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CAPITULO 16 “Problemas, Discusiones y un Oso Grizzly.”

(Enero 01, 2016 Doce Robles, Virginia)

(coronel Alexander Stuart)

-ANGEL VUELVE AQUÍ. - le grite al verla salir del comedor, y cuando no me hizo caso salí tras ella llamándola nuevamente.

-ANGEL DETENTE. - le grite pero no la alcance. Demonios sí que es rápida.

Volví dentro del comedor y veo a todos mirándome.

-Problemas en el paraíso? - pregunto James mi futuro cuñado.

-Cállate James- lo silencio su abuela Victoria

-Tanto te cuesta comprender que ella es diferente? – me dice Victoria. Yo solo la miro

-Y cuanto, ninguno de mis hijos, nietos o bisnietos es tan inteligente, hábil o rápida. - dijo Lady Adele.

-NO lo entienden, ella toma todo a juego. - les digo

-No lo creo, ayer cuando ese motociclista intento besarla a la fuerza ella se defendió de un hombre bastante más grande y fuerte que usted coronel y no solo eso, procuro que yo saliera del lugar sin ser agredida, a pesar de que la atacaron más de cinco a la vez.- dijo Sophía mirándome con tristeza.

-Dices que intento besarla, ella dijo que solo intento sobrepasarse no que lo tuviera encima ! - le digo asombrado

-Como crees que estaría si ella apenas mide un metro sesenta y tu uno noventa y ocho y según lo que escucho el motero era más grande que tú. - dice James mi cuñado.

-Creo que te sobrepasaste, ella adora su vespa y solo la conduce dentro de la base y solo he tenido dos quejas de alta velocidad y la verdad dudo mucho que ese mosquito rosa como la llamas levante más de cincuenta kilómetros por hora. - me dice el general

-Pero no escucharon que condujo a doscientos treinta kilómetros por hora de venida a esta casa?

-Si en una carretera con carril de alta velocidad y vigilada por patrullas y un dron. - dice su abuelo James

Caigo en la cuenta de que el Express Way es bastante ancho y que se puede conducir a tan alta velocidad si se desea y si no hay tráfico, ella viajo por una de ellas así que no tendría problemas.

Los miro a todos y doy media vuelta, tengo que buscarla y lo primero que hago es buscar su auto, pero al salir ahí lo veo en la puerta del garage a un lado del Rolls Royce Negro y oro, propiedad de Lady Adele, veo a uno de los guardas y le pregunto

-Vio pasar por aquí a la señorita Worthington ?

-Si señor, se dirigía al bosque, iba llorando. - me dijo

Escucharlo me parte el corazón, otra vez la he hecho llorar, como lograre que me perdone ? Sigo el camino que me indico el guardia, veo que hay una vereda y me pongo a buscarla

Encuentro sus huellas fácilmente, ha nevado un poco y sus botas dejan una huella muy única. Sigo sus huellas llamándola una y otra vez, pero no me responde.

Sigo caminando por más de una hora sin encontrarla, pero sigo sus huellas, los árboles se abren y llego a la orilla del lago, es ahí donde pierdo sus huellas; la orilla es arenosa por lo que es fácil verlas hasta llegar al agua.

Ángel en donde estas ? Camino por ambos lados de la orilla tratado de encontrar sus huellas, pero no hay más; regreso sobre mis pasos para ver si hay algo raro, pero no, solo sus huellas de llegada y lo que parecen ser huellas de algún animal, no lo sé.

-Ángel.- comienzo a gritar para que me escuche y presto atención por si ella responde, sigo las huellas del animal y noto algo. Están sobre las huellas de mi pequeña, trato de seguirlas pero las pierdo en un terreno algo rocoso.

-Ángel.- vuelvo a gritar pero no escucho respuesta, busco por espacio de unos minutos y decido ir por ayuda, si la ha atacado un oso estará mal herida sino es que muerta y todo por mi culpa.

Corro hasta la casa y al entrar veo a Richard en el vestíbulo y solo digo

-Llego hasta el lago, pero al parecer hay un oso, no la encuentro.

Richard y James que salía de la sala me ven y salen corriendo, Aldo y Vito junto a Fred aparecen en la puerta de la sala y se apresuran a salir, hasta el general ha venido

Lady Adele sale de la sala diciendo.

-Ve a buscar a mi bisnieta, aquí hay osos pardos y ella no está armada; les enviare ayuda.

Salgo nuevamente de la casa y los veo a todos dirigirse al lago, corro para darles alcance, al hacerlo los guío por donde ella paso, estamos a las orillas del lago cuando llegan los primos de Ángel, así como algunos empleados.

-Porque Ángel entro al agua? - pregunto uno de los chicos

-No seas idiota Luke, estamos en invierno, solo se acercó al agua, no la creo tan loca como para nadar. - dijo otro de los chicos.

-Pues si me llega un oso pardo por la espalda que te dobla el tamaño, yo lo haría, prefiero una pulmonía a que el oso me despedace. - dijo Liam

Escucharlos me hace analizar mejor el terreno y descubro algo. Ángel llego al lago, pero dio media vuelta para regresar seguro por el frío, pues no salió muy abrigada que digamos, si mal no recuerdo, solo lleva una camisa cuello de tortuga y un suéter de lana, sobre sus jeans negros y sus botas.

-Busquen de ese lado, debió salir del agua por algún lugar. - les ordeno a los chicos.

