Librería
Español

Darko, el legado

26.0K · Actualizado recientemente
Tamy Machado
18
Capítulos
0
Leídos
9.0
Calificaciones

Sinopsis

En un mundo donde tus padres son los lideres innatos del crimen sabes que tu futuro estará plagado de circunstancias cuestionables, de guerra, sangre, muerte y dolor. Soy consciente de todo esto, me criaron para serlo, pero eso no evita que cada día de mi vida me cuestione que clase de legado es este que mis padres dejaron sobre mis hombros. Porque aunque estoy orgulloso de ser quien soy, de mis origines y con toda la mierda con la que tengo que lidiar, es un legado que me habría gustado rechazar, pero la misma vida me obligo a abrazar.

AcciónSecuestro

PROLOGO

Mis padres eran increíbles, lograron hacer lo que muchos no podrían en el mundo en el que vivimos. Construyeron un lugar al que podía llamar hogar, un lugar seguro, un lugar al que amaba regresar y que simplemente se jodio de una forma que no tenía solución… teníamos una hermosa vida a pesar de toda la mierda que nos rodeaba y todo parecía ir demasiado bien, sé que ambos me amaban con locura y sé que hubiesen hecho lo que fuera por mí, mi hermana y nuestra familia.

Cosa que realmente ocurrió...

Doce años antes.

Ir al colegio es una de las experiencias más divertidas que hay, pero llegar a casa lo supera por mucho. Corro dentro de la enorme casona en la que vivo buscando a mami, pero no la encuentro, corro a la cocina buscando a mi nana, quien encuentro sentada en su sillón dormida, frente a la puerta que da hacia el jardín río por lo bajo al ver entre sus manos los zapatillos que teje para mi hermana y en el suelo un pequeño suéter rosa.

Me giro y camino en silencio de regreso hacia las escaleras sin hacer ruido para no despertar, mi nana hace muchas cosas lindas por nosotros así que debo dejarla descansar cuando lo hace. Posiblemente mamá y papá salieron algún lugar, aunque es raro llegar a casa y no encontrarlos aquí no me preocupo. Ambos son muy capaces de cuidarse por sí mismos y si están juntos nada ni nadie puede herirlos, al igual que a mí.

Una vez entro a mi habitación dejo caer la mochila junto a la puerta y corro a mi cajón de juguetes para buscar mi nuevo set de súper héroes. El tío paleta me los regalo por haber superado su prueba con los cuchillos. Fue difícil lograrlo sin que mamá y papá se enteraron y cuando lo hicieron casi matan a tío paleta, pero gracias a mi fuerza no lo hicieron, por lo que ahora papa dice que tío paleta me debe su vida.

Me siento en el suelo desarmando y armando mi set para comenzar una batalla épica entre el bien y el mal, pero no pasa mucho tiempo cuando un ruido en el pasillo llama mi atención.

Escucho pasos acercarse a mi habitación y sonrió consciente que mis padres han llegado a casa. Al elevar el rostro observo como la puerta se abre lentamente y sonrió esperando ver a papá, pero encuentro el rostro tatuado de un sujeto que nunca he visto en mi vida. De inmediato me tenso y siento mi corazón latir con rapidez.

—Señor aquí está...—su voz ronca llena el extraño silencio que no había notado hasta ahora y el miedo me llena el cuerpo.

Lleva un traje negro como los que suele usar papa o sus hombres, sus manos al igual que su rostro están cubiertas de tatuajes que no logro descifrar que dicen, están en un idioma extraño.

Unos segundos después junto a él aparecen dos hombres más y tras de ellos un sujeto con una máscara blanca. Mi cuerpo se eriza ante la visión de todos ellos en mi casa, en el umbral de mi puerta. ¿Cómo llegaron aquí? ¿Gretta? En cuanto pienso en mi nana todo mi cuerpo se paraliza a excepción de mi corazón que lo siento latir hasta en mis oídos.

Los hombres se apartan para darle paso al enmascarado justo como lo hacen los hombres de papa con el cuándo llega. Por lo que es lógico que él es su jefe.

