capitulo 4
4
Me había duchado y había tomado una increíble taza de café. Era domingo, domingo donde tenía una junta de trabajo, si impensado sin embargo cuando tienes dos compañías sucede. Había quedado con Rose para ir a ver una joya la cual quería comprar para mi padre. No entendía por qué mi padre quisiera una joya, sin embargo ella pensaba que era algo importante. Recordé la noche anterior, debía llamar a Daniela. Mire mi celular, tenía dos llamadas perdidas de Fran.
- ¿bueno?- escuché la voz ronca de mi mejor amigo, lo que significaba que aún seguía dormido.
- ¿me llamaste?- tomé las llaves de mi auto y salí del departamento.
- Claro que si amigo, ¿donde estuviste?. dime que con la pelirroja de las fotos del evento. que verdadero fuego para ser una scort quede impactado.- ojala pense para mi mismo. entre al ascensor y marque la planta baja.
- Claro que no, Daniela vino al departamento. - escuche un silbido en el teléfono, el pensaba que Daniela era alguien a quien de a poco debía alejar.
- Si no vas a casarte con una mujer comienza a salir de ahí hermano. - yo reí, nadie estaba pensando en un casamiento.
- nadie va a casarse, te espero a las 2 en la empresa- luego de unos "claro si". Nos despedimos.
Al saber que mi amigo no quería nada importante, cuelgue. Pase a buscar a mi hermana a la casa de mis padres, lugar el cual odiaba. No me tome el tiempo de entrar, simplemente le avise que estaba allí y que me esperara en la entrada de la casa. Iba a pasar a ver a mi padre a la vuelta o en otro momento. Ella subió al auto y subí la música alta, no quería escuchar sus estupideces. Llegamos al centro comercial, comenzó a entrar en distintas tiendas lo cual no era lo planeado.
- Tengo una reunión a las 2- murmuré cerca de su oído, ella sonrió a la amable rubia que le ofrecía distintos vestidos, podía ver como sus ojos estaban en mi todo el tiempo.
- Lose , ya nos vamos- me cedió dos bolsas, las tome y rodee mis ojos, vaya manera de perder la mañana.
Salimos camino a la joyería en donde había visto el regalo para mi padre, la realidad era que no había ningún evento importante, simplemente era mi hermana tratando de obtener tiempo conmigo para saber cosas.
- ¿así que solo era tu amiga la chica de anoche?- era la tercera vez que la había nombrado.
.- te he dicho que si, Rose- comenzamos a caminar por el largo centro comercial y mi sensor/radar se activó cuando un cabello rojo salió de una tienda. La observé, iba caminando en el sentido contrario a mí, se alejaba.
- ¿Catie?- pude reaccionar 2 segundos más tarde para sí darme cuenta de que había dicho su nombre en voz alta y la mujer que había estado rondando en mis pensamientos se estaba volviendo hacia mí. Sus ojos conectaron con los míos y mi rostro se suavizó, como si verla era lo único que había querido desde la última vez que la ví. La observé, su cuerpo, traía una camiseta negra, junto con un jeans que parecía como si un perro había capturado su prenda y la había destrozado. Su amiga sonrió hacía mi, como si estuviera mas agradada de verme que ella. al acercarnos, podía sentir el calor de mi hermana al lado mío.
-Buenos días, señoritas, Catie- fui tan formar que quise pegarme a mi mismo. Ella asintió hacía mi, haciéndole el mismo gesto a mi hermana, sabía que esta incomodidad era por ella, o porque pensó que no me volvería a ver.
-¿ por qué tanto formalismo?. Estoy segura que te la follaste- el hielo se hubiera derretido en estos momentos si hubiera aqui presente. Mi rostro fue de poker al escuchar lo que Rose acababa de decir y la cara del Angel que tenía delante de mi se volvió roja.
- Rose- fue lo primero que pude decir. Catie rio, negando, como si quisiera decir algo.
- Creo que eso es algo que no te incumbe- la voz de la rubia que venía al lado de Catie corto con el momento. La reconocía la habia visto en algunas ocasiones en el hotel junto con Sad. .
- Creo que es momento de irnos, un placer verlo señor Ravis- ahí estaba de nuevo, el jodido Señor Ravis, no era mi padre, no era un negocio. Ella quería imponer entre nosotros su formalidad, no nos conocemos losé.
Catie Denovan se alejo de mi como si fuera una peste y no podía entender por qué esta mujer me llamaba tanto la atención. Me encuentre a mi mismo observando como sus caderas se movían alejándose del lugar.
- ¿que demonios le ves ?, tienes un gusto por la moda horrendo.- volvi a la realidad y comence a seguirle los pasos a mi hermana, la cual no paraba de hablar como si algo que saliera de su boca me interesaba.
lunes.