-Alex estás loco, porque entraría al agua? - pregunto James su abuelo.

-Miren las huellas. - les señalo el suelo.

-Ella llego por este lado, estuvo parada aquí, se nota por la profundidad de las marcas, dio media vuelta y camino hasta aquí en donde se topó con el oso, por lo que comenzó a retroceder, entrando en el agua. - les explico

-Demonios esta helada. - dice Richard acercándose y tocando el agua con las botas.

-Tenemos que encontrarla, si el oso la siguió, puede atacarla y si huyo de él estará a punto de una hipotermia. - les digo.

Comenzamos a buscarla por las orillas del lago hasta que encontramos algo flotando en la orilla, arrastrado por la corriente. Lo levanto y me doy cuenta qué es su suéter, está roto, totalmente desgarrado.

Eso solo me dice que el oso la siguió y puede que la alcanzara.

-Ángel. - grito con más ganas para que me escuche, mi pequeña está en problemas y para colmo hay un oso enojado y posiblemente muy hambriento detrás de ella.

Seguimos buscando y encuentro huellas, sus huellas seguidas por las del jodido oso, a donde vas pequeña ? Porque no regresaste a la casa ?

Trato de ubicarme y me doy cuenta qué estamos bastante lejos de la mansión, diablos. Seguimos sus huellas y las del maldito oso hasta llegar a un terreno algo escarpado y rocoso.

Buscamos alguna pista pero no encontramos nada, un rato después encontramos unas huellas del oso pero no de Ángel, llevan a una cueva entre las rocas.

Revisamos bien y me doy cuenta de que anoche despertamos al oso con los fuegos artificiales, según tengo entendido era la primera vez que los usaban y seguro será la última.

Me acerco a la cueva y escucho un gruñido, les hago señas a los demás para que se detengan, pues voy a entrar. Avanzo lentamente cuando escucho un nuevo gruñido por lo que me detengo, es cuando escucho caer rocas sobre mi cabeza, por lo que me hago a un lado y miro hacia arriba y ahí la encuentro, trepando el risco.

-ANGEL.- grito llamándola alejándome de la cueva pero no me hace caso.

La veo terminar de subir el risco y perderse entre las rocas. Vuelvo a llamarla pero no responde.

Voy con los demás y les digo.

-La vi subiendo el risco, hay que rodear y encontrarla.

-Yo les digo como, aunque es algo difícil, pues está muy empinada la vereda y algo tardada pero llegamos ahí arriba y podremos buscarla. - dijo Liam.

-Pues muévete que puede pasarle algo ese oso pudo herirla lo olvidas? -Lo apremio.

-Por aquí. - dijo Liam comenzando a caminar.

Llegamos a lo que parecía una vereda tras rodear las rocas por más de cuarenta minutos y nos tomó otra media hora subir y llegar al risco.

Una vez ahí, como ella no estaba a la vista tuvimos que buscar pistas. En la sima del risco me di cuenta que esto era un pequeño arroyo que escurría entre las rocas y llegaba hasta el lago.

Buscamos por las orillas alguna pista hasta que caigo en la cuenta de dos marcas en dos rocas grandes y tras acercarme y examinarlas me doy cuenta qué es sangre fresca, Ángel está herida.

-Por aquí! - les grito llamado a todos y comenzando a buscar algo que me indique el camino.

-Que pasa Alexander? - pregunta Richard

-Ella está herida, ábranse en abanico no más de dos metros entre cada uno y búsquenla, las marcas van en esa dirección. - les digo tras encontrar lo que parece ser otra marca de dedos hecha con sangre.

Todos comenzamos a avanzar poco a poco, ella salió de la casa poco después del medio día sin tomar alimento alguno casi, salvo un poco de jugo y fruta. Ahora son más de las tres de la tarde o debería decir casi las cuatro y no sabemos nada de ella.

Solo que se enfrentó a un jodido oso y trato de huir metiéndose en el lago, estando a seis grados bajo cero la temperatura ambiental, está muy frio y ella no llevaba mucha ropa de abrigo y para colmo parece que ese oso la hirió. Es urgente encontrarla pues si no está mal herida por el oso como para matarla, lo hará la hipotermia.

-“ En buena hora te pones a regañarla en plan sobreprotector ! Cuando comenzaras a confiar en ella? Cuando entenderás que ella no te miente ! Acaso olvidaste que ayer huyo en el auto porque no la escuchaste ni la creíste ? Cuando entenderás amigo mío que ella es una fuerza de la naturaleza a la que nadie va a detener; deberías saberlo ya que nosotros la entrenamos”- escucho decir a mi conciencia.

Ahora siento miedo porque por mi culpa ella está en peligro, mi conciencia tiene razón, debo ser más comprensivo y recordar que yo la entrene, que puede cuidarse y defenderse, lo demostró lo que vi en el video de seguridad del bar de carretera.

-“Deja de perder el tiempo y busca a nuestra princesa o te quedaras aquí de poste?”- me ordena esa voz en mi cabeza, haciéndome recordar que ella me necesita.

Seguimos buscando por un rato más sin encontrarla pero avanzando poco a poco. Se escucha algo, un celular y veo a Aldo responder, niega con la cabeza y sé que le preguntaron por Ángel. Sigo buscando pistas hasta encontrar huellas de sus pisadas.

-Por aquí, están sus huellas.- digo y sigo buscándola. Veo como sus huellas son erráticas.

