CAPITULO 17 “El Flecha Rota y mucho más.”
(Enero 02, 2016 Doce Robles, Virginia.)
(Victoria Ángel Ivanna Jhons)
Tome la carretera a una velocidad aceptable pues estábamos en la ciudad aunque no en el centro. Y tras ver la respuesta del GPS al conectarse con el satélite y tras verificar con Google maps en mi Tablet, me doy cuenta de que tenemos una ruta más rápida, por lo que paro en el arcén y le digo al ver su cara de Que pasa.
-Mira hay una ruta de solo diecisiete horas y cuarenta y cinco minutos, casi dos horas menos que la que había visto antes.
-Siguen siendo muchas horas de viaje
-Alex son mil ciento ochenta y dos millas en lugar de mil doscientas noventa y siete con la ruta por Kentucky.
-Bien tú decides.
-Además esta está pensada para viajar a un máximo de setenta millas y no iremos a setenta millas.
-Lo sé, espero que no haya radares de la policía de caminos
-No te preocupes por eso.- le digo y selección la ruta más corta para que el GPS me indique el camino.
Así que tome el Woolridge Rd, siguiendo la carretera seiscientos cuarenta solo parando a repostar combustible antes de salir de la ciudad. Una vez listos vuelvo a tomar la carretera y no paramos hasta pasado el mediodía, para volver a repostar combustible, Alex estaba tranquilo a pesar de que al salir de la ciudad iba algo tenso pues había acelerado hasta ciento ochenta kilómetros por hora, algo más de ciento diez millas por hora, por lo que aún nos quedaban más de ochocientas cincuenta millas por recorrer.
Dos horas después paramos en un local de carretera se veía tranquilo, así que entramos a comer. Alex de inmediato observo todo el lugar, tomamos una mesa desocupada y pedimos de comer. Alex pidió una hamburguesa doble con queso y tocino a la parrilla con papas fritas y una cerveza, yo pedí unas costillas asadas ahumadas en salsa de barbacoa, una orden de papas fritas y una soda.
Al observar a mi alrededor vi que había otras tres parejas, el resto eran camioneros disfrutando tranquilamente de una buena comida y de un descanso de la carretera; mientras esperábamos la comida le pregunté.
-Alex a donde llegaremos, puedo buscar un hotel en Dallas.- y saque mi celular para buscar un buen alojamiento
-Llegaremos al rancho, aunque debe estar muy sucio y descuidado desde que la tía Susane murió.
-MMM coronel espero que no se esté ablandando y no acepte las incomodidades.
-Lo digo por ti cariño
-Mira llegaremos a tiempo, que tal si paramos en una tienda y compramos provisiones, ya mañana nos pondremos a limpiar!
-Estas segura? Podemos quedarnos en un hotel y yo ir a ver la casa, así evaluó los daños y contrato un equipo de limpieza y renovación para adecentar la casa.
-Coronel, yo me encargo, come tranquilo que iremos a comprar un colchón inflable, una pequeña hielera y algunos alimentos para la cena, ya mañana pediremos comida a domicilio o comeremos en la ciudad, recuerda que veremos a los abogados, por cierto hay que avisarles que vamos a verlos mañana.- le digo y el solo asiente, tomando un trago de su cerveza. La comida ya había llegado
-Los llamare antes de arrancar nuevamente.- me responde
-Oye podemos llegar a Nashville en una hora, podemos comprar ahí lo que necesitemos.
-Buena idea, no creo que encontremos abierto nada en Dallas aun a la velocidad a la que conduces
-No nos han detenido!
-Claro que no, pero nos han seguido dos patrullas y según tu GPS, has pasado dos radares de la policía, eso de traer placas oficiales con orden de “No Detener” en las computadoras de la policía te es muy útil.- dijo Alex, yo solo pude sonreír
-Bien pensare en lo que debemos comprar, esto esta riquísimo.- dije mordiendo una costilla, Alex solo sonrió, viéndome disfrutar mi comida.
