Capitulo 4 ♡
Alexei.
No tenia la menor idea, de que se trataba esta emoción dentro de mi y a la vez miedo.
Ocho malditos años han pasado y mi corazón aún sigue saltando cuando la veo, fue mi primer amor y aún sigue siendo el único, Anashia era como mariposita indefensa pero ahora la veo más fuerte con un semblante serio.
Suspirando trato de concentrarme en lo que estoy haciendo, necesito verla, besarla de nuevo, incluso tocar ese jodido cuerpo que conozco mejor que nadie. Cuando la vi esta mañana varias emociones encontrados sucedieron en mi sistema nervioso, pero se veía más delgada, su rostro algo demacrado casi podría decir que no duerme, que ha pasado en estos años, ¿esta casada? ¿tiene hijos?.
Quiero saber muchas cosas sobre ella, se que esta molesta por todos estos años sin tener comunicación, pero le explicare como sucedieron las cosas exactamente.
Bufo exasperado, observo los planos para empezar a mejorar la Empresa de mis padres, la familia de mi madre hizo y deshizo con ella, ahora toca revisar todos los documentos de contabilidad para ver la cantidad de perdida en la administración. Mientras leo los recientes la secretaria que contrate hace unos días me ayuda en registrar todo en la computadora.
—Señor Servantes llevamos 200 registros, podríamos tomar un café o algo parecido, quizas coversar un poco—sugiere la secretaria a lo que levanto la cabeza y la observo detalladamente, muerde su labio mientras coquetea, la veo fijamente — Siento mucho el atrevimiento, es que no pude desayunar...
Negando deje de hacer lo que hacía, veo la hora y son las 12:30 minutos.
—Bien ve a tomar tu descanso, debo salir... si no he regresado continúe digitando que para eso la contrate.
—Emh bueno, decía que si podríamos...— No termina de replicar al ver que la detengo levantando una mano.
—Señorita la contrate para trabajar, no para coquetear conmigo, si no quiere el trabajo ahí está la abierta para irse.
La chica negó bajando la cabeza, nerviosa salió de la oficina. Vaya que atrevida, desde aquel día la vi dando vueltas tratando de llamar mi atención sin embargo esas cosas no van conmigo.
《Pero bien que deseas algo con Anashia》—Me recrimina mi mente. Anashia es algo que jamás podré superar.
****
Estacione mi coche en la entrada del colegio, bajo a toda prisa para hablar con Anashia pero muy tarde ya que se me había olvidado la niñera de mi hija. Cauteloso me acerco y la saludo.
—Hola Maestra.
Veo a mi nena y le doy un fuerte abrazo.
—Hola señor, emh, bueno su niña se ha portado muy bien, sus apuntes y demas materiales se he entregado a la Señorita Karla.—Vaya esta nerviosa, veo a mi hija, ella sonríe de oreja a oreja.
—Papi mi maestra es muy linda verdad.
Claro que lo es, es muy linda. Asiento dirijiendo la mirada en la niñera y le hablo.
—Señorita lleve a la niña y espere en el coche.
—Si señor, vamos mi niña.
—Maestra nos vemos mañana.
—Hasta luego preciosa, has las tareas.
Mi niña saluda una vez más a Anashia para luego irse. Anashia deja de sonreír al verme.
—¿Que desea señor?
—Necesitamos hablar en privado.
—Hablar de que, ya le dije nosotros no tenemos absolutamente nada de que hablar— Replica enojada. Amo verla enojada es tan adorable.
—Por lo menos quiero darte una explicación de lo que sucedió aquel día, no quiero que piensas mal de mi, deja de decirme usted, sabes perfectamente que nos conocemos bien.
Anashia suelta un suspiro agobiante.
—Alexei me pueden llamar la atención, creo que todo quedo claro. Puedes solo irte y ya.—Me acerco a ella unos pasos más, a lo que se pone nerviosa y ve para todos lados—Estas loco, no te atrevas acercarte más— dice apretando los dientes
Sonrió elevado mis cejas.
—Entonces hablemos, ya sea hoy o mañana y no haré nada que te comprometa.
