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2. EL AMOR DE MARIAN

Marian, una adolescente de 14 años corría tranquilamente por los maizales jugando con su hermano mayor Pedro cortando la cosecha para ver quién era más rápido y juntaba más. Ja ja ja ja te gane, te gane una vez más Pedro no puedes conmigo Ja ja ja reía y reía Marian, mientras que Pedro le decía: por favor, solo fue cuestión de suerte se me metió una piedra y me lastime, Marian no paraba de reír. –

— Ya Marian, le decía pedro mejor contemos quien hizo más, y así debajo de un árbol de frutos de Mango sacaron todas las mazorcas cuando de pronto escucharon un ruido entre los maizales pedro le susurró a su hermana quédate quieta alguien viene lo raro que en silencio; Pedro se asomó sigilosamente para mirar quien era o que era y así estaba sin separarse mucho de su hermana Marian, cuando de pronto gritan… Pedriiin… aquí te escondes jaja, dando un grito y un salto Marian al mismo tiempo asustada giro con una rama gruesa golpeo a Manuel amigo de su hermano al que estaba conociendo por primera vez. —

Te salvaste que el golpe no te lo diera yo, dijo Pedro; a su casi me rompe la cabeza tu hermana, tiene la mano dura respondió Manuel, pues te lo mereces respondió pedro; en ese momento que pasaba el susto Marian volteo a ver a Manuel un chico delgado moreno, guapo asediado por varias chicas, hijo de hacendado prospecto bueno para casarse, pero Manuel miro a Marian y en ese instante quedo cautivado de ella.

Manuel, Manuel dijo Pedro, para que me andas buscando; en ese momento Manuel salió de su trance, solo vine a ver si puedes ir mañana de pesca, si te decides te espero en mi casa a las 3:30 am nos reuniremos con los demás chicos y nos iremos en mi bote; trae sal para la botana que yo llevare las bebidas y los demás el resto probablemente nos quedemos dos días allá según este el tiempo. Girando hacia Marian y disimulando su nerviosismo al mirarla Manuel se despidió de ella muy cortésmente.

|Una semana después|

Marian estaba en la laguna que quedaba delante de la casa de sus padres, estaba sola llorando, ya que había peleado con su hermana menor estela; Hola, ¿Marian? Así te llamas verdad -dijo Manuel, pero ella estaba tan profunda en sus pensamientos y su tristeza que no se percató de quien estaba a su lado.

El comenzó a silbar hasta que ella salió de su trance, y pregunto ¡eey! ¡qué haces aquí a qué hora llegaste, jajaj vaya! Realmente estabas ausente; tiene rato que estoy aquí a tu lado jajá.

¿Qué te pasa? Pregunto Manuel tomándole las manos ¿Por qué tienes esa mirada triste?

Marian se lo quedo mirando fijamente se sintió extrañamente atraída hacia el en ese momento y su mirada le transmitía seguridad, pero recordando la rebeldía que la caracterizaba recupero sus manos y empujándole le respondió. - a ti que te importa es mi asunto y a ti ni te conozco se levantó y salió corriendo a su casa donde llegando tomo una escalera y se subió arriba del tejado donde se aislaba cada que sus padres querían reprenderla o peleaba con sus hermanos.

Pedro por el otro lado se había quedado anonadado e impresionado con la personalidad de Marian y entonces comenzó a buscar más seguido a su amigo Pedro y así pasaron los días, por las tardes Manuel buscaba a pedro y como Marian la mayoría de las ocasiones estaba a su lado comenzaron a frecuentarse, hasta que llego el día que Manuel llego a buscar como casi todas las tardes a su amigo y se topó con Marian sola.

Hola ¿porque tan sola? ¿Dónde tienes escondido a mi amigo? En ningún lado le respondió, y haciendo muecas ella le dijo. ¿Qué clase de amigo eres, ni siquiera sabias que mi hermano Pedrin se iba enlistar en la policía, él se fue a la ciudad y con voz triste dijo ya no tendré con quien ir a cortar las frutas ni ir a montar? Manuel de inmediato le respondió, claro que sí, cuenta conmigo en la ausencia de mi amigo, yo te cuidare y apoyaré mientras tanto me levantaré más temprano a terminar mis actividades y poder ayudarte en las tuyas.

Y tal como lo dijo Manuel todos los días a excepción de cuando se iba de pesca llegaba apoyar a maría y así se la pasaron durante los siguientes meses platicando jugando hasta que ese sentimiento y nerviosismo que presentaban creció aún más.

Una mañana Marian estaba desgranando el maíz mientras su mamá la Sra. Gela está lavando ropa y estela su hermana recogía el fruto de nance en eso se paró el camión frente a su casa bajando de el su hermano Pedro con el uniforme de cadete; mamá, mamá he venido unos días a pasar en casa, corrió pedro abrazar a su madre, preguntando por su padre el señor Mario a la vez, la Sra. Gela estaba feliz de ver a su hijo llegar y corrió a preparar desayuno, Estela, estela gritaba su madre, ve por leche para el desayuno de tu hermano en eso aparecieron sus hermanos menores quienes estaban jugando en casa de sus primos que vivían cerca.

Esa misma tarde Manuel se reunió con Marian y Pedro el cual no perdió oportunidad de reclamarle a su amigo, Así que en mi ausencia aprovechaste a robar el corazón de mi hermana, -Pedro- grito Marian. ¿Qué? acaso ¿he dicho alguna mentira? En fin. Lo único que puedo decir es que no vayas a romper su corazón o te la veras conmigo; el siguiente fin de semana llegaron al rancho su tío con su esposa, hijos y su cuñado que por cierto era un joven guapo, musculoso, de ojos negros, alto y sobre todo soltero.

Cuando llego Marian corriendo que venía de encontrarse con Manuel. Josué al instante quedo impactado con la personalidad de ella, que era ya una chica de 15 años, baja de estatura, morena clara, alegre y bonita. Josué pensó para sí mismo esta mujer tiene que ser mi esposa.

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