Librería
Español
Capítulos
Ajuste

4.- Soledad

Saco mis libros y cuadernos de mi casillero. Empieza otra semana en el instituto y empieza con la clase de orientación vocacional que da mi queridísima tía Maddie. Se supone que es una clase para que nosotros, los de último año, podamos elegir bien lo que queremos hacer de nuestra vida, que analicemos la vida, y muchas cosas que en realidad no me interesan. Supongo que debe haber algunos de mis compañeros que están interesados porque son centrados y les importa su futuro, pero a mí me importa más el presente que el futuro así que prefiero divertirme a estresarme. Aunque debo admitir que me he estresado mucho estos últimos días.

Entro a la sala y me encuentro con que todos están allí, menos la profesora. Parece que no soy la única a la que le ha afectado el tener que dormir menos porque todos tienen la cabeza pegada a la mesa. Me uno a ellos porque realmente lo único que quiero en este momento es dormir. Las personas no estamos hechas para dormir tan poco. Debería ser una ley que los chicos menores de veinte años duerman como mínimo diez horas al día. Diez horas es suficiente para no estar como un zombi a la mañana siguiente.

Puede que me convierta en presidenta sólo para poner en curso esa ley. Mi destino es salvar a los niños de tener sueño todo el día.

Muy bien, ya estoy hablando estupideces.

Aunque eso es parte de mí.

- ¿Tienes sueño? - pregunta Max cuando llego a mi asiento.

-Como todos.

Nunca había visto que estuviéramos tan tranquilos. Es anormal. Somos un curso bastante más revoltoso. Nos gusta molestar a los que son de cursos menores y también nos gusta molestarnos entre nosotros. Al menos a mí me encanta molestar a mis compañeros. Más si es a Jake, aunque a él también le gusta vengarse.

El timbre suena y un gruñido masivo se escucha. Todos levantamos la cabeza porque en cualquier momento va a entrar mi tía a hacer su clase que a casi nadie le interesa, pero obviamente no le diré eso porque, por lo que me ha dicho, está muy ilusionada de hacer esto.

- ¿Cómo estuvo tu noche de chicas con mi hermana?

-Normal

-Entonces, ¿comieron como locas y babearon por los actores de películas por las que Cami llora?

-Nos conoces bien- digo riendo.

Me doy cuenta de que Jake frente a mí parece despertar de un largo y profundo sueño. Su mirada va directamente hacia donde está Kelsey y ella se sonroja al darse cuenta de que Jake la estaba mirando.

Parece que Nate tenía razón. Las cosas entre Jake y Kelsey están avanzando más rápido de lo que me gustaría darme cuenta.

- ¿Estás bien? - me pregunta Max al darse cuenta de lo que estoy mirando- Tu sonrisa desapareció.

-Estoy bien, Maxi- respondo poniendo la sonrisa más falsa que puedo en mi cara- No tienes que preocuparte por mí.

- ¿Es broma? Aunque me pidas que no me preocupe por ti, lo voy a hacer- esa frase hace que una sonrisa amistosa se forme en mi cara. Nadie, además de Jake, me había dicho algo así- Siempre, pase lo que pase, me voy a preocupar por ti, Emmie.

-Gracias, Maxi. Eres un gran amigo.

Max se muerde el labio y asiente. Noto que una expresión extraña se forma en su cara, pero desaparece con la misma rapidez con la que apareció. Parecía como si estuviera triste, pero lo disfrazó. Maximiliano Wilson es la persona con la mayor capacidad de esconder sus sentimientos, pero yo, como buena amiga que soy, puedo darme cuenta de cuando hace eso.

Y lo está haciendo justo ahora.

- ¿Qué pasó, Max? - pregunto seria- Y no me digas que nada porque te conozco.

-Estoy cansado- responde, aunque no me consta que sea verdad- Anoche me quedé trabajando en una canción nueva y cuando me di cuenta ya eran las tres de la mañana.

Asiento, aunque sigo sin creerme su historia. Lo único que me molesta un poco de mi amistad con Max es que yo confío completamente en él, puedo contarle todas las cosas que me pasan en el día, incluso las más tontas e insulsas, pero él no parece confiar en mí. Me cuenta muchas cosas, pero jamás lo que siente. Lo que lo pone triste o feliz. Nada. Aunque tampoco es que pueda sentirme mal al respecto porque no es solo conmigo. Es una persona cerrada de por sí. Ni a su hermana melliza le cuenta las cosas.

