Capítulo 2
Suena la bendita alarma recordadonme que hoy empieza mi jornada de trabajo junto a ese maldito imbécil.
“Vamos Margot", levanta tu hermoso trasero de la cama o nunca llegarás.
Me levanto con mucho pesar. Tomó una ducha para luego buscar en mi probador que colocarme.
Busco una falda de vestir negra, una blusa blanca y un blazer negro. Me lo coloco para luego peinar mi cabello en una coleta alta impecable y luego maquillarme un poco.
Suspiro, tomó mi bolso y salgo de mi habitación rumbo a la cocina.
—Buenos días mi querida Margot —Me entrega una tasa de café —. ¿Lista para hoy?
—Ni me lo recuerdes —Ruedo los ojos mientras tomo un sorbo d emi tasa —. Debo conservar la calma antes de que me despidan.
—Sólo se amable y empiecen de cero.
Observó reloj y veo que no me da tiempo para desayunar si quiero llegar a tiempo.
—¿Me puedo llevar tu auto?
—No hay problema.
—Te quiero, nos vemos luego.
Tomo las llaves y salgo rápidamente abordando su auto y conduciendo a la oficina.
Me estaciono en los estacionamientos subterráneos de la empresa.
Al llegar a recepción saludo a las chicas y subo rápidamente al elevador marcando el piso de administración.
Al llegar, dejo mi bolso sobre mi escritorio y camino a la pequeña cocina de planta a preparar algo de café.
Al terminar, regreso a mi escritorio con una tasa de café, tomo asiento y al hacerlo el elevador abre sus puertas.
De el baja el idiota del hijo de mi jefe.
Lleva puesto pantalón oscuro, camisa blanca ajustada, un chaleco gris dentro de su saco a juego con su pantalón y una corbata roja.
"Vaya"
Se detiene un momento al verme y luego de unos segundos camina hasta quedar parado frente a mi escritorio.
—Venga conmigo.
Ruedo los ojos, me levanto, tomo el ipad de mi escritorio y lo sigo hasta entrar a la oficina de su padre.
Coloca su portafolio sobre el escritorio , toma asiento y me paro frente a él del otro lado del escritorio.
— Buenos días señor Lombardo lo cordial no quita lo valiente ni mucho menos dormimos en la misma cama.
Suelto de la manera más gentil y en su rostro se hace presente un gesto se asombro.
—Ya tengo lista su agenda de su padre para hoy ¿Quiere que le diga lo asignado para hoy?
— Buenos días señorita Campbell en efecto no dormimos en la misma cama, de ser así aún estaría en mi cama bajo mi cuerpo gimiendo mi nombre —Sonríe ladinamente —. Dígame que tenemos para hoy.
Cierro los ojos y suspiró tratando de controlar las tremendas ganas que tengo de mandarlo para freír espárragos.
Abre un sobre de azúcar y lo vierte en el café. Lo revuelve y se lo toma mientras se arrecuesta a su silla.
— No tengo todo el día para esperar que usted me lea una simple agenda señorita .
"Maldito imbécil"
— Para hoy tiene una videoconferencia a las nueve con los ejecutivos de Europa , también debe revisar y firmar los contratos con los argentinos y por su puesto una llamada de negocios con el señor Adams con el cual su padre mantiene negociaciones.
Cuando levantó la mirada del ipad lo encuentro mirándome de arriba abajo. Al darse cuenta de que lo he pillado retoma su postura.
— Puede retirarse, de necesitarla se lo hago saber.
Prende su computador y me ignora por completo.
Salgo de su oficina estrellando la puerta al salir y caminó de vuelta tomando mi puesto de trabajo.
Al prender el monitor me hace llegar algunos emails los cuáles me hace revisar. Contesto algunas llamadas y rápidamente la mañana se resumen en eso.
Cuando estoy por levantarme a llevar unos documentos a la oficina, el elevador vuelve hacer su ruido particular y abre sus puertas dejando ver a una rubia de piernas largas, la cuál lleva un diminuto traje y unas sandalias de puntas bastante ruidosas.
—¿Tú quién diablos eres? —Me mira de arriba abajo
Revoleteo los ojos mentalmente y sonrío lo más falsa posible.
— Buenos tardes soy Margot la asistente personal de presidencia.
Rueda los ojos con prepotencia y yo controlo mis ganas de mandarla al demonio.
—¿En que le puedo servir?
— Tú, a mi para nada. Puedes avisarle a Alexander que estoy aquí.
Toma asiento en el sofá frente a mi escritorio mientras observa sus uñas en un gesto de ¿superioridad?