Llamé a la mesera al ver que Alex había acabado su cerveza y le dije
-Puede traernos otra cerveza y otra soda por favor; por cierto dígale al cocinero que sus costillas están para matarlo si no me da la receta- la mesera se rio y se fue- Cuando volvió solo me sonrió.
Cuando Alex pidió la cuenta, la mesera la trajo y me entrego una hoja diciendo
-Dijo el dueño que prefiere seguir vivo, por lo que le da la receta, solo le pide no divulgarla.- y veo la hoja que me ha dado, y si ahí está la receta de las costillas y la salsa.
-Dígale que gracias y que será nuestro secreto.- dejo una mayor propina y salimos, veo a Alex subir al lado del copiloto lo que me extraño, pues creí que conduciría él.
Subo al auto y conduzco hasta Nashville, en donde busco una tienda de artículos deportivos, una vez ahí compramos una colchoneta inflable, un par de sleeping bags, también lámparas de camping y una hielera, salimos para ir a un supermercado, en donde compramos alimentos y agua, acomodamos todo en el reducido maletero de mi Lamborghini y volvimos a tomar la ruta, acelerando hasta ciento treinta y cinco millas, por lo que íbamos a más de doscientos veinte kilómetros por hora para recuperar tiempo y recorrer las casi seiscientas millas que nos faltaban, eran casi las cuatro de la tarde.
Paramos otra vez a repostar combustible dos horas más tarde y ya habíamos recorrido más de novecientas cuarenta millas aun quedándonos casi trescientas millas por viajar, eran casi las seis cuando arranque.
Vamos por la interestatal cuarenta, y Alex se quedó dormido de aburrimiento supongo, por lo que acelere a ciento cincuenta millas. Tomo la interestatal treinta oeste y sigo hasta Texarkana, pasan de las ocho y ya ha oscurecido. Sigo conduciendo a doscientos cincuenta kilómetros por hora, la carretera lo permite dado el poco tráfico y su buen estado, llegamos a Dallas después de poco más de una hora y sigo hasta el rancho, lo que no me toma más de treinta minutos, el camino está en perfecto estado a pesar de los diez años de abandono, aunque es obvio que no puedo conducir a tan alta velocidad ni dentro de Dallas ni en el camino de terracería que lleva a la casa.
Cuando paro, frente al portón bajo y lo abro, Alex sigue dormido, entro dejándolo abierto pues el ganado debió ser vendido hace tiempo.
Cuando llego a la casa noto que se ve en perfecto estado, espero no haberme equivocado- Alex les había dicho a los abogados que íbamos en camino y que los veríamos mañana domingo; despierto a Alex y le digo.
-Alex, llegamos. Esta es la casa de tu tía? – le pregunto, él observa detenidamente la casa y solo dice.
-Si, el mismo color, yo puse ese colgante de cristal y ese otro de latón, se los regales por su cumpleaños, dijo que le encantaban, los otros no los reconozco.- dice señalando otros dos colgantes de campanas tubulares de viento o espanta espíritus como los llaman popularmente.
-pues tenía muchos.- le digo señalando varios en la terraza y otros en los árboles cercanos, como hay algo de aire todos suenan es bonito escucharlos, me gustan.
-tienes la llave para entrar? - Le pregunto
-No, pero siempre dejo la llave de emergencia en el mismo lugar, mi tía era una mujer de costumbres y yo no usaba mucho la llave.- dice bajando del auto, yo también lo hago y lo sigo. Lo veo meter la mano tras una figurilla de una apache de rodillas sentada sobre las piernas, ofreciendo flores, las cuales extrañamente están frescas y saca una llave del nicho donde está la figura.
Va a la puerta y la abre, yo lo sigo y por costumbre creo Alex enciende la luz, sorpresa, si hay energía eléctrica y doble sorpresa, la casa está limpia y arreglada, en la mesa frente a la puerta en lo que es el recibidor hay flores frescas.