Al menos me aseguro de que sepa que puede confiar en mí cuando quiera. Estoy aquí para escucharlo tal y como él siempre está aquí para escucharme.

Es lo que hacen los amigos, ¿no?

-Hola chicos- escucho la voz de mi tía Maddie llegar a la sala y cerrar la puerta detrás de si- Hoy tenemos que hacer los grupos para el proyecto de fin de año...

- ¿Por qué si hay que entregarlo a fin de año tenemos que empezar a pensar en él ahora? - pregunto interrumpiendo a mi tía.

-Porque se trabaja en él todo el año, Emmie- responde ella ya acostumbrada a mi actitud en clase. Era mi profesora de literatura el año pasado y es la razón por la que decidí no tomar literatura avanzada este año- Grupos de ocho. Ahora.

¿Grupos de ocho? Muy bien, aquí vamos a tener problemas. ¿Qué pasa si le pido si puede haber un grupo de seis? Mala idea, sé que dirá que no. Aunque en ese caso tendría que preguntarle si se puede un grupo de siete porque estoy segura de que Jake va a querer integrar a Kelsey, como ahora parece estar flechado por esta chica...

No estoy celosa, pero no me agrada la idea de esta chica interrumpiendo en nuestro grupo de toda la vida.

Mi celular vibra en mi bolsillo y frunzo el ceño. ¿Quién podría llamarme a esta hora? Ni siquiera mis papás lo hacen. Confían en que estoy a salvo en las garras de mi tía directora mientras estoy en el instituto.

Miro el identificador de llamadas y una sonrisa gigante aparece en mi cara. Es Logan.

Me levanto de mi asiento y corro hacia el exterior. Puedo escuchar a mi tía preguntándome qué es lo que estoy haciendo, pero la ignoro. No hablo mucho con mi hermano y lo extraño.

- ¡Logan! - saludo al mismo tiempo que contesto- ¡Te dignaste a llamar!

-Tú también puedes llamarme, hermanita- dice él riendo.

-Tú eres el que te fuiste a la universidad algo lejos de aquí con tu novia- finjo estar molesta y él lo nota porque ríe. Extraño a mi hermano. Jamás pensé que iba a extrañar tanto a este idiota- Hablando de ella, ¿cómo está Elena?

-Estamos bien, Emmie- responde y puede que no lo esté viendo, pero estoy segura de que sus ojos están brillando al hablar de Lena- Todo está bien por aquí.

-Qué bueno. Solo espero que no esté tan bien. No quiero ser tía tan joven- bromeo.

-Que mal, justo te iba a decir que Lena está embarazada y que serás tía en ocho meses.

Agrando los ojos y siento como si me fuera a dar un infarto. Menos mal que justo después escucho la risa de Logan a través del teléfono que me hace darme cuenta de que solo estaba bromeando. Mis padres matarían a Logan si eso pasara. No, el padre de Elena y Jake matarían a mi hermano.

Jake es celoso con sus hermanas. Aunque según él solo le gusta protegerlas porque de los cuatro hermanos que son, es el único hombre. Puede que sea el menor, pero es el más sobreprotector. Recuerdo que eso era algo que me gustaba mucho de él.

- ¿Sigues ahí, Emilie? - vuelvo a tierra cuando escucho la voz de mi hermano- Dime que no hice que te diera un infarto o algo porque creo que a nuestros padres no les gustaría que una broma matara a mi hermana pequeña.

-Estoy aquí, idiota- respondo y me sonrojo. Me había quedado pensando en Jake de nuevo- Lo único que puedo decir es que, si necesitas dinero para los preservativos, yo te mando.

-Esa parte está cubierta, hermanita- hago una mueca de asco. Saber de la actividad sexual de mi hermano no es algo que me guste realmente- Tengo que ir a clases, Emmie y tú también deberías ir. Solo quería saber cómo estabas. Debes estar muy sola ahora que no estoy allí y con los papás trabajando como locos...

-Estoy bien, Logan- respondo para tranquilizar a mi hermano- No tienes que sentirte mal. Ve a clases y no desaparezcas tanto.

-Hecho, te llamo después, adiós- y corta.

