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Capitulo 2: La Granja

Pasaron 3 años de la pandemia, pensábamos que duraría unos meses como nos decían en la tele, pero fue peor, los gobiernos cayeron, ya nadie nos protege ahora solo dependemos de nosotros mismos.

Hoy me levante extraña, quizás sea por la incomodidad de la cama fabricada con telas viejas y hojas secas, pero me siento extraña, el sol encandila más de lo normal y los sonidos son más fuertes, creo que tengo migraña.

Salí temprano a caminar, la huerta esta hermosa, y pensar que no podía mantener una simple plata viva.

Desde de la caída de los Gobiernos tuvimos que huir a los campos,la ciudad se volvió foco de enfermedad y las personas se convirtieron en mostros asesinos, abusaban y robaban sin ningún remordimiento, perdi a mi abuela y Zabid perdio a la suya en ese momento me di cuenta que en ese lugar no ibamos a sobrevivir, así que un día juntemos a la mayor parte de la familia y nos fuimos.

Mi madre, mis hermanos, tíos, primos y algunos amigos que se quedaron solos después de perder a sus familias vinieron con nosotros.

Encontramos una vieja granja abandonada en el medio de la nada con un pequeño lago y unos grandes pinos que tapaban todo, es perfecto nadie nos verá, podremos vivir tranquilos y los niños crecerán en paz.

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Mientras caminaba por el lugar escuche unos pasos, parecían serca pero al girar me vi que Zabid venía a lo lejos en mi dirección,me desconcertó yo estaba segura que las pisadas eran detrás de mi pero decidí no tomar importancia, mientras esperaba que se acercara no podía dejar de mirarlo, no puedo creer como todavía lo tengo conmigo después de todo lo que a pasado.

Cuando decidí irme no lo obligue a seguirme, porque se que su familia también es importante y yo no soy quien para negarselo,

pero el decidió seguirme, todavía escucho sus dulces palabras que eran una caricia mi debilitada alma -te voy a seguir a donde vayas- no lo podía creer, que hice para merecerme a semejante hombre.

-Buenos días amor- le desee con una sonrisa.

-Me dejaste solo- me reprocho con una cara seria.

-No quería despertarte, parecía que descansabas bien- respondí con una risa burlona.

mmh- giro sus ojos y cruzo los brazos.

-Dame un beso- me pedí acercarme a su hombro con una sonrisa pícara.

dios cuando me acerque sentí su aroma, ya lo conocía pero nunca lo había sentido tan fuerte, no se como explicarlo, es como el olor a café en invierno, algo en mi se encendió, sentí un cosquilleo en todo el cuerpo, quería hacerlo mío, era como un impulso casi incontrolable.

[Zabid me beso]

Me acerque aún más, subí mis brazos a sus hombros, acaricié su cabello mientras me besaba, esta subiendo el calor- quiero más!- le dije en un susurro. me miró extrañado yo nunca me comportaba de esa manera, sentí como se calentaban mis mejillas, lo miré con vergüenza y retrocedí un paso.

-Aquí no cariño-me dijo con una sonrisa.

yo...emm- dije sin saber que responder.

- Te dio pena? nos conocemos demasiado no te parece?-dijo en tono burlón .

Lo se, solo... nada, lo sinto-dije entre dientes mientras miraba hacia un costado.

-Que sucede?-pregunto con un gesto curioso.

no importa vamos a desayunar?- respondí tratando de cambiar la conversación, asintió, caminamos hasta el comedor y ya estaban los adultos mayores desayunando.

hija aquí esta el desayuno de ustedes-dijo mi madre cuando nos vio entrar.

Gracias-dijo Zabid con una sonrisa.

Ahora tenemos un comedor principal que antes era una sala, lo construimos para poder racionar la comida de forma equitativa y justa, la idea la tuvo Aitana obviamente ella es sumamente inteligente para las estrategias a sido de una ayuda estos años.

-Alguien sabe porque no están mis primos aquí?- pregunte en voz alta para que todos me oyeran.

-Salieron a cazar temprano- respondió mi tía kini con cara de orgullo, ella es buena pero aveces no sabe cual es su lugar aquí.

-Porque? hay suficiente carne para tres días- dije con molestia. Era peligroso salir por eso solo lo hacíamos cuando era necesario.

-Yo pedí que dejen sus rondas para que me hagan el favor de traer las aves que me gustan- respondió kini.

-Dejar sus rondas es peligroso, salir a cazar sin equipo es peligroso, y nos dejan a todos a merced de lo que pueda pasar, no tenes la autoridad para romper responsabilidades y poner en riesgo a los demás por unas míseras aves- Dije levantándome de la mesa y alzando la voz. De repente sentí que una mano cálida me sostenía el brazo, era Zabic me miraba sorprendido y al mismo tiempo con una cara de reproche.

todo el comedor quedo en silencio, kini agacho la cabeza y se disculpo, yo me volví a sentar sin entender que había pasado, si bien a lo largo de estos años de una u otra forma termine haciéndome cargo del refugio, jamás me había descrito a mi misma como la líder, mucho menos diciéndole a los demás lo que no podían hacer.

terminamos el desayuno en silencio y todos se fueron a sus puestos, mamá antes de irse paso por la mesa en la que yo estaba.

-Hija te sientes bien? pasa algo malo?-pregunto con preocupación.

-No mamá solo necesito que todos ponga de su parte para que esto funcione-respondi con un gesto de cansancio. Mamá palmeo mi espalda y me dio un terno beso en la cabeza y se retiro. Zabic no había pronunciado palabra en todo el desayuno, sentía su confusión, pero no podía darle ninguna explicación porque yo tampoco entendía que pasaba, jamás fui de las que levanta la voz o es agresiva, algo estaba pasando.

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Fui a entrenar...

Desde que todo esto paso empecé a entrenar boxeo, corría, también encontramos unas máquinas de gimnasio que reparamos, había agarrado buena forma, mido 1,60 antes era un poco rellenita pero ahora adelgace tengo una cintura pequeña con caderas rendondas , lindas piernas, buenos pechos, ojos cafes, tes blanca, labios grandes y rosados.

mi físico a cambiado mucho, creo que antes era más tranquila porque al ser gordita no podía ser más que adorable para que me quisieran.

Mientras golpeaba el saco de boxeo que habíamos encontrado y reparado, escuché mi nombre, alguien me llamaba, al voltear me di cuenta que era Malick que salía de entre los árboles.

Malick y yo teníamos algo complicado, mucho antes de conocer a Zabic, siempre hubo atracción entre nosotros pero el es muy egocéntrico y narcisista para sentir algo más que calentura, a mi novio no le gusta que el este cerca de mi aunque nunca me lo dijo claro.

-Que pasa Malick? estas aburrido?-pregunte con voz burlona aunque sentí su olor parado a unos cuantos pasos de mi y me causó confusión pero también excitación.

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