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Capítulo 2

Ya había recogido a mi hermana y ahora me tocaba trabajar de camarera en un bar que hay cerca de casa, el dueño era amigo de mi padre y en cuanto vio que necesitaba el trabajo no dudo en contratarme. La verdad es un buen jefe, no tengo ninguna pega con él.

-hola Erick- le dije a mi jefe poniéndome el uniforme.

-Hola Sara, ¿hoy te puedes quedar un poco mas?- me pregunto mi jefe, me vendría muy bien hacer horas extras ya que la pagaban muy bien, lo malo sería mi hermana.

-tendría que hablar con la niñera de mi hermana- le dije y el asintió.

-vale luego me dices y no te preocupes por quedarte sola hasta tan tarde porque mi hijo viene a ayudarte- fruncí el ceño, no tenía ni idea de quién era su hijo, nunca lo había visto por el bar.

-vale, luego le digo.

Me termino de preparar y voy hacia las mesas para apuntar los pedidos de los clientes, en cuanto tengo un rato libre llamo a Laura para que se quede más rato con mi hermana, al menos no me puso problema.

Le digo a mi jefe que si puedo quedarme y el me dice que entre Marc y yo cerraremos el bar, me ha dicho que su hijo Marc es de mi edad y que me caerá bien.

A las siete de la tarde aparece su hijo y cuando lo veo maldigo mi suerte, es el chico de esta mañana en la universidad, el imbécil que me dio con la puerta en las narices.

Mi jefe se va y nos quedamos solos en el bar, apenas hay clientes y los pocos que hay ya tienen todo servido, solo falta que se marchen, limpiar el bar y cerrar.

-hola, eres la chica de esta mañana ¿verdad?- encima lo dice riéndose.

-si soy yo, y tu eres el imbécil que me dio con la puerta ¿verdad?- le dije furiosa, no me importaba que fuera el hijo del jefe.

-cuidadito con insultarme, o te hare la vida imposible- encima me amenaza esto es el colmo.

-yo solo he dicho la verdad y no me amenaces- le dije.

-el que avisa no es traidor- me dijo eso y desapareció de mi vista, que se creía este tipo.

La noche transcurrió sin ningún problema, el hacia lo suyo y yo lo mío y los clientes se fueron contentos.

Era hora de cerrar y nos quedamos solos, nos repartimos las tareas, yo empecé por poner el lavavajillas, no se escuchaba nada solo el ruido del electrodoméstico, me quede pensando en mi hermana, espero que se esté portando bien.

De repente oigo un sonido que viene del baño de los hombres, será que Marc está allí, voy hacia el baño y veo a un hombre encapuchado, como ha entrado este hombre, me alejo de la puerta para avisar a Marc pero no sé donde está, este bar es muy grande y tiene planta de arriba.

El hombre no me ha visto pero pronto me equivoco, voy hacia atrás y sin querer piso una lata, me resbalo y caigo al suelo, el se gira y me ve, siento que mi corazón se va a detener de un momento a otro.

Viene hacia mí y me agarra del brazo para ponerme de pie, me pregunta si hay alguien mas en el bar, pienso un momento en si decirle que si o mentirle, decido por mentirle, no quiero poner en peligro a nadie mas.

Pero es inútil, se escucha ruido en la cocina, debe ser Marc limpiando, me agarra del pelo y grito, al momento me tapa la boca para que no haga ningún ruido, tiene un cuchillo y me amenaza con matarme si hago ruido, no me importa lo que me haga a mi pero no quiero dejar sola a mi hermana en este mundo.

-suéltame- le dijo bajito pero él me vuelve a tirar del pelo, entiendo que no me va a soltar.

-Sara- grita Marc desde la cocina, yo rezo para que salga.

-ayuda-grito en un momento desesperado por que salga, en el momento que grito siento cómo me clava el cuchillo en el estómago.

Me suelta el cabello y caigo lentamente al suelo, veo con la vista borrosa como Marc sale de la cocina y me parece ver como se pelean pero ya no pude ver, solo oscuridad.

Abro los ojos y no sé donde estoy, me fijo bien en el lugar y estoy en una habitación. Me levanto despacio y me agarro en la parte donde me clavo el cuchillo, me preparo para sentir dolor pero no hay nada, me levanto la camiseta y no está la herida, como puede ser posible.

Esto no puede ser, yo sentí el cuchillo y ahora no hay nada, pero mi camiseta si tiene sangre.

Estoy muy confundida, me siento en la cama y pongo los pies en el suelo. Cuando voy hacia la puerta aparece Marc con una bandeja con comida y agua. Retrocedo hacia la cama.

-¿qué ha pasado?- pregunto confundida.

-bueno te han apuñalado en el estomago y te he traído a mi casa- me dijo sin mas.

-pero como es que no tengo ninguna herida- le digo.

-se ha curado- me dice, se cree que soy estúpida y que eso no se cura tan fácil.

-se ha curado tan rápido, como es posible, ¿crees que soy tonta?- el ríe y asiente.

Ya no aguanto más después del susto que he pasado ahora se ríe de mí, me largo de aquí.

Me levanto de la cama y me dirijo hacia la puerta pero él ve mis intenciones y me detiene.

-que haces suéltame- le grito.

-no vas a ningún lado- me dijo mirándome muy serio.

-¿qué estás diciendo?- le digo furiosa, este tipo estaba loco.

-no puedo dejarte ir, no puedo fiarme de que no cuentes nada- me dijo mirándome.

-decir que- le dije.

-de lo que ha pasado esta noche, no puedes decirle a nadie lo que ha pasado- parpadee varias veces, no entendía porque querer ocultarlo.

-¿crees que alguien me va a creer si digo que me han clavado un cuchillo y ni siquiera tengo la herida?- le dije, la verdad es que nadie me creería.

-eso es cierto nadie te creería, pero no te preguntas como fue que se te curo tan rápido- fruncí el ceño, tenía razón.

-la verdad si me lo pregunto pero no me lo vas a decir ¿verdad?- el sonrío.

-chica lista, me caes bien- me dijo y me soltó.

Este chico era bipolar pero lo importante es irme, necesito saber cómo esta mi hermana.

-me voy-le dije pero antes de irme-gracias- le dije abriendo la puerta.

-espera te acompaño a casa- me dijo y me pare en seco.

-no hace falta- pero el pareció ignorarme.

Llegamos a la puerta de mi casa, en el camino no habíamos hablado.

-gracias de nuevo- le dije dándome la vuelta.

-recuerda no debes decir nada o te la veras conmigo- me dijo muy serio.

Entro en casa y enseguida me recibe Laura.

-buenas noches Sara, ¿cómo te ha ido?- me pregunta.

-buenas noches, pues ha sido cansado pero todo bien- miento, menos mal que tengo puesta la chaqueta si no me vería la sangre en mi camiseta.

Después de irse Laura me fui a la habitación de mi hermana, estaba durmiendo, me relajé y fui hacia el baño, necesitaba una ducha urgente.

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