3. EL MATRIMONIO
Josué impactado con Marian se acercó a ella, saludándole y presentándose con ella, platicando toda la tarde como si no existieran otras personas a su alrededor, Marian por otro lado aunque disfrutaba de la compañía de manera amigable de Josué estaba al mismo tiempo incomoda porque sabía que le molestaría a su novio y como invocación al dirigirse a donde estaban los caballos del abuelo de Marian se toparon con Manuel, ella al verlo se emocionó, se acercó a saludarlo y presentarle a Josué; este último por otro lado como se caracterizaba por ser un joven alegre lo saludo muy amablemente pero mirándolo de manera advertida de aléjate de ella.
Días después la Sra. Gela y el Sr. Mario viajaron a la ciudad con sus hijos, ya que tenían reunión familiar y Josué no perdió la oportunidad de acercarse a Marian llevando un refresco en la mano le dijo: toma está muy fuerte el calor, ella sonrió y dijo muchas gracias en verdad me estaba deshidratando jajaja, ahí se encontraban los sobrinos de Josué unos jóvenes y otros adolescentes casi de la edad de Marian se divertían jugando Lotería en una mesa larga debajo de un árbol ubicada a mitad del terreno donde ellos vivían; Josué tomo una guitarra y se posó sobre una silla para enseñarle a tocar a un sobrinito.
Estela se acercó sorprendida y comento admirada ¡Wooh! No sabía que también tocabas la guitarra, y también ¿cantas?, si un poco, respondió Josué, de hecho, participo en un grupo como vocalista en ocasiones tenemos eventos, estela se quedó sorprendida y Marian igual admirada puesto que no esperaba que tuviese varias virtudes. después de un rato de estar cantando todos, entre risas y juegos Josué se apartó un poco y llamo a Marian, y dijo te he estado esperando poder platicar a solas contigo, tomando las manos de ella -dijo- en verdad me gustas, ¿podrías darme la oportunidad de ser tu novio? Casémonos te hare muy feliz.
Marian sorprendida pues no esperaba una declaración así, bajo la mirada por un momento llevándose las manos al pecho, luego suspiro y regresando su mirada a Josué le respondió; sabes eres guapo y muy virtuoso, pero en realidad me gusta alguien más, lo quiero mucho y por la misma razón no puedo aceptar ser tu novia, en verdad lo siento mucho.
Soltó sus manos se giró y se fue hacia donde estaban sus padres; vaya hasta que llegas, ya tus hermanos se fueron a dormir solo faltabas tu dijo la Sra. Gela, en eso entro Josué detrás de Marian respondiendo a la madre de ella, ha sido mi culpa, yo la entretuve le he pedido a su hija sea mi novia y nos casemos.
¡oh! ¿en verdad? Es cierto eso Marian, ¿Por qué no habías dicho nada? – mamá espera, no es lo que crees, Josué apenas acaba de confesarse conmigo y no me estoy casando todavía, tengo cosas que hacer todavía. Esperen me confunden dijo la Sra. Gela al momento entraba la Sra. Andrea hermana de Josué, que sucede aquí ¿de que estas confundida? Hermanita, sucede que me le he declarado a Marian y acepto ser mi novia.
¡Queee!, yo no he…, ¡Marian! interrumpió la Sra. Andrea que felicidad nuestra familia seguirá creciendo y estaremos aún más unidos, deja que le diga a mamá Julieta le dará gusto saberlo. Pero espere… dijo Marian mirando al mismo tiempo a Josué quien sonreía triunfante y por segunda ocasión siendo interrumpida ahora por su madre, ¿Cómo es que has aceptado, tu padre y yo sin saber nada? ¿Qué esperas que te diga tu padre?; lo siento nuevamente dijo Josué en verdad todo es mi culpa, como le comente hace un momento apenas acabo de preguntarle a Marian.
Josué dijo Marian en tono furioso; dile a mi mamá la verdad, en eso corrió rápidamente hacia ella y tomándola del brazo le dijo cariño, no te molestes conmigo, sé que le íbamos a decir juntos a tus padres, pero pues no quise te llamaran la atención injustificadamente por mi culpa. – cómo te atreves dijo Marian. –
Bueno, bueno respondió la Sra. Andrea mejor vayamos a dormir y mañana platicamos todos y le decimos a tu padre Mario. La Sra. Gela asintió y dijo a Marian es cierto vete acostar mañana le cuentas a tu padre. Pero mamá por favor, - nada haz caso Marian vete acostar, mañana hablamos.
Marian con ojos llenos de coraje volteo a mirar a Josué quien le respondió con una sonrisa diciéndole que descanses, ten lindos sueños, lo que la puso más furiosa al ver el cinismo que tenía al decir que acepto su noviazgo. Como pudo (pensó para sí misma).
Ya acostada, Marian no podía dormir del enojo y ¿Qué les diría a sus padres?, pero de pronto se angustió aún más; ¡oh no! ¿Qué le diré a Manuel?, ¿Cómo voy a explicarle esto? No. Mañana tendré que desenmascarar la mentira de Josué, y después de tanto estar dando vuelta a sus pensamientos de cómo solucionar la situación logró quedarse dormida.
|El día siguiente|
Mientras se lavaba la cara y cepillaba sus dientes lo único en su mente era lo que tenía que decir y eso no era otra cosa que solo la verdad.
Lo que Marian no esperaba que durante el desayuno Josué no estuviese y su padre ya estaba al tanto del supuesto noviazgo con Josué; hija mía, tenemos una conversación pendiente dijo el sr. Mario todos comentaban en la mesa que tendrían que resolver los preparativos de la boda, Josué todo el tiempo un hombre amable, educado, juguetón, responsable y trabajador tenía maravillado a sus futuros suegros.
¿Y ahora qué hago? tendré que esperar que este Josué para decirle a mis padres, de lo contrario si no lo espero creerán que lo niego porque estamos enojados. – se decía para sí misma Marian –
Ese día entre actividades familiares, asados y juegos entre primos se pasó el tiempo rapidísimo y Josué seguía ausente, de pronto se acercó estela y dijo, bueno Marian no se supone que hoy ¿deberíamos estar festejando tu noviazgo? ¿Dónde está tu novio? No lo has mencionado para nada, acaso tienen su primera pelea de novios; Marian se volteó hacia estela; que te pasa no sabes de lo que hablas, déjame en paz. Y se fue del patio donde se encontraban.