Capítulo 3: Un nuevo amigo
{......Narra Erik......}
No puedo creer que un par de copas consigan convertirme en alguien que no soy; recuerdo claramente como me fueron ofreciendo tragos diferentes personas de aquella fiesta, yo las fui aceptando para no parecer descortés delante de ninguno de ellos tras ser un poco más mayores que yo, pensé que no debía darles una mala imagen de mí para poder ser parte de su grupo.
Mi exnovio me había llevado allí con la excusa típica de "Será una fiesta tranquila" pero yo no vi en ningún lugar un sitio tranquilo, había de todo menos tranquilidad y ver cómo le hacían daño a un chico responsable me hizo enfadar mucho. Era el típico empollón que quería probar cosas nuevas, alcohol, drogas, sólo que ese lugar no era el más adecuado para hacer ese tipo de cosas, ya que había chicos muy malos.
Hubo un tiempo en el que me sentía atraído por los chicos malos, así es como conocí a Mark y mantuvimos una relación un par de meses, al principio era lindo conmigo porque me daba regalos, creaba detalles para enamorarme ¿lo logró? No, no del todo, luego me di cuenta de que no era como realmente aparentaba ser, era malvado y estaba metido en cosas que ni siquiera puedo imaginar, aunque por alguna razón sigue detrás de mí, quizás es sólo para follar, creí que dándole lo que quería se alejaría de mí de una vez por todas, pero Jace nos interrumpió en el peor o en el mejor de los momentos, estaba tan furioso con él, pero al mismo tiempo me sentía muy aliviado, sinceramente no querer acostarme con mi ex. Luego creí que lo mejor que podría hacer era dormir, aunque no entiendo cuando decidí escoger su cama como el mejor lugar para dormir completamente desnudo.
Cuando desperté en su cama sin rastros de Jace a mi lado aproveché para salir huyendo sintiéndome muy avergonzado por lo que había hecho, estaba desnudo, traté de recordar que había hecho antes de entrar a su cama, pero las imágenes estaban borrosas.
Ayer tomé una de las pastillas que me dio Mark en la fiesta, creí que eran pastillas para el dolor de cabeza, ya que eso me dijo, pero claramente me mintió y ahora por su mentira terminé desnudo en la cama del chico que me gusta.
Traté de pensar en que no pasó nada realmente mientras me duchaba, no me siento cansado por ello lo pienso, recuerdo que cuando lo hicimos por primera vez mi cuerpo se sentía muy pesado, me dolía todo, pero hoy no siento nada de eso, aunque tenía una marca en mi cuello bastante notable a la vista, Mark no alcanzó a dejar ninguna marca por lo que... ¿Fue Jace? ¿Por qué lo haría?
Miré la hora antes de vestirme lo más rápido que pude, iba retrasado para entrar a clases y no podía darme el gusto de llegar tarde ahora que este último año está llegando a su fin. Corrí por la casa en busca de mi hermano viendo a sus amigos y a él en el comedor desayunando, me sentí muy nervioso cuando todas las miradas se posaron en mí, ya no era como ayer, ahora me analizaban de manera diferente.
–¡Buenos días! –saludó Rick– llegarás tarde y aún no has desayunado.
–Compraré algo en el instituto, pero necesito que me lleves– le pedí.
–Ah... sí, respecto a eso...– balbuceó.
–Jeff ya me voy ¿te llevó o...?– me giré sintiendo como mis mejillas ardían y las miradas se posaban más atentas en nosotros.
–No, ya no tengo que volver, pero si me traes un guapo modelo te lo agradeceré– Jeff me miró fijamente con una sonrisa– ¿por qué no llevas a Erik? Rick debe llevar a Emilia a su revisión y no puede llevarlo.
Me miró, lo miré, miramos a Rick y este confirmó las palabras de Jeff, en ese momento preciso sentí como mi día no sería tan bueno como yo pensé, Jace se llevó la mano al cabello nervioso mientras que con su otra mano apuntaba a la salida demostrando bastante nerviosismo ante esta situación.
–Eh... ok... supongo que...– pasé por su lado saliendo mientras él le susurraba algo a sus amigos, no conseguí escuchar, pero ellos se rieron gritándole "Ánimo" ¿por qué? No lo sé, no creo que se lo haya dicho ¿o sí? Sobre todo, porque mi hermano está en su grupo de amigos y... Sentí como mis mejillas ardían el doble, ¿¡Se los dijo!?
