Capítulo 4: Un chico lindo
{......Narra Jeff......}
Luego de un largo día de trabajo, llegué a casa y no tenía los ánimos para hablar con mis amigos con la misma energía con la que ellos me hablaban. Mi día no había surgido como yo lo esperaba, sin embargo, ya mañana será otro día por lo que debía soportar un poco más de esta estúpida situación, lo único bueno era sostener a Emilia a medida que me mantengo en el sofá mientras sus padres le alistaban todo para que durmiera toda la noche de corrido, era algo difícil de lograr, pero hay días en lo que lo logran por ello hacen todo lo posible para tenerle un buen lugar donde dormir junto a su estómago lleno o medianamente lleno.
Me gustaría tener una bebé, así como Emilia de silenciosa y tranquila, de seguro cuando crezca será igual de estupenda que su madre y de seguro tendrá a millones de chicos detrás de ella, por lo que allí es cuando sus tíos junto a sus padrinos tendremos que espantar a todos los idiotas para evitarle el sufrimiento que le pueden causar la clase de chicos que detesto.
Ahora que recuerdo, cuando conocí a Jace lo detestaba por ser un chico popular, pero era el popular malo, el que todos deseaban, ya que era casi incontrolable, cuando me enteré de la clase de amistades que compartía con Liam, mi mejor amigo, me enfurecí tanto que no le hable por un mes casi completo, no recuerdo muy bien que ocurrió para que volviésemos hablar, pero Jace tuvo la culpa de ello al buscarme para explicar la situación.
Más tarde me di cuenta de que no era la clase de chicos macarras y que en realidad era una imagen implantada por otros, recuerdo cuando me dijo "No puedes juzgar a un libro por su portada" con eso me di cuenta de lo mucho que me había equivocado con él, gracias a eso ahora también es uno de mis mejores amigos y compartimos muchas cosas en común.
Jace no es el galán que todo el mundo ve al principio, tiene más maldad dentro de él y por supuesto al mismo tiempo detrás de la pared que nadie puede romper esconde a un niño muy dulce, es simpático, molesto, cruel en algunas ocasiones, positivo, negativo, Bipolar y enamoradizo aunque no lo admita, cada vez que sale a la calle se enamora de alguien o algo, ya sea persona o animal (hablando en el buen sentido), tiene su genio por esa misma razón todos queremos que funcione lo de él con Erik, otro chico muy diferente a la imagen que da.
Rick me pidió a la bebé luego de tener todo listo justo cuando el auto de Jace se estacionó en el garaje, esperamos un instante antes de ver a Erik entrar primero junto a la compañía de un lindo chico, sin darme me senté de manera correcta en el sofá tras verlo, parecía un chico tierno y eso me suele atraer fácilmente, él pasó sus ojos por el lugar siguiendo a Erik hasta llegar a donde yo estaba, yo no escuchaba lo que Erik me preguntaba, únicamente me centré en el chico que tenía a su espalda de manera atenta, su cabello era claro, un castaño bastante claro, sus ojos tenían un verde intenso que los convertía en algo llamativo, su piel, por otra parte, era blanca como la nieve por ello ver aquellas marcas de golpes en su piel no era muy difícil debido a que eran notorias, aunque a pesar de ello no parecía aparentar que le dolieran como a simple vista se veía, me gustó, creo, bueno por lo menos era de mi tipo...
–¡Jeff! –me gritó Erik sacándome de mis pensamientos– ¿dónde está Rick?
–Arriba, en la habitación de Emilia– respondí por fin.
–Gracias– suspiró cansado por lo que lo miré viendo un moretón en su mejilla, su piel es blanca por ello el color morado de su piel también realzaba.
–¿Qué te pasó? –le pregunté y este se llevó la mano a la mejilla completamente nervioso.
–Luego lo explico– salió corriendo cuando Jace entró al salón.
–Problemas con su ex– respondió Jace en un tono molesto dejándose caer al sofá cansado– eh...– miró al chico lindo– si quieres subes para dejar tus cosas– el chico asintió con la cabeza con una sonrisa dulce.
–Oye...– susurré levantando mi cuerpo del sofá para verlo subir la escalera, de esta forma pude recorrer con mis ojos su trasero de manera muy descarada antes de sentarme otra vez al lado de Jace– ¿quién es el chico lindo? –pregunté mientras que él me miró con una ceja alzada.
–Erik– lo golpeé por lo que rio.
–Sé que te gusta, pero hablaba del otro chico lindo– le aclaraba.
–No, el otro es dulce y tierno– hizo una pausa– Su nombre es Taylor.
–Taylor ¿eh...? – susurré mirando fuera del salón.
–Es ilegal– solté un bufido.
–Creo que ahora sé lo que sientes...– murmuré con fastidio.