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Despedida de soltera de Pau.

Día de la despedida de soltera de Paula.

Pov Regina

Desperté de golpe al sentir la fuerte luz del sol pegar en mi rostro, miré la hora en mi teléfono y… ¡Santa Madona!, Solo me queda una hora para entrar a trabajar, ¿Cómo fue que me agarró la tarde?…esperen, ya recuerdo, a mi mente vino el vago recuerdo de estar en la sala frente al televisor viendo películas románticas y llorando porqué nunca me pasara algo así en la vida, ¿Me da pena?, Sí, pero me la aguanto.

No me dará tiempo ducharme, así que por el día de hoy le haré el favor al planeta de ahorrar agua.

Me levanté de la cama, me coloqué mis jeans azules, una blusa de cuello de tortuga con rayas horizontales, mis zapatillas, arregle un poco mi cabello, me coloqué las gafas y… ¡Listo!, ¡Oh no!, Aún me faltan los bocadillos para la despedida de soltera de Paula, todo debe salir excelente, yo soy la dama de honor y además la encargada de la despedida de soltera, tengo que procurar que todo salga perfecto.

Tome la bolsa de comida de Misifus y no lo puedo creer, ¡Casi ya no hay comida!

—Misifus, no puedo creer que te la pases comiendo todo el día, esta es la segunda bolsa que compró en la semana, debes empezar una dieta lo más pronto posible, recuérdame que te lleve con el veterinario.

— ¡Miauw!

—Misifus, no me respondas, soy tu madre y merezco respeto.

— ¡Miauw!

Olvídenlo Misifus es una criatura muy terca, pero aun así lo amo con todo mi ser, aún recuerdo el día en el que lo conocí…

Ese día estaba regresando de una de mis citas fallidas, en realidad el encuentro fue cerca del parque de mi casa, pero decidí retirarme al darme cuenta que el chico no dejaba de verme de una manera degenerada, ese día decidí caminar, me abrazaba a mí misma por el terrible frío que había como uno de los muchos días en Bogotá, estaba afuera del edificio cuando escuché maullar a un gatito detrás de uno de los arbustos y fue ahí cuando lo vi a él, sonreí al darme cuenta que era la criatura más hermosa y pequeña que mis ojos hayan visto, pude darme cuenta que era un gato británico de color gris, la escena era idéntica a cuando Sherk ve al gato con botas usar sus ojitos de una forma muy tierna, lo cargue y pegue a mi pecho, pensé en un nombre y me decidí por Misifus, es que en realidad tenía cara de ser Misifus.

Desde ese día Misifus es mi compañero y mejor amigo, aunque es muy travieso y terco, lo amo demasiado.

Misifus se acercó a su plato de comida, la cual no dudó en empezar a devorar.

—Ya me tengo que ir, por favor no hagas más travesuras—Le dije, tomé mi cartera, una manzana ya que no me dio tiempo de desayunar y salí corriendo de mi departamento.

Estaba esperando a que algún taxi pasará pero no tenía suerte, no puede ser, mire el reloj y cada vez me quedaba menos tiempo, estaba empezando a desesperarme, agite mi mano al ver a un taxi, el señor gordo y bigotón que era el chófer se detuvo, le agradecí y me subí rápidamente al auto.

Después de unos minutos logré llegar a tiempo, suspiré alivianada, no me gustaba llegar tarde y menos a mi trabajo.

Empecé a ordenar unos libros, también hice un poco de limpieza, atendí a un par de personas y me encargue de recibir los libros de nuevo ingreso, estaba concentrada en la pantalla de mi computadora cuando vi entrar a una niña con dos coletas, un gorro de lana, jeans azules y una camiseta blanca, la chica cargaba una patineta entre sus brazos, me separé de mi computadora y saludé a la chica.

— ¡Hola!, Mi nombre es María José, ¿Te puedo ayudar en algo?—Acomode mis lentes y le sonreí amablemente.

—Sí, estoy buscando el libro de unas chicas que tienen una historia de amor muy linda—Ella me dijo con una gran sonrisa, la cual me contagio.

— ¿Te gusta el romance?—Le pregunté sintiendo emoción.

—Sí, verás ellas eran mejores amigas, pero con el paso del tiempo se dieron cuenta que su amor iba más allá de una amistad y se volvieron novias.

