Capitulo 7 Estoy loca
Mario
Me está besando sus labios son tan suaves y dulce que me transportan a un paraíso donde solo estamos los dos, soñé muchas veces con este momento y ahora que está pasando párese tan irreal tan hermosa su cabello es rojo como el atardecer de un verano; tengo que agradecer a la Diosa Luna por la mate que me dio todas las noches le rogué para encontrarla y que no me rechace.
Ella es todo lo que necesito para ser feliz y sé que para los que no entienden es tonto porque recién la conozco, pero, solo lo sé, desde el primer momento en que la vi lo supe, mi lobo lo supo daría mi vida por ella, haría lo que sea por ella no me importaría a quien tenga matar tal vez por eso los cazadores nos consideran monstruos porque muchos de los míos han hecho barbaridades por sus parejas y como no, si es un regalo de Diosa Luna poder encontrar a tu otra mitad aun que según tengo ahora entendido la Diosa es la tía de mi mate.
Me he dado cuenta de que tiene un carácter fuerte y me intimida un poco no si ella es así siempre o es culpa de su poder; gracias a eso mis padres se burlaron de mí y conociendo como es papá va a cargarse conmigo a veces se comporta como un niño pequeño a su edad no madura juega y hace bromas, según entiendo siempre ha sido así mamá dice que solo creció en apariencia porque mentalmente no, miro a mi luna y pienso en lo que dijeron mis padres si eran amigos ¿Cuántos años tiene ella?
—Mi Luna— nos separamos aunque no quería alejarme de ella, me siento más cómodo a su lado, mi lobo interno gruñe ante tal acción.
—Aja— me dice con los ojos cerrados, acaricio su mejilla asiéndola suspirar le doy una pequeña sonrisa aunque no me pueda ver antes de preguntarle le robo un pequeño beso.
—Cuantos años tienes— le pregunto.
—Veinte ¿por qué? — me responde aún con los ojos cerrados.
—Porque si tú y papá se conocen desde pequeños entonces, no deberías tener la misma edad que él — creo que no fue buena idea preguntarle por qué habré los ojos y me mira como si me quisiera matar.
—Me estás llamando vieja— se levanta de mi regazo exaltada y me mira enojada.
—No… No…no Mi Luna cla… Ro que no solamente quería sacarme esa duda— le digo un poco nervioso, no quiero hacer que Mi Luna se enoje conmigo. La quedo mirando un poco asustado no quiero que mi Luna se vaya a querer ir porque la hice enojar.
Eli
—Oh, si me quisiste decir vieja — me aguanto las inmensas ganas para no reírme en su cara se ve tan nervioso aunque sí creo que tengo que explicarle eso de lo de mi edad porque hasta para mí fue difícil entender cuando me explicaron, verlo así de nervioso me causa tanta ternura. Lo quedé mirando por un largo rato haciéndome la indignada, bufo caminando por todos lados.
—No mi Luna claro que no yo…— cansada de hacerlo sufrir me siento otra vez en su regazo y le doy otro beso aunque esta vez más intenso, él me besa con desesperación parece que tengo que hacerlo asustar más seguido para que me bese así.
Porque todo no puede ser perfecto escucho que abren la puerta de golpe miro con el ceño fruncido quien es que se atreve a abrir la puerta sin tocar y no es ni nada más ni nada menos que mis queridos suegros riéndose de mi lobito.
—Te lo dije amor nuestro hijo le teme a Eli me debes — es en serio están apostando a cuestas de su hijo veo como Karla saca dinero y le paga a su esposo con mala cara.
—Hay cariño tenía fe en ti — claro y yo soy infantil estos me ganan.
—Acabas de hacer una apuesta en contra de tu hijo Aldo Teolomino Moon — le digo en tono reproché y también por molestarle porque él odia su segundo nombre estoy más que segura que no le ha dicho a nadie su otro nombre.
—Te dije que no se lo digas a nadie — dice como niño pequeño este ni teniendo la edad que tiene madura. Es un malcriado miro a Karla con una ceja alzada, ella solo niega sonriendo es como si el tiempo no hubiera pasado.
—Teolomino es en serio papá— le dice mi lobito y veo una sonrisa burlona al parecer él no sabía del segundo nombre de su papá no lo sabía, odia tanto ese nombre.
—Culpa a tu abuelo yo no fui el que me puse ese nombre —le responde a su hijo— como si llamarse Aldo Teolomino Moon fuera poco mi propio hijo quiere burlarse de eso— se pone en modo dramático y este era un alfa importante.
—Pues yo he crecido aguantando tus bromas creo que ahora te toca a ti — me gusta ver a mi lobito en su pose de venganza, es todo sexy una parte de mí quiere.
— Bueno, bueno ya dejen de molestarse ustedes dos— les dice Karla apuntado a su esposo y su hijo. Los dos hacen caso a Karla ahora veo quien los ha mantenido a raya en esto tontos.
