanzas, pero el que regreso Yack. —Lo dice tan alegre que si su mate la oye seguro y la vuelve a encerrar, espera, dijo que Yack volvió, me levanto lo más rápido que puedo de las piernas de mi mate ganándome un gruñido.

Grrrr.

—Me acabas de gruñir. —lo veo molesta.

—No, mi Luna. —dice asustado ganándose las burlas de sus padres, es en serio el pobre a de tener traumas con unos padres, así, justo cuando mi lobito iba a decirles algo, Yack entra a la oficina como Pedro por su casa.

—Chica, fuego, tiempo sin verte —me dice Yack abriendo los brazos para abrazarme —¿Como estas mi Eli?

—Chupa sangre, es tu culpa por no visitarnos. —le devuelvo el abrazo, extrañe mucho a este despistado, pero el momento se corta porque mi celoso lobo me aparta y me abraza.

—Veo que encontraste a tu mate y veo que es un Alfa pobre de ti. —yo ruedo los ojos por lo que dice por qué ya sé lo celosos que son los Alfa.

—Mejor los presento antes de que yo te arranqué la cabeza. —señaló al vampiro, no quiere hacerme enojar.

—Ya yo solo jugaba, ahora veo que solo la pequeña Yassi tiene sentido del humor —le dice mientras le revuelve el cabello hasta que escuchamos otro gruñido y está, esta vez no es mi lobito si el chico de hace rato. — No lo creo hasta la pequeña Yassi tiene mate, no puede ser, le diré a los chicos, oh por cierto ya Nick sabe qué encontrarte a tu mate. —tiene esa maldita mueca burlona, lo conozco, sabe que el lobo no le gustara nada esta situación.

—No, y será mejor que te calles, porque yo le voy a decir, está claro. —le digo sería, aunque si me da miedo Nick.

—Bueno, él es Yack príncipe de los vampiros, Yack él es Mario mi Mate y ellos son mis suegros Aldo y Karla. —le digo mientras los señaló, pero creo que fue mala idea señalar a Aldo porque la cara de Yack no es buena.

—Estás hablando del mismo Aldo que causó que casi te mataran. —dice enojado, se iba a tirar a golpearlo, pero lo detengo.

—Yack él no tuvo la culpa de nada, te lo he dicho miles de veces a sí que te calmas. —se lo digo enojada y sabe que cuando me enojo nada sale bien.

—Ya entendí, pero Nick no será tan fácil de convencer a sí que yo opino que cuando venga mejor no aparezcas. —le dice a Aldo.

—Espera, acabas de decir que Nick va a Venir. —estaba incrédula porque él recién se entera de que yo estoy aquí.

—Y no solo él, cuando me llegó tu mensaje de que estabas en una manada les avisé y me dijeron que vendrían. —me dice lo más tranquilo y relajado.

—¡Oh, yo te mato chupa sangre, te voy a quitar colmillo por colmillo! —gritó y si no fuera porque mi lobo me está agarrando ya estaría más muerto de lo que está.

—Tendrían que contárselo de todos modos, aparte quien es el lobo que me está acecinado con la mirada. —dice señalando al mate de mi amiga y la verdad yo también tengo la duda de como se llama.

—Él es César, mi beta y mate de Yassi. —mi lobito lo señala, aún sosteniendo mi cintura.

—Bueno pulgoso no me mires así que Yassi es como mi hermana y segundo ya te quiero ver la cara con los demás porque Yassi es la bebé del grupo. —y es cierto a Yassi la convertí antes de que muera por una golpiza que le había dado su padrastro por no dejarse violar, obviamente el tipo recibió su merecido por parte de papá se enojó tanto ese día.

—Ya les dije que yo no soy una bebé. —dice haciendo un puchero.

—Pues tu actitud demuestra lo contrario aparte recién tienes dieciocho, así que si eres nuestra bebé. —le digo haciéndola enojar más, aunque su mate la ve como si fuera lo más maravilloso del mundo.

—Yo creo que se ve linda. —dice César ganándose un abrazo por parte de mi amiga.

—Ew que lindos aquí todos en pareja y yo no tengo a mi pareja. —finge tristeza.

—Deja de ser envidioso, ahora tengo que dar explicaciones a los seres más sobre protectores del planeta, incluso más que mis tíos. —digo disgustada, es que si no es porque lo quiero ya estuviera chamuscado.

—Tu amor duele, sabes. —Yack como siempre haciéndose el dramático.

—Sabes eres toda un Drama Queen. —le digo burlándome, aunque eso causó que todos en la oficina se rieran incluso el cara pálida.

