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—Harry... digo, señor Lee —guardé el celular en el bolsillo de mi short mientras veía a Harry. ¿Cuánto tiempo llevaba allí?
—Iba buscando la salida y te vi —se acercó y se sentó en el borde de la ventana también. —¿Irás a almorzar?
—Iba a buscar unas cosas a mi cuarto —respondí.
—Si quieres te acompaño —habló.
Fruncí un poco el ceño, Harry se portaba un poco extraño conmigo hoy. Empezando desde la mañana. Y sus insinuaciones me confundían. Sí que lo hacían. Recordé a Noah y su amiguita en el cuarto, eso me llenó de rabia.
—Si quieres... —acepté.
Estás jugando con fuego, Isabella.
—Vamos, no tengo mucho trabajo hoy.
Los dos empezamos a caminar por el pasillo, solo esperaba que Piper no estuviera en la misma situación con Trisha. Sería un poco incómodo con mi jefe aquí.
—Entonces... no pude evitar escuchar que hablabas con tu novio —murmuró. Pero me lo había comentado en un tono bastante extraño.
—Así es —respondí segura.
—¿Está todo bien entre ustedes? —quiso saber.
—Sí —mentí un poco. La verdad es que la desconfianza estaba entrando en nuestra relación últimamente. Las relaciones a distancia no suelen durar mucho y eso me preocupaba un poco. Estando frente a mi puerta nos quedamos de pie viéndonos el uno al otro. —Un poco.
—Los problemas son normales en las relaciones, pero sí no te sientes segura lo mejor que podrías hacer es terminar.
Fruncí el ceño.
—¿Qué? ¿Por qué lo dice?
—Solamente era un comentario.
Mordí mi labio inferior tratando de entender a qué se refería con eso.
—¿Acaso usted terminaría con su esposa por un mal momento? —me sentí orgullosa porque esa pregunta lo pillaría de sorpresa y tendría que pensar la respuesta. Sabía que me diría que "no" así que ese sería el mismo ejemplo que yo le daría de mi relación con Noah. No terminaría por escena de celos, creo que terminaría una relación cuando la confianza ya no existe más. Y para que deje de confiar en Noah él primero tendría que decepcionarme mucho.
—¿Por qué no? El hecho de que un papel nos ate no significa que no pueda revocarlo. Soy abogado, Isa.
Pero al parecer la sorprendida fui yo, ni siquiera pensó su respuesta y de una dijo "si" hasta parecía que no quiere a su mujer.
Eso me dejó pensando.
La manera en la que la follaba anoche me decía lo contrario si.
—Como sea —tomé el pomo de la puerta y abrí. De suerte no estaba ni Piper ni Trisha, al parecer se habían ido luego de que yo las encontrara haciendo... sus cosas. —solo buscaré un libro y me iré a almorzar.
Me dirigí al ropero mientras Harry observaba la habitación con sigilo.
—Estar aquí me hace recordar a mis momentos de universidad—comentó.
—Lo dices cómo si hubiera pasado mucho tiempo.
—Dos años ya.
—Me imagino que eras todo un Don Juan aquí.
—Imaginas bien.
Rodé los ojos ante su arrogancia. Abrí el ropero y saqué un libro, era de introducción a la psicología. Tendría que estudiar por la noche. No podía darme el lujo de dejar los estudios de lado.
—¿Esto es tuyo? —escuché que preguntó. Volteé a ver para ver a qué se refería. Juro que la cara se me puso roja de la vergüenza. Tenía entre sus dedos una tanga roja. Era mía, pero ¿como se me había quedado?
—¿Donde encontraste eso? —le arrebaté la braguita y la guardé en el ropero.
—Estaba en el piso.
—Ya estoy lista —cerré el ropero y me giré— ¿nos vamos?
—Tú y yo tenemos que hablar sobre lo qué pasó esa noche en la fiesta —me sentenció con su dedo índice.
Piper tenía un regadero de ropa por donde quiera, sentí un poco de pena por Harry, que viera todo este desorden, pero tenía que entender. En cuanto iba a dar un paso para pasarle de lado a mi jefe me tropecé con algo y casi caí de bruces al piso. Pero Harry me sostuvo a tiempo y evitó mi caída.
—Gracias —lo miré, pero su rostro estaba muy cerca para mi gusto. Pude ver sus ojos, sus pupilas estaban dilatadas. Sentí su aliento chocar con mis labios. Inconscientemente miré los suyos y me pregunté qué se sentirá besarlo.
