CAPITULO 4 ¡Reacciona!
DARKO
La música está a todo dar y el lugar está lleno de estudiantes que se mueven al ritmo de la música, el alcohol va y viene al igual que otras sustancias que conozco muy bien pero que no me llaman la atención. Lek pasa junto a mi moviendo su cuerpo para luego posicionarse a mi lado, señala con su dedo índice hacia un costado donde puedo ver a mi hermana bailando con su nueva mejor amiga.
La asiática se mueve demasiado bien para ser asiática, pongo los ojos en blanco cuando ambas se abrazan y gritan emocionadas.
—Kaja la está pasando bien —comenta Lek y asiento dando un sorbo a mi vaso.
—Iré por algo más fuerte —comento dejando el vaso sobre el borde de la ventana en la que estoy sentado y Lek asiente— no les quites la vista de encima —mi colega asiente y ríe negando con su cabeza.
—Sí, jefe —sonrió con eso y me echo andar entre la gente.
Quisiera decir que Niko está por aquí cerca pero no, no le gustan estas cosas por lo que simplemente prefirió quedarse en su departamento. El cual comparte con Lek, pero obviamente él es un mundo aparte y completamente diferente. Cuando ingreso a la cocina esta se encuentra atestada de chicos que no solo beben, sino que se besan y se manosean entre ellos, paso junto a una pareja que está a punto de desvestirse y tomo una botella de lo que parece ser vodka y la llevo conmigo.
De camino Nikollete se pone en mi camino rodeando mi cintura con sus brazos, sus ojos claros me observan y sonríe coqueta. Esta preciosa.
—¿Cuándo llegaste? —ronronea cerca de mi oído.
—Hace un rato —tomo su cintura y la aparto ligeramente para volver, pero me detiene.
—¿Estas evitándome? —pregunta con el ceño fruncido y niego con la cabeza—, pues parece que eso hace, ¿Qué sucede? —suelta cruzándose de brazos mientras yo observo a mi alrededor buscando la cabellera de mi hermana.
—No estoy de humor —suelto pasando junto a ella.
—¿Es una broma, verdad? —suelta y suspiro ignorándola.
El semestre pasado iba muy relajado tranquilo porque Kaja estaba segura lejos de todo este desastre a pesar que podía venir y pasar un rato aquí había un cordón de seguridad 24/7 a su alrededor, ahora no es así por lo que tengo que ser yo quien la cuide. Regreso al borde de la ventana donde estaba antes descubriendo que uno de mis supuestos mejores amigos ha desaparecido al igual que mi hermana y su nueva mejor amiga.
Trato de preocuparme y empiezo a buscarla entre la multitud, no tenemos demasiado tiempo en la fiesta, pero cuando llegamos ya era un desastre y sé por experiencia propia que estas cosas terminan mucho peor de lo que están por lo que me apresuro. Sé muy bien que Kaja no va a beber de ningún vaso que no sirva ella misma, sé que no va a caer en ninguna de esas trampas pendejas que suelen poner los chicos para llevárselas a la cama, pero igual me preocupa.
Mi teléfono vibra y lo saco con la esperanza de que sea ella más es un mensaje que le llega a la asiática, el primero desde que lo clone.
Listo.
Es todo lo que dice y el número es desconocido. Por lo que ignoro de momento y me centro en encontrar a mi hermana. Paso por los pasillos y decido subir al segundo piso, pero justo en medio de las escaleras el claro ruido de un disparo me alerta. Giro el rostro en dirección a la puerta y por ella están entrando un grupo de hombres encapuchados.
De inmediato busca el arma en mi espalda y recuerdo que la deje porque se supone que esta noche no iba a pasar nada. Los gritos no se hacen esperar y todo el mundo corre mientras ellos empujan a todo el que se acerca a ellos. Yo miro hacia arriba y me peleo mentalmente entre subir o bajar. Tengo que encontrar a Kaja.
Mas disparos suenan en el exterior y me agacho para subir corriendo las escaleras, maldigo por lo bajo sintiendo como el corazón me late a mil. Abro cada jodida puerta que consigo en el segundo piso hasta que una se abre y la asiática aparece con expresión alarmada mi hermana detrás de ella.
—¿Qué pasa? —pregunta asustada.
—No lo sé —tomo la mano de Kaja quien a su vez toma de la su amiga y tiro de ellas caminando hacia el final del pasillo.
Abro la puerta y en el interior se encuentra una pareja comiéndose la boca al vernos se molestan, pero en cuanto escuchan una nueva ráfaga de disparos se tiran al suelo alarmados. Yo camino hacia la ventana y observo el exterior. La ventana da hacia un patio trasero donde también veo a más hombres encapuchados. Allí noto que están buscando a alguien y me tenso de inmediato.
—No te muevas de aquí —le espeto a Kaja quien asiente.
Pero me detiene justo cuando estoy en la puerta.