Observo por todos lados por si esta escondida en algún lugar y cuando todos nos reunimos veo que faltan Aldo y Vito; ahora donde demonios se han metido.

-Liam, en donde estamos? - le pregunto al primo de Ángel.

-Estamos a unos diez kilómetros de la casa de la abuela, que esta hacia allá. - me dice señalando hacia el noreste.

-sigamos las huellas, pero presten atención podría estar refugiada en cualquier parte. - les indico y sigo caminando no voy a preocuparme por dos hombres adultos cuando estoy buscando a mi pequeña.

-ANGEL. - grito llamándola.

Seguimos sus huellas un poco más hasta el bosque cerrado donde es difícil encontrarlas pues hay mucha hojarasca en el suelo, pero veo que vamos al este. Estará tratando de llegar a la mansión ? Eso espero.

Son casi las seis de la tarde cuando suena un celular, veo a Giovani el hijo de Carlo que es quien responde y tras hablar unos minutos corta la llamada, seguro es su madre quien ha llamado pidiendo noticias.

-ALEXANDER, CORONEL ELLA ESTA EN CASA ! - le escucho gritar. Voy hacia él y le pregunto

-Que dijiste?, repítelo, como sabes que está bien ? HABLA DEMONIOS! - le grito al muchacho sacudiéndolo de los hombros.

-Deja que hable Alexander. - me detiene Richard y James mi futuro cuñado.

-Llamo mi padre, ella llego a casa, está bien aunque han llamado al médico, algo de una herida en la cabeza que no entendí, hay mucho escándalo en la casa. - dijo el muchacho y yo que aún lo sujetaba de los hombros lo jalo y lo abrazo diciéndole.

-Gracias, son las mejores noticias que he recibido. - y soltándolo doy media vuelta para correr a la mansión, no me importa si los demás me siguen, mi pequeña está herida pero al menos ya ha aparecido.

-Alexander espera demonios, al menos sabes por dónde vas?- escucho a Richard preguntar quien casi me da alcance.

Me detengo a observar y le digo.

-Debemos estar a unos siete kilómetros de la mansión en esa dirección según dijo Liam.

-Entonces corran; yo no puedo pero aquí los chicos me ayudaran a llegar. - dice James su abuelo, yo lo observo y él sonríe.

-Corre hijo, ella te necesitará yo iré más despacio. - me dice James

-Puede subir en moto señor Jhons? - pregunta uno de los primos de Ángel

-Hace años que no lo hago, pero use una en mi juventud. - le escucho responder

-No seas estúpido Brandon, podrías hacerle daño al abuelo de Ángel

-Claro que no Charly conduzco bien la moto, iré por ella y vendré por el Señor Jhons mientras avanzan despacio, él no debió venir, tampoco Carmelina, mírala esta azul del frio. - veo a la chica y veo que es cierto.

-Yo quería ayudar, no parecía que estorbara. - dijo la joven unos años mayor que Ángel.

-No estorbas pequeña y te agradezco querer ayudar a mi nieta. - le dice James abrazando a la chica tratando de cubrirla con su abrigo.

-Porque mejor no traes el jeep, así llevas a más de uno. - le dice Liam

-Cierto, debe estar en el garage, voy por él. - dice Brandon quien comenzó a correr sin decir nada más, yo lo sigo, me urge saber cómo esta Ángel.

Poco más de veinte minutos después llegamos a la casa, veo un auto frente a esta y al entrar veo a Carlo que me observa. Brandon entro corriendo y fue a no ser donde, seguro por las llaves del jeep para ir por los demás, entre ellos James y el General.

Me acerco a Carlo y le pregunto

-Ella está bien?

-Si, está arriba, el medico la atiende.

-Es grave la herida? Es profunda? Vi su suéter destrozado por el oso. - le pregunto, él me observa

-Oso? No sé qué tan grave sea su herida, pero llego con la camisa destrozada, sangrando de la cabeza, llena de lodo y helada, aún están tratando de que entre en calor.

-Estas seguro que está bien?

-Alexander, esa chiquilla es tan dura como los diamantes que usa en sus joyas, llego por su propio pie hace casi dos horas. Deberías subir a verla, vamos.

Voy con él hasta nuestra habitación y en la puerta me encuentro con Aldo y Vito por lo que sorprendido pregunto

-Ustedes cuando llegaron? - pero ninguno de los dos dice nada, Carlo abre la puerta para entrar, lo hago tras él y me encuentro a todas las mujeres aquí, así como a Pietro, sentados en los sillones y más sillas traídas seguro de otras habitaciones.

Ángel está en la cama y junto a ella un hombre joven que le sonríe y le dice algo despacio, mientras le acomoda el cabello.

-Ángel. - la llamo caminando hacia ella, ella me mira y es cuando descubro el feo corte que tiene en la frente, cerca del nacimiento de su cabellera. La observo bien, es raro verla con un camisón de lana de manga larga y cuello alto, ella nunca usa algo así, ni en invierno también noto la gran cantidad de colchas sobre ella y la que más resalta es una de piel de marta o armiño, un lujo que solo Lady Adele exigiría.

-Amor estas bien? - le pregunto, pero no alcanza a responderme porque escucho detrás de mi

-con permiso coronel, no se vaya a quemar. - y veo a Sophía y a Helena, la Dama de compañía de María Barberini llegar con lo que parecen ser bolsas de agua caliente.

