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Te veo esta noche a las ocho.

-Está bien, yo los acompaño hoy al bar, pero no regresaré tarde, de verdad, no estoy acostumbrada a esto y necesito prepararme para el curso del profesor Stevens, siento que estaré en problemas con los cursos que él me dará.

-Eso lo veremos cuando llegue el momento, dijo Amanda mirando hacia la mesa en donde estaban los profesores platicando muy amenamente.

Llegando a las residencias, las chicas muy entusiasmadas salieron rumbo al centro comercial.

En muchas tiendas de ropa estuvieron toda la tarde, Raquel eligió por fin la ropa que a ella realmente le gustaba y no la que a sus padres según ella les gustaba, con eso de ser una niña de casa, ella se limitó siempre a vestir lo que deseaba.

-Amanda, si mis padres me vieran con esto se morirían, estoy segura que se armaría una pelea; decía Raquel riendo.

-Ay ya, ya no eres una niña, estoy segura de que se morirían si supieran que perdiste la virginidad con un desconocido, eso sí que los mataría.

-Ya cállate, ni me lo recuerdes, mejor vamos por un helado de esos deliciosos con sabor a menta y pistacho, necesito despejarme un poco y estoy algo estresada, no pensé que mi paso por esta universidad fuera así.

-Vamos Raquel, solamente llevamos una semana, ya te pareces a mí, vamos, animo amiga, que no se te contagie mis ganas de salir corriendo de acá.

Así, con un helado terminó la compra en el centro comercial, valga decir que era bastante lujoso, todo, absolutamente todo en aquel establecimiento era de reconocidas marcas.

-¿Raque, ya viste el nombre de este centro comercial, tendrá algo que ver con el profesor Stevens?

-No sé ni cómo se llama, si sé que es muy costoso todo lo que hay acá, si bien mis padres tienen dinero, no les voy a estar pidiendo cada vez esta cantidad para comprar algunas cosas.

Raquel no tenía idea de que sus padres eran multimillonarios, ya que le enseñaron a agradecer y vivir bien, pero sin excesos, ellos trabajaban, viajaban y de mas, pero nunca Raquel se enteró realmente de donde provenía todo el dinero.

-Bueno, da igual, solo quería que vieras que tiene el apellido de profesor, pero a él ni en auto lo he visto y no te preocupes, ya te hice una investigación, no vaya a ser que esté durmiendo con una completa loca, ya sé que tus padres son multimillonarios y que tu siempre has pasado donde sea que vayas como pobre, pero eso se acabó ahora que estás conmigo, debes darte ciertos lujos, si bien tus padres son los que han trabajado, tu eres su hija, así que a gastar con medida, dijo Amanda riendo.

-Estás loca, ya vámonos, se nos hace tarde.

Con muchas bolsas en las manos, las chicas entraron a la facultad, Raquel que no estaba acostumbrada a caminar con los zapatos de tacón que se había puesto, tropezó, cuando estaba a punto de caer, un brazo evitó que terminara en el suelo con todo y bolsas.

-Gracias, dijo ella sin mirar quien detuvo su inminente caída; al ver aquellos ojos que la volvían loca, ella con una vos bastante seca dijo; Gracias profesor Stevenss por su ayuda y disculpe la molestia, que pena”, mientras miraba a Olivia que estaba al lado de Daniel con una risa de burla en sus labios.

-No se preocupe señorita Collins, fue un placer.

Acercándose al oído de Raquel, el profesor le susurró, te veo esta noche a las ocho donde te recogí el otro día, no me falles debemos hablar.

Una mirada de incertidumbre fue la que hizo Raquel al escuchar aquella frase de “no me falles”, ella no contestó absolutamente nada, pero sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo, ese hombre la volvía completamente loca y parecía que él lo sabía, porque al apartarse de ella, le sonrió de medio lado y le giñó un ojo.

Amanda que era extremadamente despistada, no se dio cuenta de nada de lo que acababa de ocurrir frente a sus ojos.

-¿Viste que mujer más bella es esa tal Olivia? Solo que me parece una completa estúpida, creo que se estaba burlando porque casi te caes, de no ser por ese guapo hombre, abrías quedado en el piso, intenté ayudarte, pero ya sabes, soy lenta y más aun con todo esto que llevo cargando, creo que te abusaste Raquel al comprar, no pude traer nada del centro comercial, tu ocupaste mis hermosas manos, dijo Amanda sonriendo.

Raquel en ese momento no tenía cabeza para nada mas, ella pensaba en lo que Daniel le había propuesto, ¿será que me va a decir que se arrepiente de lo que pasó entre nosotros, estará molesto conmigo por no decirle que era menor de edad o que vivía en las residencias? Se preguntaba para sí misma.

Al llegar a la habitación, de manera inmediata, Raquel se metió a la ducha, cantaba y bailaba, estaba muy feliz y algo nerviosa, buscó el vestido mas sexi que pudo encontrar entre todas sus compras un Chanel de color negro súper ajustado y corto, unos zapatos hermosos Jimmy Choo que combinaban a la perfección con su bolso, un collar largo que se perdía entre sus senos era el complemento perfecto para aquel look espectacular que tenía para salir.

-Diablos, ¿mujer, que hiciste con mi amiga? Devuélvemela dijo Amanda mirando lo hermosa que se veía Raquel.

-No te burles de mí, dime como me veo sinceramente, hoy quiero verme realmente hermosa.

-Jummm, ¿porqué, que pasa hoy, que hay importante como para que quieras sobresalir de esta manera?

Sé que no es por Matt, le dije que tu tenías un novio en Provensa, que ya se diera por vencido.

-Nada Amanda, solamente que es mi primer día así, vistiéndome diferente, con prendas que son mías, no sé si me entiendes, pero es como salir del cascaron.

-No será por si te encuentras al chico guapo de la otra noche por ahí, que si eres tonta, debiste pedirle su número de teléfono al menos Raque, podrías tener una aventura extracurricular, te imaginas, escapándote de noche para ver a un desconocido que te hizo el amor sobre su auto, ay que emocionante suena, como el titulo de una novela, que crees, si un día decido escribir un libro, será sobre esa noche que tuviste Raque.

Ah y sobre si te ves hermosa, si, pero no te emociones, que no eres mi tipo, dijo Amanda riendo fuertemente.

-Pues tú te lo pierdes Amanda.

Riendo las dos chicas salieron de la habitación rumbo al bar, iban en un taxi, los chicos las esperaban en el lugar.

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