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Capítulo 5

¿Será que le envío algún mensaje? No, espero un poco más y luego le escribo, espero que no le haya pasado nada malo.

Le di una hora más y no aguante, ya me estaba durmiendo de tanto esperar.

[23:30] Kathleen: ¿Amor? ¿Estás bien? Es que no has llegado y no me has enviado algún mensaje, estoy preocupada.

No quería presionarlo en tal caso de que lo hayan requerido de último momento en el trabajo, pero como de costumbre, él siempre me avisas.

Mientras esperaba su mensaje, comencé a apagar las velas, no iba a seguir esperando más, guarde solo la comida y lo demás, lo haría mañana por la mañana o tal vez después, no lo sé, pero trataría de dormir, mañana tengo que atender a la señora Cliff, además espero que el sueño me calme un poco.

No quiero creer que le haya pasos algo a mi esposo, él es un buen hombre, no debería pasarle nada malo, para no preocuparme tanto, duermo con la certeza de que está bien y simplemente ha sido uno de los jugadores con un nuevo contrato.

Me acuesto en la cama y es como si cuerpo lo estaba deseando, porque apenas cerré mis ojos, ya estaba en un sueño profundo, me dormí con el vestido y el maquillaje, no me importó.

Amanezco con besos húmedos en mi rostro y arrugó mi cara mientras me despierto.

—Buenos días mi bella esposa.

Abro mis ojos completamente, me siento en la cama y me cruzo de brazos.

—¿Dónde estabas anoche? Me preocupaste.

Yo nunca suelo actuar como su madre, pero por alguna razón me sentí tan furiosa.

—Sé que estás enojada, era nuestro aniversario y ni siquiera llegue, lo lamento, vi la decoración, estuvo hermosa y la recogí por ti.

—¿En donde estabas? —era como si nada más me importaba.

—En el trabajo bebé, acabo de llegar de viaje.

—Te lo dije Blake, sabía que sería un viaje largo.

Me levanto de la cama molesta.

—Bebé…

—No Blake, solo tenías que asegurarme si ibas a venir o no, me hiciste esperarte como tonta.

—¿Así te sientes al preparar nuestro aniversario? —lo escucho ofendido mientras me sigue al baño.

—Al prepararlo no, a que mi esposo me planteo sí.

Tenía tanta molestia, me esforcé demasiado y sentí que no lo valoro.

—Estaba en el trabajo bebé.

—El trabajo Blake, siempre trabajo, ¿por qué no te casa con tu trabajo?

—¿Qué te sucede? —me sujeta el brazo.

—¿Qué me sucede? Qué solo nos vemos tres días a la semana, eso es lo que me sucede, trato de ser comprensiva, pero ni los tres días respetas, se supone que el día de nuestro aniversario te ibas a quedar Blake y ni siquiera llegaste, parece que tú trabajo fue más importante que celebrar diez años de matrimonio, sé qué es tu sueño, ¿pero lo nuestro no lo era también? —me solté de él.

—Déjame recompensarlo, este fin de semana viaje a Cancún.

—Necesito darme una ducha. —Suspiré y le cerré la puerta del baño en su cara.

Comencé a desvestirse y me introduje a la ducha, para que el agua lluviosa cayera por mi cuerpo, eso fue relajante.

Salgo de la ducha y me enrollo la toalla, luego salgo del baño, encuentro una cama arreglada y el desayuno listo.

—Perdóname bebé.

No le dirigí la palabra y me fui al clóset.

—Bebé por favor, esto es injusto. —Lo miré.

¿Desde cuando Blake encuentra que soy injusto con él?

—Tu también trabajas.

—Pero no tengo necesidad de alejarme de mi hogar.

—Mi trabajo implica viajar Kath.

—Ok.

—¿Irás al viaje a Cancún?

—¿Es parte de tu trabajo? —insinuó molesta.

—No, es el regalo de aniversario.

—Pues no sé si quiero ir, tal vez para ser justas, te planteo como lo hiciste conmigo.

No sé qué me estaba pasando, yo no soy vengativa, yo lo amo como para hacer eso, solo que no sé, de verdad… no lo sé, tal vez estoy loca.

—Kath, por favor. —insiste.

—Me tengo que ir. —bufe mientras me terminaba de colocar la ropa.

—¿Y no piensas comer?

—No tengo hambre.

—¿Y de la comida que hiciste anoche? Ya que no te quieres comer la mia.

—Se las daré a alguien que de verdad lo valore. —Resoplé.

