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capitulo 3

He pasado un rato increíble Colton.- Vi su profesionalismo ante sus palabras y asentí. los dos comenzamos a caminar hacía fuera, por momento me veía en la necesidad de que sus pies vayan mas lentos junto con el tiempo. Llame a seguridad para que me brindara mi auto. Al hacerlo, ella caminó y en un gesto amable, abrí la puerta para ella. Los dos entramos al auto y observé su perfil, era una mujer hermosa.

- ¿dónde debo ir?- consulte.

- Debes dirigirte fuera del camino central, Estamos saliendo de la ciudad-

yo asentí y comencé el camino, había donde íbamos, de hecho, Charly me había brindado la dirección cuando decidí que Catie sea mi acompañante, lo hacía por una cuestión de seguridad. Al darme cuenta de que ella no lo sabía, quise ser cortes al preguntar.

El rato en auto fue tan corto que yo corrí contra el impulso de tomar mi teléfono y buscar en el GPS el camino más largo para llegar allí. Llegamos a una mansión, increíble, sabía que compartia espacio con sus demás compañeras, Catie estaba acostumbrada a una vida adinerada lo que hacía tener que trabajar para poder sustentar sus gustos caros y así mismo sentir bien.

-¿entonces solo eres acompañante?- no supe saber que significo mi pregunta, sin embargo me encontraba queriendo saber más de ella.

- Solo soy acompañante.-

eso quería decir que no se acostaba con sus clientes, era verdad lo que la cláusula número 2 del contrato que me habían brindado por esta noche decía. Incluso en un punto marcaba con letra clara la multa que podrían imponerme si intenta sobrepasarme con ella, e incluso intentar cualquier insinuación sexual que no sea consentida.

Al llegar, abrí la puerta del auto y dejé que bajara.

-¿entonces solo obtendré de ti lo que he obtenido esta noche?- no pude resistirme ante esa pregunta, quería ver que es lo que podría llegar.

-lamento que si Colton-

corte la distancia que nos alejaba y pude sentir como el aroma de su piel me llegaba a mis fosas nasales. Sentí el aliento de su boca, su respiración que la indiferencia de la distancia se comenzaba a acelerar, tan solo de saber que su mente trabajaba a dos mil por hora. Sus ojos se cerraron, queriendo que la base, sin embargo la observe, su inocencia, su respuesta, si fuera cualquier otra mujer estaría encima de mí en cualquier hotel de la ciudad, ella estaba aquí, con sus ojos cerrados, esperando por mí. Una mueca se formó en mis labios y sonreí, jodido dios agradecía a dios y a la tierra por verla con sus ojos cerrados esperando un insignificante beso el cual no pude darle, contemple su belleza debajo de las estrellas y asentí hacia ella.

-demonios Ángel, eres increíble- me moví y me fui camino a mi auto, debía salir de allí o no podría controlar el querer secuestrarla.

Al alejarme sentí una sensación de mi cuerpo diciéndome vuelve allí, sin embargo no me parecía lo que era correcto. no con ella. Llegue a mi departamento, era dueño del edificio donde vivía, todo el mundo me conocía allí, fui hacía mi habitación y observe la noche ante mí. Todo Inglaterra quedaba a la vista de mi departamento en el piso 30, el cual era completamente solitario, no solía tener la necesidad de traer gente a invadir mis espacios, ni tampoco reuniones o familiaridades. El único que ocupaba un espacio en mi vida privada era mi hermano Sad, quiero era mi mano derecha y la persona que sabía que iba a estar para mí. Tome una respiración profunda, me sentía un poco anonadado esta noche, no sabía por qué la nostalgia corría por mis venas, quizá por el hecho de la sensación de querer compañía, o quizás por el sabor amargo que había sentido cuando me alejaba de una desconocida que solo había conocido algunas horas atrás. Mi teléfono sono, haciéndome salir de mis pensamientos lo tomé.

-¿fuiste un chico bueno esta noche?- sonreí al escuchar su voz. Daniela estaba queriendo saber si no estaba con alguna mujer en estos momentos, sin embargo no lo estaba y no porque yo no hubiera querido.

-Claro que lo he sido. ¿tú lo estás siendo?- Ella rio en el teléfono, su coqueteo era natural, era realmente natural.

- creo que podrías abrirme la puerta y comprobarlo. - me tomo unos momentos procesar el hecho de que estaba aquí. Fui hacia la puerta de entrada y la abrí, Daniela estaba en la puerta de mi edificio, la capa que traía puesta se abrió y dejo a la vista un conjunto de lencería negro, tenía un cuerpo que podía hacer delirar a cualquier hombre. Sin pensarlo, se abalanzó sobre mí, su cuerpo choco contra el mío y mis brazos fueron lo suficiente rápidos como para capturar su cuerpo en el aire y hacer que todo ella esté abrazada a mi. su boca chocó con la mía en un beso desesperado, feroz, sin ningún punto en medio, su lengua encontró la mía y nuestros cuerpos comenzaron a buscar la manera de poder estar lo más conectados posible.