Me pongo en pie de inmediato alerta porque sé que algo no va bien, no puede ir bien porque Gretta no está aquí, ni mis padres, ni tío paleta, o tío ratón, estoy solo.

—Hola pequeño —su voz suena extraña, como si verme lo llenara de emoción por lo que doy un paso atrás— no tengas miedo, solo he venido a conocerte saber cómo luce el retoño de Dark —ríe con suavidad paseando su mirada por mi cuerpo con detenimiento como buscando algo— eres idéntico a el —susurra en un tono de voz que me asusta aún más.

Miro a mi costado, hacia mi cama; debajo de esta se encuentra el set de cuchillos que tío paleta me regalo y que he aprendido a usar a la perfección. Estoy cerca de ellos sé que puedo tomar uno y defenderme si hace falta, pero no puedo moverme.

En la gaveta de mi mesita de noche hay una 9 mm que papá ha dejado allí desde siempre. Dice que tenemos que estar listos para defendernos… no creí que algo como eso pudiera suceder en casa, pero ahora entiendo todas las precauciones que todos tienen.

—¿Por qué no vienes a jugar conmigo? —murmura el sujeto de la máscara tomando un bolso negro que le tiende uno de los hombres que van igual de tatuados que el primero.

De este, saca un Spiderman enorme mis ojos se abren como platos al reconocerlo porque es el último modelo que ha sacado la franquicia y hace unos días lo vimos en el centro comercial estando con mamá y papá.

—¿Es el que quería no? —pregunta con una risa extraña que me da escalofríos.

Mis ojos siguen fijos en el juguete papá prometió comprarlo si obtenía una A+ en los exámenes finales del colegio y si aprendía hablar perfecto italiano y ruso. Cosa que no se me ha dado tan bien.

Dudo un instante tentado a acercarme y tomar el juguete, pero recuerdo las palabras que mami siempre me dice.

“No debes acercarte, ni hablar ni tomar nada de personas que no conozcas”

Niego con la cabeza y el sujeto ríe al mismo tiempo que asiente, como si aprobara lo que acabo de hacer.

—Muy bien eres un chico listo como tus padres —murmura.

—¿Señor? —lo llama uno de sus hombres.

—¿Qué pasa?

—Se están moviendo —el hombre de la máscara suspira y asiente dejando el Spiderman en el suelo a sus pies.

—Espero lo disfrutes y te diviertas mucho con él. Velo como una compensación por lo que te quite —no entiendo a qué se refiere, pero no me muevo de donde estoy— dile a tu padre que deje de pensar que es el único que puede entrar y salir de un lugar sin que nadie lo note —eso me hace fruncir el ceño, el vuelve a reír con mi reacción para luego girarse para salir de mi habitación.

Bajo el marco de la puerta se detiene y mira sobre su hombro hacia mí, luego mira a nuestro alrededor antes de suspirar

—Y a tu madre que jugar con fuego solo inicia un incendio que posiblemente no podrá controlar.

En cuanto menciona a mamá todo mi cuerpo hierve con una rabia que no había sentido nunca. Mi mami es intocable, no puede amenazarla y creer que puede salirse con la suya, no voy a dejarlo.

Miro hacia atrás hacia mi mesa de noche, debo hacer algo no puedo dejar que se vayan así. No pueden entrar a casa y ponernos en peligro… pero mi cuerpo por más que quiero no se mueve.

—Tienes mucha suerte pequeño, —murmura una vez más—, hoy permito que sigas respirando la próxima no creo que corras con la misma suerte —tras decir eso sale de mi habitación dejando en claro que podría morir si él quiere.

Siento que mi corazón va a salirse del pecho y estoy aterrado con sus últimas palabras. Dos de los hombres lo siguen, pero el que me encontró permanece en el mismo lugar mirándome serio con las manos entrelazadas al frente. Veo su rostro detallándolo intento memorizar cada una de sus facciones y sus tatuajes.

Papá va a encontrarlo y le hará pagar por entrar a nuestra casa, por amenazarnos y por amenazar a mami.

—No te muevas —me espeta para luego girarse, pero es en ese instante en que finalmente consigo moverme.