Cuando me subí a su auto él estaba muy callado, sentía su mirada en mí de vez en cuando, pero no dijo nada durante media hora de corrido, llegar a la ciudad en donde estudio toma media hora, luego se integran diez minutos más para llegar a mi instituto por lo que habló en ese tiempo más corto tratando de acabar con el incómodo silencio creado en esa media hora.
–Deberíamos intentar mejorar esta situación– me dijo iniciando la conversación.
–¿Cuál? –pregunté mirando por la ventana.
–Esta incomodidad–respondió, por ello lo miré– de todas formas, aún nos queda una semana para él bautizó de Emilia, tendremos que vernos por bastante tiempo más y...–hizo una pequeña pausa– debemos cambiar, poner reglas.
–Muy bien...– susurré– regla número uno, no arruinar la noche del otro– apretó la mandíbula.
–¿De verdad querías dormir con ese imbécil? –me miró un instante corto.
–Era mi ex, y sí, quería hacerlo– se detuvo en un semáforo donde aprovechó para mirarme.
– ¿Tu ex? ¿Quieres volver con él? No parece de tu tipo, es un macarra– me aseguraba.
–Antes me gustaban los chicos malos– susurré– ahora supongo que los mayores...– lo miré viendo como mordía su labio inferior con una sonrisa.
–Regla número dos– miró la carretera siguiendo con el camino– no provocar al otro.
–Hecho– hice una pausa– espera ¿a qué te refieres? –dije luego de procesar sus palabras.
–No hacer cosas como la de anoche– bajé la mirada manteniendo la respiración, no recordaba mis acciones durante la noche.
–Ah... bueno, respecto a eso, no recuerdo muy bien como terminé en tu cama, así que...–fui diciendo con nerviosismo– lo lamento.
Jace me miró lamiéndose los labios– yo no...– sonrió deteniendo el auto.
–Bueno...– miré la entrada de mi instituto– seguimos con las reglas otro día...
–Te pasaré a buscar– tomó mi mano estremeciendo mi cuerpo al instante, no entendía el por qué de su acción, pero anotó su número en mi mano antes de besarla y dejarme ir, salí corriendo de su auto con las mejillas sonrojadas, me sentía muy nervioso, definitivamente esa será la tercera regla.
Naturalmente las clases estaban siendo aburridas, hoy no es uno de mis días más interesantes por ello me suelo distraer por bastante tiempo, se me era imposible no mirar mi mano de vez en cuando viendo su número, mi sonrisa tampoco era muy fácil de ocultar por esa misma razón llamaba la atención de quien no debía.
Cuando levanté mi mirada me di cuenta de que Mark me estaba mirando de forma fija, miré mi mano otra vez sacando mi móvil para anotar el número lo antes posible, luego borré su número al pasar mi pulgar varias veces por la palma de mi mano, miré mi cuaderno intentando aparentar que no me daba cuenta de la mirada de Mark, pero esa mirada duró casi todo el día hasta que se acercó a mí en la hora de comer.
No me quedó de otra que almorzar con él, ya que no aceptaba ninguna de mis excusas, traté de ser gentil, aunque ya no siento lo mismo que antes sentía, aquel gustar se convirtió en un inminente rechazo, ya no quería estar cerca de él por más tiempo al darme cuenta de las desventajas que me traería estar con Mark.
Jace tiene razón, no es mi tipo como una vez pensé o quise hacerme creer en aquellos tiempos de rebeldía, además ya no me resulta tan atractivo como antes, ahora solamente me pregunto ¿qué vi yo de atractivo en este sujeto? Ni siquiera tiene un buen cuerpo, es delgado con un poco de músculo, pero ya, no es muy agraciado o la escala está muy elevada desde que conocí a Jace.
Fuimos hablando de la fiesta de anoche durante casi toda la hora de almuerzo, yo lo iba escuchando decir sus "travesuras" antes de toparnos en la noche, según lo que ha dicho él también golpeó a ese pobre chico de la fiesta, me sentí tan molesto cuando se reía por la forma en la que lo golpearon por pura diversión, me enfadé, se lo hice saber dejándole claro que ya no quería estar con él, o al menos eso intenté hasta que vio la marca de mi cuello cuando me giré dispuesto a irme. Cuando Mark la vio se enfureció bastante, me acorraló a una pared pasando su mano por mi cuello ejerciendo presión quitando un poco la facilidad de respirar.
