Capítulo 4
EMMA:
Prepárate, tú puedes, ya no eres una niña, eres una mujer, necesitas valerte por ti misma, debes hacerlo por tus hijos, Noha, John, Tommy no pueden cargar con nosotros por siempre. Me repito una y otra vez mientras termino de arreglarme.
— Mami, te ves muy linda.
— Gracias Valentina.
— Dime Tina.
— ¿Tina?
— A Donato le dices Don, a mi dime Tina.
— De acuerdo. —Mi niña me mira con esos ojos aguamarina, se parecen a los de Demetri, pero también podría ser por mi color de ojos.
— Mamá, ¿Tina?
— estamos aquí hijo, ¿qué sucede?
— Te ves preciosa, como una reina.
— Don, ¿por qué eres así?, las chicas se volverán locas por ti.
— Yo solo te querré a ti y a Tina, seré como el tío Noha.
— Si él nos quiere y cuida de todos.
— Mmm, eres muy despistada mamá.
— ¿A qué te refieres?
— Nada solo tengo 5 años ¿qué puedo saber yo? —Miro los ojos de Donato, ese color de avellana que tanto se parecen a los que vi cuando desperté esa mañana, los ojos de Prieto.
— De acuerdo niño de 5 años, prométeme que te comportaras y cuidarás a tu hermana. Debemos dejar una buena impresión.
— Sí, pero si los niños preguntan porque si somos mellizos, somos diferentes ¿qué les digo? ¿O hago como me enseño el tío Noha?
— Nada de golpes, le dirás la verdad, que Tina es más baja, porque se parece más a mí que soy bajita y tú... eres más alto...
— ¿Cómo mi padre?
—... —Si, esa era la verdad, los gemelos Constantini son altos, sea cual sea su padre, Donato saco su altura.
— ¡Papá Noha!
— Hola princesa, hola, campeón, hola linda.
— Hola guapo.
— ¿Por qué se hablan como si fueran pareja?
— ¿A qué te refiere Don? Siempre nos hablamos así desde pequeños con Noha. —miro a mi niño confundida por lo que dice.
— Si, pero ya no son pequeños.
— Tú madre siempre será muy especial para mí, ahora dime campeón ¿cuál es tú problema? Porque no me saludas.
— Te volviste a tatuar, y no fue mi nombre, y lo habías prometido.
— Don, Yo le pedí a Noha que no lo hiciera, a ninguna mujer le gustaría ver el nombre de otro niño que no fuera su hijo en el cuerpo de su esposo. No queremos causarle problemas a Noha el día que se casé. —y no sé porque decir eso me hace mal.
— No te preocupes Don el próximo será tu nombre quiera o no tú mamá.
— No voy a discutir en este momento, bien niños vamos.
— Ya es la hora, ¿irás así? —Noha me mira de arriba abajo.
— ¿Que tengo? —¿acaso me queda mal la ropa?
— Estas demasiado hermosa.
— Me haces sonrojar, grandulón. No te preocupes, nadie se fijaría en mí.
— ¿Por qué no puedes ver la belleza que posees? — ¿Por qué tienes que decirme siempre cosas tan bonitas? ¿Noha, que quieres de mí?
— ¿Y yo papá?
— Tú eres sin lugar a duda más hermosa que tu madre.
— Si, lo sabía. —mi pequeña festeja.
— Estos niños no sé a quién salieron tan astutos. —dice Noha sonriendo.
— A mi seguro que no. — Y dicho eso, me quiero morir, Noha me mira de esa forma, pero ¿qué puedo hacer? Es la verdad, no tienen mi inteligencia, solo la heredaron de su padre, sea Prieto o Demetri Constantini, ¡maldición! ¿Hoy los veré?
— ¿Quieres que te lleve? —pregunta cambiando de tema y lo agradezco.
— ¿Podrías? O me tomo un taxi y después——
— Yo te llevaría a donde quisieras. — ¿Por qué me habla siempre así? ya no somos niños y él, él es Noha Emma no lo olvides, tu buen amigo Noha. Pero, aun así, ese bronceado permanente que tiene, y esos ojos color miel y esa boca…
— Emma, ¿qué sucede? ¿Te perdiste en tú mente?
— No, solo estoy nerviosa, vamos. — Me gustaría que Donato se pareciera a Noha, tiene ese bronceado tan delicioso. ¡Pero Emma que piensas! es tu amigo.