-pero que carajos! Hola hay alguien en casa?- pregunta Alex; él dice que es la casa de su tía y le creó porque si no como sabría donde estaba la llave de emergencia que el siempre usaba.
-Alex habrá alguien en la casa? - Le pregunto
-No lo sé, revisemos.
Vamos a la cocina y todo está limpio, pero no hay un solo comestible, al menos fresco, todo lo que hay es enlatado, el refrigerador está vacío. En la sala hay flores frescas y una foto de una pareja sobre la chimenea
-Mi tía y su esposo Chase supongo, solo lo vi una vez en una rápida visita a Dallas antes de volver a Irak donde estaba desplegado.
Subimos a las habitaciones, la principal estaba limpia y perfumada por una gran ramo de rosas, en el vestidor todo estaba ordenado pero se notaba que a pesar de estar todo limpio y ordenado, aquí no vivía nadie.
Qué demonios pasaba. Aun así fui por las cosas al auto y con ayuda de Alex saque todo, cenamos unos sándwiches de pavo y tomamos refrescos, limpié todo y fuimos a la sala a esperar a ver si alguien llegaba. Alguien debía vivir aquí ya que estaba en perfecto estado y limpio.
A media noche fue obvio que nadie llegaría, así que cerré el auto y Alex y yo nos fuimos a su antigua habitación, gracias a Dios la cama era matrimonial y aunque estaba limpia cambiamos la ropa de cama, nos dimos un baño y nos acostamos a dormir-
Era tarde cuando nos despertamos o mejor dicho me desperté, Sali de la cama dejando a Alex dormir un poco más, fui al baño, pero al salir escuché ruidos, así que una vez vestida me decidí a bajar.
Cuál no sería mi sorpresa que me encontré con tres chicas limpiando la casa.
-buenos días.- les dije. Ellas me vieron y preguntaron
-Es usted la señora Stuart?. La señorita Elli nos envió a limpiar y que trajéramos provisiones, pues se espera la llegada del sobrino de la señorita Susane.
-Si llegamos anoche y la señorita Susane era la Tía de mi prometido, ustedes vienen a limpiar la casa? Creí que alguien estaba viviendo aquí!
-No señora, la señorita Elli Ewing ordeno que se mantuviera limpia y en orden, para la llegada del sobrino de la señorita Susane, tras su muerte
-Quien es la señorita Elli?
-Era la tía del señor Chase, el difunto esposo de la Señorita Susane.
-Vaya gracias, como supo que vendríamos, arreglaron todo muy rápido.
-Venimos dos veces por semana, desde que la Señorita Susane murió, yo trabajé con ella en vida y me fui a trabajar a la casa de los Ewing, pero la señorita Elli insistió en que la casa debía cuidarse para el sobrino de la señorita Susane, ella hablaba mucho de él, estaba orgullosa, es marine sabe!- me dice la una mujer como de cuarenta años.
-si lo sé, es mi prometido.- le digo sonriendo
-Perdón señorita, quiere que hagamos algo de comer? Por cierto dejaron ustedes el portón abierto? El ganado está en otra parte del rancho, pero aún no terminan de cambiar las cercas del camino.
-Si perdón, creí que tras tanto tiempo el ganado habría sido vendido.
-No se preocupe, Charly el capataz está en ello ahora, deben acabar todo el cercado para esta tarde.
-Bien.
-Desea que haga el desayuno, trajimos de todo.
-Deja, yo lo hago, solo debo saber dónde está todo.
-Yo la ayudare, será un placer volver a la flecha rota a trabajar.
-Serás bienvenida, como te llamas?
-María Jilguero Cantor, señorita
-Jilguero Cantor?
-Soy apache señorita, como la señorita Susane.
