Capítulo 3
Sé que necesitaré algo de yoga de tantos clientes que tengo, no me quejo, porque ahora estoy mejor que antes, agradezco cada posición que tuve porque sin mi pasado, no soy lo que soy hoy en día, pero eso no significa que sea estresante y debo relajarme para pensar bien.
Cuando terminó de comer, me levanto con el plato y justamente mi esposo sale de la ducha.
—No ah ah, mi bella esposa no moverá un dedo hoy.
Se apresura a mi y me quita el plato.
—Tengo que ir a trabajar Blake. —me reí.
—Es lo único que te permito que hagas hoy.
—¿Y la cena de aniversario? —Arqueo mi ceja.
—Bueno, mientras esté en mi hogar, mi esposa no moverá un dedo.
—¿Crees que llegarás a tiempo hoy? Podemos celebrarlo otro día.
—Nuestro aniversario es hoy, ¿por qué habría que celebrarlo otro día? —besa mis labios.
—Porque tienes que viajar hoy, no sabes cuánto vas a tardar en regresar.
—Voy a llegar. —vuelve a besar mis labios.
—Eres tan terco.
—Y tu tan hermosa, ahora ve a ducharte y te llevo a tu oficina, te dejo el auto y me voy al aeropuerto en taxi.
Le doy una sonrisa y luego me doy una ducha rápida.
***
—Nos vemos en la cena bebé —me despido de Blake con un gran beso.
Estábamos en mi oficina, le encantaba acompañarme cada vez que podía.
—Te amo y feliz aniversario.
—Feliz aniversario.
Sale de la oficina y esbozo una sonrisa, ¿no podría ser más perfecto? Alguien toca la puerto y le dijo que pase.
—Hoy se ve muy radiante señora Grant, ese vestido ajustado azul le queda maravilloso. —me halaga mi asistente.
—Gracias Odette. —Le sonreí—. Hoy estoy más feliz que nunca, no todos los días cumples diez años de matrimonio, siento como si he logrado un objetivo.
—Pues felicidades, se merece eso y mucho más —se alegra por mi.
—¿Señora Grant? —tocan mi puerta, un repartidor.
—¿Si?
—Tiene una entrega, se las manda su esposo.
—Pase.
El joven entra con una decoración de flores dejándolo en mi escritorio, el chico me da una carpeta para firmar la entrega y luego se va.
—Se ven muy hermosas. —dice Odette.
—Lo sé, tiene mi gusto —examine el ramo, Blake me conocía muy bien.
—Aunque si su esposo sabe que trabajamos con decoraciones, ¿por qué le compro a otras personas?
—Porque quería sorprenderme y a pesar de que le compro a la competencia, fue con una empresa muy importante, a la que siempre he soñado con negociar —dije mirando la tarjeta de la marca.
Admiraba mucho esa empresa, tienes muchos puntos Blake. Entre el ramo había una nota, así que la saqué y la abrí.
“Que tengas un maravilloso día mi bella esposa, que todo lo que te propongas se de sin ningún obstáculo, te amo… por cierto, sé que podrías hacer este ramo mejor, pero no quería hacerte trabajar tanto en nuestro día especial” Blake Grant.
Beso la tarjeta muy enamorada de las letras de mi esposo e inhaló su aroma, sabía que su perfume me encantaba.
—Odette, avísame cuando la señora Cliff llegue, ella tiene mucho dinero y si hacemos un buen trabajo, puede que nos recomiende con muchos otros de su clase.
—Si señora. —Me sonríe antes de retirarse.
***
—Que le vaya muy bien en su aniversario señora Grant. —Se despide Odette de mi.
Esa chica es adorable, pongo el auto en marcha y me voy de la casa del cliente, la reunión con la señora Cliff salió muy bien, desea que comience mañana con la inspección, en cuanto mida el patio de la señora Cliff, le haré los planos a computadora.
Después de la reunión, fui a ver el jardín que ya estaba en proceso, había hecho un diseño y simplemente tenían que seguir los planos, claro que estos son aprobados primero por el cliente.
Ahora me dirigía al supermercado, era de tarde y necesitaba unos cuántos ingredientes para la cena de esta noche.
Llego al supermercado y estacionó el auto, entro al loca y cojo un carrito en mis manos mientras veía mi celular, paseaba mi carrito de compras buscando los ingredientes que me faltaba, en el celular tenía la lista, quería hacer algo muy especial para Blake.