— Ahora que los veo bien ¿quién les compro esa ropa?
— Noha. — Me giro para mirar a mi amigo, muy hermoso amigo, ¡basta Emma que te sucede!
— No debiste gastar tu dinero en esto, ellos ya tienen ropa.
— No digas nada, mis niños tienen que vestir siempre bien, deben dejar una buena impresión, que ella sepa que los cuidas bien.
— Shhh, Camelia Constantini ni siquiera se debe acordar de nosotros.
— Eso espero. — No sé porque Noha le tiene tanto rencor a la familia Constantini, no es solo porque me echaron, lo sé, esto viene de antes.
Luego de un pequeño viaje, descendemos del auto, y nos detenemos en la acera de la gran empresa Constantini. Se valiente Emma.
Giro para ver a Noha, desde pequeña cada vez que necesitaba valor para hacer algo, solo bastaba con ver a mi amigo a los ojos y me llenaba de coraje.
Pero en ese momento mi lengua fue más rápida que mi cerebro, y me despedí de él como nunca lo había hecho.
— Adiós cariño.
—...
Noha se acerca a nosotros a una velocidad inhumana.
— ¿Que sucede? — pregunto tratando de hablar con normalidad.
— ¿Cómo me llamaste? — ¡¿DIOS como lo llame?!
— Ca-ca- ¿cariño?
— Eso me gustó, cariño, suena bien. Adiós mi vida.
Estoy parada con los niños agarrados de mis manos, totalmente avergonzada, y Noha solamente se agacha le da un beso a Valentina, y me da un beso en la frente, que creo que dura un poco más de lo adecuado, me mira a los ojos, esa mirada de nuevo... y luego se dirige a mi niño, dejando mi corazón alborotado.
— Recuerda Donato, eres el hombre de tu familia. —le dice con toda seriedad.
— Y yo respondo por estas dos joyas, no te preocupes, lo tengo. —Le da la mano a Don y se va hacia el coche.
Definitivamente Noha sería el padre perfecto. Me golpeó mentalmente y vuelvo a la realidad, camino hacia la empresa, bajo la atenta mirada de él.
— Hola Emma.
— John, como me ves, ¿estoy bien vestida? —le pregunto a mi amigo, nada más al entrar.
— Estas perfecta con ese conjunto blanco de chaqueta y falda y el negro de la blusa destaca.
— Papá sabes mucho de ropa, ¿tú ayudaste a papá Noha a elegir la nuestra?
— Eso es obvio Tina, tienes un conjunto blanco como mamá. A Noha no se le hubiese ocurrido. —John se muestras orgulloso por su buen gusto.
— ¿Y tú por qué no?
— Yo me visto como Noha, esto es todo lo que necesita lucir un hombre Jean, camiseta, chaqueta, no un---
— ¡Donato! Recuerda donde estamos.
— Si mamita. — Este diablito con su lengua afilada.
— Bien Don, a lo contrario de lo que dice Noha, en este lugar, se visten con estilo, es una empresa de modas y hay ciertas reglas, no te preocupes, tu ropa es el estilo de Noha, pero también lo elegí yo. Por lo tanto, estas bien vestido. Ahora vamos. Nuestro sector tiene su guardería en nuestro piso.
Entramos al penúltimo piso, nos presenta con la persona que cuidara de mis niños.
— Hola soy Carla, puedes estar tranquila, los ayudaré con los deberes del colegio y si queda tiempo nos divertimos.
— Gracias, ellos habitualmente terminan rápido sus tareas, son bastantes listos, son demasiados listos, no te dejes engatusar con sus encantos.
Ella solo ríe, y me gustaría decirle que la advertencia es enserio, Valentina juega a ser dulce, tranquila y servicial, pero es solo el sebo, mientras Donato te analiza y saca tus puntos débiles para manipularte, solo Tommy y yo descubrimos su táctica. Ellos realmente son especiales, tienen el intelecto de un adulto.
Entramos a la oficina de John y casi me muero. ¡Es tan grande! Tiene una vista maravillosa, la decoración minimalista y desprovista de emociones me señala que no la decoró él.
— ¡Esto es maravilloso John!
— ¿Te gusta? hace unos días que la obtuve, me ascendieron.
— ¿Por qué no lo dijiste? hubiéramos celebrado.
— No tiene importancia, ahora lo importante es que serás mi secretaria, por lo tanto, esta será también tu oficina.