—¿De quién hablan?, a ¿quién le temes? —me pregunta mi lobito pobre, no sabe lo que se viene.

—Yo no temo por mí, sino por ti. —lo abrazo fuerte, le doy un pequeño beso en la mejilla.

—¿Cómo? —pone cara de duda, es tan tierno.

—Ya lo entenderás, lobito ya lo entenderás, por ahora tengo hambre, así que donde está la cocina. —Yack y yo somos como hermanos separados, tenemos el mismo sentido del humor y la misma hambre.

—¡Que!, no pienses en comerte a la cocinera. —dice el beta, nosotros los quedamos mirando en serio, cree que colmillos quiere comerse a la cocinera.

—No lobito él chupa sangre, quiere comida, no a la cocinera. —le explica Yassi.

—Pero es un vampiro, ellos, no solo toman sangre. —pregunta César.

—Ese estereotipo me lastima la verdad —dice tocándose el pecho haciéndose el indignado —para tu información los vampiros solo tomamos sangre cuando la necesitamos las demás veces comemos como todos. —explica la verdad, yo también pensé lo mismo cuando lo conocí.

—Bueno, lo que sea tú anda a comer, aparte supongo que ya enviaste a tus neófitos al castillo de tu padre. —le digo por qué conociéndolo, se olvida muy rápido lo que tiene que hacer.

—Si señora fue lo primero que hice. —me dice haciendo pose militar.

Mientras tanto él chupa sangre, se fue a la cocina, Aldo y Karla salieron, todavía tengo cosas que preguntarles a los dos, Yassi y su mate no se a donde se metieron, lo único que se es que pobre chico, lo que se le viene. Me quedé sola con mi lobito en la oficina, así que creo que es mejor que nos conozcamos mejor, él se vuelve a sentar en la silla y yo vuelvo hacer lo de hace rato y me siento en sus piernas.

—Mi Luna hace rato, me dijiste que sabías lo que yo había esperado cuando te busque. —me dice y tal vez no debí abrir mi bocotá, al parecer tendré que decirle la verdad.

—Bueno, como comienzo —le digo un poco nerviosa —la cosa es que yo fui la que le pedí a mi tía que le dé una nueva mate a Aldo y después de eso mi padre me dijo que yo también tendría un mate. Mi padre me dijo cuando tú ya me estabas buscando, pero nunca me dijo quien eras o donde estabas. —le digo lo más sincera que puedo, aunque veo en su rostro sorpresa, ojalá que no se enoje.

—Entonces tú hiciste que mamá y papá sean mates.

—En realidad fue mi tía, lo que yo le pedí es que le diera otra oportunidad a Aldo, no especifique quien fuera escogida como mate. —le vuelvo a explicar, aunque debo confesar que me gusta su cara cuando me hace una pregunta.

—¿Cuándo dices tu tía a quien te refieres?

—A la diosa Luna. —cuando le dije el nombre de mi tía, se impresionó mucho.

—Estás diciendo que tu tía es la Diosa Luna. — dice incrédulo.

—Si mi tía es la Diosa Luna, al igual que los demás dioses, no pusiste atención cuando dije que mi papá es el Dios Fénix. —le digo impaciente.

—Si, pero no imagine todo eso, ¿les dirás a mis padres que tú le pediste a la diosa que le dieran otra oportunidad a mi padre?

—No creo que ya tienen mucha información que asimilar con lo que no estoy muerta, aparte todavía tengo que buscar a Mi madre y hermano y también a Fer ellos todavía piensan que estoy muerta. —le explicó, aunque cuando vuelvo a mencionar a Fer me vuelve a sujetar más a su cuerpo bendito, lobo celoso.

—Si quieres te ayudo a buscar a tu mamá y tu hermano, pero al primo de mi padre no creo seguro y sigue enamorado de ti y eso no lo aguantaría, primero lo mato

—Creo que tendré que hablar con mi tía, ponerme a un Alfa como mate en serio si ellos son los más celosos.

—Deja tus celos a un lado a Fer solo lo veo como amigo, aunque debo confesarte que fuimos novios. —como no se puso más de celoso en serio que tiene los lobos con gruñir —Sigue gruñendo y no te digo nada, bueno como iba él y yo terminamos y quedamos como amigos, yo solamente lo veo como eso un amigo así que dejas esos celos. —Como veo que intenta decir algo y yo no quiero pelear con mi mate el primer día que lo conozco, hago lo mejor que puedo hacer para calmarlo, lo beso...

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