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Parte 3: Un suceso inesperado

Cuando el profesor regresa al gran salón, se hizo un corredero de estudiantes que buscaban su lugar para sentarse, o un lugar cercano, una vez retomada la clase sentí que me Chistaban, de inmediatos cerré mis ojos y pensé, “esto no puede estar pasando”.

Pasó volando una bolita de papel por encima de mi hombro, cayendo en mi escritorio, tuve el reflejo de taparlo con mis manos, en eso el profesor ve algo y me mira frunciendo las cejas.

_ Algo para compartir señorita Pérez, o quizás su compañero de atrás tenga algo para decir.

Yo no respondí, ni quise voltear a ver quién estaba sentado tras de mí.

_ O quizás el señor Beretforr, …

¡no deje!, no responda ahorre energías en excusas absurdas, mejor retírese lo que resta de la clase y al tocar la campana lo veré en la oficina de la directora Shans.

Sentí el ruido del banco moverse y cuando estaba por salir volteó a mirar hacia mí, y rio. De inmediato veo la bola, y la desármo volviendo el papel a su forma original, había una nota

…Espérame en la esquina Libertador

Te veo después de clase para nuestras clases JA JA …

Noah

Esto era una pesadilla, ¿por qué?, Los 15 minutos restantes fueron interminables, mis manos se aferraron a los lados de la pequeña meza apretando con fuerza los bordes astillados, no quería ayudarlo, estaba decidida a evitar las pautas de la nota.

Al marcar la campana la salida, recogí mis cosas para irme, mis pazos eran rápidos, cuando me acerqué al lugar pautado aceleré mi caminata para alejarme de allí. Sabía que estaría en detención, tardaría un rato, proporcionándome el tiempo suficiente de llegar a casa.

Cuando doblé en la avenida Sheferson las cuadras se hicieron largas, veía todo el trayecto como escalar el Everest, sentí la Ducati Scrambler color negro deteniéndose junto a mí, el individuo con su chaqueta de cuero, esbozando una sonrisa del jugador del año.

_ Eh… Niña, Creí haberte dado una nota. Dijo impaciente

_ ¿Niña? Mi nombre es Madelein, deja eso de niña, y tu bola de papel, la arrojé a la basura, dije con desdén. No la vi, pensé es una bola de papel y que por eso te sacaron del salón, además ¿no te mandaron a detención?

_ Como sea… niña. Si, fui como un joven modelo. Pero dije “directora Shans no tengo nada de tiempo, tengo que ir con mi tutora escolar ya sabe, necesito un refuerzo en mis asignaturas” y se quedó muda, los chicos hubieran pagado por ver esa cara, pero…

_ Sabía que había un, pero, eres un pendejo.

_ Para que me deje ir tuve que decir tú nombre en fin sube a la moto, nos vamos

_ ¿Qué? Porque, porque diste mi nombre. Estallé

_ Porque eres una niña buena, que querías que le diga, mi tutora es Claris, la cual la directora me ve besuqueando todo el tiempo, no iba a creer algo como eso, además imagínate terminaríamos en la cama para estudiar, tú me entiendes, dijo riendo, además dime alguna vez la has visto con un libro ja, no tiene mucho espacio en su cabecita. No conozco muchas chicas, las evito, no me relaciono bien con ellas, prefiero la posición horizontal, solo así las entiendo. Además, no es del todo mentira le dije el QUIEN no el POR QUE.

_ Eres un maldito. Dije furiosa. Te juro que te miro, y no sé porque, no te llevas con las mujeres.

_ Es cierto, en fin, ya me aburrió tu cantaleta, voy a cargar gasolina enfrente nos vemos allí.

Al cruzar la calle transitada deseé que me choque un auto, lo juro, pero no tuve esa suerte

Me subí a la moto y pensé trágame tierra, solo quería que esto acabe pronto, ya ansiaba las vacaciones navideñas para no tener que soportarlo, no podría zafarme de esta, su última frase el miércoles antes de irse lo decía todo entre líneas, “vi tus fotos no tienes opción”

El camino a casa fue insoportable, lo odiaba, sentía una rabia que me hacía doler el estómago. Al bajarme de su moto, esperando, a que el dijera algo sobre los apoyos que necesitaba, pero solo arrancó dejándome confundida, ¿qué carajos quiere este tipo conmigo?, me tenía a las vueltas, no iba a soportar esto por mucho tiempo.

