Sinopsis
Kathleen Dugarte es una esposa emprendedora que organiza una celebración a su esposo por diez años de matrimonio, sin embargo, su esposo no llega a dicha celebración tan importante a su vez enterándose de que su esposo tiene una amante y una hija. Kathleen cegada de la rabia porque sentía de que su esposo nunca fue suyo, se va a un bar y comienza a beber terminando en cama de otro, sin darse cuenta de que ese otro hombre con quién durmió, es un deportista muy importante en el campo de fútbol americano.
Capítulo 1
Me casé hace diez años a los 23 años, ¿muy joven cierto? Para algunos es muy joven y para otros sería la edad perfecta para casarse, ya que antes se casaban en la adolescencia.
A diferencia de algunos casamiento, yo me casé por amor y llevamos diez bonitos años de matrimonio, mi esposo se llama Blake Grant, eso quiere decir que soy la señora Grant.
Blake y yo nos conocimos en la universidad aunque ambos estudiamos carreras extremadamente diferentes. Yo estudié ingeniería ambiental y él estudió marketing, comunicación, publicidad y RRPP (relaciones públicas).
Nos conocimos porque es amigo de un amigo y ese día simplemente lo estaba visitando o algo así, el punto es que desde un principio ambos nos gustamos de inmediato, tanto que ese día no perdió el tiempo en salir conmigo, yo al principio me hice la difícil, ya saben, para que no creyera que todo estaba ganado y así pueda descansar para no dar más esfuerzos.
Pero cuando le di la oportunidad porque a la vez tenía muchas dudas, ya que no quería dañar una amistad que se había formado después. Me di cuenta que fue todo lo contrario, cada día se esforzaba para enamorarme, era muy atento y caballeroso, yo era su princesa.
A pesar de que no éramos ricos, se podría decir que estábamos en la clase media o algo así, estudiábamos y trabajamos, Blake estudiaba dos carreras al mismo tiempo y con el poco tiempo que tenía, lo invertía en mi, aunque se encontraba cansado, hacia todo para que lo nuestro funcionara y yo también ponía de mi parte para que tuviéramos éxito.
Al fin y al cabo, mi visión de una relación es que ambos somos un equipo, eso sí, jamás estuve de acuerdo con el 50/50, mi esposo y yo hacemos lo del 50/50 en cosas del hogar, pero en cuestiones de citas, viajes y esas cosas, la mayoría del crédito, él se las lleva.
Ambos nos regalamos cosas cuando vamos a tener una cita, tampoco es que no le quiero hacer saber a mi esposo que no lo quiero, pero si, así nuestro matrimonio ha funcionado.
Al principio siempre quería ser yo la que lo invitaba, pero él me dijo que si yo lo hacía, le estaba quitando su puesto de hombre, porque si no puede hacer algo tan sencillo como invitar, organizar una cita a la chica que ama, ¿Cómo se prepararía para grandes cosas? Entonces le di la razón y deje que él lo hiciera.
¿Y saben que? No es malo o preocupante, confío totalmente en mi esposo y sé que puede lidiar con eso, además, es bastante cómodo para mí, no tenía que preocuparme de nada.
Desde pequeño a Blake le encantaba mucho el deporte y quería ser representante deportivo o trabajar en uno de los equipos para conseguir jugadores a los equipos o manejar el dinero de los jugadores, así que desde cumplió los 16 años, se movió mucho o eso me contó, es una industria bastante competitiva y él fue demasiado inteligente para hacerlo desde joven.
Tal vez si no hubiese actuado antes, no estaría en esta posición ahora. Hace 5 años, tuvo una oportunidad de trabajo importante, tenía buenas ideas y su empresa ni siquiera se dignaban a escuchar, él muy decepcionado fue a un bar, encontrándose con un jugador inesperadamente.
Le contó todos sus planes y en cómo sería beneficioso para los jugadores, claro que mi esposo sabía quién era el jugador, así que cuando lo vio en el bar, no perdió la oportunidad, como les digo, mi esposo es muy inteligente. El jugador quedó fascinado y lo contrató como su agente, esa noche celebramos en un lujoso restaurante ya que le pagaron por adelantado.
Nuestras vidas habían cambiado, pasaron de ser de cosas normales a lujos, estaba tan orgullosa de él y muy agradecida también, pues desde que terminé los estudios, no había podido conseguir trabajo como ingeniera ambiental.