—Bueno, bueno como sea yo estaba a punto de explicar algo antes que nos interrumpieran— señaló a mis suegros es raro decirles suegros a estos dos por los Dioses crecí con ellos vi cuando se le salió el primer diente a Aldo y ahora esto me concentró para al fin explicar como es este enredo — Cuando me dijeron que tenía otra pareja de vida pregunté de qué si iba a ser de mi edad, pero me dijeron que yo iba a parecer de la edad de mi mate así que como para mí solamente pasaron dos meses en donde estaba yo tenía diecisiete, pero como Mario tiene veinte yo pareceré de su misma edad me hago entender — le explicó lo más claro que puedo porque cada vez que trato de explicar algo terminó peor que al principio soy mala para esto.
— Entonces yo sería mayor— asiento ante lo dicho por mi lobo
— En teoría, pero, ahora tenemos la misma edad
— Aunque aquí parecerás vieja — miro mal a Aldo como siempre él, será algún día se comportara le doy un zape para que se asunte, lo que no espere es que se cayera al piso por el golpe debí medir mi fuerza— Con un simple cállate Aldo estaría no me maltrates eso solo lo puede hacer Karla— ni trato de defenderme, ya que él solo se esconde detrás de su pareja. Trato de no reírme de todo lo que está pasando yo solo quería una vida normal y termine metida en un mundo sobrenatural en la que pertenezco en donde mis mejores amigos con los que crecí son mis suegros mi padre y básicamente toda familia son Dioses yo soy un ser mitológico que puede resurgir de entre las cenizas.
Nos quedamos conversando una rato sobre todo lo que nos ha pasado burlándonos de nosotros, hasta que me dio hambre lo sé, soy tragona en mi defensa tanto poder necesita cargarse.
—Tengo hambre — me quejo, no quiero moverme tengo pereza caminar, eso quedo en mí desde que era humana
—¿Qué quiere comer mi Luna?— dice mi lobito mientras me pega más a él es cómodo no acepto críticas o miradas de burla.
— Pues a ti — juro que lo vi sonrojarse por lo que dije, aunque no fui la única, Aldo también se dio cuenta y no duda en molestarle. Necesito hacer algo para que no lo moleste tanto o traerle a alguien que sea igual o peor que él en burlas puedo ser yo, pero, conmigo caería rápido necesita sufrir más por molestar tanto a mi Mario.
—Que pasó mi niño se sonroja— le pellizca la mejilla a lo que yo le apartó la mano y le gruño no como ellos, pero puedo ser intimidante cuando quiero.
—Quita Teolomino o le digo a tu hijo cosas más vergonzosas de ti — lo amenazó, él por su lado alza las manos en forma de rendición— y tú lobito Llévame a comer porque no me quieres ver enojada — le reparto besos en toda su cara.
—Lo que mi Luna ordene — hace ademán de levantarse, pero yo sigo en su regazo así que se levanta y me lleva en sus brazos hacia la cocina ahí me encuentro al vampiro tragón.
—Piensas dejar a la manada sin comida —lo molesto, ya que por ser sobrenatural no engorda por eso se aprovecha y come como todo sin importarle nada, me preocupa todo lo que come le podría hacer daño, a veces creo que come tanto porque siente solo, ya que en su familia él es el “raro” en su familia no lo comprenden ya mi amigo tiende a comportarce un torpe aun así lo quiero mucho por eso no, no me agrada mucho la realeza vampírica.
—No molestes tú comes el triple que yo — me apunta con su dedo, a lo que yo toco mi pecho como si estuviera indignada.
—Me estás llamando tragona —le digo con cara como si fuera a llorar y él solo rueda los ojos—me llamo tragona— le digo a mi lobito como niña pequeña cuando la molestan.
—Deja de ser dramática, Eli calma— me molesta está bien admito que yo también como mucho—así que ven y come que conociéndote como te conozco has de estar con mucha hambre— palmea él haciendo al lado de él me para que me siente, así que hago que mi lobito aunque viéndolo bien parece más un modelo de Calvin Klein me lleve al sentar y poder comer.
—Sabes me voy a quedar por un tiempo — veo a mi amigo sé porque lo quiere hacer pero decido molestarlo.
—Y eso, tanto me extrañas
—No me quedo por ti, sino porque aquí cocinan mejor que en mi palacio— dice todo obvio, rodando los ojos como toda diva.
—Auch creo que escuche mi corazón romperse— me topo el pecho. Todo es por molestar, ya que a veces quiero llevarme conmigo a Yack y cuidarlo por así lo veo feliz y no tratando de “comportarse como un príncipe” según su padre.
Pasamos peleando un rato en la mesa creo ya era la hora del almuerzo porque ya todos estaban sentados yo obviamente al lado de mi lobo gruñón tengo que ponerle un apodo concreto ya le he dicho de algunas formas. Estábamos como una gran familia comiendo y riendo aunque sé que no estamos completos al menos no, de mi lado tengo que encontrar a mi mamá y hermano.
