4. La Farsa
Cuando se fue Otto, ella saco su celular para revisar los mensajes ya que lo tenía desde que llego en silencio, cuando abrió la aplicación de WhatsApp, se encontró con mucho mensajes de Eliseo
Mensaje de WhatsApp
—Cariño, no quiero que te enfades conmigo, te juro que no pasa nada con Verónica, ella está en mi pasado, es solo que la muerte de nuestro hijo es algo que todavía nos duele a los dos
Mientras Aurora leía el mensaje una mirada fuerte y llena de odio paso en sus ojos, con una sonrisa de burla dejo el teléfono a un lado sin responderle la llamada ni los mensajes.
—Hasta cuando seguirás con esta maldita farsa Aurora –se decía para ella misma
Cuando conoció a Eliseo lo hizo justo después de la muerte de su padre, pasaron alrededor de 12 años cuando ella comenzó en la escuela de defensa e investigación criminalística, fue una de las mejores en la investigaciones policivas y del rango secreto; cuando ella estudio eso lo hizo para averiguar la muerte de su padre, Eliseo era amigo de un compañero de su clase, se vieron un par de veces y después de un año decidieron juntarse con una relación, pero esto comenzó siendo solo una farsa porque el padre de Eliseo fue el hombre que vendió a su padre a ese mafioso llamado Bruno; pero tampoco ella sabía si ese tal hombre llamado Bruno era o no inocente, pero lo que paso hace 20 años le dice que todo fue culpa de una tercera persona.
Flashback de hace 2 años atrás
—Señorita Aurora Salazar
—Sí, un placer señor Martín Olmos, ex Sub-Capitán de la estación de investigación, correcto –dijo ella mientras lo miraba fijamente.
—No seas tan educada, solo tutéame, dime Martín ya que ahora serás mi nuera-mirando a su hijo Eliseo, le dijo —Eliseo al fin decidiste cerrar el ciclo con Verónica te felicito hijo –mirando a Aurora nuevamente le dijo: —Aurora, yo conocí a tu padre, era un hombre realmente increible y dedicado en su trabajo era el mejor capitán de la compañía de investigación que pude tener como compañero y amigo.
Mientras él decía eso Aurora apretaba con fuerza las manos que estaban debajo de la manta de la mesa redonda —Si señor Martín, él era un hombre y un padre increible –bajando la cabeza para disimular la irá y el sentimiento de pérdida de su padre.
—Sí, pero no hablemos sobre la perdida y el vacío que nos dejó el capitán Felipe, mejor hablemos sobre la boda, ¿Cuándo planean casarse? ¿Será por la iglesia también cierto? –preguntaba eufóricamente Martín.
—Si papá nos casaremos por la iglesia si así lo decides amor –tomándole la mano cálidamente Eliseo, le preguntaba a Aurora.
—Bueno por ahora me gustaría que fuese por el civil, me sentiría algo melancólica si fuera por la iglesia ya que no tendría a mi padre conmigo para entregarme –dijo esto todo de una manera tranquila y delicada, pero por dentro estaba odiando mucho a ese hombre.
—Sí, es cierto cariño pero mi padre puede dejarte –mirando a su padre —Cierto papá
—Claro que si hijo, sería un total placer para mí poder dejar a la hija de mi mejor amigo.
Al decir esas palabras el sentimiento y rencor de Aurora no se podía disipar y en un momento de descuido, le soltó la mano bruscamente a Eliseo para decir con una mirada dura y decidida —Lo siento pero no me casaré por la iglesia, solo será por el civil.
Tanto Eliseo como Martín quedaron de piedra por la reacción tan fuerte de esa bella dama.
—Cariño –dijo Eliseo
—Ya lo he decidido Eliseo, y además mi abuela esta en Holanda ahora mismo, el día que decida que nuestra boda sea por la iglesia, será bajo el consentimiento de mi abuela –fueron las palabras fuertes y con mayor decisión de Aurora, misma que Eliseo no logró persuadir.
—Está bien cariño, bueno papá por ahora será por el civil, y en ese caso la boda será en 4 días
Y de esta forma Eliseo y Aurora se casaron el 12 de Septiembre en una pequeña sala de civil, y aquí comenzaba la farsa de ella hacia este hombre, pero durante esos años de matrimonio, el amor por muy pequeño que fuera, floreció para Aurora, que al final si se enamoró de la manera linda de ser de Eliseo.
Durante esos dos años también averiguo todo los años de mala administración del padre de Eliseo, el señor Martín Olmos; en eso descubrió que ese señor llamado Bruno era enemigo de él y su padre perdió la vida, todo era la culpa de ese señor y por Martín.
