9
Zoe se alejó al baño soltando los zapatos a su paso con descuido.
—La ducha es diferente, tal vez...
—No creo que sea nada difícil abrir un grifo.
Chris la vio huir como una linda Cenicienta y permaneció así por un tiempo. La chica lo fascinaba. Puso su mano en su entrepierna y apretó el miembro. No es un novato que no sabe esperar su valor. Zoe será suya.
Tal vez no esta noche, pero la próxima noche seguro.
Miró su teléfono. Su chica todavía estaba allí de servicio, tratando de convencerlo de que la viera esa noche.
Le envió una foto de su ropa interior que lo hizo sospechar. Estoy cansado. El viaje es agotador. El vuelo de catorce horas fue tedioso, pero no podía negar la importancia del sexo en su vida.
Oyó un grito y se puso alerta. Entonces hubo un estallido de risas.
—¡Qué estupida! —se escuchó la voz femenina.
Chris se acercó a la puerta y abrió un poco.
—Ehh..Zoe, ¿Estás bien?
—¡Claro,si ,no entres! —gritó cambiando de la relajación al susto, cubriéndose la parte adelante mientras el agua de la columna mojaba su cuerpo de los pies al cuello.
¿Qué fué éso? ¿Qué no deseaba pasar la noche con él?
Escuchó la voz de Joshuah afuera. Al parecer hablaba por teléfono.
Se alejó de la tentación y salió de la recámara. Tampoco se metería en problemas que pudieran separarlo de ella.
Jos colgó la llamada y lo miró.
—Chris, ¿y Zoe...?
—Se está duchando.
—¿Apenas?
—Tuvo un problema con el cierre. Se enredó en su cabello.
Joshuah bajó la cabeza un instante, meneándola.
—Esta niña y ese cabello.
—Tomamos algo, tal vez se tome su tiempo.
—Si,si, pero debes estar cansado. Me apena estar molestándote. Que mi hermana ahora esté en tu baño ya es demasiado.
Chris le puso la mano en la espalda.
—No me molesta.Tranquilo ,es una chica muy linda.
Joshuah sonrió.
—Es inocente, demasiado.
—¿No me digas que Zoe es menor de edad? —inquirió sintiendo un repentino golpe de conciencia.
Chris lo miró intrigado.
—Jajaja, no, pero es diferente a lo que conoces.
Joshuah se rió un poco.
—Oye, las mujeres son curiosas por naturaleza. Yo no veo defecto en eso.
—Zoe es perfecta, aunque algo imprudente.
—Soy yo lo que me preocupa , me doy cuenta de que la cuido mucho. No podía dejar de pensar en que se quedó sola contigo y si hubiera sido con alguien más...
Chris se sentó en un banco frente a la barra y Joshuah lo imitó. Se veía apenado.
—Tranquilo, no abuso de las mujeres, no más de lo que ellas me permiten.
—No es eso...
—Perdón si sonó incómodo.
Chris le sirvió una copa. Se rió un poco por la derivación de su apodo a través del apellido.
—Y no sabes cuánto te agradezco tu honestidad. Es entendible. Tu eres tan... clásico. Por eso mi prima está loca por ti.
Joshuah se le quedó viendo, luego se ruborizó.
—Natasha... ella te ha dicho...
—Soy más su hermano que su primo. La escucho.La entiendo.
—¡What..that, qué vergüenza!
—No te preocupes por Zoe, yo sería incapaz de herirla. Por cierto, ¿cuántos años tiene?
Joshuah tomó la bebida que le ofreció.
—20
—20 —repitió Chris levantando las cejas, luego sonrió —. Apenas 20...
—La confunden con una adolescente.
Joshuah sonrió mientras daba un sorbo a su whisky.
—¿Por su carácter? No la veo tan infantil.
—Es una niña grande. Muy dulce, pero niña.
Dulce y deliciosa, pensó Chris, cada vez más interesado en ella. Aunque veinte años... eso podría ser un problema.
Le gustaba viajar con sus amantes y esperaba que alcanzaran la mayoría de edad en cualquier parte del mundo. Sabía que todavía era menor de edad en algún lugar de este país.
Era muy particular en sus asuntos personales.
Minutos después apareció Zoe con una de sus batas. Se veía hermosa con la bata blanca. Las mejillas estaban rosadas. Su cabello estaba recogido en una trenza lateral.