- Veo que si te portaste bien- su voz se escuchó en la habitación, entre besos en los que podía separarme solo para respirar. Fuimos hacía mi habitación, la cual ella conocía de manera perfecta. comenzó a desabrochar mi pantalón de vestir, el cual, había pensado que quizá podría haber sido desabrochado por un Ángel. Miro mis ojos, era la mirada de "soy tuya" que siempre utilizaba. Sin dudarlo capturo mi miembro con su boca, haciendo un movimiento perfecto que me hizo cerrar los ojos, era tan buena. Agarro con sus manos mi cadera haciendo que mi culo quedara en sus manos y su boca no paraba de hundirse en mi verga como si fuera un maldito chupetín. Pase mi mano bajo su cuello y tome su pelo, en un movimiento la tire sobre la cama, haciendo que quedara sobre ella, Bese su cuello y sin poder creerlo me encuentre a mi mismo buscando el aroma que había sentido horas atrás, sin embargo aquí estaba ausente. La piel de Daniela solo olía a alguna crema de coco que solía utilizar. solía conformarme, ya no. continúe comenzando a depositar mi aliento en sus pechos, los cuales me recibían con total reconocimiento. Ella gemía, como si hubiera extrañado mi toque y lo convertía en una tortura. Girando su cuerpo, la gire dejándola boca abajo sobre la cama, apoye un almohadón sobre una cadera para darle más altura y en un movimiento me hundí en ella haciendo que un gemido se escapara de mí. Me reconocía a mi mismo, era un hombre con un gusto personal en cuanto referido al sexo, no me gustaba el sexo convencional. Era tedioso. Podría suceder en ocasionales veces, como en estos momentos Daniela moviendo sus nalgas sobre mi pene sin parar. Eso hacía que todo fuera convencional, no lo toleraba. Esas eran una de mis cuestiones en cuanto a encontrar una compañera de cama.

Luego de varios orgasmos, mi cuerpo quedo tumbado en la cama, tratando de encontrar mi respiración. Ella sonrió y se abrazó a mi cuerpo. Eso hizo que me levantara de la cama, tome un cigarro y salía al balcón de mi habitación, no era alguien cariñoso, no me gustaba acurrarme luego del sexo. Esta noche lo deseaba menos. Ella me observo desde la cama. Se levantó y se colocó mi bata, la cual solía usar cuando visitaba mi casa.

- ¿te encuentras bien?- murmuro y prendió un cigarro, mire su rostro, se encontraba relajado por la noche que habíamos pasado.

- si, estoy cansado.- quería expresar de una manera delicada que debería de irse a su casa.- ¿podemos vernos otro día?- su frente se arrugó, entendiendo el mensaje, salió del balcón y vi como comenzaba a vestirse. Daniela era una de esas mujeres que no le gustaba la indiferencia, ella era quien decía que tenías que irte. Incluso en otras ocasiones habíamos compartidos espacios en los cuales nadie queria irse, podría haber imaginado que ella podria ser mi compañera de vida, sin embargo, luego de encontrarme con varias sorpresas a los largo de nuestros "encuentros compartidos" comprendi que era mi compañera de cama y de algunos otros mas.

- Adiós Colton, que lo que tengas se te pase. Nunca tienes estas actitudes y sin embargo hace varios meses que noto que estan completamente distante, sabes que no soy una mujer la cual te reclamara atención o lo que sea que hacen las demas putillas, quiero que me digas con sinceridad que demonios te pasa-

la observe varios momentos y me encoji de hombros.

- No sucede nada. ¿crees que sucede algo luego de los orgamos que te he dado?-

ella ato su pelo en una coleta alta y me observo con una aspecto completamente serio.

- Claro que creo que sucede algo. Siempre querías que me quede contigo, que compartamos una cena y ahora solo quieres que me vaya. Me desiluciona por ti, por mi, por esto-

-¿esto?- Su mirada se clavo en mi.

- Esto Colton. Creí que intentarimos comenzar a crear algo juntos, creo que ya llevamos mucho tiempo estando de aqui para alla y no creo que merezcamos que sea solo sexo.

reí, que demonios le sucedía. Apague el cigarro y camine hacia la cama.

- Creo que nuestro "no hay nosotros" quedo claro cuando me enviaron una foto de ti, a los besos con un socio de tu padre, el cual yo conocía y tú sabías que yo lo hacía, creí que habértelo dejado claro Daniela.-

Su mirada se volvió oscura, quizá triste, ella creía que yo olvidaba los momentos que había pasado. No pude decir que me había sentido mal. Sin embargo me decepcioné completamente al creer que podía confiar en alguien en este mundo, incluso mezclado al sexo femenino en el mundo que vivo donde todas las mujeres buscan una estabilidad económica y cuando lo tienen todo no se conforman y necesitan jugar en la línea de fuego a la que creen estar a atadas.

- Está bien. Si esa es tu decisión, no es la mía. Yo luchara por nosotros. -

una vez habiendo escuchado la puerta cerrarse, me desmayé en la cama completamente.

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