Salí de ahí y aunque me seguía pidiendo perdón, yo lo ignoraba, tomando la comida y largándome de ahí, ni siquiera me dio tiempo de maquillarme.

Ojalá le hubiera pedido el número de teléfono al chico, le daría toda esta comida que estaba gustoso por probar.

¿Tengo razón para enojarme? Por supuesto que sí, estoy harta de ser comprensiva, al principio de nuestra relación no lo era, pero luego con su encanto afloje la cuerda y ya no debería hacerlo.

Siempre fui de esas que si fallaba a la primera, siempre iba a fallar, no creía en las segundas oportunidades, y pensar que así quiero tener hijos con él, si no tiene tiempo para asistir en nuestro aniversario, ¿Acaso faltaría el nacimiento del bebé?

Estoy exagerando lo sé, pero una vez Blake me dijo “Si eres capaz en fallar en cosas simples, nada asegura de tengas éxito en las difíciles” y eso aplica para todo, hasta para relaciones, él es la razón por cual no me dejaría chingar.

***

—Buenos días —saludo llegando al trabajo y recibí respuestas de todos—. He traído aperitivos, espero que les guste —informo en el trabajo.

Dejo la bolsa de comida y la preparo en platos sobre la mesa donde normalmente se sirven café, poco a poco mis empleados se acercaron y probaron la comida.

—¿Lo hizo usted? —pregunta Odette y asentí.

—Está muye deliciosa jefa, no solo tiene una mente creativa, si no que unas manos especiales también —me halaga Brandon.

—Gracias. —Le doy media sonrisa—. Necesito maquillarme, ¿manejas Odette? Tenemos que irnos a la casa de la señora Cliff.

—De hecho, la señora Cliff pidió una reprogramación para su cita.

—¿Y eso? —la miré extrañada.

—Ella quiere que se vean este hotel… —me muestra su celular con la dirección del hotel—. Está en una reunión importante y quiero que se encuentren ahí.

—Perfecto, ¿Nos vamos entonces?

—Ella pidió que sólo fuera usted —dice Odette avergonzada.

—De acuerdo, ¿cuánto tiempo tengo? De verdad necesito maquillarme.

—Yo creo que si tiene tiempo. —Me sonreí.

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¿Será que le envío algún mensaje? No, espero un poco más y luego le escribo, espero que no le haya pasado nada malo.

Le di una hora más y no aguante, ya me estaba durmiendo de tanto esperar.

[23:30] Kathleen: ¿Amor? ¿Estás bien? Es que no has llegado y no me has enviado algún mensaje, estoy preocupada.

No quería presionarlo en tal caso de que lo hayan requerido de último momento en el trabajo, pero como de costumbre, él siempre me avisas.

Mientras esperaba su mensaje, comencé a apagar las velas, no iba a seguir esperando más, guarde solo la comida y lo demás, lo haría mañana por la mañana o tal vez después, no lo sé, pero trataría de dormir, mañana tengo que atender a la señora Cliff, además espero que el sueño me calme un poco.

No quiero creer que le haya pasos algo a mi esposo, él es un buen hombre, no debería pasarle nada malo, para no preocuparme tanto, duermo con la certeza de que está bien y simplemente ha sido uno de los jugadores con un nuevo contrato.

Me acuesto en la cama y es como si cuerpo lo estaba deseando, porque apenas cerré mis ojos, ya estaba en un sueño profundo, me dormí con el vestido y el maquillaje, no me importó.

Amanezco con besos húmedos en mi rostro y arrugó mi cara mientras me despierto.

—Buenos días mi bella esposa.

Abro mis ojos completamente, me siento en la cama y me cruzo de brazos.

—¿Dónde estabas anoche? Me preocupaste.

Yo nunca suelo actuar como su madre, pero por alguna razón me sentí tan furiosa.

—Sé que estás enojada, era nuestro aniversario y ni siquiera llegue, lo lamento, vi la decoración, estuvo hermosa y la recogí por ti.

—¿En donde estabas? —era como si nada más me importaba.

—En el trabajo bebé, acabo de llegar de viaje.

—Te lo dije Blake, sabía que sería un viaje largo.

Me levanto de la cama molesta.

—Bebé…

—No Blake, solo tenías que asegurarme si ibas a venir o no, me hiciste esperarte como tonta.

—¿Así te sientes al preparar nuestro aniversario? —lo escucho ofendido mientras me sigue al baño.

—Al prepararlo no, a que mi esposo me planteo sí.

