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—estuviste increíble con las adivinanzas —dijo Matías acercándose a mí.
—supongo.
—el día viernes viene una feria a la ciudad,¿te gustaría venir?
Aquella fue una alarma disparadora, tal vez si conseguía dos entradas podría invitarlo a Eliseo. Por lo cual le dije las palabras la boca y corre hacia ti.
Estabas solo, no sabía bien si acercarme. Por lo que di, un paso a paso en forma lenta. Al llegar a medio metro de ti, Me miraste algo confundido.
—el día viernes hay una feria en la ciudad, quería saber si...¿Quieres venir conmigo?
—gracias, pero ya me invitaron.
—Oh... está bien, pásala bien.
No me contestó, ese lugar se alejó de mí caminando en dirección opuesta. Lo miré triste, en realidad éramos vecinos él vive a mi lado.
Eres tan lindo, ya llegará era el día en que aceptes mi invitación.
—¿Entonces que dices?
Matías se había acercado a mi lado, con la sonrisa de oreja a oreja y yo le contesté.
—Vale.
—Será el mejor día de tu vida,ya lo verás.
Me fui a la parada del colectivo, después para esperar. Matías vivía frente a mi casa, Por lo cual siempre se toma el mismo colectivo que yo. Puse los ojos en blanco, ignorando su presencia. Matías: no dijo nada, comenzó a leer un libro que yo había empezado justamente a leer.
—¿Te gusta ese libro?¿acaso me espías?
—Me gusta leer, de esa aplicación. Es el destino —exclamó y me guiñó un ojo divertido.
—¡Sueña!, pero si me gusta... ¿en cuál capitulo vas?
—El primero en realidad... ¿quieres que te lea? —quiso saber, en un momento al otro: ya estaba sentado a mi lado.
—¿Eso te mantendrá callado? —lo ví cansada.
—Si...
—Bueno.
—Esto empieza así:
"Hoy era día viernes, en este día solo teníamos dos horas de clase. Entrabamos a las seis de la tarde y salíamos a las ocho y media.
"Al llegar lo primero que noté, fue el preceptor recorrer cada taller. Llegué algo curiosa, porque todos estaban alrededor de el.
—Hola Cami, ¿pasó algo? —pregunté, acercándome a su lado.
—Al parecer hay acto, espero que sea corto o mucho no podremos hacer.
—Oh... ya veo.¿Tendremos que hacer fila? — dije divertida.
—Aprovecharemos a no hablar —respondió lanzando una risa.
—Eso será complicado —aseguré,con Cam éramos unas máquinas de hablar tonterías, en el buen sentido.
"Todo nuestro grupo, camino en forma pausada hacia la entrada. Mientras iniciaba el discurso, sentí una mirada punzante en mi cuello. Al girarme, me encontré con esos ojos marrones en mi, bueno eso creía.
"O talvez estaban puestos en el joven regordete que estaba detrás de mi, me encoji de hombros en forma mental. No debía preocuparme por algo así,¿verdad?."
—Ya está nuestra parada —murmuré contenta.
Aunque no podía evitar decir, qué escuchar su voz en una parte me había agradado. Por eso mismo quería huir, porque no entendía bien.
"¿Por qué quería seguir escuchandolo"?
Ese día era lunes, pasó el fin de semana en un ida y vuela;bastante peculiar. No sabía en qué momento será el día que teníamos que volver a clases.
Estaba perdida en la clase siempre sin pensar ni u un poco de atención concentrada en el. Estaba siempre igual con su cabello que le caia hasta sus ojos, pero para mí siempre tenía algo diferente. Mientras estaba sumida mi pensamiento un papelito me desconcentro, mire hacia todas las direcciones encontrando al proveedor de dicho objeto.
Era Matías.