Me hago a un lado para que pasen, pues me había pasmado al verla en la cama. Noto como meten las bolsas con cuidado y sacan otras.

-Que hacen? - les pregunto a lo que una Sophía apurada me responde

-Hay que mantener la cama caliente para que la niña tome calor, llego azul y muy helada, con permiso. - la dejo pasar y veo a mi alrededor, dándome cuenta que la chimenea esta encendida y que la habitación esta caldeada.

Me acerco poco a poco a mi pequeña; veo que el médico le ha puesto un feo parche en la frente; que no podía ponerle vendoletas? Y le escucho decir

-Lady Adele, su bisnieta está bien, no creo que sea grave lo del golpe, pues ya está reaccionando, es posible que su aturdimiento se debiera al golpe en sí, aunado al frio y sus reacciones se alentaron cuando dejo de moverse, por eso de desmayo. Hay que estar pendientes pues podría haber consecuencias al chapuzón en el lago, podría desarrollar pulmonía, así que si tiene fiebre y no sede con estas pastillas, una ahora y otra dentro de ocho horas, me llaman y vendré en seguida.

-Yo estaré cuidándola. - le digo, el asiente y dice

-Me retiro, espero que la señorita Worthington se recupere por lo pronto, denle caldos y que entre en calor.

-Gracias Francis, eres muy amable por haber venido hasta acá de urgencia.

-Es un placer Lady Adele mi padre le envía saludos. - dijo el doctor y se retiró.

Voy a un lado de mi pequeña y la veo, se ve agotada y aun se ve algo azul por el frío.

-Ángel, amor estas bien ? - le vuelvo a preguntar

-Alex, estoy bien. - me dice, se escucha triste y veo en sus ojos las ganas que tiene de llorar, eso me hace sentir más culpable.

-Perdóname pequeña, te quiero y me preocupo mucho por ti, sé que me sobrepase. - le digo tomando su mano mientras acaricio su frente

Es ahí que me doy cuenta de lo sucio que estoy.

-con permiso Coronel, la niña debe comerse este caldo de pollo con arroz, le calentara el cuerpo! - dijo María

-Y tomarse este té de manzana con canela. Y usted debería darse un baño, esta sucio, sudado y frio, podría enfermarse y vaya vacaciones en Texas que tendrán. - dijo Sophía tocando mi frente tras darle el té a Ángel.

Escucho una risita y veo que es Ángel la que se ríe y al darse cuenta de que la veo me dice.

-Será mejor que hagas lo que dice, o te harán todas lo que a mí; me bañaron!, lo puedes creer. Y lo peor es que me pusieron esta cosa que pica. - se queja poniéndose colorada. Se a sonrojado y se ve adorable.

-Bien voy a bañarme, pero tu come tu caldo, enseguida vuelvo.

-Has comido algo? - me pregunta, yo no dije nada pues había salido tras ella y tampoco había comido mucho durante el almuerzo. Voy al vestidor y tomo ropa limpia y cuando salgo Sophía está en el baño, preparando la tina.

-El agua está caliente, remójese y entre en calor y le traeré de comer cuando salga, con un enfermo es más que suficiente. - dice saliendo, yo solo pude sonreír, no he tomado un baño de tina desde que mi madre murió.

(Enero 01, 2016 Doce Robles, Virginia)

(Victoria Ángel Ivanna Jhons)

Tras discutir con Alex salgo corriendo de la casa y me dirijo al jardín, atravesándolo y llegando al bosquecillo, lo escuche llamarme, pero no le hice caso, no quiero pelear con él; otra vez no me escucha; se pone peor que papá; es tan sobreprotector; porque no cree en mí ? Demonios, él me entreno !

Camino rápido siguiendo una vereda, necesito calmarme y dejar que se calme, quería partir hoy rumbo a Dallas pero debo esperar a que se calme.

Sin darme cuenta llego hasta el lago y me quedo observando lo tranquilo que esta, debe haber como tres o cuatro grados bajo cero, saco mi celular y busco el Weather Chanel y no me he equivocado, hay siete grados bajo cero, guardo el celular al escuchar un ruido tras de mí. Debe ser Alex que me ha seguido, espero que la larga caminata de treinta minutos que hice y que el repitió, le sirviera para calmarse.

Como no lo escucho hablar no me volteo y sigo disfrutando del paisaje, después de cinco minutos, me vuelvo y comienzo a caminar de regreso diciendo.

-Alex, sé que me seguiste, sal y hablemos. - escucho un ruido más delante de mí y al acercarme me doy un susto de muerte.

Frente a mí no está Alex, sino un pariente vivo y a todo color y esplendor de Alexis y este parece estar muy pero muy molesto. Qué diablos hace un oso Grizzly despierto en invierno?

Como salí sin mi bolso no tengo arma alguna, lo único que tengo es mi celular y mi cerebro, así que los voy a usar, camino lentamente hacia atrás, mientras desarmo el celular, gracias a Dios todos mis contactos están en el sim y en la micro SD. Las saco y tras rearmar el teléfono lo enciendo, sé que no tendrá señal, pero servirá para hacer ruido.

Entro en el archivo de música y pongo “Titanium” subiendo todo el volumen del celular, eso hace que el oso me observe, como sigo retrocediendo para que el oso no se me acerque he entrado en el lago y tengo el agua hasta la cintura. Maldición esta helada; seguro me dará una pulmonía marca Acme; así de fuerte! Pienso recordando las caricaturas que le gustan a Alex de Willy el coyote y el correcaminos.

