capitulo 2
- Catie denovan, Colton Ravis, un gusto conocerla al fin, ángel- al escucharme decir "ángel" tuve que tragar saliva para no querer darme la cabeza contra el auto que acababa de estacionar. ¿Había dicho ángel?. Sin embargo su reacción ante mi apodo hizo que me olvidara de mi conciencia hablando. Ella tenía pecas, podía verla por sus pómulos y jodido dios hacía que mi polla se removiera con tan solo verla ponerse colorada por decirle hola. ¿qué pasaba con ella? Era tan expresiva que no podía explicar , quiero decir, creo que no había palabras para el sentimiento, no la conocía de nada, sin embargo era... agradable.
-un gusto señor Ravis- al escuchar el "señor" me hizo agitar la polla de una manera que negué tratando de decirme a mi mismo no eres un niño de 15 idiota.
- Solo tengo 28 años, podrias evitar el señor esta noche- ella sonrió. Su sonrisa amable, sin mostrar los dientes, era una sonrisa delicada, como cuando entrenas a alguien para que sea lo que pides que sea. Como cuando compras un regalo y lo envías para que la caja muestre lo que estabas esprando. Ella asintió en modo de disculpas y caí en la realidad de que estaba en la puerta, ante la vista de todos los que iban llegando.
camine y le cedí el paso a mi acompañante, ella asintió amable y comenzó a caminar, pude divisar el escote en su espalda, era el vestido que una vez vi en una vidriera y me pareció tan espectacular que lo tenía en mente, como si iba a tener una mujer a quien ponérselo, sin embargo, hoy tenía una.
Los dos comenzamos a caminar cuando escuche como la voz de mi hermana Rose, como no reconocer la malcriada voz de mi hermana de 23 años de edad. Una niña pija malcriada que todo lo que quería tenia que tenerlo. Ella ento un "colton" a mis espaldas. demonios, demonios. no podía ser que dios me pusiera en esta jodida situacion.
me gire un momento hasta que ella y su amigo, Henry. Henrey era uno de sus tantos amigos millonarios los cuales en su cerebro el dinero de papa lo valia todo tanto como para no tener un jodido futuro propio. La mirada de Rose puesta en Catie, claramente quería saber quien era, no la había visto jamas y ella no toleraba que una mujer fuera tan hermosa, nunca.
- Hola querido hermano mamyor, ¿quien es tu amiga?.¿donde esta dani?- murmuro y estudio a Catie Denovan de pies a cabeza. el cual para ser franco yo ya habia hecho el repaso variás veces. Ella menciono a Daniela como un arma mortal. Antes de que siquiera pudiera hablar, ella me interrumpio.
- Catie Denovan, un placer- la actitud en la voz de esta mujer hizo que una pequeña mueca se formara en mis labios. Rose asintio y entendí que debía salir de esa situacion. estire mi brazo y pase el mismo por la cintura de Catie, su piel desnuda me hizo sentir como un adolescente. Pude sentir como se ponía tensa por mi toque, una chispa salto entre nosotros, hizo que mi agarre fuera inseguro, lo que me hizo saber que, estaba tan sorprendida de mi, como yo de ella.
Bien, nos vemos luego, un placer verte henry- murmure asintiendo hacía el, el me devolvio el gesto y tomando a mi acompañante, sali corriendo de la situacion. Al entrar, el lugar estaba repleto de gente, sabía que se venía los hola y los quería presentarte a... siempre utilzaban esos comentarios o se interesaban en que les hable a mi padre de ellos, los cuales no los conocia y ni de coñas iba a reternerlos en mi mente si no eran interesantes. ¿que consideraba interesante?, alguien que tenga el suficiente poder como para interesarnos en nuestra firma de abogados, o... alguien con un buen culo que haga que me interese recordar su nombre, nadie mas. Mire a la mujer que estaba a mi derecha, recordaba perfecto su nombre, me haría imposible olvidarlo. Mire su rostro, estaba algo nerviosa por la situacion y su rostro había tomando un color algo rosado.
-vaya momento- sonreí al escucharla. que pasaba conmigo, me encontraba dando muecas extrañas como un adolescente, como cuando alguien te parece interesante y cada cosa que dice tienes que observarla.
-Ella es un poco celosa, mientras menos sabe mejor- senti su modestia ante mi cercania a su oido, el cual me dejaba al asecho de su cuello tan deseable. - dejame decirte que ese vestido fue creado para ti- su rostro se mostraba sonrojado, como si no se acostumbrara jamas a los halagos, o como si el mio le afectara.
- te pusiste perfume?- consulte, lo que que hizo que ella abriera los ojos,podía sentir un aroma que me embriagaba y por lo extraño que era no me podrucia ningun tipo de alergia.