— ¡¿En verdad?! Pero ¿crees que estoy capacitada para este puesto?
— Lo estás, créeme, solo es que estás acostumbrada de que Noha resuelva todo por ti, y yo quiero que veas, que realmente tú puedes hacer de todo.
— Sí, Noha realmente se ocupa mucho de mí... ¿Crees que es porque piensa que no puedo yo sola o hay otra razón?
— Eso debes hablarlo con él, bien, te explicaré lo básico que tienes que hacer y después a medida que surjan las cosas te ayudaré, ¿qué te parece?
— Señor Rodríguez, como usted diga.
— Eso estuvo bien, pero solo John, señor Rodríguez dejémoslo para los demás empleados y recuerda, estamos arriba en el nivel de mando, que a ti también te llamen señorita Johnson.
— De acuerdo. — Las horas pasan, aprendo rápido lo que tengo que hacer, esto es muy fácil, John me felicita y al fin de mucho tiempo me siento útil.
— Bueno Emma ya es hora de tu salida, los días que tengas que rendir me avisas y saldrás más temprano.
— De acuerdo ¿tú no vienes?
—No, salgo una hora más tarde que tú.
— Oh bien, iré por los niños. — A solo unos metros de nuestra oficina está la guardería, por lo que no tardó mucho en llegar.
— Tus hijos son realmente únicos, estoy maravillada.
— Gracias Carla, espero no te hayan causado problemas.
— Para nada, Valentina es un amor, y Donato... es único. — Me río sé a qué se refiere. Al salir de la empresa Tommy espera por nosotros
— Hola Tommy.
— ¿Listos? Pasaremos a dejar a los diablitos e iremos a buscar los apuntes para comenzar a estudiar en casa.
— Bien.
— Tommy, ¿tienes novia?
— No, Don, ¿por qué?
— ¿Pero te gusta alguien?
— Por ahora ninguna en especial, ¿por qué lo preguntas?
—Curiosidad, Noha, y John, están enamorados, pero tú y mamá, no, debe ser porque todavía no maduran.
— ¡Pero mira las cosas que dices! Además, el único enamorado es John.
— Claro mamá, lo que tú digas. — Puedo ver la cara de esos dos diablitos, ¿que se traen entre manos?
Después de terminar mi largo día, vuelvo más que muerta.
— Llegue familia.
— ¿Y cómo te fue todo?
— Llegue a la conclusión que no acudiré a clases de consulta de no ser necesario, solo me concentraré en presentar los exámenes. Extraño demasiado a mis pequeños. Y estoy muerta, a donde están todos, por cierto.
— Tommy, llego hace un momento y se fue a su habitación, al igual que John, y los niños duermen. ¿Quieres cenar?
— Gracias Noha, pero ya comí un bocadillo.
— Bien siéntate y te haré un masaje así te relajas.
Hago lo que me pide, y esto es la gloria, sus enormes manos recorriendo mis pequeños hombros y cuello. Trato de recordar cuando fue la última vez que me hizo masajes.
— ¿En qué piensas?
— ¿Cuándo fue la última vez que me hiciste masajes?
—Mmm, no lo recuerdo, fue hace mucho.
— ¿Estás enamorado?, Auch. — Mi hombro quedó con un pequeño hormiguero ya que apretó más de la cuenta.
— Lo siento, creo que apreté de más. —está nervioso, lo sé.
— No, descuida, ¿me vas a contestar? — Agarro su mano para que se detenga, me giro poniéndome de rodillas en el sofá y así mirar su cara, la cual está sería.
— ¿Por qué la pregunta?
— Donato... dijo que tú estabas enamorado...y... ¿qué me dices?
— Si estuviera enamorado... ¿qué pasaría?
— ¿¡Qué, que pasaría!? Estaría muy feliz de que encontraras a alguien de quien preocuparte aparte de nosotros.
— .... Es mejor que vayamos a descansar, es tarde. — ¿Pero qué paso? Porque esta triste. Corro detrás de él y lo abraso por la cintura. Y le doy un beso en esa enorme espalda que tiene.
— Gracias, por preocuparte por nosotros, pero, debes buscar tú felicidad Noha, ahora buenas noches. Te quiero. —Mientras voy a la habitación lo observo, se quedó parado inmóvil, ¿en qué estás pensando amigo?
Genial estos diablitos están ocupando mi cama. Ni modo me deje caer en la cama de al lado, si hoy dormiré en la cama de Donato.