Al entrar a casa, mi madre estaba sentada junto a la ventana, eso era esperanzador, dos días esta semana, creo que su salud está mejorando.

_ ¿Mija quién es ese joven que te trajo a casa? Dijo mientras tocía

_ ¿El? …nadie mamá no le des importancia

_ El lunes también te trajo a casa, lo vi.

_ Ahh mamá… fue el miércoles no el lunes, y en realidad, sí lo conozco, va conmigo al colegio, quiere que lo ayude con algunas materias.

_ ¿y cuándo?

_ Todavía acomodamos los horarios.

Mentía, no podía decirle, que me tenía a las vueltas, y menos que me estaba amenazando con mostrar mis fotos

Las horas pasaron lento esa noche de viernes, después de juntar la mesa, lavé los platos.

En eso mi padre llevaba a mamá a dormir. Al finalizar apagué las luces del recibidor y fui a mi cuarto.

Me quité la ropa, tomé la primera remera que vi en el closet, que era un caos. Miré por la ventana que estaba a un lado de la casa, el cristal comenzaba a empañarse por la lluvia fina que caía, se escuchaban algunas ruedas de automóviles que pasaban por el pavimento mojado, la farola en la esquina dando una luz tenue, enmarcando todo el lugar de una manera sombría.

Después de un día largo apagué mi velador y me acosté.

Solo la lluvia, mi compañía esa noche de otoño, el silencio se rompía de tanto en tanto por un débil golpeteo en el cristal, no me dejaba dormir.

Al ver por la cortina casi abierta, Noah estaba de pie afuera, golpeando suavemente el cristal de la ventana con el dedo. Cuando abrí la ventana una ligera brisa entró arrastrando su perfume, este era fresco y suave, respiré profundamente, olía a gotas de lluvia.

_ ¿Qué ocurre ahora?, que haces aquí. Dije en murmullos, estás loco… vete

_ Vine por lo de las clases, ¿puedo pasar?

_ Shh, baja la voz mis padres están durmiendo en la otra habitación, pero porque a esta hora, Noah no, es tarde, dije perdiendo la paciencia

_ Hazte a un lado, entraré por la ventana, no quiero que me vean, por eso a esta hora.

_ No, debes irte, te escucharan mis padres.

_ Porque tienes que resistirte tanto, sé que me dejaras entrar, no me dejarías bajo esta lluvia…vamos, hazte a un lado, dijo con esa expresión soberbia que me hacía hervir la sangre.

Me aparté de la ventana y entró sin hacer ruido, yo muerta de nervios por temor a que mi padre ollera, pero él, aguantando la riza por la travesía.

Cerré la puerta del dormitorio con llave al igual que la del baño que se conectaba con este, mientras Noah examinaba todo a su alrededor.

_ ¡Escucha!, voy a ser muy claro, creo que lo mejor para alejar las tenciones entre nosotros, va a ser que dejemos lo que pasa en el colegio por fuera de esto, de verdad necesito una ayuda, con las clases. Dijo asertivamente

_ Está bien, dije suspirando intentaba calmar mi rabia, no me opondré a eso, no estoy conforme con la hora que elegiste, son la 1 de la mañana, ¿qué te pasa?, si mi padre nos escucha te juro que te mata.

_ Mira siendo honesto, Madelein, no quiero que nos asocien, ni que nos vean juntos, lo menos si es posible. Quizás ahora te parezca arrogante de mi parte, pero va a ser mejor para ti también, te parece que todos digan que te juntas conmigo, que andas en malos pasos, se arruinaría tu impecable reputación de niña buena, más aún, no creo que tu padre me reciba bien, piénsalo.

_Esta bien, no tengo nada que decir al respecto tienes razón, no quiero que me vean contigo, solo ven, a media noche… okey, dije suspirando, ¡queda claro!, No quiero discutir esto toda la noche, ¿Con que materia quieres empezar?