- no, claro que no- al escucharla, comprendí que ese era el aroma que su cuerpo irradiaba, demonios, mi polla iba a salir corriendo de aqui. ¿como alguien podía tener un AROMA?, o me estaba volviendo loco o esta mujer era un jodido angel de verdad. Tratando de ser lo mas prudente posible, asenti hacía ella. la cual entrecerro sus ojos, como si supiera que yo había o estaba por decir algo si es que me confirmaba que traía algun tipo de perfume.
luego de ambos comenzar a adentrarnos en el evento, comence a repartir saludos a cada uno. todos asentian hacía Catie, el cual con su total educacion asentia hacia elos. Ella no tenía permitido hablar, no por nada en especial simplemente porque no habia preparado nada para que dijera. Mis piernas temblaron un poco cuando Marlov Garden se acerco hacía nosotros. Marlov Garden era uno de nuestros mayores socios, uno de los mejores abogados que conocia y en sus 60 años la inteligencia, la educacion y el respeto que el hombre llevaba era admirable.
- Colton, hijo, como estas- El se acerco hacía nosotros, estrechando su mano hacía mi le devolvi el saludo.traía a su lado a su esposa, Catalina Salas. Una rubia de no mas de 30 años, con unas tetas operadas mas grandes que mi fondo bancario. En varios ocasiones la había follado, es una mujer que le gusta el dinero, el poder, estar con hombres poderosos. Sin embargo, había descubierto por palabras de ella, que su interes en mi iba mas alla del dinero, lo que para mi era totalmente fuera de lugar. No estaba en relaciones, nunca. Mucho menos con un gran amigo de mi padre y con un socio de trabajo.
Al verme, ella me dedico una mirada. la mirada que dice no me llamaste mas Colton.
- Garden , donde nos vinimos a encontrar, Catalina, un gusto verte- murmure, con mi arrogancia intacta. la cual ella me devolvio con una sonrisa y le dedico una mirada de pocos amigos a mi acompañante.
- ¿quién es esta preciosura?- escuche decir a Garden, el cual miraba a Catie como si fuera un chocolate en pleno invierno. Ella le dedico una amable sonrisa, como si supiera que era alguien de poder.
- ella es mi acompañante, Catie Denovan, Catie, el señor Garden y su esposa- el saludo fue tan de mierda que quise reir. Ella asintio hacia ambos, Garden estiro su cabeza y beso su mano. Lo envidié, estaba bastante loco por probar como se sentía su piel entre mis labios.
- ¿a qué te dedicas?- las palabras salieron de la boca de Catalina como serpiente que tira su veneno. Sentí como su cuerpo se tensaba, no había dicho que tenía que decir.
- Ella es espléndida, tiene un excelente curriculum. Hasta 5 idiomas. Estoy tratando de conseguir que entre al equipo, mínimo con algo pequeño- sentí como un codo chocaba contra mi costilla. Quise reír, que mujer descarada pensé. Ellos dos asintieron.
- sería un placer tenerte en el equipo- Galden sonrió y con dos palabras más nos despedimos.
- entonces, ¿champagne?- trate de romper el hielo olvidando el momento.
Comenzamos a alejarnos y tome una copa de champagne, le tendí una a ella y yo tome una de agua. En el momento que su mano toco la copa, ya estaba vaciándola.
- tranquila nena, es un champagne caro- murmuré, tratando de ser divertido. Me sorprendí encontrándome a mi mismo tratando de caerle bien.
- ¿no bebes? - me sentí incómodo al escuchar su pregunta. la realidad era que no lo hacía, había tenido un exceso con el alcohol y malos eventos, como romper autos en peleas familiares.
- no bebo, no era un alcohólico, sin embargo, me vi teniendo excesos y yo jamás tengo excesos, yo siempre mantengo todo bajo control Catie. - su rostro se puso rosado al escucharme hablar, como si lo hubiera relacionado con algo sexual.
-¿entrar a tu equipo? - murmuro y rio nerviosa. - que comentario ...- miro hacia otro lado y yo no podía dejar de observar sus rasgos, podía divisar como unas pequeñas pecas decoraban su rostro y hacian que se vea aun mas adorable.
- ¿que tiene de malo? - en ese momento me ignore a mí mismo, no debía de mencionar esto ahora mismo. Sin embargo, me encontraba pensando que esta mujer era maravillosa.
Ella se encogió de hombros y negó con la cabeza, como si no supiera que decir, como si jamás se hubiera imaginado siendo más que una scort. En ese momento todo se enfrió, ella miró a su alrededor y luego el reloj de unos miles de euros que tenía en su muñeca derecha.
- Mi horario ha transcurrido- la observé, como si no supiera como despedirse o que hacer. Asentí hacía ella, tenía razón, no me había dado cuenta entre saludos, charlas, y su aroma embriagador a mi lado, las dos horas pasadas.
- tienes razón, creí que iba a sentirme aburrido como la mierda y querría irme antes de las dos horas. Me está sucediendo que no estoy aburrido en lo absoluto y tu compañía ha sido lo mejor de mi semana- ella asintió hacía mi, como si en ese gesto me estuviera diciendo que también lo disfruto. Siempre fui un hombre el cual ha sabido dar rápidos pasos, con esto mujer me sentía, tímido.