Observó su cabellera y no me queda dudas que usa extensiones, sus grandes pechos me dejan saber que es operada y ni se diga de su perfilada nariz y su abundante maquillaje.
"Toda una muñeca plástica"
— ¿De parte de quien disculpe? —Sonrió hipócritamente.
—Anastasia, él sabe quien soy, no preguntes tanto .
La miro directo a los ojos y tengo que contar hasta tres para no matarla.
—Señorita Anastasia, deme unos minutos.
Tomó las carpetas y caminó hasta la oficina del señor Lombardo.
Toco su puerta antes de entrar y me da voz de mando para seguir.
— Señor lamento interrumpirlo —Camino hasta su escritorio —. Aquí tiene estos documentos que pidió, también para decirle que lo busca la señorita Anastasia.
—En que momento —Musista llevando su mano al puente de su nariz —. Lo que me faltaba , déjela pasar.
—Como usted ordene señor.
Salgo de su oficina y me hago a un lado dejando pasar a la rubia.
Luego de algunos minutos escucho unos gritos y basta que pasen otros minutos más para salir ambos de la oficina.
Se detiene frente a mi escritorio y retoma su compostura seria .
— Señorita Campbell, se puede tomar el resto del día, la espero mañana.
Su mirada cae a mis pernas y cuando se da cuenta que lo he pillado vuelve a su porte serio.
— Bien, como ordené señor hasta mañana .
Me da un asentimiento de cabeza y camina hasta el ascensor mientras toma de la cintura a su acompañante .
Espero que ambos se vayan en el elevador para guardar todo y así tomar mis cosas y marcharme .
Al subir al auto mi teléfono suena y saco contestando la llamada.
-Hola preciosa ¿Ya te olvidaste de mi?
-Para nada solo que he tenido unos días muy ocupados.
-¿Te parece si esta noche salimos a tomar algo a la discoteca bar del centro ?
-Esta bien, pasa por mi a las ocho.
-Hecho dulzura.
Cuelgo la llamada y conduzco hasta salir al tráfico pesado de oa ciudad.
Nicolás es mi mejor amigo y también mi mejor amigo con beneficios cuando lo necesito.
Es una amistad sin complicaciones, con algo de sexo sin ningún tipo de rollo.
Hemos sido amigos desde la preparatoria, él y Paloma son lo más cercanos que tengo a una familia desde entonces.
Al llegar a casa veo que Paloma no se encuentra. Observó el reloj y marca las cuatro y media.
Me deshago de mi ropa de trabajo y me coloco algo fresco para preparar algo de cenar.
Luego de cocinar un poco de pasta veo una película hasta cuando mi reloj marca las siete .
Me doy una ducha rápida, buscó algo en mi clóset y encuentro un vestido de cuero negro.
Me lo coloco y busco unas sandalias de tacón alta del mismo color. Me maquillo y me ondulo el cabello.
El timbre suena y se que se trata de Nicolás, así que camino a la puerta y abro.
— Hola preciosa —Se acerca a mi dándome un casto beso.
—Hola guapo, estoy lista para irnos –Caminó hacía el sofá y tomó mi bolso.
—Bien, entonces vamos nos espera una gran noche.
Reímos y salimos del edificio.
Llegamos y para ser un día de semana está muy lleno. Entramos y vemos una mesa al final.
Tomamos asiento y pedimos jnis tragos para empezar la noche.
El ambiente está de lujo , las personas bailando y disfrutando al máximo. Después de un rato analizando el lugar me quedo viendo el área VIP y lo que mis ojos ven no lo pueden creer.
El hijo del señor Lombardo sentado en una mesa besándose con la barbie de plástico de manera muy provocativa.
¡Vaya! A él si que le gusta divertirse.
Los veo separarse, tomar un trago de su vaso y observar el lugar hasta que sus ojos caen en mi.
Me observa de manera directa , le sonrío y alzo mi copa en señal de saludo .
No quita su mirada de mi hasta que es interrumpido por aquella mujer quién lo vuelve a besar. Quito la mirada y niego con una sonrisa en el rostro.
Nicolás se levanta, me toma de la mano y camina conmigo hacia la pista de baile para bailar un poco y empezar a divertirnos .
Sujeta mi cintura pegándome más a él , enrollo mis brazos sobre su cuello y uno sus labios los míos en un caliente beso.
Cuando nos separamos observó hacia el VIP encuentrome con una mirada bastante seria.
Sonrío y decido seguir pasándola bien con Nicolás el resto de la noche.