Que locuras digo...bueno tampoco la perjudicaría. Saco de mi billetera mi tarjeta y se la doy, sus manos están sudadas del nervios.
—Te voy a matar si me corren.
—Que importa. Yo te ayudo en lo que sea.
Sus hermosos ojos verdes se agrandan por mi comentario, verla de cerca me hace querer acariciar su melena roja, ella es perfecta en todos los sentidos.
—Esta bien, te llamare.—dice negando para luego caminar en dirección a su aula.
—Ya sabes lo que haré si no llamas—la advierto, ella gira su cabeza y me fulmina con la mirada. Le tiro un guiño sonriendo.
—Eres un atrevido sinvergüenza.—dicho eso camina más rápido para alejarse de mi.
Ahora no pienso cometer dos veces el mismo error, haré lo que sea por estar con ella.
****
Había transcurrido una semana en la que estaba ansioso día a día, Anashia me evitaba a toda costa, cada que llevaba a la niña otra maestra la recibía y se que ella lo había pedido así según para dirigí las clases, pero que ni crea que me iba rendir, buscaré cualquier manera en dar con ella, si eso seria seguirla, lo haría.
—Papi, ¿porque estas distraído?—Pregunta mi niña, dejó de lado mis pensamientos para prestarle atención a Luna.
—Bueno pienso en el trabajo hija. Veo que eres muy inteligente y observadora, a ver cuentame, ahora te pondré atención.
Mi hija hace un puchero negando.
—Papi mi maestra Anashia tiene muchas pecas como las mías, hoy se las vi, ella las oculta y eso que es muy bonita, me gusta su cabello es color de la sangre.
Luna es muy observadora, seguro le ha caído muy bien, mi hija se fija en las personas cuando tiene bonitos sentimientos.
—¿Porque le hablas a tu papa sobre la belleza de la maestra, niña? Vas a la escuela de chismosa o vas a estudiar—cuestiona Natalia dirigiendose a mi hija como si fuera otra persona.
La niña se asusta hasta ponerse a llorar, la tomó en mis brazos y enojado le replicó a Natalia.
—Eres una inepta, como le vas a hablar de esa manera a tu hija—Natalia mira a la niñera, luego a mi, se muy bien que no le gusta que le hable mal enfrente de los empleados—Karla, llévate a la niña.
—Si señor.
—Mami lo siento mucho— la niña pide disculpas suplicante y Natalia solo niega molesta.
Como es posible que mi hija se disculpe por algo que no lo hizo con ninguna mala intención. Cuando karla se lleva la niña, me acerco a Natalia enojado, la tomó del brazo bruscamente, ella se queja, sin embargo me vale gorro, lastimo a mi hija con sus palabras y eso no lo volveré a permitir.
—¡Suéltame, me estas lastimando!
—Eres una de las peores madres, jamás visto.
—Me estas ofendiendo solo porque le dije eso a mi hija, tienes que saber que tengo todo el derecho de educarla.
Niego irritado, esta loca.
—Educandola o humillandola todo el tiempo, parece que no la amas y si es así mejor dímelo de una vez...
Natalia empieza a llorar, luego se sujeta el vientre.
—Alexei me duele mucho el vientre.
Seguramente me esta mintiendo, cuando quiero dejarle dicho que no vuelva a dirigirse de esa manera a su propia hija, quedo helado al ver sangre en el piso, asustado llamó a uno de los empleados.
—¿Natalia que tienes?— su rostro luce pálido, la tomó en mis brazos para llevarla al hospital.
—No quiero ir al hospital, llama al medico de la familia. Llevo días con este dolor.
Subo al piso de arriba para entrar a la habitación, la dejo sobre la cama he inmediatamente llamar al médico.
***
Esperando más de media hora, veo salir al médico. Me acerco a él y consternado le preguntó.
—¿Como esta Natalia y el bebé?.
—La señora Natalia necesita reposo absoluto, tiene amenaza de aborto, cualquier enojo o emoción provocará un aborto espontaneo, trate de no provocar enojo en ella.
Debo irme, cualquier cosa me llamas.
Asentí agradeciendo, Niego bufando, sinceramente lo peor.
