CAPITULO 5 No sé qué te traes, pero no confió en ti
GINEVRA
La impresión no desaparece, siento los latidos de mi corazón justa detrás de mis orejas. Ver a Dark a solo unos centímetros de distancia era algo que no esperaba. No estaba lista para esto y mucho menos para que me tratara como lo hizo. Lo veo de reojos mientras ayudo a Kaja a poner la mesa. Intente huir en cuanto llego, pero no me dejaron.
Darko me observa cada tanto desde el balcón mientras conversa con su padre. Kaja se acerca a mí y suspira mirándolos.
—A veces siento envidia —susurra llamando mi atención.
—¿De qué?
—De la relación que tienen —mi ceño se frunce— papa es increíble es un idiota a veces, pero todos los hombres lo son ¿no? —se encoje de hombros y regresa su atención a mí— son muy unidos y mi padre confía demasiado en él, en cambio conmigo —hace una pausa y suspira de nuevo negando— no importa cuanto lo intente siempre quiere tener a su gente sobre mí.
Sonrió porque me parece tonto, quisiera que mis padres se preocuparan por mí de la forma en que ellos lo hacen por ella.
—Deberías estar agradecida —susurro y ella pone sus ojos en mí.
—Lo estoy, solo que a veces me gustaría ser un chico —comenta y yo rio— sería más sencillo todo.
—No sé si más sencillo, pero creo que solo quieren protegerte —ella hace una mueca de disgusto.
—¿Y a ellos quien los protege? —me tenso ligeramente y asiento.
Minutos después Dark entra al comedor fijando su mirada en mí y todo mi cuerpo se tensa. No se cómo reaccionar, tengo ante mí a mi objetivo principal, quizás no tenga otra oportunidad como esta. Tomo el cuchillo que esta sobre la encimera mientras Kaja busca algo en la nevera. Podría matarlos a los tres y nadie lo notaria hasta que me vaya, pero…
—Ginevra —el nombre saliendo de sus labios me hace soltar el cuchillo y mirarle con atención.
Se acerca a mí y coloca ambas manos sobre la encimera, Darko pasa detrás de el mirándome con una media sonrisa en los labios y la ansiedad se asienta en mi pecho.
—¿Si? —cuestiono tratando de fingir una sonrisa.
—¿De dónde eres? —pregunta y sonrió un poco más.
—De China —murmuro y el asiente.
—Darko me dijo que tenías muy buenas notas —asiento y el me imita— ¿Qué vas a estudiar? —pregunta y me pongo ligeramente nerviosa.
No estoy lista para enfrentarme a Dark la información que tengo sobre él no es ni de cerca lo que estoy viviendo con él.
—Ingeniería en sistemas —miento y su ceño se frunce.
—¿Compartes clases con Kaja? —y mi cuerpo se tensa todavía más.
—Sí, papa tenemos un par me parece —y sus ojos me observan con atención— ¿es así no? —pregunta mirándome y asiento.
—Sí, son clases electivas —me apresuro agregar y el asiente.
Pero sé que no me ha creído y me parece de locos que haya atado cabos tan rápido. Por lo que no es mentira aquello de su inteligencia.
—Vamos a comer muero de hambre —suelta Kaja pasando junto a mí y tomando asiento.
Darko la sigue y luego lo hago yo bajo la atenta mirada de Dark. La forma en que me mira me está poniendo nerviosa. Por lo que me disculpo y me muevo al baño. Una vez allí me miro en el espejo y cierro los ojos contando hasta diez. Recuerdo mi entrenamiento y las caras de mis hermanos.
—Tengo que hacer esto —susurro y abro los ojos recobrando la calma.
Unos minutos después estoy en la mesa con parte de la familia Stevens. Darko come en silencio, pero Kaja no para de hablar contándole un montón de cosas a Dark que la escucha atentamente. De vez en cuanto su mirada se posa sobre mí y siento como mis músculos se contraen. Cuando finalmente terminamos de comer, Darko recibe una llamada y se aparta dejándonos solas con su padre quien la ayuda con los platos.
—Yo debería irme —comento dejando los vasos en el lavadero.
—¿Estas segura? —pregunta Kaja y yo asiento sonriendo.
—No quiero molestar —Dark me observa sobre su hombro y vuelve a desviar su atención hacia los platos.
—No molestas Gin, somos amigas ¿no? —sonrió y asiento.
—Claro, pero no quiero incomodar a tu padre —comento y ella ríe.
—Por papa no te preocupes, seguramente se pierde en el gimnasio con mi hermano — Dark se gira secando sus manos y sonriendo cruzando sus brazos sobre su pecho.