Son pasadas las once de la noche y sigo bailando con él. Hemos bailado hasta el cansancio desde lo más pegado hasta lo más alejado.
—Nicolás —Le susurró al odio —. Necesito ir al baño un momento, no tardo.
—No te demores hermosa .
Camino rumbo a los baños pasando entre la multitud de la gente que hay en la pista bailando , tomando .
Pidiendo permiso y empujando llego a mi destino. Cuando estoy apunto de entrar al baño alguien me toma del brazo y me gira .
—Señorita Campbell.
—Señor Lombardo.
— No sabía que le gustara frecuentar estos lugares —Sonríe ladinamente —. Y menos a estás horas .
— Lo mismo digo señor .
Trato de seguir mi camino y me vuelve a tomar del brazo.
—¿Quién en su acompañante? —Espeta serio —. ¿Su novio?
— No señor, es un amigo. —Me suelto de su agarre y me alejó un poco .
Estaba muy cerca a él y ya empezaba a sentirme acalorada. Lo miro y veo que hace un gesto como si estuviera sorprendido.
—¡Vaya! para ser su amigo estaban bailando coqueteando y besando de una manera muy cariñosa ¿No cree?
—Disculpe, mi vida privada es mía solamente y si fuera así lo mismo digo de su acompañante permiso.
Me doy la vuelta y sigo mi camino. Veo el baño a unos pasos.
Entro y hago mis necesidades. Cuando salgo me lo topo en el mismo lugar dónde lo deje con la palabra en la boca .
Ruedo los ojos y suspiro.
—Señorita Campbell, la espero mañana en la oficina a la hora de entrada ni un minuto más ni un minuto menos. —Espeta de manera dura.
"Como si fuera a dañarle la noche" ¡ja!
— No sé preocupe señor —Me acercó tanto que nuestras narices rozan —. Allí estaré sin falta.
— Eso espero —Mira hacia la mesa dónde se encuentra Nicolás y luego me mira nuevamente —. Le aconsejo irse ya para que pueda descansar bien y no se entretenga en otra cosa que la pueda hacer llegar tarde.
"Con que esas tenemos"
— Señor, ya le dije que no pienso llegar tarde a la oficina y si me entretengo en algo créame que eso no me hará llegar tarde, al contrario me hará llegar feliz y relajada —Me mira asombrado —. Compermiso, nos vemos mañana señor.
Camino de vuelta a la mesa ignorando por completo su presencia.
¿Que se cree ?
Él muy tarado me va hablar así cuando el esta más que entretenido con su compañía seguramente él que llegara tarde a la oficina será él.
Llego dónde Nicolás y lo invito de nuevo a bailar a la pista. Sigo bailando muy pegada a él , comienza a dejar besos en mi cuello y pone sus manos en mi cintura .
Miro nuevamente a la zona VIP y veo cómo el señor Lombardo me mira de una manera muy seria, mientras su acompañante le dice algo al oído que lo hace sonreír .
Aparto la mirada de esa área y le sigo el juego a mi acompañante , me muevo de manera sensual frente a el mientras me sujeta por la cintura y me presiona más hacia él.
Me giro quedando frente a frente, me besa para luego repartir besos por mi cuello y cuando miro hacía donde mi jefe lo veo parado en el barandal de su área mirándome completamente serio haciendome sonreír.
Me giro y le susurro a Nicolás que ya me quiero marchar. Paga la cuenta y salimos de la disco agarrados de las manos.
Después de media hora llegamos a mi piso. Entramos y caminamos a mi habitación.
Nos duchamos separados y luego de hablar un rato nos quedamos dormidos.
***
7:00am
Mierda, no escuche el despertador.
¡Mierda, mierda, mierda!
Lo que me faltaba.
Ese maldito engreido me va querer despedir.
Me levantó como un resorte de la cama , me ducho, me alistó y levanto a Nicolás que también debe ir a trabajar.
—Nico, ¿Me das un aventón porfa? —Junto mis manos en forma de suplica —. No puedo llegar tarde.
— No hay problema —Toma su chaqueta y las llaves de su moto —. Salgamos antes que llegues tarde.
No hubo problemas con el que se cambiará en mi piso, ya que siempre que viene deja algo de ropa .
Llegamos a los estacionamientos del edificio, se coloca su casco y me ayuda a colocarme el mío.
Subimos y arranca saliendo a topa prisa del edificio.
Luego de diez minutos llegamos, se estaciona frente a la empresa, me ayuda a bajar y me quito el casco entregándoselo.
— Eres un amor —Dejo un beso en su mejilla —. Hubiera llegado tarde de no haber sido por ti .
