Capítulo 3 - Secuestrada por el jefe de la mafia (II)
Estamos en una de las salas de interrogación o mejor dicho, en el “quirófano” como decidió llamarlo uno de mis hombres hace un tiempo. Es una habitación de paredes color gris plomo, solo hay una ventana en ella y tiene un vidrio templado a prueba de balas, solo puedes ver hacia acá desde el otro lado, de aquí solo es un vidrio.
- sí, pero el resultado casi siempre es el mismo… siempre tengo que bajar y romper a estas ratas yo mismo… los novatos no pueden con personas como el…- dice señalando a nuestro rehén.
Se acerca a la mesa que está cerca de la pared revisando el contenido de esta, comienza a negar con la cabeza y me espeta
- ves por qué lo digo? Estos son juguetes para niños… use uno de estos cuando apenas tenía 12 años…- dice levantando una pinza que sirve para extraer muelas, sonrió y niego con la cabeza
- quieres dejar de hablar tanto y comenzar, tengo una cena en un par de horas…- Claus bufa como una víbora y susurra
- genial, aparte tengo que darme prisa para que el rey pueda hacer sus cosas tranquilamente…- pongo mis ojos en blanco mientras, veo como se quita la cazadora de cuero, y la sudadera, guindándolas en un perchero cerca de la mesa, exponiendo su musculoso y trabajado cuerpo. Se estira un poco antes de colarse un par de guantes de látex negro.
- bien veamos que tenemos aquí…- dice acercándose a su víctima que lo ve con puro odio…- hola cariño…- le dice en tono dulce pero burlón…- así que las caricias de mi amigo no te movieron ni un poco? Debo decir que yo soy…- hace una pausa humedeciendo sus labios y colocando su dedo índice sobre su labio inferior para luego sonreír ampliamente…- un poco más rudo, espero así te guste y quieras conversar un poco con mi amigo…-
Se levanta y me ve con una sonrisa diabólica en el rostro, este es el verdadero Claus, el que se oculta tras la sonrisa amable y divertida, el que se oculta detrás de esa mascara inmunda que le muestra a todo el mundo, este es mi mejor amigo, el sádico, el cruel, el que ama y disfruta del dolor ajeno. Me acerco por la parte de atrás del hombre y coloco mis manos sobre sus hombros que están bañados de sudor
- debes saber que en mi mundo cada decisión que se toma es una consecuencia y tu tomaste la decisión de no hablar con Malcom por lo que debo decir que esta es la consecuencia de tu decisión… Claus es un poco especial y no deja muchas opciones, con Malcom tenías más en este momento las opciones cambiaron… hablas o mueres…- Claus se ríe y susurra…
- en realidad solo tiene una opción Dark…- su sonrisa se ensancha y se acerca a su rostro y le espeta…- porque ya estás muerto…- se separa riendo y se acerca nuevamente a la mesa, me separo del hombre que continua mirando a Claus con rencor, me recuesto de la pared frente al hombre, sus ojos se mueven de mi a Claus con odio nuevamente, sonrió y niego con la cabeza y le susurro
- puede que él diga que estás muerto… pero no dejare que te mueras hasta que me digas exactamente lo que quiero saber…- mis palabras hacen que Claus me observe serio, asiento en su dirección y el bufa molesto.
- bien cariño…- dice revisando las cosas sobre la mesa, creo que los golpes no te harán hablar, porque si no evidentemente le hubieses dicho algo a Malcom no?... por qué no hacemos algo más interesante…-
Toma una pinza y la observa un momento, niega con la cabeza y toma una especie de bisturí, se acerca al hombre y sonríe ampliamente, se agacha frente a él y toma su antebrazo y susurra
- veamos de qué color es tu sangre…- sus ojos brillan con malicia, mientras los ojos del hombre se abren como platos y un ligero temblor invade su cuerpo, me observa con terror impreso en su expresión pero yo ni me inmuto.
Lentamente acerca el bisturí al brazo mientras el hombre ve con miedo como el filo del mismo se posa sobre su piel, inmediatamente un hilo de sangre sale, Claus sonríe.
- oh fíjate tiene color… y justo uno que me gusta… esto será divertido cariño no te preocupes…- y de un tirón hace un corte profundo en el brazo provocando un grito de dolor en el hombre…- entonces Sr. Hotchner quien pago por el trabajo?...- pregunta Claus, acercándose una vez más a la mesa y tomando una jeringa con un frasco de vidrio, lee la etiqueta y sonríe, la llena por completo y sé que lo que viene a continuación no solo será doloroso sino también desesperante.