Blake es amante a la comida árabe y también le encanta las especialidades de la comida mexicana, le gusta cuando se lo preparo y un postre muy tradicional de mi país, que cuando vamos a México, siempre lo pide, ya que la primera vez que conoció a mis padres quedó fascinado con ese postre.
Así que prepararía variedad para degustar, no todos los días comemos variedades y si no es porque no podemos, es que normalmente comemos una sola cosa por día y simplemente quise juntar todos nuestros gustos en uno solo, por lo especial.
Las decoraciones ya las tenía en casa, solo tenía que llegar temprano para cocinar y decorar.
—Solo falta la leche —me dije a mi misma viendo la lista.
Aunque podría usar la leche de mi esposo, jajaja. Muevo el carrito al pasillo cinco y veo entre los estantes buscando la leche, necesitaba que estuviera a temperatura ambiente.
No mire mi camino y choque mi carrito de compras con el de alguien, y bueno, se cayeron algunas cosas del estante a mis ingredientes, rompiendo los huevos.
—Discúlpame —escucho que dice el hombre.
—No te preocupes… —Lo miro y le doy media sonrisa, aunque quedó hechizada.
Wouh, jamás me había sentido tan atraída por otro hombre que no fuera mi esposo. Él era muy alta y de brazos gruesos, se veía ancho y grande, y su rostro, algo barbudo con bigote, cejas pobladas y negra, cabello negro y un corte que lo hacía ver, oh Dios, unos ojos cafés claros y una nariz perfilada, sus labios, labios finos pero carnosos y una piel de color intermedio, pero no llegaba a ser café con leche.
—¿Nos conocemos? —pregunté, ya que también me parecía familiar.
—No que yo sepa. —responde extrañado—. Lamento haberte chocado, vi que se te rompieron los huevos. —me ayuda con el desastre, pero yo sigo sin moverme.
—¿Y los tuyos están bien? —dije sin pensar.
—Yo no llevo huevos… —suelta una risa nerviosa, pero encantadora.
Le echo una mirada a su carrito y era verdad.
—No, digo… hablo sobre que si tus cosas están bien —intento corregir.
—Si tranquila, eso no importa.
Lo ayudo a recoger.
—Si importa, yo también lo lamento, debí fijarme.
—No, yo asumo toda la responsabilidad —me mira y se mantiene.
Sé que necesitaré algo de yoga de tantos clientes que tengo, no me quejo, porque ahora estoy mejor que antes, agradezco cada posición que tuve porque sin mi pasado, no soy lo que soy hoy en día, pero eso no significa que sea estresante y debo relajarme para pensar bien.
Cuando terminó de comer, me levanto con el plato y justamente mi esposo sale de la ducha.
—No ah ah, mi bella esposa no moverá un dedo hoy.
Se apresura a mi y me quita el plato.
—Tengo que ir a trabajar Blake. —me reí.
—Es lo único que te permito que hagas hoy.
—¿Y la cena de aniversario? —Arqueo mi ceja.
—Bueno, mientras esté en mi hogar, mi esposa no moverá un dedo.
—¿Crees que llegarás a tiempo hoy? Podemos celebrarlo otro día.
—Nuestro aniversario es hoy, ¿por qué habría que celebrarlo otro día? —besa mis labios.
—Porque tienes que viajar hoy, no sabes cuánto vas a tardar en regresar.
—Voy a llegar. —vuelve a besar mis labios.
—Eres tan terco.
—Y tu tan hermosa, ahora ve a ducharte y te llevo a tu oficina, te dejo el auto y me voy al aeropuerto en taxi.
Le doy una sonrisa y luego me doy una ducha rápida.
***
—Nos vemos en la cena bebé —me despido de Blake con un gran beso.
Estábamos en mi oficina, le encantaba acompañarme cada vez que podía.
—Te amo y feliz aniversario.
—Feliz aniversario.
Sale de la oficina y esbozo una sonrisa, ¿no podría ser más perfecto? Alguien toca la puerto y le dijo que pase.
—Hoy se ve muy radiante señora Grant, ese vestido ajustado azul le queda maravilloso. —me halaga mi asistente.
—Gracias Odette. —Le sonreí—. Hoy estoy más feliz que nunca, no todos los días cumples diez años de matrimonio, siento como si he logrado un objetivo.
—Pues felicidades, se merece eso y mucho más —se alegra por mi.
—¿Señora Grant? —tocan mi puerta, un repartidor.
—¿Si?
—Tiene una entrega, se las manda su esposo.
—Pase.