–¿Quién te hizo eso? ¡¿Con quién te acostaste?!– me gritó Mark.
–¡Sueltamente! –lo empujé– ¿y a ti que más te da? ¡Nosotros terminamos!
–Si crees que te has librado de mí estás muy equivocado, sigues siendo mío ¡¿me oíste?!– me empujó a la pared que tenía en mi espalda al yo no responder– Te juró que mataré a todo aquel que...
–¿Qué? – lo desafíe– ¿qué me toque? Venga, hazlo, de todas formas, ya me lo habré follado– me golpeó estampando su puño en mi mejilla logrando hacer girar mi cara, los otros estudiantes que pasaban por allí nos observaban haciendo una especie de círculo a nuestro alrededor, él se dio cuenta de ello optando por irse mientras mi mejilla golpeada dolía un montón.
Me dejé caer por la pared antes de visualizar como el resto de los alumnos se alejaba tras la pelea acabar, pero un chico se me acercó con aparente preocupación para ayudarme, cuando levanté mi mirada sonreí al ver a Taylor, el chico que fue golpeado en la fiesta, es decir que, estaba peor de lo que yo me encontraba.
Tenía un ligero pensamiento con respecto a él, lo había visto en clases muchas veces muy concentrado en las palabras del profesor, es un buen chico, estuvo conmigo el resto que quedaba de día conversando sobre la fiesta y sobre antiguas agresiones que él aseguraba estar acostumbrado, me hizo reír, yo lo hice reír creando una atmósfera bastante agradable el resto que nos quedaba de clases, tuve la sensación de tener un amigo verdadero y no uno que lo aparentaba ser, simplemente por esa misma razón quise hacer un trabajo con él, la profesora de ciencias nos había mandado a crear pareja para un proyecto un poco extenso, cuando le pregunté si podíamos ser juntos se puso un poco nervioso revelando que jamás había sido invitado a ser la pareja de un trabajo de alguien, me confesó que en la mayoría de trabajos sólo lo obligaban a realizarlo por completo, sentí lástima por él al tener que pasar por todo esto, sin duda era un chico muy fuerte.
Lo invité a la casa de mi hermano, al otro día no tendríamos clases por temas de reuniones de profesores de todos los institutos por esa misma razón lo invité a quedarse conmigo, a mi hermano ya no le quedaban habitantes disponibles, pero podríamos hacer una pijamada o algo parecido, aunque me costó mucho convencerlo para acompañarme, a su madre por otra parte no, ella simplemente dijo "Me da igual" sin duda tiene una vida muy dura y solitaria.
Más tarde llamé a Jace para que me recogiera en la casa de Taylor, al principio noté su tono molesto al decirle "Estoy en la casa de un amigo" pero más tarde le resultó un buen chico al decirle lo que me había pasado en la mejilla, Jace se molestó mucho al ver mi mejilla y cuando Taylor le reveló la verdadera razón que no quería revelar se enfadó aún más.
–¿Ese chico es tu...– susurró Taylor cerca de mi oído al ver a Jace maldecir mientras caminaba de lado a lado– novio?
–No...– le respondí en el mismo tono– pero me encantaría serlo.
–Bien, bien, bien– repitió tomando aire– lo bueno de esto es que ya no te querrás acostar con él– sonrió antes de poner cara de fastidio– lo malo es...
–Ya, suficiente ¿vámonos? –pregunté queriendo evitar el tema.
–Como órdenes– se subió a su auto permitiéndonos hacerlo nosotros también.
Estaba molesto, no podía evitar mirar su expresión molesta cuando tenía oportunidad de hacerlo, me resultaba algo digno para sonreír, ya que eso significaba que yo le importaba, traté de crear una atmósfera agradable para que Taylor no se sintiera incómodo y lo conseguí, fue divertido hablar con ellos dos riendo de cosas sin mucho sentido, me hacía creer que de verdad Jace y yo podríamos tener algo al tener cosas de las cuales reírnos, Taylor parecía ganarse mi confianza muy fácilmente, creo que esto podría funcionar... un amigo y un novio ¿qué más podría estar buscando?