- y bien? Aun mis caricias no te harán hablar?...- el hombre lo ve con odio y escupe en su dirección, mierda no debía hacer eso. Claus sonríe ampliamente y le susurra…- acabas de firmar la tortura más deliciosa, lenta y desesperante que se le puede someter a alguien…- quita la tapa de la jeringa y deja caer una cuantas gotas sobre la herida, desde unos cuantos centímetros de distancia de esta, en cuanto el líquido entra en contacto con la piel el hombre deja escapar un grito de dolor, Claus se acerca a él y con tono burlesco le pregunta
- que dijiste? No pude oírte?...- me ve un momento y pregunta con sorna…- tu escuchaste algo Dark?...- se separa y deja caer más gotas, el hombre comienza a moverse con desesperación en la silla, mientras las lágrimas se entremezclan con el sudor en su rostro, el grita con dolor mientras mueve su cuerpo de un lado a otro, pero las ataduras lo mantienen firme sobre la silla, Claus me ve un momento y sonríe…
- podemos hacer esto toda la noche en serio, por mí no hay problema pero sabes?, él no tiene toda la noche y yo me aburro con facilidad, además no quiere que mueras aun y yo honestamente tampoco lo quiero, hace mucho que no juego con alguien, pero creo que sería divertido si somos cuatro y no tres, me pregunto si sus gritos se escuchan como los tuyos los de tu hija, digo…- el hombre deja de moverse de inmediato, mientras observa jadeando a Claus, con odio, luego posa sus ojos sobre y mi y sonrió. La tortura psicológica es parte de su juego y el la disfrutan tanto o quizás más que la tortura física, Claus ama disfrutar ver el miedo y la incertidumbre en el rostros de sus víctimas, por más sádico que suene, Claus en serio disfruta de esto.
Los ojos del hombre se abren como platos cuando vacía por completo el resto del contenido de la jeringa dentro de la herida, los gritos se escuchan en toda la habitación, son desesperados, tortuosos, y honestamente a una persona normal, le afectaría sobremanera estar presenciando esto, pero aquí ninguno, incluyendo al Sr. Hotchner es una persona normal. Su cuerpo se contorsiona y tiene espasmos a cada momento, no puedo imaginar lo que está sintiendo, pero por su expresión y por la reacción de su cuerpo es malditamente doloroso, no me gustaría estar en su lugar. Claus a diferencia de él está disfrutando mucho de esto. Después de unos minutos observándolo toma su cabello y tira de el para levantar su cara y así detallar su expresión, la respiración entrecortada del hombre le hace saber que aún está consciente pero por muy poco, le espeta molesto
- maldito debilucho…- y sin más le suelta un puñetazo en el rostro que le desprende un diente, veo como sacude su mano y maldice por lo bajo incluso a él le ha dolido, niego con la cabeza y me acerco al hombre
- Hotchner, podemos seguir con esto o parar, de ti depende…- el hombre como puede levanta su rostro hacia mí y responde en apenas un susurro
- vete… a la… mierda… Dark…- sonrió ampliamente y le susurro de vuelta
- de acuerdo… Claus…- llamo a mi mejor amigo que esta vez viene con una pinza en las manos.
- que necesitas más? Un diente o una uña?...- le pregunta al hombre luego me ve a mi divertido y me comenta despeinando su cabello
- Dark, que es más importante una uña o un diente?...- veo al hombre que me observa con desprecio y comento
- un diente…- Claus sonríe ampliamente y responde
- un diente será…- hace señas al espejo de enfrente y la puerta se abre, entrando dos de mis hombres, se posicionan junto a su víctima y lo toman a la fuerza, uno de ellos presiona el costado de su rostro obligándolo a abrir la boca, Claus se acerca a él con una sonrisa diabólica en el rostro y un brillo alocado en los ojos
- el hada de los dientes no te traerá nada por este…- dice en tono infantil, tomando uno de los colmillos del hombre y tirando de el con fuerza, veo al hombre forcejear y gritar mientras Claus con un último tirón desprende el diente de raíz, la sangre se escurre fuera de la boca del hombre que al soltarlo su cara cae sobre su pecho, agotado. Claus observa con diversión el diente que sostiene y dice
- crees que si lo pongo debajo de mi almohada me traiga algo?...- pongo mis ojos en blanco y niego con una sonrisa en los labios…- no seas aburrido Dark…- comenta mirándome serio, luego se acerca a la mesa y tira la pinza dentro de un recipiente con agua, suspira y se gira para ver al hombre que esta inconsciente, mientras se recuesta de la mesa.