En esta país me discriminan por ser mujer y de paso latina, soy mexicana, no es que me discriminen por ser mujer, solo que la carrera que escogí aquí no es muy visto que las mujeres trabajen.
Sin embargo, no iba a dejar que Blake me mantuviera, por muy gustoso que estaría, sé que él también estaba pasando por mucho porque al principio no estaba trabajando de lo que él quería.
Encontré trabajo como diseñadora de jardines y eso fue más que suficiente, cuando Blake consiguió el gran trabajo, me ayudó con su dinero a formar mi empresa. Claro que todo eso fue después de casarnos, que por cierto, la boda estuvo maravillosa.
Los padres de Blake cubrieron con los gastos, sabían que su hijo tenía mucho planes conmigo y como me querían como una hija, pues nos pagaron la boda y Blake también tenía dinero, así que el pago la luna de miel y nos compro un apartamento.
Mi familia, no puso nada, pero logré que al menos asistieran, ya que la sorpresa fue que hiciera mi boda en México, Blake sabía que mi familia no tenía papeles y que sería un poco difícil, yo llegué a Estados Unidos por una beca de estudio y luego me puse las pilas para tener la residencia.
En fin, Blake hizo todo para verme feliz, ¿Por qué hablo en pasado? Porque desde que comenzó a trabajar como agente deportivo, ha tenido muchos viajes, aún envía detalles, pero se siente extraño, es como si lo hiciera por compromiso y ya no por amor, sin embargo, creo que no me puedo quejar, nos hemos mudado hace un año a un apartamento de lujo y aún seguimos teniendo nuestras citas, normalmente nos vemos tres días a la semana, sé que se esfuerza para el trabajo que tiene, ya que a partir de ese día, muchos jugadores lo contactaron a referencia de ese jugador para que lo manejaran y le consiguieran contratos multimillonarios.
Y cómo sé que ha estado tan ocupado, me encargué de organizar nuestro aniversario, le tengo una sorpresa increíble, desde hace tiempo queríamos tener bebé y la única razón por la que no teníamos, era porque al principio decidimos que me colocará un aparato, ambos estuvimos de acuerdo, pues no somos amantes a la decisión de tener bebés sin tener nuestras vidas organizadas y ahora que lo tenemos todo, podemos darle espacio para compartirlo con mini de nosotros.
Ahora me encontraba en el trabajo, sé que soy dueña y tengo personas que trabajen por mí, pero en el momento que trabaje como diseñadora, me enamoré del gran trabajo que hice y me encanta estar en cada diseño si se me permite.
Pues mi emprendimiento ha crecido los últimos años, que la agenda ha estado llena, al principio tenía pocos clientes y con lo que ganaba, Blake me aconsejó invertirlo en publicidad y gracias a esa ayuda, me fue mejor, somos un equipo, el matrimonio soñado.
Eso significa que al principio estaba en todas las organizaciones de jardines, ahora asisto en las que puedo, aunque Blake sugiere que solo asista poco y me vaya con él de viaje, pero no puedo hacer eso.
Estoy cumpliendo un sueño que no sabía que era mi y él también está cumpliendo su sueño, tampoco es que no lo acompañó, cada reunión importante que tiene, yo lo acompañó, hasta voy a las fiestas que organiza sus jugadores, claro que él siempre me invita y yo asisto si puedo, pues a veces tengo reuniones con los clientes, siempre quieren hablar con la dueña antes de que le envié a mis trabajadores para preparar el terreno, a Blake le encanta presentarme como su esposa, esta tan orgulloso de nuestro matrimonio como yo.
—Feliz aniversario mi querida esposa —Blake me despierta con cortos besos en mi rostro.
—No lo olvidaste —me reí mientras despertaba.
—¿Y desde cuando he olvidado el día más importante de nuestras vidas? El día en que hicimos legal nuestro amor, porque déjame decirte que tus curvas lo volvían ilegales.
Se monta sobre mí y sigue dándome besos por mi cuello, el sexo nunca ha faltado entre nosotros, nos deseamos mucho.
—No lo sé amor, es que te vi tan estresado y ocupado últimamente que creí que lo olvidarías.
—Es tu temor de cada año, a veces creo que confundes las fechas como si fuera Halloween —bromea y me hace reír—, ni siquiera he olvidado el día que nos conocimos.