Lleve mi mano a mi boca y mis ojos se volvieron brillosos.

— ¿Cómo se llama el libro?—Le pregunté ya interesada de también poder leerlo.

—Sí, si es contigo, es un libro mágico, te transmite muchas emociones muy lindas—Ella me dijo, sonreí con la boca cerrada y asentí.

Rápidamente me reincorporé en mi computadora y busque el libro, por suerte era uno de los libros que era de primer ingreso, busque entre las cajas de libros que aún tenía que acomodar y allí estaba el libro, la niña tenía razón, era simplemente hermoso, me pude dar cuenta que sus hojas eran blancas y negras, algo que no había visto antes.

— ¡Tienes suerte!, Es uno de los de nuevo ingreso—Le extendí el libro a la niña, ella lo tomo, me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

— ¡Gracias!—ella me dijo abrazando el libro.

Vaya tal parece que todo a mi alrededor gira en torno al amor, pero el amor huye de mí.

— ¿Dijiste algo?—La chica me preguntó y yo negué.

—Solo decía que espero algún día encontrar un amor igual al de las chicas que me acabas de mencionar—Le dije a la niña quien sonrió tiernamente.

—Quizás debas dejar de buscarlo y simplemente dejar que él te encuentre—La niña me dijo y camino mientras abrazaba el libro a una de las mesas para poder empezar a leer.

Asentí nostálgica y volví a concentrarme en mi trabajo.

________

Hoy salí antes de mi hora debido a la despedida de soltera de Pau, por suerte hoy es viernes, mañana sábado…podré descansar y después ¡El gran día!, La boda de mi mejor amiga.

Nuevamente tuve que parar un taxi, para poder ir al súper y comprar algunos bocadillos para la despedida de Pau, el conductor del taxi eructo yo lo miré asqueada, no puede ser esto posible, pero yo tengo la culpa por ser tan miedosa y no querer aprender a manejar, todo sería tan distinto…

Le extendí el dinero al chófer del taxi quien antes de recibirlo estornudo, cubrió su boca con su mano y luego recibió mi dinero, no pude evitar hacer una mueca al ver todo eso, por suerte siempre tenía gel antibacterial en la mochila, como sea, apresure mis pasos para entrar al centro comercial, me dirigí a la sección de bocadillos, tome unos Doritos rojos, unos chetos, también algunos nachos para comer con queso derretido, también compre algunas galletas con chispas de chocolate porque esas son mis favoritas, después de haber comprado los bocadillos me dirigí en donde estaban las gaseosas, compre algunas latas de Coca cola, a decir verdad sólo compre gaseosas porque no me gustaba el alcohol y quiero que la despedida de Pau sea tranquila y divertida, no precisamente debe hacer alcohol para divertirse. Empecé a caminar hacía la caja para pagar por las cosas cuando mi teléfono empezó a sonar, vi el nombre de Juana en la pantalla y conteste rápidamente.

— ¡Hola!—Salude con ánimo.

— ¡Que hubo, mamacita! ¿Ya tienes todo para hoy en la noche?—Juana me preguntó.

—Claro, solo estoy terminando de comprar unas cosas en el súper y terminaré de arreglar un par de cosas en mi departamento—Le dije mientras seguía caminando hacia la caja empujando el carrito.

— ¡Genial!, ¿Compraste agua ardiente, cerveza y tequila?—Juana me preguntó y yo negué rápidamente con la cabeza mientras la escuchaba.

—No, solo compre gaseosa y más gaseosa—Le respondí, esperando a que una señora pasará para pagar sus cosas.

—Regi, tanta gaseosa hace daño—Juana se atrevió a regañarme.

—El licor también, Juana—Me defendí.

—El alcohol purifica el alma—Juana me dijo seguido de una carcajada.

— ¡Estás loca!, Te veo en mi casa dentro de un rato, debo pagar por las cosas, te quiero, bye.

Me despedí de ella y colgué la llamada.

Terminé de pagar por las cosas que compré y salí del súper, esta vez preferí llamar a un Uber, por suerte uno estaba cerca de acá, así que llegó en quince minutos, el conductor me ayudó con las bolsas, le agradecí, me subí al auto, luego subió él y encendió el auto para irnos.