-Que bien, bueno Jilguero vamos a hacer café y unas enchiladas que a Alex le gustan mucho, es tarde y aún no ha despertado
Jilguero me ayuda, poniendo el café y sacando sartenes y mientras yo hacia la salsa y las enchiladas, ella freía carne y algunos frijoles.
-se ve sabroso, pero no conozco esta receta.- me dice Jilguero.
-Ángel, donde estas?- escucho preguntar a Alex.
-En la cocina.- le respondo
Cuando entra ve a Jilguero y pregunta
-Porque hay personal de limpieza?
-Ella es Jilguero y trabajo con tú tía después de que te fuiste y todos son empleados del Rancho Ewing, la señorita Elli, tía del marido de tú tía a cuidado de la Flecha Rota desde que Susane murió, anda siéntate a almorzar, que son las nueve y debemos ir a ver a los abogados.
-perdone señorita, pero al ver un auto llamamos a la señorita Elli y ella llamo a los abogados no deben tardar en llegar, dijo que vendría pues desea conocer al orgulloso marine del que tanto presumía la Señorita Susane.- dijo Jilguero
-Bueno nos ahorraremos el viaje a la ciudad.
Estábamos almorzando cuando una de las chicas entra y dice
-Jilguero vienen muchos autos por el camino, Charly dice que son más de diez vehículos.
-Que? - Pregunta Alex saliendo de la cocina, yo voy tras él y al llegar a la terraza veo que es cierto.
Una larga fila de autos llega por el camino, veo un BMW gris y una limusina, seguida de al menos diez u once Explorer; del BMW bajo un hombre de traje de la edad de mi padre y de la limusina, una dama de edad- veo a la dama de la limusina observando el camino, lo mismo hace el hombre del traje, cuando las camionetas se detienen me doy cuenta de que son todos.
La familia Worthington ha invadido Dallas, Texas y tomado por asalto la Flecha Rota y ahora donde los voy a meter, me quedo pensando.
-Buenos días, soy uno de los abogados que lleva los asuntos de la Señora Susane Nube Gris Walker Flecha Veloz viuda de Ewing, es acaso usted el señor Alexander Lobo Blanco Stuart Walker Flecha Veloz?- dijo el hombre del traje presentándose
-Si soy yo.- responde Alex al hombre y voltea a verme, yo solo puedo mirarlo y digo
-Lobo Blanco?- él se encoje de hombros y viene a mi lado, vemos como la abuela Adele y todos los demás bajan de los vehículos y se acercan a la casa.
-Tu les dijiste que vinieran? - Me pregunta Alex por lo bajo, yo solo niego con la cabeza.
-Hola así que tú eres el orgullo de Susane, su Lobo Blanco.- dijo la dama de edad acercándose a Alex
-Yo soy Elizabeth Ewing, Chase su esposo era hijo del hermano de mi difunto marido, así que era mi sobrino y Susane era una buena amiga mía, toda una dama de carácter.
-Si la tía Susane era fuerte, un gusto conocerla señora Ewing, ella es Ángel mi prometida.
-Y todos esos que vienen llegando son mi familia o mejor dicho mi clan, los Worthington, los Barberini y los Moretti.
-Tienes una gran familia.- dijo la dama
-Si, perdón señora Ewing, soy Victoria Ángel Ivanna Johns Andrews Worthington Rossevelt Astor James futura señora Stuart Walker Flecha Veloz.- le digo alzando una ceja viendo a Alex
Si mi identificación ya parece pergamino medieval, agregar los apellidos completos de Alex, lo haría eterno de leer
-Ángel.- dice Lady Adele
-Abuela que hacen aquí?
-Acaso pensaste que los dejaríamos solos con el problema de Alexander por la herencia de su tía? Claro que no, no está solo, Charles es abogado y si es necesario llamare a los abogados de la familia.- dijo Lady Adele
-Gracias Abuela Adele.