Fin del Flashback
Ring, Ring…
Sonaba el teléfono interno de la oficina de Aurora para sacarla de sus recuerdos
—Dígame
—Capitana, lo busca su esposo el señor Eliseo
—Hágalo pasar –dijo en un tono seco Aurora
Toc, Toc
—Adelante
—Cariño, ¿Por qué no me has respondido las llamadas ni los mensajes? –pregunto un preocupado Eliseo
Aurora, agarro el teléfono y lo abrió y dijo con una mirada sínica —Lo siento, lo tenía en silencio por eso no sabía que me estabas llamando, pero dime que te trae a mi oficina a estas horas, no deberías estar en tu edificio ahora mismo
—Sí, pero pase a verte antes de ir a la oficina, te fuiste sin darte una explicación cariño –se acercó Eliseo al escritorio de Aurora, se dio la vuelta y le giro la silla para levantarla y poder abrazarla —Amor no pasa nada con Verónica y ya no irá más a la casa, ya hoy di por acabado todo, solo créeme que eres tú la persona que amo más en esta tierra.
Aurora por su parte solo se sentía muy miserable, claro que sabía cómo habían terminado, ellos dos teniendo sexo en la sala de la casa, solo con volver a recordar lo que la cámara de su teléfono le mostraba le daban muchas ganas de vomitar; soltando su agarre se apartó un poco de él y le dijo —Mañana me iré de viaje para Holanda a visitar a mi abuela, necesito espacio para pensar un poco todo lo que está sucediendo con nosotros Eliseo.
—Aurora, no pasa nada entre Verónica y yo; solo nos afecta la muerte de nuestro hijo pero nada más que eso.
—Bueno, igual necesito ir a visitar a mi abuela, tengo ya casi 1 año que no la visito y la extraño mucho
—Está bien, ¿Quieres que te acompañe? Pregunto amorosamente Eliseo
—No gracias Eliseo, aprovecharé que Otto tiene que viajar y me iré con él –cuando ella dijo eso Eliseo, cambio su expresión a una de desacuerdo
—Aurora, ¿Otto te llevará?
—Sí, ¿Algún problema? –pregunto ella inquisitivamente
—No, claro que no, porque debería preocuparme por un compañero de trabajo tuyo amor, si confió en ti. –la realidad es que él sabía que ese tal Otto, andaba detrás de ella, pero prefirió mantenerlo al escondido para no dejar sospecha en ella.
—Bueno Eliseo, debo seguir trabajando y ahora tengo muchas cosas que hacer, hablamos cuando llegue a casa
Antes de que Eliseo la besará para despedirse un eufórico y apasionado hombre entro sin tocar y diciendo amorosamente
—Pequeña demonio traje el almuerzo, comemos juntos –las ultimas frases quedaron en el aire cuando este se fijó en el hombre que abrazaba por la cintura a Aurora. —Lo siento Capitana, no sabía que estaba ocupada me retiro
—No espera Otto, ya Eliseo se va, pasa por favor que ya tengo hambre –mirando a Eliseo le dedico una sonrisa amable —Eliseo, nos vemos en casa está bien
—Si cariño no vemos en casa –pasando al lado de Otto lo miro con una mirada fea y dura, pero Otto simplemente lo ignoró
Después que se fue Eliseo, Aurora se volvió a sentar en el asiento negro de cuerpo con algo de cansancio y le agradeció a Otto
—Gracias por salvarme la tarde
—Jajajaja lo que sea por ti pequeña –dijo este con mucho mimo.
Mientras en una de las mayores empresas de toda Holanda, estaba un hombre con la espalda recta y fuerte con una camisa blanca, con las mangas remangadas y las manos en los bolsillos mirando fuera de la ventana como la brillante tarde abrazaba la increible vista, mientras escuchaba a los inversionistas hablar sobre las cosas importante de la empresa hotelera más grande de toda Holanda
“Empresas Becker”, el dueño era el magnate de los negocios el señor Jensen Gael Becker, no solo bajo su mando tenia hoteles, sino una de las industrias de fármacos más grande y otras cosa como música, cine entre otros.
Después de unos 20 minutos escuchando, se dio vuelta para decirle a los inversionistas
—Si no saben cómo administras una pequeña empresa de evento de entretenimiento, no me sirven como jefes –sentándose en la silla principal de la gran sala de junta le dijo a su mano derecha —Daniel remplázalo hoy mismo, no quiero más a ese tipo en mi empresa
—Si señor Becker enseguida. –después salió dejando a su jefe con los otros 7 inversionistas
—Bien señores, sigan por favor –dijo con una voz gruesa y fuerte Jensen