Capítulo 10: No estoy capacitado
Nosotros regresamos a la caravana a eso de las 07:20 cuando nos dio hambre, por supuesto que nos comimos los bocadillos que preparó, pero como los habíamos comido temprano, a eso de las siete nos sentíamos muy hambrientos.
Lo malo es que ahora debo cocinar yo, él me dijo “llevo todo el día alimonándote, ahora te toca a ti” así que fui el encargado de preparar la cena, sin duda la cocina es pequeña, no puede molestarme mientras cocino ni tampoco ayudarme, pero en ciertas ocasiones buscaba la manera de retrasándome.
Lo bueno es que, cuando dejé cocinando las cosas, él se acomodó frente a la mesa para así mirar su laptop mientras esperaba, sabía que no estaba trabajando, pero parecía muy concentrado, por ello, como no necesitaba estar tan pendiente de la olla, me acerqué sentándome muy cerca e incluso rodeé su brazo para seguido apoyar mi cabeza en su hombro, queriendo ver qué hacía.
Cuando me acerqué pude ver como cerraba una página, podría haber sido una casualidad, sin embargo, se puso nervioso y eso nuevamente me hizo regresar a la realidad. Era obvio que estaba ocultando algo, además podía oír sus latidos un poco más acelerados de lo normal.
Parecía que mi presencia ahora mismo lo ponía nervioso, además simulaba que leía correos de la empresa dejándome con enormes ganas de revisar su laptop más tarde, pero sería demasiado arriesgado, sin duda se daría cuenta si lo hago.
–Allan ¿Qué veías? –pregunté de forma directa, queriendo ver si eran sólo paranoias mías.
–Nada– me respondió un poco nervioso
–Pero cerraste algo…–comenté sentándome sobre sus piernas para acomodarme frente a la laptop e intentar buscar lo que antes veía, sin embargo, él cerró la pantalla volviéndolo aún más sospechoso.
–No era nada…–dijo mientras yo me sentía más desconfiado.
–Bueno…–dije fingiendo tristeza mientras me quitaba de encima y me dirigía hasta la cama.
Claramente quería ver si conseguía algo con esto, de cierta manera me alegró que me siguiera y me envolviera con sus brazos casi buscando animarme, pero sin duda me sentía muy curioso.
–Mañana regresaremos–hablaba cerca de mi oído, ambos estábamos en posición de cucharita.
–Ag…–solté, no quería irme– cuando me retire de este trabajo, venderé todas mis casas con tal de vivir en medio de la nada y en lo posible, con una laguna de patos frente a la casa– comenté haciéndolo reír.
–Espero ser invitado– dijo como broma.
–¿Quién crees que me follará para entretenerme? –pregunté tratando de seducirlo.
Allan buscó mi mirada, podía ver cuán complacido estaba por mi propuesta, incluso como su entrepierna se rozaba en mi trasero, pude notar la zona un poco dura. Sé que lo había conseguido, él quería tocarme, de hecho, comenzamos a besarnos lujuriosamente mientras sus manos me acariciaban con lujuria, o al menos hasta que retiró sus manos controlándose.
–Aún no…–me dijo retirando sus manos.
–Ahora es el momento perfecto–le aseguraba mientras bajaba coquetamente mis pantalones queriendo ver sus reacciones.
Sus ojos claramente me miraban con deseo, incluso por un instante no fue capaz de controlar su mano derecha, la cual se deslizó entremedio de mis nalgas, sin embargo, nuevamente se alejó e incluso se levantó de la cama repitiendo un “aún no”.
Yo estaba caliente, quería hacerlo, por ello me terminé de quitar la ropa y como sabía que planeaba trabajar como un modo de ignorarme, decidí tocarme por mi cuenta sintiéndome un poco ansioso cuando deslicé mis dedos dentro de mi agujero.
Aquello logró hacerme suspirar, Allan no quería mirarme, sin duda no se imaginaba lo que estaba haciendo, ni tampoco se esperaba que estuviese con las piernas completamente abiertas mientras buscaba mi propio placer.
Como en el río él me había tocado aquel sitio, era muy fácil adentrar varios dedos, además me sentía un poco sensible, algo que me hizo gemir de una forma un poco obscena.
Aquel gemido lo motivó a mirar hacia atrás, pude ver la sorpresa de su rostro y hasta como entreabría los labios devorándome con sus ojos, además como la olla estaba en el fuego, cerró la llave del gas y caminó hacia mí mientras se quitaba la polera.