Los lunes eran los dias en donde mas trabajaba, debía dejar todo en orden para la semana, mi agenda debe estar programada, mis dos compañias y puestos deben estar en orden. Los lunes llegaba a casa Tere, ella era la encargada de que mi casa este en orden, era la unica que tenía acceso total a mi departamento, a mi desayuno y asi hacía que no muera de hambre. Tere llegaba los lunes y se retiraba los viernes, iba con su familia a la cual ayudaba dandole bonos para que a sus hijos no les falte nada.
me había duchado y me habiá masturbado, algo raro en mi, sin embargo lo necesitaba, no había querido indigar en mis pensamientos mucho tiempo, ni tampoco el porque de por qué ella era la protagonista. Mi teléfono había sonado desde que me había despertado. lo revise y en los mensajes pude ver "dani", no la había llamado desde que se había ido de mi cama la otra noche, se me había pasado el tiempo en un abrir y cerrar de ojos.
Busque un traje, camisa y pantalon gris, camisa blanca, corbata negra. Hoy tenía ganas de vestir gris. Me vestí , tome mi teléfono y baje. Tere estaba sirviendo una taza de café para mi.
- ¿cómo te encuentras hoy?- observe sus movimientos en la cocina. Esta mujer con tan solo 50 largo de años, manejaba la cocina como si hubiera nacido para eso. Podría hasta decir que debería ser Chef sin embargo soy demasiado egoísta como para dejarla ir.
- Bien, aunque no lo creas he descansado bien- una sonrisa se formó en su rostro, hacía unas cuentas semanas que tenía problemas para dormir, le había comentado el hecho de comprar algo recetado por mi médico, lo cual ella nego rotundamente. Tere era de las mujeres que te recomendaban lo natural, me había hecho té de tilo. Lo cual dejaba que lo tomara todas las noches, la realidad era que había hecho su buen efecto.
- Te he dicho, lo natural es lo mejor, desayuna- acepté su orden y comencé a desayunar. Era la unica mujer que ponía en orden mi vida, ni siquiera mi madre tenía el lugar que Tere tenía sobre mi. Ella entraba en todos lados. era una madre para mi, o la verdadera mama que nunca había tenido.
Luego de desayunar, fui directo a la empresa. Para mi gusto y comodidad el edificio Ravis, contaba con varios pisos, en donde en el piso 7 se encontraba R&C y en el 15 La firma de mi padre. Por ser lunes debía de visitar los dos lugares, pasaba mas tiempo en la compañia de mi padre, supervisar casos y tener en orden a los abogados que tenía a mi cargo, costaba trabajo. Al bajar del auto y entrar a la recepcion, Reni ya estaba esperando por mi. Siempre que llegaba a algun lugar todos comenzaban a querer saludarme, era la manera de acercarse a mi, sin embargo no me interesaban en lo absoluto.
- Buenos dias Señor- Reni asintio hacia mi y comenzo a caminar a mi lado. Fuimos directo al ascensor, al ingresar, varías modelos se encontraban dentro.
- Buenos días Señor Ravis- asentí hacía ellas, podía ver sus rostros queriendo fingir una timides que no la tenían en absoluto. Era claro que sabían a la hora que entraba en el edificio, era imposible coindicir con mas de 6 mujeres en el ascensor, las cuales, estaba seguro que no ingresaban todas la de la compañia por el peso del ascensor permitido.
-buenos dias chicas- asentí hacía ellas nuevamente y abandone el ascensor junto con Reni, el cual iba todo estresado por la situación, diaría.
-es una tortura subir a un ascensor con usted señor.- sonrei al escucharlo, realmente lo era. Sin embargo, no le dedicaba tiempo a las modelos jamas, no me relacionaba con nadie de mi trabajo, era algo prefesional que cumplía. el coqueteo lo dejaba para mis hermanos y mi mejor amigo.
5
había llegado a la oficina con un proposito en mente, el cual quería cumplir para poder comenzar el día con el pie derecho. Quería llamar a Angel, Catie Denovan. Quería ofrecerle un empleo en mi empresa, no por el hecho de que mi polla se agitaba como la mierda cuando la recordaba con el vestido que le había dado, si no, y no dato menor, por el hecho de que quería que tenga un trabajo realmente digno. Algo que la haga valer lo que valía y eso era muchisimo.
Al entrar en el piso de R&C todos comenzaron a asentir hacía mi, en modo de saludo. A medida que daba largos pasos por el piso de mi compañia todos corrian a sus puestos como si no hubiera notado que estaban charlando. Nunca me había interesado que charlen o que esten dispersados, el hecho de que cumplan con lo pedido, en el tiempo que lo pedía, me era mas que suficiente. Sin embargo, no me había en la desesperada necesidad de aclararles que no me interesaba en lo mas minimo si charlaban o no. A medida que avanzaba, Berni se tropezo en mi camino, el cual se veía totalmente alterado, su asistente personal se había embarazado y aún no había entrado nadíe de su talla para poder reemplazarla.