¡Isa, basta! No pienses en eso. Tienes novio y lo quieres.
Aparté la mirada y me reincorporé carraspeando.
—Lo siento, soy un poco torpe al caminar.
—No te preocupes. —sonrió. Pude ver una sonrisa de lado— ¿Vamos?
—Vamos.
Los dos salimos de la habitación y nos dirigimos afuera. Aún me sentía avergonzada por lo sucedido, también me sentí un poco nerviosa en el fondo pero no sabía por qué. Es que Harry me hacía sentir muchas cosas, me provocaba cosquillas en mi vientre bajo cuando pensaba en el. Me hacía sentir protegida además de eso, me transmitía confianza. Eso es algo que difícilmente encontraba con alguien. Normalmente la mayoría de personas tenían que ganarse que confiara en ellos, pero con Harry no. Sentía demasiada confianza con el. Tanto así que a veces no lo trataba de usted sino de tu.
Estando afuera lo miré.
—¿Lo veo en la casa?
—Está bien, me ayudaras con algo cuando llegues.
—¡Isabella! —alguien exclamó mi nombre detrás de mi. Era Trevor ¿ahora qué querrá?
—Ese chico me está empezando a incomodar —murmuró mi jefe en tono serio.
—¿Por qué?
Pero Harry no pudo responderme porque Trevor llegó donde mi y rodeó su brazo en mi nuca, atrayéndome más a él.
—Vamos a almorzar.
—Te veo en la casa, Isabella, no tardes —Harry dio media vuelta y se dirigió a su coche.
Ahora sí me giré a Trevor.
—¿Qué es lo que te ocurre? —cuestioné enojada.
—Tranquila, necesitamos hablar —me tomó del brazo— Ven.
Lo seguí, me dirigió a una Homer color negro, adentro pude notar a Piper y Trisha, estaba Dante también y otro chico. No recuerdo su nombre pero estaba en la fiesta. Era el hermano de Ryan.
—Hagan un espacio, pude convencer a Isabella de que viniera —les dijo.
—Siéntate encima de mí —sugirió Piper, estaba en el asiento de la puerta trasera.
—¿A donde vamos?
—Tú solo entra.
Trevor esperó hasta que me sentara encima de las piernas de Piper para después subirse al siento copiloto.
—Perdón por lo que viste hace rato —me dijo Piper en un susurro.
—No te preocupes —susurré.
Trevor arrancó.
•
El auto de Trevor se estacionó en una colina, habían muchos árboles, era un lugar solitario. Me bajé mientras los demás también se bajaban. Era medio día por lo que hacía un poco de sol.
—¿Qué hacemos aquí?
—Pregúntale a Trevor —responde Trisha.
Trevor aparece con un termo.
—Síganme—empieza a caminar hacia unos árboles.
—Hola —me dice el chico, el hermano de Ryan. Me sentí mal por el.
—Hola —respondí— lo siento por lo de tu hermano.
—Gracias. Ryan tenía algunos problemas con las drogas y el alcohol. Mi familia y yo sabíamos que eso algún día lo mataría. Solo que no pensamos que fuera tan rápido.
—Lo entiendo.
Trevor se sentó en el césped bajo la sombra de un árbol enorme y frondoso. Dante, Trisha y Piper se sentaron igual. Hablaban de algo.
—Soy Maicol, por cierto.
—Claro. Yo soy...
—Isabella, lo sé —me sonrió.
Maicol y yo nos acercamos a los demás. Me senté al estilo indio cerca de Trevor mientras esté abría el termo. Traía hielos y latas de cerveza. ¿Cómo no lo había imaginado antes?
—¿Quieres? —me ofreció.
—No, gracias. Yo no tomo.
—Sabía que me dirías que no —sacó otra lata del termo y me la dio— ¿soda?
Lo miré raro, ya que Trevor se estaba portando bien conmigo. Hasta pensaba en mi con esto de las bebidas.
—Está bien —la tomé. Hacía un poco de calor así que la soda fría no me caería nada mal. Desde la colina donde estábamos se podía apreciar el mar. Se miraba tan inmenso, tan azul. Desde aquí arriba era impresionante la vista. —Este lugar es lindo —admití. Se sentía relajante.
—¿Por qué estamos aquí, Trevor? —le preguntó Dante mientras abría su cerveza. Los demás ya tenían una lata en la mano.