–nnnh…–gemía abriendo mi entrada, algo que sin duda me hizo soltar una risita juguetona tras ver el bulto de su entrepierna– e-estoy bien solito…–le dije cuando abrió el botón de su pantalón.
Allan obviamente me ignoró, de hecho, se quitó por completo la ropa y mientras yo me tocaba lujuriosamente, él se masturbaba viéndome de pie frente a la cama.
Eso me ponía más caliente, podía ver como agitaba su pene con velocidad, incluso como sus ojos no dejaban de observar mi entrada, parecía hipnotizado, mientras que yo no podía dejar de mirar su erección, incluso me lamía los labios deseándolo.
Sin duda la culpa de todo esto la tiene esta misión, gracias a esta misión deseo ser follado por otro alfa, de hecho, siento que ya no puedo tener el mismo sexo que tenía antes, aunque me siento muy avergonzado por el hecho de desearlo justamente a él.
La situación era tan vergonzosa, pero al mismo tiempo muy caliente, incluso me sentía orgulloso de que él se estaba masturbando mientras me miraba, así que decidí darle una mejor vista de mi cuerpo, además quería ver hasta qué punto lograba controlarse.
La mejor vista que podía darle era en cuatro, así que me puse boca abajo y levanté mi trasero mientras buscaba la forma de mirarlo hacia atrás, no podía hacerlo todo el tiempo, ya que me dolía el cuello, sin embargo, podía hacerlo lo suficiente como para ver que se estaba humedeciendo.
–nnngh…–gemí masturbándome por delante también– ah… nnnh…
Pude sentir como él se subía sobre la cama, incluso posicionó su mano sobre la mía impidiendo que mis dedos volvieran a rozarse en mi interior, gracias a eso pensé que me penetraría, aunque curiosamente utilizó su boca para complacerme e incluso con tal de incrementar el calor de mi cuerpo.
–¡nnnnh…! –gemí sintiendo mis mejillas calientes, su lengua se estaba rozando en mi entrada de un modo muy erótico– Allan…–suspiré su nombre moviendo mis caderas inconscientemente– d-deja de jugar…–pedí acercando mis dedos a mi entrada, queriendo estirarla para él– fóllame ya…–pedí casi como una súplica.
Allan me nalgueó, me nalgueó con ambas manos dejando la zona caliente, podía sentir como ardían mis nalgas, sin embargo, también fui capaz de sentir como su erección se rozaba contra mi entrada.
Sabía las razones que tenía para no meterlo, como él antes se había masturbado, estaba a pocos minutos de correrse, por ende, no quería perder la oportunidad de esperar y luego meterlo.
Como él prometió que sólo lo haría una vez, debe ser cuidadoso, no puede correrse más rápido que yo, ya que sabe que en cuanto lo haga, no podrá continuar.
Sin duda no me extrañó que me girara para rozar su entrepierna con la mía mientras nos besábamos, incluso de vez en cuando besaba mi cuello hasta llegar al punto en donde su corrida y la mía se mezclaban en mi abdomen.
–Lo quiero de cucharita…–le dije seduciéndolo, sobre todo cuando me posicioné de lado en la cama queriendo que me tomara por detrás.
Él me obedeció, se puso por detrás de mí y se estiró hasta el sitio en donde guarda los condones, sin embargo, se quedó quieto cuando no encontró ninguno.
–No hay condones…–me susurró al oído mientras levantaba una de mis piernas– nunca diste condiciones cuando prometí que lo haría una vez, así que…–añadió penetrándome lentamente– hoy lo haremos así…
–Ah… Allan… –suspiré deseoso, no porque estuviese sin condón, sino que me sentía excitado por el hecho de sentirlo por fin dentro.
–Uh… Que rico…–susurró en mi oído– estás empapado…–añadió besando mi cuello mientras se deslizaba más y más adentro.
Claramente esta posición le permite tocar todos los puntos sensibles de mi cuerpo, ya que, tras pasar su brazo izquierdo por debajo de mi cuerpo, podía tocar mi entrepierna, mientras que con la derecha jugueteaba con mis pezones.
Por supuesto que en cuanto lo metió todo, no dudó en comenzar a embestirme de una forma lenta, cuidando de no ir demasiado rápido para disfrutar del momento, de hecho, a veces aceleraba sus embestidas, pero para “descansar” dejaba de moverse y me besaba.