El oso comienza a caminar más aprisa y a gruñir por lo que lanzo el celular hacía unos arbustos y me arrojo al agua, prefiero la mordida del agua helada y nadar para alejarme que pelearme a mano limpia con un oso pardo.

Se que el motero de ayer parecía uno, por lo sucio y peludo que estaba, odio las barbas mal arregladas y los torsos llenos de vello hirsuto, que bueno que Alex es lampiño del torso o lo haría depilarse. Pero no es lo mismo un motero mastodóntico de poco más de dos metros de altura a un oso pardo de casi tres metros y más de cuatrocientos kilos de pura fuerza bruta.

Creo que mi plan resulto porque al asomarme para salir del lago y correr a la casa veo al oso destrozar el celular a mordidas.

Lamentablemente no tenía buen sabor pues lo escupió en el agua al escucharme o mejor dicho olfatearme por lo que se acercó corriendo y no me quedo más remedio que volver al agua, esperando que el oso no quiera nadar también.

Para mi mala suerte, el endemoniado oso entra al agua y trata de seguirme, está molesto y hambriento creo que lo despertamos de su hibernación con los fuegos artificiales de anoche. Definitivamente no habrá más fuegos artificiales en año nuevo.

Nado tan rápido como puedo, pero mi suéter de lana es cada vez más pesado y estorboso por lo que me dirijo a la orilla, las bucaneras tampoco son de mucha ayuda pues se han llenado de agua. El chip y la memoria de mi celular las puse dentro del sostén para no perderlas. Me quito el suéter y trato de correr, pero el terreno no ayuda mucho, es pedregoso y arrojo el suéter frente a mí y vuelvo al agua, es mejor nadar un poco más, cuando volteo, veo al oso jugar con mi suéter. Al menos eso lo distrajo.

Aprovecho la ventaja y me separo un poco más del oso para salir del agua en una pequeña playa de arena y piedras, salgo y comienzo a revisar el entorno y veo que el terreno es rocoso y escabroso, aun así no me queda más que salir del agua ya que no aguanto el frio, pero sé que debo mantenerme en movimiento para no congelarme, así que busco la manera de ubicarme y regresar a la casa.

Para mi maldita mala suerte de este día, el endemoniado oso me ha seguido por lo que no quedándome de otra, comienzo a escalar el risco. Algo difícil con unas bucaneras llenas de agua con suela de baqueta y tacones de ocho centímetros, estando a punto de la hipotermia pero busco la mejor ruta ya que correr campo través es una estupidez con un oso enojado detrás.

Comienzo a escalar pero es difícil, estoy agotada por lo que me detengo en una saliente y veo como el oso entra en una cueva, me acomodo un poco esperando que el oso se duerma para bajar y así correr a la casa de la abuela Adele, pero la maldita bestia va y se sienta fuera de la cueva.

Tengo frio y estoy entumiéndome por lo que con cuidado comienzo a frotarme los brazos y las piernas para entrar en calor, cuando logro sentir las manos y las piernas comienzo a escalar otra vez, es difícil y en un momento resbalo, golpeándome la cabeza, siento como algo caliente se desliza por mi frente, llevo mi mano al lugar y veo que es sangre.

Veo al oso y veo como olfatea una piedra que ha caído cerca de él cuando he resbalado, sigo subiendo el risco sin darle más atención al oso. Tardo unos treinta minutos en subirlo, veo la hora y carajos pasan de las tres de la tarde, debo volver a la casa, todos se preocuparán y peor si la temperatura baja más moriré de por el frio.

Llego a la sima del risco con no poco esfuerzo, estoy algo aturdida, el golpe y el frio están haciendo estragos y mis reacciones son lentas y hacen que alucine; pues creí escuchar a Alex gritarme desde abajo.

Pero eso no puede ser ya que ahí solo esta ese demonio de cuatrocientos kilos. Tengo que moverme y regresar a la casa, para calentarme y rápido pero el terreno no ayuda es pedregoso y rocoso, estoy a punto de caerme en dos ocasiones y me he tenido que apoyar en las grandes rocas del lugar.

Por fin llego a los árboles y trato de ubicarme, sé que el arroyo que alimenta el lago esta al suroeste de la casa, lo sé porque vi los mapas de la propiedad en la biblioteca, Doce Robles es muy grande

Tomo rumbo entonces hacia el Noreste para llegar a la mansión, trato de mantener un trote seguro como en los entrenamientos de la base, pero estoy cansada, helada y llevo tacones, veo el reloj, pasan de las cuatro cuando veo entre lo alto de los árboles las astas de las banderolas de la mansión, el estandarte Worthington ondea en lo alto como se hacía antes en Inglaterra para anunciar que el señor de la propiedad o terrateniente se encontraba en la mansión familiar. Otra de las puntadas de diva imperial de la Abuela Adele, ahora entiendo lo de Lady Adele o Lady Worthington.

Sigo caminando a ratos y trotando en otros, por fin llego a la mansión y cruzo los jardines hasta llegar a la puerta principal en donde al tocar me topo de frente con Donald, el mayordomo de la abuela.