—Bueno, estamos aquí porque hay un tema muy importante qué tratar —respondió Trevor— Harry Lee.
Casi escupo la soda que me había llevado a la boca, miré a Trevor interrogante porque no sabía a qué se refería con que el tema era mi jefe.
—Bueno, Harry ha estado investigando sobre la muerte de Ryan. Ha estado haciendo algunas preguntas a algunos estudiantes e incluso sabe cosas que solo deberían de quedar entre los que estábamos. Como el hecho de que no había fiesta ese dia. Pues alguien le dijo que si.
Tomé de mi soda para ocultar mi cara, no sabía que Harry había estado investigando. Lo que me había dicho es que llegaba a la universidad solo para hablar con el director ya que la madre de Ryan quería demandarlo.
—Nadie ha hablado con Harry. Al menos yo no lo he hecho —respondió Piper mirándome de reojo.
—¿Isa? —Trisha me miró— Ahora trabajas para el, ¿no has sabido algo?
—No, prefiero olvidar esa noche. Y el señor Lee no es como que le dirá sus cosas a una simple empleada.
—Discúlpame pero para ser una simple empleada te trata muy bien. Hasta chófer te puso.
Eso se sintió súper incómodo. Todos pudimos notar el ambiente tenso que se había formado. Al parecer habían hecho esta reunión para señalarme, como estaba con Harry pensaban que la soplona había sido yo.
—¿Qué es esto? ¿Un interrogatorio? —escupí.
—Nada de eso, vinimos aquí para hablar con calma y que nadie nos interrumpa —intervino Trevor— Isa, no te estamos culpando, solo queremos saber si has escuchado algo ahora que estás más cerca de Harry.
—No lo he hecho. —no le quitaba la mirada a Trisha.
Es cierto que Harry me había sacado información pero yo sé la había dado involuntariamente. No es como que sea una soplona. Además de que hablaré con Harry porque está divulgando las cosas que me saca.
—Está bien, te creemos. Es solo que nos gustaría que averiguaras más cosas sobre el caso. Que averigües sobre las cosas de las que se ha enterado hasta ahora.
—¿Dices que traicione a mi jefe solo para cubrirlos a ustedes? —dejé la lata en el suelo.
—También estás involucrada —espetó Trisha.
—¿Involucrada yo? —me puse de pie— ustedes son los únicos involucrados, yo lo único que hice fue guardarles el secreto. Si yo quisiera hoy mismo le digo a Harry lo que se. Porque créanme, sé muchas cosas —las miré a las dos de forma incriminatoria. Sabían a lo que me refería. Eso las hizo mirarse incómodas una a la otra.
—Isa, cálmate —Trevor se puso de pie también.
—No, me voy. No seré parte de este circo —espeté, mientas me giraba y empezaba a caminar por el mismo camino que habíamos venido. No me perdería porque seguiría el camino. Lo que sí me preocupaba era que estábamos un poco lejos de la ciudad.
—Isa, ven —escuché la voz de Trevor— Es peligroso que te vayas sola.
Pero no les respondí, solo seguí caminando hasta perderlos de vista.
•
Llevaba algunos minutos a medio camino, hasta que di con dos direcciones.
—¿Que? —me rasqué la cabeza. Hacía algo de sol, saqué mi celular para ver la hora. Eran las doce y media. A la una estaría Jared esperándome en la universidad y no me encontraría. No quería tener problemas con Harry por esto, por llegar tarde. Y menos con la mujercita que tiene. He notado que busca cualquier error que yo haga para echarme.
Dos caminos. Dos direcciones. No recuerdo bien por donde vino Trevor. Solo queda fijarme en las huella del coche. Me acerqué a los caminos para buscar huellas. No había llovido así que no podían estar borradas. Además de que no había pasado mucho tiempo. El camino de la derecha tenía huellas de zapatos, como que alguien iba a pie, y el de la izquierda tenía huellas de carro. Ese tenía que ser. Caminé por el de la izquierda con la esperanza de que me llevara a la ciudad.
•
Me moría de sed, llevaba caminando mucho tiempo más. ¿Y si tomé el camino equivocado? En cuanto di dos pasos más escuché algo detrás de mi, era como el ruido de un coche. Supuse que era el de Trevor, así que caminé más a prisa. Estaba muy enojada con ellos y no quería hablarles.
—¿Estás perdida? —me preguntó una voz, no era de Trevor y de ninguno de los que había venido.
Me giré al carro y me llené de miedo.