Sinopsis
Dark es el líder de la organización criminal mas peligrosa del mundo, sus alcances son inigualables, de desearlo podría tener el control de este. Pero se limita a dominarlo desde la sombras, en la oscuridad. La cual se vera extrañamente iluminada con la llegada de una chica comun y corriente que llamara la atención de uno de sus enemigos, quien la secuestra para hacerla su esposa. El destino de alguna forma los une una vez mas, cuando el decide salvarla, prendido de su belleza y sus hermosos ojos verdes hace lo que esta a su alcance por ir tras ella, desatando una guerra que no solo lo llevara a conocer el amor sino que también lo pondrá en el camino de un enemigo que le pisa los talones desde que solo era un niño envolviéndolos en una sangrienta y cruel lucha por vivir.
Capítulo 1 - El encuentro (I)
Dark.
— Vamos Claus, cúbreme…— le digo a mi mejor amigo y mano derecha.
Antes de salir detrás del auto y disparar en contra de los hijos de putas que decidieron venir a atacarme.
—Solo has los tiros Dark —Responde mirándome con fastidio.
Sonrió al notar cuanto lo agobia tener que disparar, no es tan bueno con las armas, al menos no como el resto o Max. Observó sobre mi hombro por la ventanilla de la camioneta blindada en la que veníamos para tener más clara la ubicación de los hombres que nos atacan.
Sin duda alguna son hombres de Griffin, su desorganización y falta de control en la situación me lo confirma. Antes de salir detrás de la camioneta para enfrentarlos me cercioro que Claus esté bien. Una vez fuera de la protección de la camioneta disparó, uno de los sujetos a mi derecha cae con un tiro en medio de las cejas.
Su compañero intenta cubrirse pero no es lo suficientemente rápido por lo que termina igual que el otro. Uno junto a este cae al suelo con un disparo en el pecho y gira para ver a Claus salir y cubrirme la espalda.
— Es todo lo que tienen hijos de puta — Les grita mientras arremete contra otros dos, que también caen al suelo heridos.
Mis hombres nos disparan respaldando y rápidamente los disminuimos dejando un montón de cuerpos en el pavimento. Unos minutos después el caos que habíamos desatado termina y lo único que se escucha son algunos quejidos de algunos hombres heridos, algunos de los suyos otros de los nuestros.
Doy un vistazo a mí alrededor, negando al ver algunos de mis hombres muertos en el suelo. Detesto tener bajas, cada uno de estos hombres han sido entrenados y expertos asesinos. Le hago una seña a uno de ellos para que se haga cargo mientras camino hacia el otro lado de la calle donde los hombres de Griffin se retuercen en el hormigón.
Uno de ellos se encuentra recostado de uno de los neumáticos, su cabeza colgando hacia un costado, sangre saliendo de su pecho. Les tendría un poco de empatía si no vinieran de donde lo hacen. Griffin va por mi cabeza desde siempre y cada intento término igual.
Antes de acuclillarse frente al sujeto Claus llama mi atención mostrando otro sujeto que se arrastra lejos de nosotros. Camino en su dirección y al notar que lo sigo intenta alejarse con más rapidez. Sus quejidos aumentan conforme se esfuerza en llegar más lejos.
Cuando lo alcanzó le doy un empujón con mi pierna y cae boca arriba, su abdomen y pecho están sangrando por lo que debe tener varias heridas, es obvio que morirá si no es atendido pronto. Lo veo fríamente, humedeciendo mis labios para luego sonreír.
Sus ojos mirándome con terror y para qué mentir, me fascina la sensación que causa esa mirada en mí. Justo esa que te da el poder de decidir entre quien vive y quien muere. Me acerco a él sin dejar de mirarlo, conoce su destino, sabe que en el instante en que levantó su arma contra mí, solo tendría un fin. Sin decir absolutamente nada levanto mi arma y lo apuntó, el cierra sus ojos con fuerza suplicando, lágrimas saliendo de estos.
— P-por favor… no, n-no me… m-mates… t-tengo un…— No lo dejó terminar, una bala atraviesa su cabeza.
