Cap. 3 Alguien busca a "La chica"
CAPÍTULO 3 Alguien busca a “La chica”
Ajeno a todo eso, Darlan recibía las novedades sobre la investigación de la mujer a quien llamó “gata”.
–Señor, no hay ningún registro de esa chica, es como si no existiera, ¿me puede enviar una imagen?
–Trataré de tomarle una foto, espero que no me agreda.
Ahora le intrigaba más esa chica, pero al menos hablaban el mismo idioma, así que pensar que era una chica abandonada por algún traficante no parecía viable, tendría que hacerla examinar por una ginecóloga de todos modos.
Al entrar en su habitación estaba pasando las páginas de un libro, sin interés alguno y con la frente muy arrugada, entonces le preguntó:
–¿No te agrada leer?
–Yo no sé leer –otra vez sintió esa rara sensación con sus respuestas, ¿qué le importaba si no sabía leer?
–Tengo que tomarte una foto para el registro del accidente.
–Una vez tomé una foto de una pareja y me dieron dos dólares.
–Yo no voy a pagarte y la foto te la tomaré yo.
–Ajá.
–¿Otra vez ajá?
Encogió sus hombros mientras miraba al techo, no le dijo nada más, sacó el móvil, le pidió que viera al lente y le tomó la foto, la cual le envió de inmediato a “La gata”.
Pasadas dos horas, durante las cuales logró un lucrativo negocio en España, recibió otra propuesta interesante de los chinos y una sugerente foto de Lorena a la que visitaría apenas terminara el asunto de la identificación de la chica, recibió un nuevo reporte.
–Hola “gata”.
–Señor, con reconocimiento facial encontré tres posibles coincidencias en avisos de personas desaparecidas.
–¿Quién puso los avisos, la policía?
–No, son privados, no son fotografías propiamente, parecen dibujos, los colocó Patrick Moore, es un empresario multimillonario de Chicago, tiene empresas para desarrollo tecnológico, muchos almacenes y cadenas de transporte.
–¿Por qué hablas de tres posibilidades?
–Los avisos los colocó la misma persona, pero son tres opciones de cabello y ojos, coloca el nombre de Zarela Moore y dice que es su hija, que fue raptada a horas de nacer y que debe tener ahora 19 años, tal vez por eso no describe la característica más distintiva que es el color de sus ojos. Tengo un presentimiento con eso doctor, ¿procedo?
–Aún no, sin embargo, mantente al tanto de los pasos de ese empresario.
¿Qué esperaba retrasando el contacto con el posible padre de “la chica” ?, no lo supo al momento, pero igual aún no estaba en condiciones de ir a ningún sitio, su peso y masa corporal no eran acordes a su edad, debía seguir alimentándose bien para recuperarse totalmente, así podría llamar a Patrick Moore y concertar una cita para que la conozca y verificar si es su hija.
***
Salió de su despacho luego de ese plan mental y se fue al departamento de Lorena, en realidad él se lo había comprado hacía un tiempo por lo que tenía llave para entrar cuando le plazca.
No le avisó, así que al llegar la buscó por el salón principal que al ser de concepto abierto le dio una panorámica total de la cocina y el comedor, siguió al estudio y nada, finalmente se dirigió al dormitorio y escuchó gemidos, se tensó y sacó su pistola porque si se había atrevido a traicionarlo y en su propia habitación, ese sería el día que moriría junto a quien sea que la estuviera haciendo gemir.
Giró la perilla y entró para encontrarla en la cama desnuda y sosteniendo en sus manos un dildo para autosatisfacerse, se dio una palmada mental al reconocer que él mismo la obligó a eso al tenerla desatendida por varios días, se sonrió y rápidamente comenzó a desprenderse de la ropa mientras le decía:
–¿Te parece si sustituyo tu juguete?
No dormía con ninguna de sus novias porque eso significaba un grado de familiaridad que no quería darles, así que una vez que la dejó bien atendida fue a tomar una ducha y procedió a vestirse, su teléfono comenzó a sonar insistentemente y era del Instituto de sus sobrinos, suspiró profundamente antes de responder:
–Buenas tardes.
–Buenas tardes señor Allen, soy la directora del Instituto, le agradecería su presencia en mi oficina a la mayor brevedad.
–¿Dígame de una vez si va a expulsar a mis sobrinos?
–No me queda otra opción, se lo había advertido.
–De acuerdo, enviaré por ellos, no es necesaria mi presencia entonces.
Cerró la llamada; antes, en un vano intento por mantener a sus sobrinos en ese Instituto llevó a la cama a la directora, era una mujer madura con mucha experiencia y pasaron unas horas muy ardientes, pero por lo visto, no sirvió de mucho, a menos que quisiera otra ronda y…
Tal vez se había precipitado, debió haber ido, porque se le estaban acabando las alternativas de lugares donde pudieran aceptar a ese par, que no sabía por qué rayos se portaban tan mal.
Llegó a la casa al mismo tiempo que el chofer con sus sobrinos, ambos al verlo desviaron la vista al piso, tomó a cada uno por un brazo y los llevó a su despacho:
–¿Podrían explicarme qué pasó ahora? –preguntó apenas cerró la puerta detrás de ellos, en eso se percató de que Eilam tenía las uñas pintadas de un color muy oscuro y que también sus ojos estaban delineados, además de su labio partido y un gran moretón en su pómulo derecho. Su gemelo no estaba en mejores condiciones ya que tenía un fuerte golpe en el ojo.
–Él solo se defendió de las burlas tío Darlan y yo lo ayudé, por supuesto. Todos le decían marica, pero no es así, él es emo.
–¿Emo?, Eilam, ¿acaso te sientes rechazado, triste o melancólico?
–Solo me gusta el rock y todo lo concerniente a esa música, quiero tocar la guitarra eléctrica y escribir canciones.
–Perfecto, puedes hacerlo, lo que no entiendo es por qué tienen que arruinarlo todo en el instituto al punto de que los expulsen. ¿Quieres tocar la guitarra?, hazlo, pero tienes que estudiar, seguro que aún no te sabes ni el alfabeto completo, nada más tienes 8 años, ¿entiendes que eres un niño aún?
–¿Estamos expulsados? –preguntó Efrom preocupado.
–Pues sí par de demonios, es el tercer instituto del que los expulsan este año, ¿qué carajos voy a hacer con ustedes?, vayan a sus habitaciones, sin ningún aparato electrónico, van a morirse de aburrimiento encerrados hasta que consiga dónde inscribirlos para que no se queden analfabetos, solo saldrán a comer –les dijo muy enfadado.