-Qué problema hay con la herencia de Susane? – pregunto la Señora Ewing
-Ninguno que yo sepa, solo que no ha sido debidamente adjudicada, dado que el heredero no había sido encontrado por estar ocupado en las fuerzas armadas, por eso el Juez ha sido comprensivo, todo está en correcto orden.- dijo el abogado.
-Qué tal si pasamos y después arreglo esta invasión familiar.- les digo, veo a la señora Ewing sonreír
-Invasión no, apoyo querida, Alexander no está solo, toda la familia lo apoya. - Me corrige la abuela Adele
-Bueno entremos, Abogado, Señora Ewing, Lady Adele, pasen todos a la sala por favor.- dice Alex
-Por favor dime Señorita Elli o mejor, dime tía Elli; al ser hijo putativo de la esposa de mi sobrino por lo tanto eres un sobrino más y no estás solo tienes a todos los Ewing a tú lado, ya los conocerás.- dijo la Señorita Elli
-Gracias, creí que era el último miembro de la familia.- dijo Alex
-en realidad no, al menos no por parte de su familia materna, tiene usted una gran familia; solo debo arreglar algunas cosas para que los conozca, el Jefe Robert Seis Muertos estará feliz de conocer a su primo, él es el hijo del Viejo Jefe y Chaman Cuervo Rojo, disculpara pero es difícil distinguir nombres de apellidos entre los nativos americanos. Pero toda la familia es descendiente de Joseph Flecha Veloz, un Gran Jefe de hace siete generaciones.- informo el abogado.
Veo a Alex abrir los ojos con sorpresa
-No sabía que tenía más familia, tras la muerte de mi padre y de mis abuelos solo sabia de mi madre y tras su muerte de mi tía Susane.- dijo Alex
-Ella escribía la historia de la familia, deben estar sus diarios en la biblioteca.- dijo el abogado.
-Los leeré mientras estemos aquí.- dije
-Bueno como decía, soy uno de los abogados que manejan los asuntos de su difunta tía, mi nombre es Andrew Ferguson, pertenezco al bufete Ferguson, Smith e hijos y he venido a traer los papeles de la herencia de su Tía Susane, así como una relación de los activos y los pasivos que ha heredado, también un resumen de la administración de las propiedades desde la muerte de su tía.
-gracias Sr. Ferguson.
-Estos son los papeles en donde usted acepta la herencia, me permití hacer los papeles para el pago de los impuestos de los mismo. Si me permite le diré lo que ha heredado.
-Claro por favor.- dice Alex que se sentó por fin, yo me levanto y voy a sentarme a su lado, pero inconscientemente o por costumbre, el deja de abrazarme y me jala poniéndome en su regazo, haciendo que me acomode como siempre. Todos nos observan pero Alex solo me ve a mí y sonríe
Sin decir nada el abogado pone en orden los papeles y le dice a Alex.
-Primero que nada podría identificarse por favor.
-Claro.- dijo Alex sacando su cartera y sacando de esta su identificación como miembro de las fuerzas armadas de los Estados Unidos de Norte América en el cuerpo de Marines. El abogado la toma y tras leerla se la regresa y le dice
-Bien es quien dice ser, por lo que voy a ir directamente al contenido de su herencia ya que el principio es el de rigor, donde se identifica a la legataria y a usted como su heredero, dándonos una seña para reconocerlo; ella habla de una marca de nacimiento muy notoria, podría mostrarla por favor? Solo para confirmar su identidad real.
-Si claro.- Alex me suelta un poco y se levanta abriendo su camisa y mostrando el hombro izquierdo
-Si aquí esta, un lunar blanco en forma de estrella, ella dejo una ampliación de una foto, gracias por mostrármelo.- dijo el abogado, Alex asintió y volvió a arreglarse la camisa, volviendo a sentarse, haciéndome volver a sus piernas. Él estaba aferrado a mí con su abrazo- Yo sé que esta tenso, lo siento, así que le doy un beso en la mejilla ignorando la presencia de todos y le susurro.
-estoy a tú lado.- él solo asiente y sonríe.