—Esa celebración será en estos días también. —Llevo mi mano a su cabello y enredo mis dedos en ellos.
—Y estoy ansioso por celebrar la mejor decisión que he tomado en mi vida.
—Me conociste apenas.
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Me casé hace diez años a los 23 años, ¿muy joven cierto? Para algunos es muy joven y para otros sería la edad perfecta para casarse, ya que antes se casaban en la adolescencia.
A diferencia de algunos casamiento, yo me casé por amor y llevamos diez bonitos años de matrimonio, mi esposo se llama Blake Grant, eso quiere decir que soy la señora Grant.
Blake y yo nos conocimos en la universidad aunque ambos estudiamos carreras extremadamente diferentes. Yo estudié ingeniería ambiental y él estudió marketing, comunicación, publicidad y RRPP (relaciones públicas).
Nos conocimos porque es amigo de un amigo y ese día simplemente lo estaba visitando o algo así, el punto es que desde un principio ambos nos gustamos de inmediato, tanto que ese día no perdió el tiempo en salir conmigo, yo al principio me hice la difícil, ya saben, para que no creyera que todo estaba ganado y así pueda descansar para no dar más esfuerzos.
Pero cuando le di la oportunidad porque a la vez tenía muchas dudas, ya que no quería dañar una amistad que se había formado después. Me di cuenta que fue todo lo contrario, cada día se esforzaba para enamorarme, era muy atento y caballeroso, yo era su princesa.
A pesar de que no éramos ricos, se podría decir que estábamos en la clase media o algo así, estudiábamos y trabajamos, Blake estudiaba dos carreras al mismo tiempo y con el poco tiempo que tenía, lo invertía en mi, aunque se encontraba cansado, hacia todo para que lo nuestro funcionara y yo también ponía de mi parte para que tuviéramos éxito.
Al fin y al cabo, mi visión de una relación es que ambos somos un equipo, eso sí, jamás estuve de acuerdo con el 50/50, mi esposo y yo hacemos lo del 50/50 en cosas del hogar, pero en cuestiones de citas, viajes y esas cosas, la mayoría del crédito, él se las lleva.
Ambos nos regalamos cosas cuando vamos a tener una cita, tampoco es que no le quiero hacer saber a mi esposo que no lo quiero, pero si, así nuestro matrimonio ha funcionado.
Al principio siempre quería ser yo la que lo invitaba, pero él me dijo que si yo lo hacía, le estaba quitando su puesto de hombre, porque si no puede hacer algo tan sencillo como invitar, organizar una cita a la chica que ama, ¿Cómo se prepararía para grandes cosas? Entonces le di la razón y deje que él lo hiciera.
¿Y saben que? No es malo o preocupante, confío totalmente en mi esposo y sé que puede lidiar con eso, además, es bastante cómodo para mí, no tenía que preocuparme de nada.
Desde pequeño a Blake le encantaba mucho el deporte y quería ser representante deportivo o trabajar en uno de los equipos para conseguir jugadores a los equipos o manejar el dinero de los jugadores, así que desde cumplió los 16 años, se movió mucho o eso me contó, es una industria bastante competitiva y él fue demasiado inteligente para hacerlo desde joven.
Tal vez si no hubiese actuado antes, no estaría en esta posición ahora. Hace 5 años, tuvo una oportunidad de trabajo importante, tenía buenas ideas y su empresa ni siquiera se dignaban a escuchar, él muy decepcionado fue a un bar, encontrándose con un jugador inesperadamente.
Le contó todos sus planes y en cómo sería beneficioso para los jugadores, claro que mi esposo sabía quién era el jugador, así que cuando lo vio en el bar, no perdió la oportunidad, como les digo, mi esposo es muy inteligente. El jugador quedó fascinado y lo contrató como su agente, esa noche celebramos en un lujoso restaurante ya que le pagaron por adelantado.
Nuestras vidas habían cambiado, pasaron de ser de cosas normales a lujos, estaba tan orgullosa de él y muy agradecida también, pues desde que terminé los estudios, no había podido conseguir trabajo como ingeniera ambiental.
En esta país me discriminan por ser mujer y de paso latina, soy mexicana, no es que me discriminen por ser mujer, solo que la carrera que escogí aquí no es muy visto que las mujeres trabajen.