—Hermano —la observo caminar hacia mí con un pequeño bolso en la mano.
De él, saca una 9 mm y mi ceño se frunce mirándola sin comprender que mierda hace con un arma.
—Papá dijo que siempre llevara una conmigo —se encoge de hombros y suspiro besando su frente.
—No te muevas de aquí, ¿de acuerdo? —ella asiente y yo salgo con el arma en mano.
Respiro profundo porque esto es la vida real, no es un entrenamiento, son balas reales lo que contienen el cargador y me tenso ante la expectativa. Papa y mama me prepararon para esto pero se siente muy diferente cuando sabes que alguien que amas está en riesgo.
Camino por el pasillo pegado a la pared, cuando una de las puertas de enfrente se abre y Lek sale con ella con un arma en la mano. A diferencia de mí el, tiene experiencia en este tipo de situación. Sé muy bien que se ha cargado a varios y es algo que no le importa.
—¿Kaja? —señalo el final del pasillo y el asiente— creo que buscan a alguien —murmura y asiento.
—Lo sé, ¿crees que? —él se encoje de hombros y suspira.
—Llame a Niko, puede que esté aquí en unos diez minutos mientras tendremos que apañárnosla nosotros —asiento agradeciendo que mis colegas me apoyen de esta manera.
Mamá me dijo que debía conseguir hacer buenos amigos, amigos como Claus o Zarek que estaban dispuestos arriesgar sus vidas por ellos y creo que ellos dos encontré eso. Sonrió cuando el moreno pasa delante de mi tomando la iniciativa. Reconoce mis habilidades y sabe perfectamente de lo que soy capaz, pero sé que también está dispuesto a hacer el trabajo él.
Cosa que hace en cuanto nos acercamos a la escalera y uno de los encapuchados aparece. Lek le dispara directo en el pecho, el hombre mira el lugar donde le disparo y ríe haciendo que mi ceño se frunza.
—Mierda —se queja Lek y en seguida inicia un enfrentamiento de balas.
Nos cubrimos dentro de una de las habitaciones y en cuestión de segundos estamos siendo acorralados por tres tipos más que disparan. Lek maldice en voz baja y saca su teléfono para hablarle a Niko quien responde de inmediato.
—En camino —le escucho, pero no creo que aguantemos tanto.
La puerta se abre y el tipo que esta frente a nosotros apunta a Lek, mi cuerpo se paraliza y el recuerdo de un hombre con mascara de pie en la puerta de mi habitación cuando era un niño me invade. Lo veo elevar el arma en cámara lenta y disparar en mi dirección, pero Lek se atraviesa y cae al suelo, al mismo tiempo que alguien suelta un jarrón sobre la cabeza del tipo que cae desmayado.
En la puerta se encuentra la asiática y detrás de ella Kaja quien entra corriendo y presiona su mano contra la herida de Lek mientras grita algo que no comprendo. La asiática se mueve con rapidez intentando ayudar. Veo todo pasar en cámara lenta mientras a lo lejos escucho sirenas. Mis ojos se desvían hacia Lek que me observa y sé que está llamándome, pero no puedo reaccionar.
La sangre brota de la herida mientras Kaja presiona y grita cosas que no logro comprender, entonces algo golpea mi mejilla con fuerza trayéndome a la realidad.
—¡Reacciona! —me espeta la asiática— ve por ayuda —entonces empuja mi cuerpo hacia la puerta y caigo en cuenta que las sirenas y las voces que escucho son de la policía.
Me muevo lentamente y luego termino reaccionando, cuando salgo de la habitación me doy cuenta que hay varios cuerpos en el suelo. Corro en dirección a las escaleras y elevo las manos cuando un policía me apunta con su arma.
—Un amigo está herido —pronuncio y de inmediato el policía corre en mi dirección detrás de el un paramédico ingresa y lo sigue.
Los guio hasta la habitación en la que Lek sigue sangrando mientras Kaja le habla y el ríe suavemente encogiéndose de hombros. Cuando nuestras miradas se encuentran sé perfectamente que encontré ese amigo que mama me aseguro que debía buscar el problema es que me paralicé y no hice nada para ayudarlo.
El paramédica aparta a Kaja y empieza atender a Lek, la asiática me ve analizándome y yo no puedo apartar la mirada de ella. Unos instantes después siento los brazos de Kaja rodear mi cuerpo. La abrazo con fuerza.
—Todo va a estar bien —susurro y ella asiente.
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Todo es un caos fuera de la casa donde se realizaba la fiesta, al parecer hirieron a varios chicos. La policía y los paramédicos se mueven de un lado para otro Niko está a mi lado con el teléfono pegado a la oreja hablando en ruso de forma muy rápida. No le prestó atención porque mis ojos están fijos en como un agente de policía interroga a la asiática.
Unos minutos después camina hacia nosotros, Kaja la observa nerviosa y duda un instante.
—¿Todo bien? —ella asiente y se fija en mí.