El joven entra con una decoración de flores dejándolo en mi escritorio, el chico me da una carpeta para firmar la entrega y luego se va.
—Se ven muy hermosas. —dice Odette.
—Lo sé, tiene mi gusto —examine el ramo, Blake me conocía muy bien.
—Aunque si su esposo sabe que trabajamos con decoraciones, ¿por qué le compro a otras personas?
—Porque quería sorprenderme y a pesar de que le compro a la competencia, fue con una empresa muy importante, a la que siempre he soñado con negociar —dije mirando la tarjeta de la marca.
Admiraba mucho esa empresa, tienes muchos puntos Blake. Entre el ramo había una nota, así que la saqué y la abrí.
“Que tengas un maravilloso día mi bella esposa, que todo lo que te propongas se de sin ningún obstáculo, te amo… por cierto, sé que podrías hacer este ramo mejor, pero no quería hacerte trabajar tanto en nuestro día especial” Blake Grant.
Beso la tarjeta muy enamorada de las letras de mi esposo e inhaló su aroma, sabía que su perfume me encantaba.
—Odette, avísame cuando la señora Cliff llegue, ella tiene mucho dinero y si hacemos un buen trabajo, puede que nos recomiende con muchos otros de su clase.
—Si señora. —Me sonríe antes de retirarse.
***
—Que le vaya muy bien en su aniversario señora Grant. —Se despide Odette de mi.
Esa chica es adorable, pongo el auto en marcha y me voy de la casa del cliente, la reunión con la señora Cliff salió muy bien, desea que comience mañana con la inspección, en cuanto mida el patio de la señora Cliff, le haré los planos a computadora.
Después de la reunión, fui a ver el jardín que ya estaba en proceso, había hecho un diseño y simplemente tenían que seguir los planos, claro que estos son aprobados primero por el cliente.
Ahora me dirigía al supermercado, era de tarde y necesitaba unos cuántos ingredientes para la cena de esta noche.
Llego al supermercado y estacionó el auto, entro al loca y cojo un carrito en mis manos mientras veía mi celular, paseaba mi carrito de compras buscando los ingredientes que me faltaba, en el celular tenía la lista, quería hacer algo muy especial para Blake.
Blake es amante a la comida árabe y también le encanta las especialidades de la comida mexicana, le gusta cuando se lo preparo y un postre muy tradicional de mi país, que cuando vamos a México, siempre lo pide, ya que la primera vez que conoció a mis padres quedó fascinado con ese postre.
Así que prepararía variedad para degustar, no todos los días comemos variedades y si no es porque no podemos, es que normalmente comemos una sola cosa por día y simplemente quise juntar todos nuestros gustos en uno solo, por lo especial.
Las decoraciones ya las tenía en casa, solo tenía que llegar temprano para cocinar y decorar.
—Solo falta la leche —me dije a mi misma viendo la lista.
Aunque podría usar la leche de mi esposo, jajaja. Muevo el carrito al pasillo cinco y veo entre los estantes buscando la leche, necesitaba que estuviera a temperatura ambiente.
No mire mi camino y choque mi carrito de compras con el de alguien, y bueno, se cayeron algunas cosas del estante a mis ingredientes, rompiendo los huevos.
—Discúlpame —escucho que dice el hombre.
—No te preocupes… —Lo miro y le doy media sonrisa, aunque quedó hechizada.
Wouh, jamás me había sentido tan atraída por otro hombre que no fuera mi esposo. Él era muy alta y de brazos gruesos, se veía ancho y grande, y su rostro, algo barbudo con bigote, cejas pobladas y negra, cabello negro y un corte que lo hacía ver, oh Dios, unos ojos cafés claros y una nariz perfilada, sus labios, labios finos pero carnosos y una piel de color intermedio, pero no llegaba a ser café con leche.
—¿Nos conocemos? —pregunté, ya que también me parecía familiar.
—No que yo sepa. —responde extrañado—. Lamento haberte chocado, vi que se te rompieron los huevos. —me ayuda con el desastre, pero yo sigo sin moverme.
—¿Y los tuyos están bien? —dije sin pensar.
—Yo no llevo huevos… —suelta una risa nerviosa, pero encantadora.
Le echo una mirada a su carrito y era verdad.
—No, digo… hablo sobre que si tus cosas están bien —intento corregir.
—Si tranquila, eso no importa.
Lo ayudo a recoger.
—Si importa, yo también lo lamento, debí fijarme.
—No, yo asumo toda la responsabilidad —me mira y se mantiene.