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Estaba tan pérdida de mi tarea de espía, que no me di cuenta que el se había detenido y girado. Me quedé en shock, no esperaba que él se girara. Por lo general siempre lo seguía por toda la planta baja, hasta llegar a la de arriba y luego me alejaban. El mismo abrió su boca y me habló. Yo miré confundida hacia atrás pensando qué tal vez le habla a otra persona, por lo que seguí mi camino y él tomó mi mano.
—¿Por qué me sigues siempre?.
Lo miré completamentelo miré completamente confundido y aterrada, no pude decir nada y en su lugar me fui corriendo. Al llegar a la vuelta de la escuela, tomé mi pecho como temiendo que se me escapé el corazón.
¿Por qué tenía todos aquellos sentimientos por el?
Él nunca me ha hablado en toda mi vida, pues yo siempre había añorado aunque sea una vez sentir el contacto de su piel.
Tenia el corazón latiendo con tanta velocidad, sentía que me iba a desmayar en cualquier momento.
Puedo ver una figura conocida acercarse ami: Matías. Me vio algo preocupado: no sabía cuál de las opciones eran, tal vez que estaba roja como un tomate o porque tenía la cara brillante de transpiración.
Me preguntó si estaba bien, lo cual le respondí que sí y me alejé.
En el siguiente día, me encontraba en una de sus clases. Pude ver como una de las alumnas se acercaba a él, hice una mueca de fastidio con un dejó de odio. Sabía que él era muy atractivo para que solo yo pudiera verlo, eso causa en mi un sentimiento de celos.
Al terminar la clase no dirigíamos, al encuentro de las escuelas. Era en un parque, la mayoría estábamos en pequeños grupos junto con un profesor. Mis amigas, no perdían oportunidad:mirar a todos los chicos de las otras escuelas; sin embargo en mi caso, solo lo veía a él. Estaba sentado en posición de indio, su mirada estaba lejos de mí; me gustaba soñar que él me miraba y me saluda desde lo lejos.
Pero eso nunca iba a ocurrir.
No era una chica en demasía atractiva, más bien era más de una persona normal. Con mi cabello dorado y mis ojos de color avellana, los cuales eran opacados por unos lentes de color negro. Suspiré en forma cansina, quería conseguir un trabajo para poder comprar lentes de contacto. Aunque mi busqueda se había estropeado.
De pronto: nuestro docente nos informaba que teníamos que hacer grupos de a cuatro, que ella los iba a elegir al azar. Cerré los ojos y los puños, deseando con todas mis fuerzas que su nombre apareciera en mi grupo.
Y si, lo habían elegido junto con Matías y.una chica llamada Rosa.
Tenemos que superar algunos obstáculos y adivinanzas, al parecer era de su tarea favoritas de aquel organizador. Primero tenemos que correr una carrera de obstáculos, los cuales eran saltar sobre unos aros. Al final de esto, había una adivinanza.
No puedo evitar parar de mirar a Eliseo, me miró con una ceja levantada y me preguntó,"¿Qué tanto me ves?". Mis mejillas se sonrojaron, procure con todas mis fuerzas tragar saliva, pero en el intento me ahogué.
—No te me mueras, con una menos perderemos —exclamó Matías y añadió: —además aún tengo que conquistarte.
—Uhhhh.
Algunos chicos escucharon de soslayo, yo puse los ojos en blanco y lo ignore.
—Ella solo tiene ojos para Eliseo —respondió Rosa, en tono burlón.
—Seré un Eliseo para ti.
Frente de mí, tenía al mismo Eliseo. Quién no puso ningún gesto de sorpresa, y solamente pudo decir:
—Lose, siempre me sigue —puntualizó en tono burlón.
—Hey, ya basta —me defendió Matías, pero yo ya me había ido corriendo.
Me sentí una tonta, amaba tanto a un chico que era capaz de burlarse de mis sentimientos.
"Eres malo con mi corazón, Eliseo. ¡Pero te amo!"
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Estábamos en la prueba de obstáculos, no tenía ni un ápice de actividad física. Me costaba incluso saltar Los aros, creo que para la único que era buena era para las adivinanza.
Ganamos el segundo puesto increíblemente, pero fue todo gracias a Eliseo. Qué aceleró el tiempo que habíamos perdido nosotras, suspiré sin poder evitar verlo.
Es que tú Eliseo, no te das cuenta del poder que generas en mí. Con solo una mirada siento que me inspiras a crecer.
En ese momento una de mis compañeros lo felicito, fieles sonreír con esos dientes tan blancos y perfectos que derretía cualquiera.Puse, la boca triste y me aparte.