—Hola—los saludó con incertidumbre, especialmente a su hermano. Joshua miró a Chris.
—No te preocupes, solo veo lo que tú ves—le susurró al joven impresionable. Vaya, era un puritano. ¿Ella también era así?
—Tomé su bata porque no pude encontrar una camisa.—Aparentemente ella no era tan tímida como su hermano. Que buenas noticias
—¿Qué camisa?— preguntó Josh.
Chris ignoró el comentario y se levantó. La niña se acercó a ellos. Iba descalza y tenía el pelo salpicado.
—Está bien. Puedes tomar lo que gustes, ya te había dicho. Es tu casa, pequeña —agregó con un falso toque de ternura para tranquilizar al inquieto hermano.
Ternura era lo que menos sentía hacia ella.
—Que desorden —comentó Zoe para romper la tensión por su aspecto. Sabía que Joshuah no lo vería con buenos ojos, pero tenía que salir algún día del baño y no lo haría con la ropa rasgada.
—Sí, y demasiado —susurró Chris —. Sé que mi primo lo organizó en mi honor.
Joshuah frunció el ceño.
—Es verdad y no vino... qué extraño — comentó.
Chris levantó las cejas y soltó una risita irónica.
—El imbecil de Ryan dijo que ustedes no se hablaban... —recordó Zoe y paró al sentir que repitió algo comprometedor.
Los hombres la miraron y se mordió los labios nerviosa, con discreción.
—Ryan tenía que ser... —susurró Joshuah.
Chris invitó a Zoe a sentarse con ellos.
—Me estuvo molestando —se quejó Zoe con cansancio mientras se sentaba —. Ya no lo soporto.
—Tendré que hablar con él, pero es un sinvergüenza —dijo su hermano — o simplemente tendrás que dejar de ir a llevarme el almuerzo.
Zoe arrugó la frente. Chris le sirvió una bebida suave. No sabía que la belleza iba a diario a ver a su hermano. Qué conveniente.
—¿Le llevas el almuerzo a Joshuah?
—Es por lo del cuidado posoperatorio —le recordó la intervención de la vesícula de tres semanas atrás —. Mamá se niega a que coma en la calle y yo me aseguro de que siga la dieta.
Chris arrugó la frente. Así que David era tan insensible con los empleados como con la familia.
—Ya te dije que no te preocupes —le recordó Chris —, yo personalmente hablaré con él.
Zoe aspiró profundamente y arrebató el licor de la mano de su hermano, al cual miró con fraternal enfado.
—Gracias—susurró la chica, colocando el vino junto a Chris, que estaba sentado a su lado. David prometió que lo haría, pero no pasó nada. Se ofendió un poco al oírla mencionar casualmente a su prima. Aunque está claro que Joshua lo conoce de alguna manera desde que trabajó con ellos durante cuatro años. Si lo mantienes alejado de mí... Ella se vuelve hacia él, se frota la rodilla con la pierna del ejecutivo —te lo agradeceré por el resto de mi vida— promete volver a tener pensamientos lujuriosos hacia ella —no sabe cuánto.
Él le entregó un vaso de refresco e inmediatamente levantó el vaso.
— ¿Es esto una promesa?
La rubia sonrió con aire de suficiencia y asintió. Tomaron un sorbo de vino y brindaron. Luego, Zoe comparte su bebida con Joshua, quien no parece muy contento con el cambio de bebida.
Chris ama esta relación entre hermanos. Adoraba a la niña.
—¿Vas a ir a la oficina mañana?—
—No, haré tiempo para visitar
— ¿Por qué?
Zoe hizo una mueca sutil.—Por la bata, para devolversela.
Chris apenas pudo ocultar su entusiasmo.
—Estaré aquí hasta las diez y media de la mañana.
—¿Cuando puedo pasar?
Su mirada fija era fascinante.
—Me levanto a las seis y quince me gusta hacer ejercicio.
—¿¡Aquí hay gimnasio !?
—Zoe... —su hermano le picó la costilla— Hermanita..
—Por supuesto, en la planta baja.
—¡Wow! Voy a uno que está en el segundo piso de donde doy clases.
Joshuah se acabó la bebida en lo que su hermana le daba la dirección del lugar donde enseñaba ballet por las tardes.