-Señorita Ángel.- dice el hombre al verme y me ayuda a entrar, veo salir a la abuela Adele, a mamá Victoria, a mi madre y detrás de ellas a María, Helena, Sophía, Pietro, Carlo , Amalia su esposa y a la Señora Sarah McKenzie; quienes al verme gritan a coro

-Ángel.- gritaron Mama Victoria, Doña María y Amalia

-Pequeña.- grito la Abuela Adele

-Hija.- grito mi madre

-Mi niña.- gritaron Sophía y Helena

Trato de ir hacia ellas, pero no puedo pues comienzo a ver todo negro y siento que alguien me carga.

-Tranquila pequeña, ya te tengo.- escucho decir, reconociendo la voz de Carlo.

A lo lejos los escucho hablar a todos pero no puedo responderles estoy temblando de frio. La adrenalina que me mantenía en pie ya está en retirada por lo que estoy agotada, solo los escucho hablar.

-Esta herida, hay que llamar al doctor, Heather llámalo de inmediato.

-Enseguida Lady Adele

-Esta helada y azul, hay que calentarla ahora.- escucho decir a mamá Victoria

-Preparare el baño de tina, está sucia y llena de sangre, Señor Carlo llévela a su habitación, yo la lavare.- dice Sophía

-Que enciendan la chimenea.- escucho que ordenan

-Que traigan las botellas de agua caliente, hay que calentar la cama para acostarla, debe entrar en calor.- ordena otra voz cada vez las escucho más lejanas

-Hay que hacer caldo de pollo con arroz o fideos, eso la ayudara.- escucho decir.

Estoy agotada y solo quiero dormir cuando algo me despierta. Es Sophía desnudándome

-Yo puedo bañarme sola. - le digo y me quito el sostén

-Qué es eso?- pregunta Sophía

-Son la memoria y el chip de mi celular, se lo comió un oso.

-Deme los pondré con sus cosas, junto a su computadora. Termine de quitarse esa ropa, está hecha un desastre.

-Sophía tú también lo estarías si hubieras pasado lo que yo para huir de un oso Grizzly.

-Me llevare sus botas, hay que secarlas y limpiarlas pero dudo que sirvan nuevamente.

-Trata de salvarlas por favor. - le pido

-Ande métase a la tina entrara en calor. - dice Sophía, pero tan pronto lo hice, sentí dolor en todo el cuerpo pues estaba cayendo en la hipotermia.

Comienzo a lavar mi cara, hay lodo y sangre por lo que vi, trato de lavarme y tras quitarme la suciedad y dejar el agua de la tina hecha un asco, quito el tapón y abro la lluvia artificial, comienzo a lavarme el cabello sintiendo mi cuerpo siendo atravesado por miles de agujas al tratar de entrar en calor.

Cuando de pronto escucho un estruendo; No, no era una bomba, tampoco era una manada de elefantes o Alex orquestando un ataque contra el enemigo. Eran Lady Adele, Mamá Victoria, María, Helena y Sophía que comenzaron a hablar, estaba tan aturdida que no entendí nada.

Pero me di cuenta de que todas estaban dentro del baño y lo peor querían bañarme, vi a mi madre sonriendo al verme entre un nudo de brazos que intentaban bañarme.

Por fin puedo salir de la regadera y entre todas me secan con toallas calientes, siento como queman mi piel; solo me permiten ponerme las bragas por mí misma, pero me ponen un largo, feo y molesto camisón que tengo que levantar para evitar caerme. Carlo al ver mis problemas para andar, viene y me carga para llevarme a la cama, veo a todas correr de un lado a otro, como gallinas en gallinero cuando el zorro se acerca, veo a Helena traer unas cosas raras y la escucho decir.

-Estas bolsas de agua caliente, calentarán la cama, así entrara en calor signorina Ángel.

-Gracias Helena.

-Ya está lista su comida? – escucho preguntar a María que me arropaba

-Estará lista en un momento.- responde Helena

-El doctor llego. - anuncio Pietro.

Veo a la abuela Adele entrar seguida de una de las sirvientas de la casa, que lleva en brazos una gruesa colcha y entre la Abuela Adele, Mamá Victoria, María y la sirvienta la pusieron sobre la cama cubriéndome.

-Que bella colcha Abuela. - le digo

-Lo sé querida, es de armiño, me la regalo tu bisabuelo hace sesenta años y ahora es tuya. - dice la abuela Adele.

-No puedo aceptarla es muy cara y un regalo. - le digo

-Y es mi decisión dártela a ti, mi sucesora.

-Gracias Abuela.

Veo entrar al doctor, un joven guapo y sonriente

-Buenas tardes, Lady Adele, perdone, pero mi padre no pudo venir pues está atendiendo una emergencia; pero he venido en su lugar; cual es la emergencia?

-Mi bisnieta, casi tiene hipotermia, un oso la ataco y para huir se metió en el lago Francis.

-Vaya, como qué a nadar con el agua helada, a ver veamos.

El doctor Francis me examino y curo mi herida en la cabeza, le contaron que llegue como ida y que me desmaye, así que hizo un examen a conciencia. Estaba terminando cuando escucho mi nombre desde la puerta.

-Ángel. - es Alex, se ve cansado y triste pero más que nada se ve preocupado y sucio. No puedo decirle nada pues el doctor sigue hablándome y mi voz esta algo ronca, por la hipotermia y el agotamiento.

-Amor estas bien? – vuelve a preguntar Alex pero no alcanzo a responderle, pues han entrado Sophía y Helena y Alex estaba como ido en medio de la puerta.

Lo veo hablar con Sophía para después mirar a su alrededor. El doctor por fin da su diagnóstico.