— Encantado de traerte —Sonríe y coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja —. ¿Te parece si vengo por ti para ir almorzar?
—Me parece bien, nos vemos a medio día.
Sonríe, se coloca su casco y se marcha colándose en el tráfico de la ciudad.
Entro al edificio, saludó al seguridad , camino al elevador rápidamente al darme cuenta que está apunto de cerrar sus puertas logrando subir a el .
Alguien garraspea, aclarando su garganta a mi lado y cuando veo de quién se trata sonrío falsamente .
— Buenos días señorita Margaret.
—Margot.
Lo corrijo y veo que me mira de arriba abajo.
—Veo que amaneció perfectamente y llega puntual.
—Cumplo con lo que digo —Musito sin mirarlo —. Me gusta ser puntual, por algo soy la asistente de su padre.
— Me pareció ver que vino muy bien acompañada, ¿Cómo terminó de pasar su noche?
Me mira fijamente y yo sólo niego.
¿Ahora le importa cómo pase mi noche?
"Este hombre está loco" , definitivamente está loco .
— Excelente señor —Sonrío y lo miro con el ceño fruncido —. Pero creo que no mejor que la de usted señor .
— No la estoy entendiendo —Me mira confundido —. ¿A que se refiere?
—Me refiero al moretón que trae en el cuello señor o mejor dicho el chupete.
Le señalo dónde lo tiene y rápidamente se toca el cuello.
El elevador llega al piso 30 y bajamos.
Dejó mi bolso sobre el escritorio y caminó hacía un pequeño cubículo de la cocina a preparar café.
Ys listo el café, coloco todo en una charola, me acerco al escritorio tomando mi ipad y caminó hasta la oficina.
Tocó y escucho cuando dice adelante. Entro y coloco la taza de café sobre su escritorio.
— Su agenda no demanda mucho hoy señor , sólo la firma de algunos contratos y una llamada a un cliente en España.
— Bien , si la necesito la llamaré señorita, puede retirarse .
Vuelve a colocar su mirada sobre su teléfono. Observó su cuello y veo que se a subido un poco el cuello de su camisa.
Niego divertida y salgo de la oficina.
Cuándo estoy a punto de tomar asiento el elevador anuncia su llegada y abre sus puertas.
De el sale un hombre alto que aunque su cabello deja resaltar algunas canas se ve muy bien conservado.
Observa todo el cubículo hasta que camina acercándose a mi escritorio.
—Buen día bienvenido —Me paro frente a él sonriéndole —. ¿En que le puedo servir?
—Buenos días bella dama busco a mi sobrino, el joven Alexander Lombardo.
Me devuelve una sonrisa.
—¿Usted es hermano del señor Lucio?
—Así es —Sonríe —. Tú debes ser su asistente personal, hemos hablado en algunas ocasiones telefónicamente.
— Claro señor Luis, ya lo anunció.
Caminó hacía mi escritorio, tomó el teléfono y marco a su oficina; luego de dos tomos contesta .
—Digame señorita.
Su voz suena tranquila.
— Señor, disculpe que lo moleste pero su tío el señor Luis Lombardo lo busca .
Lo escucho suspirar.
— Déjelo pasar .
Cuelga.
— Señor Lombardo , puede pasar, si gusta lo acompaño.
— No hace bella dama y sólo dime Luis —Me extiende su mano —. Lo del señor dejaselo a mi hermano y mi sobrino .
Sonrió ante sus palabras y camina hacia la oficina de su hermano.
Después de casi media hora sale el señor Luis de la oficina de su sobrino con un semblante serio.
Antes de marcharse se para frente a mi escritorio.
— Fue un placer señorita Margot —Me levantó, le extiendo la mano y el me la recibe —. Espero volver a verla pronto.
— Lo mismo digo señor Luis —Me sonríe y deja un beso en mi mano —. Esperó termine de pasar una buen día.
Se marcha y yo sigo desenvolviendo mi trabajo.
Llega la hora del almuerzo y me acercó a la oficina del señor Lombardo para ver si se le ofrece algo antes de irme almorzar.
— Disculpe, pero ya es mi hora de almuerzo y quería saber si se le ofrecía algo antes de irme .
— Se puede tomar el resto de la tarde, no la necesitaré más.
Por su rostro, veo que esta de mal humor así que lo mejor será que me marche.
— Bien señor, hasta mañana.
Me doy la vuelta y me marcho .
Parece que la visita de su tío no fue nada agradable.
"Carga una cara de los mil demonios"
¿Qué le habrá dicho para que estuviera de tal manera?...