Tenía tanta molestia, me esforcé demasiado y sentí que no lo valoro.

—Estaba en el trabajo bebé.

—El trabajo Blake, siempre trabajo, ¿por qué no te casa con tu trabajo?

—¿Qué te sucede? —me sujeta el brazo.

—¿Qué me sucede? Qué solo nos vemos tres días a la semana, eso es lo que me sucede, trato de ser comprensiva, pero ni los tres días respetas, se supone que el día de nuestro aniversario te ibas a quedar Blake y ni siquiera llegaste, parece que tú trabajo fue más importante que celebrar diez años de matrimonio, sé qué es tu sueño, ¿pero lo nuestro no lo era también? —me solté de él.

—Déjame recompensarlo, este fin de semana viaje a Cancún.

—Necesito darme una ducha. —Suspiré y le cerré la puerta del baño en su cara.

Comencé a desvestirse y me introduje a la ducha, para que el agua lluviosa cayera por mi cuerpo, eso fue relajante.

Salgo de la ducha y me enrollo la toalla, luego salgo del baño, encuentro una cama arreglada y el desayuno listo.

—Perdóname bebé.

No le dirigí la palabra y me fui al clóset.

—Bebé por favor, esto es injusto. —Lo miré.

¿Desde cuando Blake encuentra que soy injusto con él?

—Tu también trabajas.

—Pero no tengo necesidad de alejarme de mi hogar.

—Mi trabajo implica viajar Kath.

—Ok.

—¿Irás al viaje a Cancún?

—¿Es parte de tu trabajo? —insinuó molesta.

—No, es el regalo de aniversario.

—Pues no sé si quiero ir, tal vez para ser justas, te planteo como lo hiciste conmigo.

No sé qué me estaba pasando, yo no soy vengativa, yo lo amo como para hacer eso, solo que no sé, de verdad… no lo sé, tal vez estoy loca.

—Kath, por favor. —insiste.

—Me tengo que ir. —bufe mientras me terminaba de colocar la ropa.

—¿Y no piensas comer?

—No tengo hambre.

—¿Y de la comida que hiciste anoche? Ya que no te quieres comer la mia.

—Se las daré a alguien que de verdad lo valore. —Resoplé.

Salí de ahí y aunque me seguía pidiendo perdón, yo lo ignoraba, tomando la comida y largándome de ahí, ni siquiera me dio tiempo de maquillarme.

Ojalá le hubiera pedido el número de teléfono al chico, le daría toda esta comida que estaba gustoso por probar.

¿Tengo razón para enojarme? Por supuesto que sí, estoy harta de ser comprensiva, al principio de nuestra relación no lo era, pero luego con su encanto afloje la cuerda y ya no debería hacerlo.

Siempre fui de esas que si fallaba a la primera, siempre iba a fallar, no creía en las segundas oportunidades, y pensar que así quiero tener hijos con él, si no tiene tiempo para asistir en nuestro aniversario, ¿Acaso faltaría el nacimiento del bebé?

Estoy exagerando lo sé, pero una vez Blake me dijo “Si eres capaz en fallar en cosas simples, nada asegura de tengas éxito en las difíciles” y eso aplica para todo, hasta para relaciones, él es la razón por cual no me dejaría chingar.

***

—Buenos días —saludo llegando al trabajo y recibí respuestas de todos—. He traído aperitivos, espero que les guste —informo en el trabajo.

Dejo la bolsa de comida y la preparo en platos sobre la mesa donde normalmente se sirven café, poco a poco mis empleados se acercaron y probaron la comida.

—¿Lo hizo usted? —pregunta Odette y asentí.

—Está muye deliciosa jefa, no solo tiene una mente creativa, si no que unas manos especiales también —me halaga Brandon.

—Gracias. —Le doy media sonrisa—. Necesito maquillarme, ¿manejas Odette? Tenemos que irnos a la casa de la señora Cliff.

—De hecho, la señora Cliff pidió una reprogramación para su cita.

—¿Y eso? —la miré extrañada.

—Ella quiere que se vean este hotel… —me muestra su celular con la dirección del hotel—. Está en una reunión importante y quiero que se encuentren ahí.

—Perfecto, ¿Nos vamos entonces?

—Ella pidió que sólo fuera usted —dice Odette avergonzada.

—De acuerdo, ¿cuánto tiempo tengo? De verdad necesito maquillarme.

—Yo creo que si tiene tiempo. —Me sonreí.

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