Esta termina chocando contra el suelo, reposando sobre un charco de sangre que se expande conforme pasan los segundos. Una ejecución rápida. El tiro de gracia, justo entre sus cejas. Es una de mis maneras favoritas de ejecutar a estas ratas, no merecen más que esto. Sonrío de lado.
Cuando regreso sobre mis pasos para continuar con el sujeto que deje este ya está muerto. Suspiro y continuó inspeccionando el lugar, seguro que las autoridades no aparecerán hasta dentro de un buen rato o que los llame personalmente.
Caminando entre los cadáveres detrás de una de las camionetas encuentro un chico sentado en el suelo, su espalda está contra la camioneta, llora con desesperación pero en silencio, no tiene ni un solo rasguño. Un arma está entre sus manos temblorosas. El pánico es evidente en él, es solo un chico pero escogió la vida equivocada. Me agacho frente a él, buscando su mirada pero evitando la mía por completo, elevo mi arma y la colocó sobre su frente.
— Si respondes correctamente puede que te perdone la vida…— murmuró, él solo solloza con más fuerza pero logra asentir mientras Claus ríe a mi espalda.
— ¿Griffin los envió?...— no responde de inmediato por lo que me veo obligado a presionar el cañón contra su frente y esta vez asiente apenas.
Sonrió ampliamente ante su respuesta porque aunque estaba casi seguro que era cosa de él no puedo evitar reír. Sus intentos por llegar a mi cada vez son más seguidos, con mayor número de hombres, pero el resultado sigue siendo el mismo, un completo y absoluto desastre que termina en una perfecta y grandiosa carnicería.
— ¿Tienes miedo de morir?...— le preguntó quitándole el seguro a mi arma, el asiente repetidamente y me pegó más a él y susurro
—Bien, porque desde hoy vivirás con el estigma de saber que Dark no te mato, pero recuerda, nunca olvido una cara que dejo vivir la próxima vez no tendrás tanta suerte —él respira un poco aliviado pero aún se le ve asustado, me levanto, en ese momento Claus se acerca a nosotros y lo ve con expresión burlona y le espeta.
—No estés tan tranquilo, Dark no deja cabos sueltos, tienes un propósito —lo veo serio y luego vuelvo a ver el hombre, sonrió de forma maliciosa.
—Le darás un mensaje a Griffin, ¿de acuerdo? —él asiente y en cuanto lo hace le disparó en la pierna, un grito de dolor llena el lugar y sonrió, la sangre comienza a brotar de la herida mientras los quejidos del hombre me hacen desear matarlo, para no tener que escucharlo— CIERRA LA PUTA BOCA — le grito e inmediatamente todo vuelve a ser silencio…— le dirás a Griffin que puede enviar a cuantos hombres quiera, pero para tener mi cabeza tiene que venir el mismo por ella — veo a Claus sonreír y apuntó su otra pierna y le disparó, esta vez no hay gritos, me giro hacia mi mejor amigo que me susurra en tono burlón.
—¿Estás de buen humor hoy no?...— me encojo de hombros mientras guardo mi arma en mi espalda.
—Solo le doy algo de motivación…— respondió con simpleza, el ríe y niega con la cabeza, uno de mis hombres se acerca y me dice
—Señor, Charlie, Scott, Tyler, Mitch, Aarón y Peter están muertos…— maldigo por lo bajo y asiento.
— De acuerdo, saben lo que tienen que hacer…— le digo mirando a Claus que está jugando con uno de sus cuchillos, mirándome serio.
— Esta vez no fueron tantos, aunque eran más de ellos…— dice señalando en la dirección contraria donde se encuentran los hombres de Griffin.
— Siempre es el mismo resultado…— digo sin mirarlo, tomó mi teléfono y marcó el número de Jefferson.
—¿Señor? — dice al contestar.
— Ven a limpiar — le digo.
— Sí, jefe…— dice y finalizó la llamada.