Entro a la habitación y la veo dormida con un suero colocado en en su mano. La empleada termina de limpiarla para luego retirarse.
No pensé en como estaría ella, por ahora no debo comportarme mal por el bebé que lleva en su vientre. Salgo de la habitación para entrar en la de mi niña, pero me quedo en el lumbar de la puerta escuchando lo que le dice a su niñera.
—Por mi culpa mis papitos se disgustaron y mi mami se puso milita.
—No digas eso mi niña, tu no tienes la culpa, cuando seas adulta entenderás.
—Tu crees que mi mamá me ame.
—Uy...si tu mamá te ama y mucho.
Luna asiente mientras llora amargamente en los brazos de Karla. Pobrecita mi niña, ella no debería sentirse de esa manera, con solo 4 años debería ser una niña alegre y Natalia una madre que le muestre amor maternal, aquí la culpable de todo es Natalia.
***
Había despertado temprano para dirigirme al hotel, tenía una reunión de suma importancia y no podía dejarlo pasar, deje a la secretaria archivando los documentos legales junto con un personal de confianza y mi prima Iris.
Necesito varios accionistas para levantar la Empresa de lácteos, él cual el esposo de mi tía mandó a la banca rota, si me pongo a pensar en lo sucedido, seré capaz de mandarlo a la carcel...
Al llegar al hotele bajo del coche dirigiendome a tomar un café y panecillos de mantequilla, muero de hambre, no quise desayunar en casa por todo lo sucedido ayer, por ahora quiero olvidarme de lo eso. Mientras tomo mi café, leo concentrado las actas reglamentarias, sin embargo todo se va a la mierda cuando veo un cabello rizado en color rojo, con ojos verdes y pecas resaltadas.
—Doña Lupe, buenos días.
¿Que hace Anashia aquí? Trato de no decir nada, al parecer no ha notado mi presencia.
—Señorita Ana, le ha tocado el turno de la mañana.
—Ay si, viera estoy a punto de tirarme del edificio 100.
Pero de que demonios habla, será que esta loca. Y hasta ríe por su absurdo comentario.
—Señorita usted y sus bromas de locura—Se acerca a la señora morena y Susurra quedito.
—Estoy quedando loca, aquí me ve de pies, pero muero por cerrar mis ojos, no pude pegar el ojo y por otro lado se me ha bajado en periodo.
Wau no quise saber eso, eh.
—Ay Señorita, pida su día libre, usted trabaja mucho y tan joven.
Ella ríe, es increíble saber que trabaja aquí también.
—Nel, mejor me aguanto, bueno nos vemos, si Victor me ve por estos rumbos no me dejará trabajar, ya sabe como es él.
Aprieto los papeles con fuerza. ¿Quien demonios es ese tal Victor?
Cuando veo que se va, guardo los papeles, veo la hora y aún la Reunión no empieza, necesito persuadirla hoy mismo. Camino a toda prisa, la veo entrar en una de las habitaciones, disimulado me fijo si no viene nadie, la veo bufando y chasqueando los dientes. Vaya aún lo hace, retira las sábanas de la cama luego empiezo hablar sola.
—Mierda, gente más cerda, porque demonios no guardan sus basuras en el recipiente o en una maldita bolsa, serán así en sus casas, aja, de seguro.
Mirando para todos lados, cuando no veo a nadie, entro a la habitación coloco el seguro a lo que ella se exalta y al verme se sorprende.
—¿Alexei que demonios haces aquí?
—Eso mismo quisiera saber.
—Me estas siguiendo.
—No, para nada, pero me sorprendió verte aquí.
—Estoy en mi trabajo de semanas—Susurra con desanimos, camino hacia ella, quiere decir algo pero sin tanto pensar la tomó de los brazos y la beso, si eso hago sin importar lo que ella diga o haga. Quiere soltarse pero no se lo permito
—Moría por sentir tus labios,
pequitas, aún me vuelves loco.
Anashia se alejo mirándome por unos segundos par luego besarme como solo ella ha sabido hacerlo.
—Después de esto no hay vuelta atrás—Musito sobre mis labios, a lo que sonriendo la bese con más pasión.