Cuando terminamos de comer nos sentamos en la sala y nos pusimos a conversar tranquilamente hasta que escucho un tipo de chillido como si estuvieran matando a un animal, pobre, veo que él gritó tan espantoso es de una chica muy eufórica gritando y saltando de ¿alegría?, creo no sé, pero, eso no es lo que me enoja, ya que casi me deja sorda, sino que entra y lanza a los brazos de Mi Lobo.
—Mario mi amor — yo la mato y después lo mato a él. No me gusta ir en contra de las mujeres pero hoy será la exepción.
—Treisi ya te he dicho, miles de veces que tú y yo ya no somos nada — le dice el lobo engañador a la tipa, como que ya no, eso no reclamaré como dicen lo que no fue en tu año y lo que sigue porque no recuerdo como va.
—Pero amor yo soy tu Luna — hace puchero, todos en la sala están en silencio viendo este show y eso que yo no he hablado veo como César está agarrando a Yassi conociendo la como la conozco la quiere golpear siempre me quiere proteger y como que hoy dejaré que defienda mi honor.
—Tú no eres la luna de nadie así que será mejor que te vayas— digo lo más calmada que puedo, ya que si está me hace enojar no seré piadosa.
—Y tú quien eres para hablarle así a tu futura Luna mi amor mándala a encerrar por hablarme así— espeta la tipa con odio yo la miro y no aguanto la risa así que suelto una sonora carcajada no me sorprende si todos los de la manada me han escuchado. Me causo gracia se suponía debía de enojarme aun que si lo estoy más me dio gracia.
—Tu mandarme a encerrar te doy un concejo ¡ALÉJATE DE MI MATE! Si no quieres que te queme viva —le gritó asiendo que pegue brinco aunque me mira con odio, ya en este punto mi cabello se ha encendido.
—Tu su mate ja, ja, ja no me hagas reír no eres solo una loca pirómana ni siquiera te atreverías a quemarme porque yo soy la futura Luna de esta manada dile mi amor — le dice la tipa a Mario cuando él va a hablar lo interrumpo yo.
—No me hagas reír a mí si ya lo hice una vez con una bruja que intento hacer lo mismo que crees que me detenga esta vez— una sonrisa siniestra como me la enseñó mi tía Lilit la tipa pone cara de espanto.
—Estás loca — grita y suelta al fin al lobo engañador.
—No estoy loca estoy superloca así que o te alejas de él o te quemó viva — ya siento mi cabello encendido y el fuego recorrer mis venas sería seria más fácil darle un golpe porque los Fénix tenemos más fuerza que los lobos, pero no sería tan divertido como verle la cara de espanto a la tipa.
—Treisi mejor te vas ya te he dicho mil veces que no te quiero que yo únicamente quiero a mi Luna — le dice el lobo engañador creo que se quedara con ese apodo por traicionador.
—¡¡NO YO SOY LA LUNA DE ESTÁ MANADA NISIQUIERA ESTA
POCA CO…—la tipa iba a seguir hablando de mí, pero el traicionador la coge del brazo y la saca, pero yo no me quedo así y los sigo.
—¡A TU LUNA LA RESPETAS ENTENDIDO SOY TU ALFA Y
TIENES QUE OBEDECER LAS ÓRDENES Y RESPETAR A TUS
SUPERIORES!— ver al lobo traicionador me causa un poquito de gracias, ya que parece un cachorro ladrando.
—Si Alfa— dice la tipa agachando la cabeza yo sonreí como toda una triunfadora que soy la tipa se da cuenta de mi burla y se tira encima de mi convertida en loba el traicionador iba a separarnos, pero Yassi lo detiene ella sabe que cuando estoy peleando no me gusta que nadie se meta.
La loba me intenta morder, pero le estampó un golpe en la quijada que la deja aturdida.
—Vamos lobita no querías pelear ven y verás como te acabas de equivocar querer enfrentarme - le digo divertida me doy cuenta de que algunas personas de la manada nos está viendo, intenta otra vez morderme, pero la esquivó en serio la tipa ni pelear sabe. Le doy otro golpe esta vez más fuerte porque me está ya cansando esto no toda mi fuerza uso y cae ya rendida yo ni me esforcé mucho.
—Guardias llévensela a los calabozos por insubordinación —les ordena el traicionador a los guardias.
Intenta acercar para abrazarme.
—No me toques — estaba furiosa.
—Pe… Pe…ro mi Luna
—Ni te me acerques si no sabes los Fénix tenemos los sentidos desarrollados y ahora hueles a esa zorra así que primero date un baño si quieres acercarte— le digo enojada y él me hace caso se va dirigiendo a dentro de la casa con la cabeza baja. Eso causa que todos se rieran.
—Hay amiga se nota que tú eres el Alfa Macho Pecho Peludo de la relación — dice Yack riéndose.