Capítulo 4
Era extraño, todas estas cosas que él estaba haciendo por mí, no era el mismo Kevin que conocía, el que me encerró en el baño, cerró el ascensor para que pudiera usar las escaleras, me dejó encerrado en el auto, se fue. Me atrapaba en el baño, cambiaba todos los snacks en la cafetería para que solo quedara uno que odiaba y me amenazaba constantemente. Esta nueva versión de él me asusta, no él mismo, sino lo que puedo sentir al respecto.
Por extraño que parezca, dormir a su lado ya no era algo que me molestara ya que las situaciones nos obligaban a hacerlo.
Me subí a la cama y me acosté a su lado. Cubriéndome y cuando lo miré, parecía perdido.
Tal vez estaba a punto de llorar, o tal vez estaba muy asustado, la mirada en sus ojos en ese momento podía significar muchas cosas.
Se acomodó en la cama, se tumbó boca arriba y miró al techo. Y me volví de lado hacia él y lo enfrenté mirando al techo.
- lo conseguiras.
- ¿Cómo lo sabe? - dijo en un tono que no creía lo que dije.
-Porque por increíble que parezca, yo pasé por una situación muy similar.
Se volvió de lado para mirarme. Tan cerca que podía sentir su aliento en mi cara.
- ¿Tu madre también se estaba muriendo de cáncer? - dijo de manera irónica.
- No. Pero también tenía una fecha límite hasta que alguien muriera y no podía hacer nada más que verlo morir ante mis ojos.
- ¿Fue tu padre?
- quién fue no importa.
- DE ACUERDO. - Agradezco que no haya insistido.
- lo que quiero decir es que te entiendo, y desearía poder consolarte y decirte que todo estará bien, pero no será así, al menos no al principio, cuando caiga la moneda y te despiertes. sabiendo que ya no estará ahí, dolerá como nunca, el anhelo nunca se irá, y será horrible continuar en un mundo donde no existe, pero lo lograrás.
- ¿Acabas de decir que nunca estarás bien y luego dijiste que lo lograré? Si esto fue un intento de consejo, fue horrible.
- eres tú quien se equivoca. Que lo entiendas no significa que estarás bien con eso, la extrañarás todos los días y con cada uno de ellos empeorará, te darás cuenta de que cuanto más tiempo pasa, más te alejas de ella. tú serás.
Mientras hablaba, me miró a los ojos y pude ver que el miedo en sus ojos empeoraba cada vez que hablaba. Y odiaba ver miedo en sus ojos.
- pero te acostumbrarás, el anhelo nunca se va, pero te acostumbras a vivir con ello, habrá días que serán más difíciles, días que serán más fáciles, y los más fáciles al principio son los el peor. Te odiarás por lograr vivir sin esta persona, te sentirás egoísta cada vez que seas feliz pero al final te darás cuenta de que está bien que estés bien, y que con el tiempo todo se aliviará y el dolor disminuirá.
Parecía triste y solo, o menos asustado de estar solo, creo que sin ella no tiene a nadie más, y sé exactamente cómo es eso.
- Tienes miedo a la soledad, ¿verdad? - pregunto y él se queda en silencio mientras me mira. Estaba tan cerca que ni siquiera podía quitarme los ojos de encima.
- Yo también estaba sola, se suponía que éramos solo yo y ese alguien, pero no fue así como sucedió, y éramos solo yo y yo. Y no les voy a mentir, es horrible, llevo una semana sin hablar, porque no tenía a nadie que lo hiciera. Eso es lo que siempre digo, a nadie le gusta estar solo, las personas que dicen que les gusta estar solo nunca han estado cien por ciento solas, a veces es bueno tener tiempo solo para ti, pero no es bueno tener una vida donde solo tienes Tu igual.
- lo siento mucho. - fue lo único que dijo.
- No hay de qué preocuparse, ha pasado mucho tiempo, estamos hablando de ti, no de mí.
Él asintió y continuó mirándome en silencio. Pude observar cada parte de su rostro, tenía un lunar en la mejilla tan pequeño que era casi imperceptible, sus cejas necesitaban urgentemente arreglarse y su barba empezaba a aparecer pero eso no me
molestó, de hecho él Logré obtener aún más belleza con ella.
- entonces lo único que puedo hacer es verla morir poco a poco, y luego repasar todo lo que dijiste? Esto no es justo, las cosas no deberían ser así, al menos no con ella.
- cuando lo perdí, una enfermera me dio un consejo y creo que fue lo único que no me hizo rogar por la muerte ese día.
Me miró fijamente esperando que dijera. Me encantó la forma en que prestó atención a todo lo que dije. Me miró como si sólo yo existiera en ese momento y prestó atención a cada palabra. Me hizo sentir única durante unos minutos, algo que nunca había sentido en toda mi vida.