-Lady Adele, su bisnieta está bien, no creo que sea grave lo del golpe, pues ya está reaccionando, es posible que su aturdimiento se debiera al golpe en sí, aunado al frio y sus reacciones se alentaron cuando dejo de moverse, por eso de desmayo. Hay que estar pendientes pues podría haber consecuencias al chapuzón en el lago, podría desarrollar pulmonía, así que si tiene fiebre y no sede con estas pastillas, una ahora y otra dentro de ocho horas, me llaman y vendré en seguida.

-Yo estaré cuidándola. - escucho decir a Alex, por lo que el doctor asiente y dice

-Me retiro, espero que la señorita Worthington se recupere, por le pronto denle caldos y que entre en calor.

-Gracias Francis, eres muy amable por haber venido hasta acá de urgencia. - escucho decir a la Abuela Adele.

-Es un placer Lady Adele mi padre le envía saludos.- dijo el doctor y se retiró.

Veo a Alex acercarse y me pregunta

-Ángel, amor, estas bien? - vuelve a preguntar

-Alex, estoy bien. - le digo cansada y algo triste pues no se si siga enojado conmigo y más porque desaparecí todo el día. Es cuando caigo en la cuenta. Como supo la abuela Adele que me ataco un oso? Y sobre todo que me metí al lago? Acaso es bruja o telepata y me leyó la mente?

-Perdóname pequeña, te quiero y me preocupo mucho por ti, sé que me sobrepase. - dice tomando mi mano mientras acaricia mi frente

Lo veo ver sus manos y notar que esta sucio.

-con permiso Coronel, la niña debe comerse este caldo de pollo con arroz, le calentara el cuerpo! - escuche decir María

-Y tomarse este té de manzana con canela. Y usted debería darse un baño, esta sucio, sudado y frio, podría enfermarse y vaya vacaciones en Texas que tendrán. - escucho decir a Sophía, mientras toca la frente de Alex, tras darme mi té. Solo puedo reírme y cuando Alex me observa trago el sorbo de té que tenía en la boca y le digo.

-Será mejor que hagas lo que dice, o te harán todas lo que a mí; me bañaron, lo puedes creer. Y lo peor es que me pusieron esta cosa que pica. - me quejo jalando el camisón, es lana y me pica y como no me dejaron ponerme mi crema hidratante siento la piel estirada y rasposa, que horror.

-Bien voy a bañarme pero tu come tu caldo, enseguida vuelvo. - me dice Alex

-Has comido algo?- le pregunto, no me contesto pero sé que no lo hizo, su mirada lo ha delatado.

Lo veo entrar al vestidor y a Sophía ir al cuarto de baño. Termino mi té y sigo con el caldo, tengo hambre y cuando acabo le digo a Sophía.

-Sophía, está muy rico, puedo comer otro poco?

-Claro mi niña, yo se lo traigo y también para el coronel.

Cuando Alex sale del baño, está completamente vestido solo que no lleva calcetines, el viene directo a mi lado y me abraza.

-Ángel amor, perdóname por favor, por ser tan idiota.

-Alex sé que me quieres proteger, pero confía en mí, puedo hacer las cosas.

-Lo sé amor; te topaste con un oso pardo furioso y sobreviviste; que otra prueba quiero?

-Ya confiaras en mí?

-Siempre lo hago pequeña.

-Pues lo demuestras muy mal. - le digo riendo mientras escondo la cara en su cuello.

-A ver ustedes dos a la cama y coman, luego a dormir, esta niña debe descansar y no acepto replicas. - escucho decir a Sophía.

-Creo que se enojó.- dice Alex

-Mejor obedece o no nos dará postre y quiero pastel de fresas.- le digo sonriendo.

-MMM, creo que yo también.

-Pues si quieren pastel de fresas, a la cama los dos y a comerse el caldo de pollo con arroz.

Veo a Sophía darle un tazón grande a Alex que come sonriendo bajo la mirada de todos, ya que nuestra habitación en este momento es el centro de reunión familiar

Cuando terminamos de comer, Helena recoge todo y Sophía hace salir a todos cerrando la puerta tras ver como Alex se acomoda en las almohadas y yo lo hago sobre su pecho. Cuando han pasado unos minutos y no escucho ruido alguno me muevo he involuntariamente emito un quejido

-Augmmm

-Que pasa Ángel?

-Quiero cambiarme esta cosa, pica y ponerme crema, no me dejaron y me siento rara, pero no puedo moverme, me duele el cuerpo.

-Pequeña es culpa de la hipotermia y el esfuerzo, estas agotada, a ver yo te llevo al baño. - dijo Alex y se levantó, para después levantarme en brazos y llevarme al cuarto de baño, en donde me coloca en el enorme mueble de mármol del lavabo y toma mi crema para después comenzar a ponérmela en las piernas, hasta arriba.

De pronto salió y volvió con mi camiseta larga de Minie Mouse y tras bajarme del lavabo me ayudo a quitarme el camisón de lana de la abuela Adele y cubrí mis senos con un brazo mientras Alex me pone crema diciendo.

-Ya los he visto y hasta los he probado lo olvidas?

-No, pero…- no digo más, solo bajo el brazo y lo dejo ponerme la crema. Cuando termina toma la camiseta y me ayuda a ponérmela.

Después me carga en brazos y me lleva a la cama, se acuesta y tras acomodarnos me dice.

-Porque huiste?

-No quería pelear contigo, ni que me vieras llorar.

