Códigos genéticos

《mi primer día de universidad》

Estoy llegando tarde tenia que estar allí a las 7am todavía no termino de desayunar y mi madre se esta alistando para ir al trabajo ,por suerte me pasara a buscar mi novio Zabid, el mi pareja de hace 3 años, siempre e pensado que más que un novio es un compañero por lo bien que nos llevamos y lo mucho que nos entendemos, en un par de meses cumpliremos 4 años y todavía no e pensado que regalo debo darle, es una fecha importante tengo que pensar con anticipación.

¡pip pipp!

(una bosina)

- A llegado Zabid! - dice mi madre de un grito

-si lo escuche perfectamente- respondo girando mis ojos

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Ya en el coche

-Hola cariño como te sientes? estas nerviosa por tu primer día?- me pregunta Zabid con su dulce voz y una sonrisa preciosa que siempre me hace suspirar

-Hola amor. pues... no estaba nerviosa hasta que me di cuenta que me quede dormida, voy a llegar tarde y todos me observarán- dije agachado la cabeza con una voz tímida y cubriendo mi rostro con las manos.

Esa fue la última vez que nos sentimos como nosotros mismos.

llegamos a la calle principal y aparecieron muchos policías cubiertos por unos trajes amarillos y mascaras que le cubrirán toda la cabeza, mire a Zabid desconcertada buscando una especie de explicación de lo que estaba pasando, de un momento al otro sonó una fuerte sirena, parecía que se venía una guerra o algo así.

un policía se acercó a nosotros

-Tienen que volver a su residencia, esto no es un simulacro, entramos en una pandemia Global, no salgan y sigan las instrucciones que se darán por radio!- prácticamente grito el policía

-por radio? pregunto Zabid confundido.

-VOLVED A SU RESIDENCIA!- exclamó el policía ahora si gritando y tomando un color rojizo en su cara.

Dimos la vuelta y volvimos a casa, Mamá estaba ahí, ella toma otro camino para ir a su trabajo

-mi niña, estas bien?- agarro mi cara entre sus manos

vieron a los policías? pregunto mirando Zabid y el asintió preocupado sin poder dejar de ver a través de la ventana.

Los hombres de trajes amarillo y blanco se extendían a lo largo de toda la calle, llamando a todas las puertas y finalmente pasaron por nuestra casa.

(toc toc)

se escucho en la entrada

Mamá abrió la puerta y se encontró con unas cajas selladas y un sobre cerrado por encima, lo tomé, lo abrí y empecé a leer.

_Esta prohibido salir de la residencia.

_esta prohibido acercarse a personas que estén fuera del núcleo familiar.

_esta prohibido compartir :alimentos, ropas, o cualquier objeto ya que esto podría estar contaminado.

_En caso de tener un infectado avisar a las autoridades correspondientes atreves de este número 555-666-444.

Los efectivos le brindaran todo lo necesario para la supervivencia de usted y su familia, se le ruega que mantenga la calma y siga las indicaciones.

Termine de leer la carta , mire a Zabid y luego a mi madre que estaba abriendo las cajas.

En la caja más grande había comida y en la pequeña encontramos guantes un traje naranja filtros de aire para las ventanas y un folleto de como teníamos que colocarlas.

Eso fue todo, sin más explicaciones, sin más información, parecía el final, pero no... fue solo el comienzo.

Pasaron los días, luego los meses, llego el primer año encerrados, ya casi no teníamos comunicación, escuchábamos lo que pasaba a través de una radio, que nos daba poca información, muchos familiares se vinieron a quedar en nuestra casa , por miedo o por falta de recursos, ya casi no nos daban las cajas con provisiones, durante la noche escapábamos a casas cercanas que ya estaban vacías para conseguir alimentos, pero esto se volvía cada vez mas peligroso, casi no había policías o militares, había periodos largos en los que nos quedábamos sin luz y agua, por miedo empezamos a guardar agua en grandes bidones, ollas. botellas, incluso en posos que habíamos hecho en el patio de la casa, así no desperdiciábamos el agua de lluvia. Amigos que habían quedado solos también llegaron, ya casi no había espacio, la sala, el deposito, el cobertizo, el garaje, cada parte de la casa estaba ocupada por personas, nos acomodábamos como podíamos, mi casa no era demasiado grande pero si se podía notar a simple vista que ya no había lugar.

Mis sueños, mi vida, todo se había ido, me sentía estúpida por pensar que esto solo duraría un par de meses, Tenia que buscar una solución y así lo hice, junte a la familia y les Conte mi plan, No todos estuvieron de acuerdo pero sabían que no había otra manera de sobrevivir.

conseguimos un pequeño camión que era de un viejo vecino, recolectamos gasolina de los autos que estaban parados a lo largo de la calle, la idea era salir de la ciudad e ir a un pueblo que estaba cerca de donde nos encortábamos. Cuando decidimos que era hora de partir, mi abuelo enfermo y por miedo a alejarnos en caso de que viniera la ayuda, nos quedamos por par de meses mas, esa fue la peor decisión, pasamos frio, hambre y estuvimos expuestos a ataques de otras personas , Perdí familiares y amigos.

Tenia que haber disfrutado mas esa ultima noche que dormir en paz, pobre tonta, pensar que en ese momento lo peor que me podía pasar era llegar tarde el primer día de clases.

No podía esperar mas, eran las 5am. Del 12 de septiembre a mas de un año de haber comenzada la pandemia.

Debemos irnos!- levante la voz parada en el espacio que había entre la sala y la cocina, los que aun dormían se despertaron a observar, los que ya estaban despiertos se miraban entre ellos.

Donde iremos?- pregunto Alan mientras levantaba las mantas sobre las que había dormido.

Hacia el campo, el que no quiera acompañarme puede quedarse, y para los que si, junten sus pertenencias y cárguenlas al camión junto con las probaciones, NOS VAMOS EN UNA HORA- ese fue el día que tome el control sin haberlo pedido.