- "memorizarás cada detalle de él, dirás todo lo que tengas que decir, dirás cuánto lo amas, contarás historias, tratarás de decir todo lo que dirías si él todavía estuviera aquí, y luego lo harás". dile adios, y recuerda que suerte tuviste de haber tenido la oportunidad de conocerlo" Nunca olvidé lo que ella dijo, hice exactamente eso, y tal vez si no lo hubiera hecho, me arrepentiría de muchas cosas hasta este momento. día.
Odio recordarlo, odio contárselo a alguien, pero siento que él lo necesitaba más de lo que yo necesitaba guardármelo para mí.
- Está bien, lo haré. - dijo ya susurrando, y mis ojos ya estaban cerrados de tanto dormir. - Es que no quiero perderla…- susurró de nuevo.
- Lo sé, la vida a veces apesta. - mi voz era tan baja que casi no salió. - pero a veces puede resultar muy interesante.
- Es. - susurró él también.
- usted va a esta bien. - dije y abrí los ojos por una fracción de segundo y lo vi sonreír débilmente.
- y tú también. - el dice.
Fue lo último que escuché antes de desmayarme.
—Fabiola
Siento algunas luces en mi cara y algo en mi cabeza. Dios mío, ¿me morí?
Me despierto asustada y apenas abro los ojos Noah tiene su celular apuntando a mi cara tomando fotos.
- ¡Basta, Noé! - grito y él sigue riendo.
Kevin se despierta justo después de mí y le arroja una almohada a la cara.
- ¿Hay algún problema, idiota? - dijo de su peor humor.
- Eras tan lindo que no perdería la oportunidad.
Sacó su celular y lo giró para que pudiéramos ver la foto y yo me sonrojé apenas la vi.
Yo estaba recostada en la cama usando su pecho como almohada y él tenía una de sus manos apoyada en mi cabeza.
- Borra esto. - digo enfadada y él no hace caso y se tira de nuevo en el sofá.
Rápidamente me alejo de Kevin y me levanto.
- Dormirás en tu auto pero ya no te quedarás aquí.
- el hermano que robó mi habitación era tuyo, no hiciste más que tu obligación de proporcionarme una cama!
Kevin se levantó de la cama, recogió la mochila de Noah, se la arrojó y abrió la puerta.
- fugas. - dijo señalando hacia afuera. - Tienes a Bailey para compartir habitación contigo, o incluso a Krytian, así que descúbrelo.
- ¡Eres molesta, Any, por favor ponlo en su lugar!
- puede dejar. - Kevin le cerró la puerta en la cara;
- ¿Nos toma una foto durmiendo y lo defiendes? A ti también te cagará. - y ahí está el Kevin que conozco.
- Siempre estaré en tu contra, ¿los enemigos lo olvidaron para siempre? - digo riendo y él pone los ojos en blanco como siempre y yo me encojo de hombros.
- Voy a bajar a tomar un café, prepárate para irnos.
- ¿Desde cuándo me preparo para tomar un café? Ahórrame, en medio de un montón de delincuentes, ¿me va a importar el pijama?
- Entonces hazlo así, despeinado. - Muestro el dedo medio mientras me abre la puerta para salir y él viene justo detrás.
Bajamos y nada más salir del ascensor me estaban esperando Sabina y Sina.
- Los proyectos de pirañas están surgiendo por todas partes. - dijo poniendo los ojos en blanco mientras se acercaban. Y le di un golpe con el codo.
- ¡Dios mío, pensé que estabas muerto! - Dijo Sabina abrazándome dejándome sin aliento.
- Si sigues aplastándola entonces estará muerta de verdad. - Dice Kevin mirándonos con esa habitual mirada de culo en la cara.
- Nadie te habla. - dijo Sabina.
Sina me abrazó de inmediato.
- Te voy a matar por estúpido o te voy a secuestrar en un lugar seguro. - dijo el destino.
- Ni siquiera sé cómo pasó eso.
- Hablando de eso, amaba a tu secuestrador, era un tipo muy agradable. - Dijo Sina tomando mi brazo y a Sabina del otro, dirigiéndose a la cafetería, con Kevin siguiéndolo detrás.
- Yo también lo pensé, aceptemos que es el Beauchamp más genial.
- Soy el equipo Joalin, lo siento. - dijo Sabina.
- y aquí estoy dando mi vida para salvar a un montón de idiotas que prefieren a la rubia armada y al secuestrador de mierda que a mí. - dijo Kevin enojado.
- para que veas lo aburrido que eres. - dije y él me ignoró.
Todos consiguieron lo que iban a comer y todos nos sentamos a la mesa, y poco después llegó Noah para rematar.
Esto será interesante.
- ¿Desde cuándo la cucaracha se hizo amiga de la rubia? Porque, hasta donde recuerdo, me pediste que la callara, de lo contrario lo harías tú mismo.