- crees que hablara?...- pregunto, él se encoge de hombros y responde frustrado
- puede que muera antes incluso de que realmente pueda divertirme con el…- niego con la cabeza y le respondo
- necesito información Claus y un cadáver no me la dará…- el suelta un bufido y responde fastidiado
- de acuerdo seré cariñoso con el…- me acerco y le digo
- si no habla en las próximas tres horas trae a la hija…- Claus me ve sorprendido y le espeto…- no le vas hacer daño, solo necesitamos que la escuche…- asiente sonriendo y comenta
- ya decía yo…- le doy un golpe en la parte de atrás de la cabeza y echo andar hacia la puerta me detengo y le digo
- por favor no causes tanto alboroto si?...- el me ve con una sonrisa siniestra y me responde
- tan tranquilo como un niño de 5 años con juguete nuevo…- niego con la cabeza y salgo de la habitación, una vez fuera uno de mis hombres se me acerca y me dice
- señor tiene visitas…- frunzo el ceño y pregunto
- quien?...- el hombre duda un momento antes de responder y susurra
- Robertson…- pongo mis ojos en blanco y le espeto
- dile que no estoy de humor para verlo…-
- lo siento señor dijo que no se iría hasta que no hablara con usted…- veo mal a mi hombre y hecho andar hacia el piso de arriba, una vez en el recibidor de la mansión camino hacia la sala, Robertson se encuentra de pie con un vaso de mi whisky en su mano.
- qué coño haces aquí Robertson?...- le pregunto en cuanto se gira
- Ratko me importa una mierda que seas la cabeza de Darkness estas allí porque nosotros te pusimos allí, así que cuando exija verte tienes que hacerlo…- comienzo a reír a carcajadas y esta hace eco en la estancia mientras me acerco a él, saco mi arma y lo apunto en la cabeza
- escúchame muy bien rata inmunda, ni tu ni ninguno de los otros hijos de putas me pusieron donde estoy, soy la cabeza de Darkness porque soy la misma oscuridad, soy el puto dios de la muerte y nadie puede decirme que hacer, su tu ustedes hubiesen dicho que no cuando se llevó a votación, habría puesto una bala en la cabeza de cada uno, pensé que habías sido lo suficientemente listo como para darte cuenta que todas esas ratas que te rodeaban solo cuidaban sus vidas, esa votación, fue un simple protocolo… así que yo que tu dejaría inmediatamente ese vaso y me largaría, solo si quieres vivir…-, le advierto con voz fría, sus ojos me miran con odio, pero no hay ni una pizca de miedo en ellos, odio a estos viejos que creen que dudare en meterles un bala en la cabeza
- Ratko necesitamos hablar del negocio con los rusos…- quito el seguro de mi 9 mm y lo veo fríamente, la mención de los rusos solo empeora mí ya perdida paciencia y mi humor.
- una palabra más y saldrás de aquí en una bolsa negra…- digo entre dientes, el hombre aprieta sus manos en puños y abre la boca para responderme algo pero antes de poder pronunciar alguna palabra, tiro del gatillo y una bala atraviesa su cabeza, veo como el cuerpo cae inerte en el suelo en medio de un charco de sangre, pongo el seguro y guardo el arma, saco el teléfono y marco el número.
- Robertson está muerto…- digo a mi interlocutor en cuanto escucho que contestan.
- como ha muerto?...- pregunta de regreso
- yo lo mate…- digo con simpleza mientras camino hacia las escaleras que me llevaran al piso de arriba a mi habitación
- Dark, se supone que no tienes que eliminar a ninguno de los viejos…- lo interrumpo antes de que pueda seguir hablando
- le di una orden y no la siguió… ven a limpiar y por favor habla con Nóvikov…- digo sin mas
- de acuerdo Dark…- y finalizo la llamada, ese negocio salió mal gracias al hijo de puta de Robertson le perdone la vida porque había prometido enmendarlo pero no hizo una mierda, y ahora viene a mi casa a exigir alguna cosa? En serio a veces creo que estos viejos creen que porque soy bastante joven el pulso me tiembla al momento de quitar una vida y de tomar las decisiones adecuadas para la organización, no solo por ser un hijo de puta asesino soy la cabeza de Darkness, esa es solo una de las muchas razones y la verdad es que nunca me ha temblado el pulso para asesinar a nadie, nunca.