—¿Alguien te espera Ginevra? —cuestiona y niego de inmediato— entonces por mí no te preocupes, puedes quedarte el tiempo que quieras.
Mis ojos se desvían hacia los cuchillos que están en la encimera y me lo pienso otra vez. Tienen la guardia baja, quizás no vuelva a tener otra oportunidad como esta. Quizás si lo hago justo ahora pueda volver y salvar a mis hermanos. Muerdo mi labio inferior.
—¿Estas bien? —pregunta de pronto llamando mi atención y asiento.
—sí, si todo en orden es solo que estoy cansada —me excuso.
—Puedo decirle a alguno de los hombres de papa que te lleven ¿de acuerdo? Comenta Kaja y niego de inmediato.
—De hecho, si —agrega Dark.
—No hace falta de verdad estoy bien.
—Insisto —comenta este en tono que no cabe discusión alguna y asiento finalmente aceptando lo que ellos decidan.
—Perfecto —suelta Kaja con una amplia sonrisa se acerca a mí y me abraza con fuerza— muchísimas gracias por no denunciar a Darko y por ayudarnos —me susurra y asiento.
Cuando nos separamos Dark toma una botella de agua tendiéndomela, pero niego con la cabeza y el asiente, pasando junto a mí. Se despide con un gesto de su cabeza y se pierde por el pasillo al interior del departamento. Cuando esta suelto el aire que no tenía idea que contenía y Kaja me mira con una sonrisa extraña.
—¿Qué?
—¿Te gusta? —pregunta y abro los ojos como platos?
—¿Quién? —ella ríe y se encoge de hombros.
—Estabas actuando raro así que asumí que quedaste enamorada con mi papa —se ríe encogiéndose de hombros y luego me acompaña por mis cosas a su habitación.
—Para nada es que no esperaba conocer a tu padre —comento y ella ríe.
—Si te quedas un poco más, podrías conocer a mamá —comenta pero niego.
—De verdad quiero ir a casa, necesito descansar las clases no van a pasar por lo que paso y quiero darme una ducha —agrego y ella asiente— nos veremos luego ¿te parece?
Ella asiente y me guía de regreso al ascensor donde uno de los hombres de su padre ya espera por mí. El descenso es tenso, siento que el sujeto no aparta sus ojos de mí y la incomodidad es tremenda. El camino hacia la residencia se me hace eterno pero una vez llegamos me bajo dando las gracias, espero para que arranquen y se vayan, pero no lo hacen por lo que asumo que están esperando que ingrese al edificio por lo que termino haciéndolo bajo sus miradas detrás de los vidrios de la camioneta.
Me apresuro a subir en el elevador y una vez allí corro hacia la mesa donde se encuentra mi portátil conectada a un teléfono el cual tomo y marco el número uno esperando que se conecte de inmediato.
—¿Bueno? —responde un hombre y lo suelto sin más.
—¿Están dementes o rayos les pasa? —les grito soltando toda mi frustración.
—¿Qué la putita no pudo manejar tanta emoción? —suelta el imbécil del otro lado de la línea y presiono mis manos en puños.
—Les pedí que solo enviaran algunos hombres, no tenían que hacer lo que hicieron —el sujeto ríe y luego me corta.
—Mira mocosa, tu no nos das ordenes ¿entiendes? —suelta con rabia— si eres la puta favorita del jefe eso es cosa tuya y de él, pero nuestras ordenes son claras si tenemos la oportunidad de hacernos con alguno de los Stevens lo aprovechamos.
Niego con la cabeza y presiono mi sien derecha tratando de controlarme.
—Van a joder el plan —suelto entre dientes y el ríe.
—Quizás es justamente lo que queremos —y tras decir eso finaliza la llamada haciendo que suelte un grito de frustración.
Estos imbéciles van echar todo a perder. Me dejo caer sobre la cama cerrando mis ojos, no puedo contar con ellos de nuevo, sea lo que sea que vaya hacer de ahora en adelante debo hacerlo sola. Ganarme la confianza de Darko será complicado y llegar a Dark todavía más… dudo un instante. Quizá debí aprovechar el momento y asesinarlos hoy, pero no tenía nada planeado no puedo hacerlo así, no voy arriesgarme a que me fichen y que vayan detrás de mis hermanos, no voy a liberarlos para que sean objetivos de otros.
Cierro los ojos y trato de relajarme contando hasta diez, cosa que consigo y sin moverme dejo que la tensión de lo que ocurrido se despeje. No me doy cuenta, pero poco a poco me duermo.
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