En ese momento una camioneta negra se acerca a nosotros y se estaciona a un par de metros, Claus echa a andar hacia ella, aun jugando con el cuchillo en su mano, con destreza lo guarda en el soporte para cuchillos de su pantalón y me abre la puerta, él rodea la camioneta y entra por el otro lado, entro y asiento en dirección al chofer, que nos llevará de vuelta a la mansión.
Una vez en la mansión, Claus camina detrás de mí, asegurando el perímetro, ese ataque aunque no cobró muchas vidas, estuvo mejor organizado que el anterior, en definitiva es cierto el rumor, Griffin se ha hecho cargo de la otra organización por lo que seguro ocurrirán más ataques como este. Entro en mi estudio con Claus siguiéndome de cerca
— Dark, el negocio salió bien, quieren otro cargamento para el próximo mes y el viejo Robertson quiere verte…— dice revisando una Tablet, suspiro y le respondo cansado.
— Bien encárgate del próximo cargamento personalmente, no quiero fallos en esa entrega y Robertson que se vaya a la mierda, no tengo ánimos de tratar con ratas inmundas esta semana…— Claus ríe por lo bajo y susurra.
— Eso no le gustara…— lo observo un momento y él se encoge de hombros y continúa — solo te comento — dice apartando sus ojos y fijándose nuevamente en la Tablet.
— En serio crees que me importa lo que le guste a Robertson? — él sonríe y responde.
— Sé que te importa tres hectáreas de pura mierda Robertson, pero vendrá aquí a molestarte — dice mirándome con una sonrisa burlona en los labios.
— Él sabe que si me molesta el único resultado que obtendrá será una bala en la cabeza…— digo mirando la pantalla de mi portátil, Claus ríe y comenta divertido.
— siempre tan amistoso…— pongo los ojos en blanco y en ese momento un par de golpes en la puerta nos interrumpe, esta se abre y aparece Abril, una de las empleadas de la mansión.
— Señor, su baño y la cena están listos…— dice mirándome con respeto, asiento sin mirarla y ella se gira para irse, pero antes de hacerlo se detiene y susurra.
— ¿Es cierto que Aarón murió?...— mis ojos se elevan hasta encontrar los de ellas.
Están llorosos. Mierda había olvidado que tenían una relación, suspiro y me levanto, camino hasta ella, bajo la atenta mirada de Claus, pongo una mano en su hombro y le susurro.
— Es cierto Abril y lo siento mucho, pero así es este trabajo. Aarón era uno de mis mejores hombres, pero lo único seguro en esta vida es la muerte, murió haciendo lo que le gusta y lo que mejor sabía hacer, no quiero verte llorar por qué él no lo querría así, además conoces las reglas — le digo apartando una lágrima solitaria que se desliza por su mejilla ella asiente y sale de la habitación.
—¿Y eso que ha sido? — pregunta Claus algo sorprendido, lo veo mal y le respondo.
— El que sea un maldito hijo de puta no quiere decir que voy a ser un bastardo con ella. Solo trate de aliviar su dolor, no necesito mujeres débiles y llorosas en esta casa, la necesito centrada, si no, no la necesitamos y sabes lo que eso significaba para ella…— digo en su dirección él asiente y vuelve a fijarse en la Tablet y sonríe con picardía.
—¿Qué pasa?...— le preguntó él niega con la cabeza y me espeta.
— Hombre metete en tus asuntos ¿quieres? ¿Me necesitaras en las próximas horas? — pregunta, revisando su teléfono, niego y le respondo.
— No, pero te quiero aquí mañana a primera hora, tienes trabajo…— el me ve algo sorprendido y le sonrió con malicia él me devuelve la sonrisa y responde
— De acuerdo, nos vemos — dice poniéndose en pie y caminando hacia la puerta se detiene junto a mí y comenta.
— Oye Ratko, sé que siempre me has dicho que no debo involucrarme con nadie, pero creo que conocí a — lo veo serio y le espetó
— Si quieres que muera con un disparo en la cabeza continúa con tu juego…—me giro y salgo de la habitación, dejándolo solo y sorprendido por mi respuesta.
En este mundo, tal cosa como el amor no existe, tal cosa como una relación no existe, en mi mundo, en Darkness, solo existe una cosa, matar o morir.