Sin embargo, no iba a dejar que Blake me mantuviera, por muy gustoso que estaría, sé que él también estaba pasando por mucho porque al principio no estaba trabajando de lo que él quería.
Encontré trabajo como diseñadora de jardines y eso fue más que suficiente, cuando Blake consiguió el gran trabajo, me ayudó con su dinero a formar mi empresa. Claro que todo eso fue después de casarnos, que por cierto, la boda estuvo maravillosa.
Los padres de Blake cubrieron con los gastos, sabían que su hijo tenía mucho planes conmigo y como me querían como una hija, pues nos pagaron la boda y Blake también tenía dinero, así que el pago la luna de miel y nos compro un apartamento.
Mi familia, no puso nada, pero logré que al menos asistieran, ya que la sorpresa fue que hiciera mi boda en México, Blake sabía que mi familia no tenía papeles y que sería un poco difícil, yo llegué a Estados Unidos por una beca de estudio y luego me puse las pilas para tener la residencia.
En fin, Blake hizo todo para verme feliz, ¿Por qué hablo en pasado? Porque desde que comenzó a trabajar como agente deportivo, ha tenido muchos viajes, aún envía detalles, pero se siente extraño, es como si lo hiciera por compromiso y ya no por amor, sin embargo, creo que no me puedo quejar, nos hemos mudado hace un año a un apartamento de lujo y aún seguimos teniendo nuestras citas, normalmente nos vemos tres días a la semana, sé que se esfuerza para el trabajo que tiene, ya que a partir de ese día, muchos jugadores lo contactaron a referencia de ese jugador para que lo manejaran y le consiguieran contratos multimillonarios.
Y cómo sé que ha estado tan ocupado, me encargué de organizar nuestro aniversario, le tengo una sorpresa increíble, desde hace tiempo queríamos tener bebé y la única razón por la que no teníamos, era porque al principio decidimos que me colocará un aparato, ambos estuvimos de acuerdo, pues no somos amantes a la decisión de tener bebés sin tener nuestras vidas organizadas y ahora que lo tenemos todo, podemos darle espacio para compartirlo con mini de nosotros.
Ahora me encontraba en el trabajo, sé que soy dueña y tengo personas que trabajen por mí, pero en el momento que trabaje como diseñadora, me enamoré del gran trabajo que hice y me encanta estar en cada diseño si se me permite.
Pues mi emprendimiento ha crecido los últimos años, que la agenda ha estado llena, al principio tenía pocos clientes y con lo que ganaba, Blake me aconsejó invertirlo en publicidad y gracias a esa ayuda, me fue mejor, somos un equipo, el matrimonio soñado.
Eso significa que al principio estaba en todas las organizaciones de jardines, ahora asisto en las que puedo, aunque Blake sugiere que solo asista poco y me vaya con él de viaje, pero no puedo hacer eso.
Estoy cumpliendo un sueño que no sabía que era mi y él también está cumpliendo su sueño, tampoco es que no lo acompañó, cada reunión importante que tiene, yo lo acompañó, hasta voy a las fiestas que organiza sus jugadores, claro que él siempre me invita y yo asisto si puedo, pues a veces tengo reuniones con los clientes, siempre quieren hablar con la dueña antes de que le envié a mis trabajadores para preparar el terreno, a Blake le encanta presentarme como su esposa, esta tan orgulloso de nuestro matrimonio como yo.
—Feliz aniversario mi querida esposa —Blake me despierta con cortos besos en mi rostro.
—No lo olvidaste —me reí mientras despertaba.
—¿Y desde cuando he olvidado el día más importante de nuestras vidas? El día en que hicimos legal nuestro amor, porque déjame decirte que tus curvas lo volvían ilegales.
Se monta sobre mí y sigue dándome besos por mi cuello, el sexo nunca ha faltado entre nosotros, nos deseamos mucho.
—No lo sé amor, es que te vi tan estresado y ocupado últimamente que creí que lo olvidarías.
—Es tu temor de cada año, a veces creo que confundes las fechas como si fuera Halloween —bromea y me hace reír—, ni siquiera he olvidado el día que nos conocimos.
—Esa celebración será en estos días también. —Llevo mi mano a su cabello y enredo mis dedos en ellos.
—Y estoy ansioso por celebrar la mejor decisión que he tomado en mi vida.
—Me conociste apenas.