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Sonreí al ver que ya todo estaba listo, tuve que regañar a Misifus un par de veces por estar jugando con el papel crepé que estaba colgando en tiras sobre la pared como cortina en donde estaban las palabras de “Despedida de soltera", escuché el timbre de la puerta y me emocioné tanto que salte del sofá para ir abrir rápidamente.

— ¡Hola!—Saludaron mis amigas; Juana, Laura, Juli, Abi y por supuesto la festejada…Pau.

— ¡Chicas!—dije como saludo y les di un beso en la mejilla.

— ¡Estamos listas!, Así que dinos Regina, ¿Cuál es el plan?—Juana dijo moviendo el trasero de arriba hacia abajo como siempre.

— ¡Monopoli y twitter!—Dije sacudiendo mis manos con una gran sonrisa.

— ¡Yeiii!—Dijo Laura abriendo sus ojos como platos.

Todas estábamos jugando Monopoli, mientras comíamos Doritos y bebíamos Coca cola, la verdad es que me estaba divirtiendo mucho y al parecer las chicas también, iba a contar cuántos billetes me quedaban cuando de repente escuché el sonido del timbre.

— ¿Falta alguien?—Abi preguntó y yo negué.

—Todas estamos acá—Paula dijo mirando a Abi.

— ¡Que tonta, soy!, Lo que pasa es que yo pedí pizza—Juana dijo levantándose de la mesa para ir abrir la puerta.

Juana fue abrir la puerta pero sentí muy raro que los repartidores eran dos y además entraron hasta la sala de mi casa.

— ¡Llegó la pizza!—Ellos dijeron.

De repente escuché música.

— ¡OH, SANTA MADONA!—grité al ver que los chicos empezaron a quitarse la ropa y a bailar, las chicas empezaron a gritar como locas y yo…yo no sabía en qué momento mi despedida de soltera paso a esto.

Juli le acercó una silla a Pau, uno de los strippers se acercó a Pau, la canción de ”sexy and I know it”, empezó a sonar, los dos chicos eran músculos, tenían lentes oscuros puestos y también una tanga diminuta, uno estaba rapado, su piel era pálida y el otro tenía el cabello chino y piel morena, ellos movían su paquete de arriba hacia abajo al ritmo de la canción mientras se movían en un vaivén, uno estaba atrás de Paula y el otro estaba adelante.

— ¡Dame mi caramelo, papi!—Paula empezó a gritar mientras le tocaba el trasero a uno de los chicos.

— ¡Disfruta Regina!, Yo sé que te gusta la vista—Laura me dijo con una sonrisa pícara, mientras bebía una cerveza, ¡Esperen!, ¿A qué hora trajeron cerveza que no me di cuenta?, Supongo que estaba distraída buscando a Misifus.

Uno de los strippers se acercó a mí, escuché el grito de las chicas, está demás decir que ya todas empezaban a estar ebrias.

El stripper colocó sus manos en la cabeza y empezó a mover su bulto enfrente mía de arriba hacia abajo al ritmo de la música, sentía mis mejillas arder, el tomo mis manos y las colocó sobre sus perfectos abdominales.

— ¡ESA ES MI REGI!—Pau me dijo mientras ella junto con las otras chicas estaban disfrutando del otro stripper de piel morena.

El chico giro y empezó a sacudir sus nalgas enfrente de mí.

— ¡DALE UNA NALGADA, REGINA!—Escuche el grito de Juana.

— ¡NALGADA! ¡NALGADA!—Las chicas empezaron animarme para que lo hiciera.

Yo miré el trasero del chico, era grande y estaba tembloroso ante mí.

— ¡Vamos, Regina!—Paula me ánimo.

Sentía que mi cara estaba ardiendo, además empecé a sudar debido a la escena.

Tome un suspiro, era ahora o nunca, conté a tres y…le di una pequeña nalgada con mi mano al tipo, sus nalguitas estaban duritas, lleve mis manos rápidamente a mi rostro, no podía creer que esto se haya convertido en toda una locura.

— ¡MAS DURO, REGINA!—Escuche el grito de Laura.

Yo negué, empecé a darme aire con mis manos, Juli llegó junto a Abi, tomaron mi mano, tiraron de ella y me invitaron a bailar, debo admitir que después de todo si me estaba divirtiendo.

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