-Y mira terminaste casi peleando por tu vida con un Grizzly; me perdonas por gritarte y sobreprotegerte ?

-MMM, solo si vamos a Dallas en auto! - le digo

-Bien y tu conduces hasta que te sientas cansada, son veinte horas de viaje cariño.

-Nos turnamos para conducir, así veras que se conducir mejor que un piloto de NASCAR.

-Si tú lo dices, te creó. - dice dándome un beso, por lo que me abrazo a su pecho y me acomodo a dormir, sintiendo como su mano acaricia mi espalda y así me quedo dormida entre sus brazos.

Algo me despierta y cuando abro los ojos veo a Alex que está dejando besos en mi frente.

-Amor despierta.

-Porque, es temprano.- digo al ver el reloj y ver que son las seis de la mañana.

-Bueno hay que prepararse si nos vamos en un rato rumbo a Dallas. - dice dejando más besos en mi frente, mi nariz y mis mejillas.

-En cuánto tiempo? - Le pregunto dejándome querer

-Tienes dos horas, lleva lo necesario, lo que haga falta lo compraremos.

-Bien, por cierto debo comprar otro celular.

-Por qué?

-Un oso se comió el mío; oye como saben todos que enfrente a un oso? si yo no se los dije

-Bueno fui tras de ti y descubrí las huellas tanto tuyas como del oso, vine por ayuda y fuimos a buscarte. Te vi subir el risco, te llamé pero no me escuchaste.

-Creí que alucinaba, estaba helada y me había resbalado cuando escalaba con lo que me di un golpe en la cabeza y me hice sangre, estaba aturdida y solo pensaba en sobrevivir y llegar a casa porque tú te molestarías conmigo por estar fuera de casa toda la tarde.

-Esa es mi chica, una verdadera sobreviviente, y no estaba enojado, estaba preocupado, pues te había hecho huir. Ahora arriba.

Lo veo levantarse y dirigirse al vestidor, yo me levanto despacio, el cuerpo aun me duele, pero no tanto, voy al baño y me lavo la cara, tomo mis cosas de aseo y preparo mi neceser, voy al vestidor y saco unos jeans y una camisa de seda, un suéter y mi chaqueta de piel. Saco unas botas de media caña, todo lo demás lo guardo en una maleta, el vestido lo guardo en el porta trajes, sigo recogiendo todas mis cosas.

Alex ha recogido sus cosas y cuando terminamos bajamos las escaleras, Alex lleva nuestras bolsas de viaje, yo el portafolios o mochila de mi computadora y con mi Tablet. Guarde el chip y la memoria de mi antiguo celular.

Cuando entramos en el comedor nos topamos con el general y su esposa Sarah, están desayunando, veo el reloj y veo que son las siete.

-Buenos días General, Señora.

-Buenos días Ángel, coronel, menudo susto el de ayer. - dijo el general

-Lo siento no era mi intención.

En eso entran al comedor mis padres y mis abuelos, así como James y Lorena, sus padres y Ricky

-Que hacen levantados tan temprano?- les preguntó

-Pues que debemos volver a la base; el avión despega a las nueve y ustedes? - Dice mi padre

-Salimos a Dallas tras desayunar.

-Entonces iremos todos al aeropuerto? - pregunto el General.

-No, nosotros vamos en auto!- responde Alex.

Veo a mi padre negar con la cabeza y a mi abuelo sonreír, el general solo niega y tanto él como mi padre sacan un billete de diez dólares y escucho decir a mi abuelo.

-Nunca falla, ella siempre obtiene lo que quiere.

-Me quieren decir que pasa?- les pregunto

-Nada, que tu padre y William le apostaron a tu abuelo que se irían en avión y han perdido. - dijo mamá Victoria; Alex solo pudo soltar la carcajada.

-Si ella siempre obtendrá todo lo que desea, no voy a arriesgarme a que por estar molesta le pase algo. - dijo Alex.

Vemos bajar a la abuela Adele y a la tía Heather por la escalera y entrar en el comedor.

-Hola niños, Ángel, Alex se van?

-Si abuela Adele, nos dirigimos a Dallas. - dice Alex

-Como se llama la propiedad de tu tía, hijo. - Pregunta la abuela Adele

-Flecha rota abuela

-Bien, desayunen bien, tranquilos, no hay prisas. Ángel recuerda que el diez tenemos la subasta de modas en Nueva York.

-No abuela, ahí estaremos, solo debemos pasar a Jacksonville por mi vestido.- le digo

-No se preocupe niña; yo lo envió con Don Pietro; cual usara?

-El vestido verde menta tipo griego de un hombro, con la estola plateada y las zapatillas de cristales con la cartera a juego. Pon el vestido Azul Zafiro también.

-Yo lo preparo no se preocupe. Alguna joya en especial?

-No, tengo aquí los ópalos de fuego y creo que en el vestidor están los estuches uno con un collar de esmeraldas y otro es un Cartier con un collar de zafiros. Los podrías poner con los vestidos?

-Claro niña yo me encargo.- dijo Sophía

Una hora después tras terminar de desayunar y poner todo en el auto, subimos al Lamborghini y lo primero que hago es poner la dirección del Rancho “Flecha Rota” en el GPS, el que por lo general no uso y que tras unos minutos nos dio el camino a seguir. Arranco el auto y salimos de la casa con rumbo a Dallas, Texas, al rancho de la Tía Susane.

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