_ Entonces si eres una chica lista. Dijo dibujando una sonrisa de triunfo

_¡Ya! Bórra esa expresión. Solo porque viste las fotos, en realidad no pensaba ayudarte, no quiero estar cerca de ti más tiempo del necesario, siéntate y saca los libros, a lo que viniste.

_ Eh, tanto me odias, dijo este riendo

_ No, dije con ironías, solo eres un poco patán, en el colegio… olvídalo

Él sacó sus libros sentándose en el suelo junto a mí, observaba mi cuarto de arriba abajo.

_Bueno comencemos por el ensayo que debemos entregar el lunes, el de historia, no puedo hacer nada por los que ya hiciste hasta ahora, solo se me ocurre ayudarte con este tipo de trabajos, las tareas que te manden y bueno, a estudiar para los exámenes que vendrán antes de navidad, otra cosa no se me ocurre, lo único que te pido es que trates de escribir todo lo que te den en las otras clases a las que no vamos juntos, porque ahí sí, no podré ayudarte, si no sé qué están trabajando. Dije mientras sacaba los libros para hacer mi ensayo también

_ Eh bueno, no te prometo nada. Dijo dudando

Las horas pasaron rápido, solo sacamos conclusiones sobre el extenso cuestionario y cada uno se concentró en sus propias respuestas, iban a dar las 3 cuando apoyé la cabeza hacia atrás recargándola en la cama, cerré los ojos por un instante.

Cabecee despertándome sobre saltada, Noah me miró desconcertado.

_ ¡si!, Llévas dormida un rato, casi son las 5am, terminemos luego mejor

_ Lo siento, por dormirme solo quise descansar los ojos, dije con desdén

Él se incorporó sin decir nada mientras guardaba sus cosas, salió de la casa sin hacer ruido alguno. Me acerqué a la ventana para cerrarla, todavía estaba obscuro, pero se divisaban notas de luz entre los nubarrones.

Noah se alejaba con la moto a la par, bajo una tenue llovizna, al llegar a la esquina, encendió la motocicleta, miró hacia la ventana por un momento, nuestras ojos se cruzaron un breve instante, volteó indiferente y se fue.

Su mirada me dejó desconcertada, dejé caer mi cuerpo sobre la cama, boca arriba cerré mis ojos para descansar .

Parte 4: verdades a medias

Al sonar el despertador a las 6am, me levanté fúrica, tenía mal genio, había dormido poco, estaba agotada. Después de prepararme.

Salí de mi habitación, caminé por el pasillo arrastrando los pies hacia la cocina, al llegar mi padre estaba parado junto a la estufa con una taza de café en sus manos. Al verlo, me incorporé, poniendo mi mejor cara para disimular, pasé detrás de él, para servirme algo de café sin decir palabra

_ Que es esa cara, dijo mi padre en seco mientras volteaba hacia mí.

_ Cual cara papá, dije evadiendo su mirada, solo tuve una mala noche.

Bebí unos cuantos sorbos de café, pero no era suficiente, necesitaba un levanta muertos.

Fui al cuarto de mis padres, mamá ya estaba despierta, la ayudé a levantarse y la acompañé al baño, después de unos minutos doña María ya esta nuevamente en su cama. Le acerqué el desayuno, besé su frente y salí.

Caminé hasta la puerta para Salir, tomé mi bolso que se encontraba sobre el sillón, un paraguas, y mis llaves que estaban en el cuenco cerámico junto a la puerta. Fui a paso lento rumbo al colegio, con ese cansancio que no se aguanta.

Ya en la escuela, me encontré junto a mi casillero a Lía, esta hablaba con suma energía, mientras yo miraba al espacio, mi atención se activó al instante, al verlo acercarse por el pasillo hacia mí, con su grupo por detrás, este se veía fresco como lechuga. ¿Cómo lo hace?, nuestras miradas se encontraron furtivamente, mis ojos reflejaban furia, pero los de él reflejaban desprecio. De inmediato pensé, ¡si tanto le molesta mi presencia! Porque me pide ayuda. Pero por mas desprecio y odio, no podía negarme, debía aguantar

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