Hoy se estaba sintiendo más caliente de lo normal, mi piel estaba en llamas y sin duda, cada parte de mi cuerpo se estremecía cuando él rozaba aquel punto de mi interior que ya no me deja ser el mismo, de todas maneras, sé que cuando lo roza, se siente mucho mejor que hacerlo con un omega.
Por otro lado, cuando me besa rozando su lengua con la mía a la vez en la que roza aquel punto y agita mi entrepierna, sin duda logra volverme loco.
–nnngh…–gemí cortando el beso, sintiendo mi interior cada vez más sensible– ah… m-más fuerte…–le dije e inmediatamente aceleró sus embestidas logrando que me corriera.
–Ah… no aprietes de esa forma…–pedía con dificultad– aún no quiero correrme…–añadió.
–nnnnh…–gemí apretando mis labios, se sentía demasiado bien, sobre todo cuando comenzó a embestir con rapidez aquel punto de mi cuerpo que me hacía sentir vulnerable– ay mi amor, que rico…–dije sintiendo como su pene se agitaba dentro de mí, de hecho, creo que hasta se hizo más grande.
¿Fue por aquel “mi amor”? ¿Le excita que le hable así? No pude evitar sonreír mientras pensaba en esto, no sabía que lograría impacientarlo con aquel apodo, sin embargo, ahora que lo sabía, no podía evitar usarlo en su contra, de hecho, busqué sus labios y lo besé mientras él dejaba de moverse, repitiendo el proceso de “descansar” para no correrse aún.
Claro que, mis caderas fueron las que comenzaron a moverse, eso claramente no estaba en sus planes, de hecho, trataba de detenerme mientras inconscientemente me embestía.
–mmmh…–gimió cortando el beso.
–¿Te gusta… mi amor? –pregunté viendo como apretaba sus labios con cierta fuerza e incluso cerraba los ojos– ah… que rico… –gemí mientras él me embestía más y más duro– así… así mi amor…♥
–Cállate…–me pedía con dificultad.
–Ah…! Allan, mi amor…♥ lo haces tan rico…♥–insistía, sintiendo como su pene se ponía más mojado.
–Ethan… por favor, para…–decía mientras que yo lo apretaba dentro de mí.
–¿No te gusta, mi amor…? ♥ –pregunté buscando sus labios, pero él los evitó con tal de clavar sus dientes en la parte de atrás de mi cuello.
Como soy alfa, sé por qué lo hace, sin embargo, justamente porque soy alfa sé que no tendrá el mismo resultado que tendría con un omega. Sin duda eso me divertía, si hubiese sido un omega él ya me habría embarazado, además de enlazado.
No sabía que el “mi amor” lograría todo esto, yo lo digo por impacientarlo, aunque ¿Quién lo hubiese dicho? Basta un simple “mi amor” para que Allan quiera marcarme como suyo…
Espera… ¿Él me está marcando como suyo? Joder… la situación ya no es tan divertida, de hecho, por culpa de mis propios pensamientos me he sonrojado mientras mi corazón se acelera innecesariamente rápido. Está claro que Allan no me puede gustar, al menos no de esa forma, aunque ¿cómo sería tener una relación con él?
Supongo que sería más gentil, incluso más atento y…
Ag… mierda, siento las orejas calientes y todo por culpa de mis pensamientos, soy un idiota, claramente nosotros no tendremos ese tipo de relación... ¿Verdad…?
–ah… nnngh…–gemí sintiéndome avergonzado, ya no quería decir “mi amor” supongo que he aprendido mi lección.
–Ah…–gimió corriéndose dentro de mí– mmmh…
–nnnnnnhh…–me estremecí aferrándome a las sábanas– joder…–me quejé– si… si me pegas algo te mato…–amenacé jadeante.
–No tengo nada, te lo aseguro…–decía esparciendo su semen más y más adentro.
–B-Besame…–pedí, quería dejar de escuchar mis vergonzosos pensamientos.
Él antes de besarme abandonó mi interior y me besó de un modo tan tierno que mi cuerpo entero se estremecía por su culpa.
Ag… creo que de verdad me está comenzando a gustar, antes sólo trataba de hacer mi trabajo, en realidad no me sentía de esta forma, incluso muchas veces fingía mis reacciones, sin embargo, ahora no puedo controlar esto.
Quizás no estoy tan capacitado como para continuar con esta misión…