Un sentimiento de nostalgia se apodera de mí. Logan tiene razón, me siento muy sola en casa. Antes, cuando llegaba siempre estaba él o solo o con Elena, pero siempre había alguien. Ahora cuando llego, tengo una enorme casa vacía para mí sola. Incluso cuando están mis padres en casa me siento un poco sola. Siempre están trabajando, tanto dentro del hospital como fuera de él.

Aun así, los amo. Son unos papás diferentes, pero eso no significa que sean malos papás. Siempre me han apoyado cuando lo necesito.

Una lagrima solitaria cae y se empieza a deslizar lentamente en mi mejilla. Me gustaría tener a mi familia de vuelta. Tener a mi idiota hermano, a su novia Elena y sus hermanas Autumn y Lexie con quienes me crie y son más que amigas son como hermanas de otros papás. Tener a mis primos Julian y Matty. Todos están viviendo su vida lejos de aquí.

Siento una mano en mi hombro y es esa misma mano la que me hace darme vuelta y no me da tiempo para secarme esa lagrima que se escapó. Odio que me vean llorar.

Me encuentro de frente con el pecho de Jake. Soy lo suficientemente pequeña como para que le llegue a casi al cuello. Tampoco es que él sea tan alto, pero para mí sí que lo es.

- ¿Rubiecita? - pregunta él mientras me mira con el ceño fruncido- ¿Qué pasó? -no le respondo- Tú no lloras por cualquier cosa, Emilie. ¿Podrías decirme qué es lo que te pasó antes de que pierda la cordura y empiece a golpear a cualquier persona que yo piense que te pudo hacer daño?

Mi corazón da un vuelco al ver la preocupación que demuestra Jake. No sentí esto por Max cuando demostró estar preocupado por mí. Max es mi amigo y Jake... ya no sé qué es él para mí.

Mi frecuencia cardíaca aumenta cuando Jake se acerca a mí y con su mano, y mucha delicadeza, hace que esa lagrima desaparezca. Sus ojos celestes se quedan mirando fijamente mis ojos azules. Conozco esos ojos al revés y al derecho, pero justo ahora se me hace muy difícil leer lo que expresan ahora.

Sus manos ahora sostienen mi cabeza. Puedo notar que traga en seco y está un poco nervioso. No habíamos estado así de cerca y de una manera que parece tan intima desde que terminamos hace algunos años.

- ¿Me vas a contar qué es lo que pasó? - pregunta con dulzura sin dejar de mirar sus ojos y yo no dejo de mirar los suyos.

-Nada importante, tranquilo- intento hacer que se despreocupe por mí, pero parece que no funciona porque me conoce y sabe que estoy un poco triste- Era Logan- comienzo a decir la verdad- Extraño a mi hermano, celestito. Me siento sola. Sin él en casa siempre estoy sola.

-Entiendo a lo que te refieres- dice y yo niego con la cabeza- Mis hermanas están lejos también.

-Pero tú tienes a tus padres siempre cerca. Aquí está tu papá y siempre que llegas tu mamá ya está allí. Yo llego y lo único que encuentro es una nota en la puerta que dice que llegarán en la noche y que pida pizza para cenar.

Jake me abraza y yo le devuelvo el abrazo. Me hace sentir bien saber que tengo a Jake a mi lado pase lo que pase.

-No estás sola- dice y yo siento escalofríos al sentir su aliento en mi cuello- Yo siempre voy a estar a tu lado y sabes que puedes ir a mi casa cuando te sientas sola. Podemos cenar algo más que pizza. Mamá puede cocinar el pastel de papa que tanto te gusta.

Sonrío porque me doy cuenta de que Jake es una de las únicas personas que me hacen sentir mejor. Me gustaría que no fuera así porque haría las cosas más fáciles, pero no puedo controlar esto.

Jake es una persona importante para mí. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Lo quiero mucho, aunque ya no estoy segura cómo.

-Creo que no es buen momento para decirte que tu tía puso a Abigail en nuestro grupo de trabajo, ¿verdad? - dice entre risas.

Me separo de inmediato de él. ¿En serio? ¿No podría ser cualquier otra persona?

-Abby me odia- digo y él asiente- Estoy segura de que nos vamos a matar mientras trabajamos.

-Pues si lo hace, Cami la matará a ella y ambas irán al infierno- bromea

-Bueno, en el infierno estaremos las personas más divertidas, ¿no? - le sigo la broma.

-Pues claro, allí estaremos.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.