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Incomprensión del caricaturista.

Stan Waldo, era un caricaturista, escritor y animador, director de varias compañías, restaurantes y una persona exitosa, un buen hombre ya que ayudaba a muchas personas, Stan Waldo, a pesar de su fama, de su fortuna, siempre fue un anciano caritativo y siempre ayudaba a las personas menos favorecidas de la sociedad. Los niños amaban su trabajo, y los adultos respetaban su persona, entonces… porque sufrió de una muerte tan horrenda, ya que parte de su cuerpo, estaba aplastado y pegado en el techo de su estudio privado…

Eh, diablos… no voy a describir la escena, ósea, soy el narrador, pero, qué asco, no mames… solo diré, que el cuerpo de Waldo, quedo echo pure y quedo esparcido por toda la habitación; si, el anciano, tuvo una muy horrible muerte y sufrió de un agonizante dolor… solo diré eso. como sea, cuando los detectives comenzaron a investigar, poco a poco descubrieron más sobre el anticuado caricaturista… el detective Smith y su compañero Roger, fueron los únicos detectives con los nervios de acero dispuestos a investigar la horrenda escena, lo cual no fue algo que les facilitaba su trabajo.

— Diablos, no volveré a comer carne por el resto de mi vida. — dice Smith al ver a Waldo en el techo.

— Ay, no… menos mal que no desayuné. — responde Roger con asco.

— Ok, según información de los forenses que salieron a vomitar, he… Waldo fue aplastado contra las paredes, pero no sin antes ser golpeado, cortado y desmembrado… — responde Smith.

— Ag… ¿al menos tuvo una muerte rápida? — pregunta Roger.

— ¿Acaso crees que fue una muerte rápida compadre…? — responde Smith al ver cómo las tripas de Waldo colgaban del techo cual adorno.

— Eh, no, creó que es lo más asqueroso, perturbador, violento, horrendo y traumatizante que he visto en treinta años de carrera en la fuerza. — expresa Roger.

— Aja, el problema es que, nadie es sospechoso, la esposa de Waldo no podría matar a su esposo. — dice Smith.

— ¿Por amor?

— No, porque literalmente no podría, solo mira al anciano, parece una jodida película de terror, no inventes Roger… — dice Smith señalando el cadáver triturado de Waldo.

— Ag, sí, eso tiene más sentido… ¿entonces que me dices de los familiares? — responde Roger.

— Waldo no tiene hijos, y la respuesta sería la misma, un humano no podría matar a una persona de forma tan horrenda, no con sus manos… — dice Smith al mirar un viejo libro en el escritorio de Waldo.

— ¿entonces que insinúas? — pregunta Roger.

— Waldo, tiene marcas de mordeduras y zarpazos. — responde Smith con franqueza.

— ¿dices que un animal salvaje mato a Waldo? — reacciona Roger sorprendido ante esas palabras.

— No… no fue ni un animal, ni una persona, los animales más grandes y salvajes no tienen la habilidad de incendiar mansiones ni desmembrar a un humano para solo esparcirlo por toda la habitación. — responde Smith al ver el dibujo de un monstruo idéntico al diablo de la serie animada.

— ¿Qué significa eso? ¿Cómo sabes si no fue un animal? — responde Roger.

— Por dos cosas, mi padre me obligo a estudiar veterinaria por cuatro años, y porque el zoológico más cercano, está a 15 kilómetros de nosotros, por ende, no creo, que un puto león salvaje, se escapara para visitar al caricaturista en su propia casa a las nueve de la noche… — dice Smith al abandonar el lugar.

Smith era un detective nato, y con los años en la fuerza, desarrolló un sexto sentido, que le decía, que el caso de Waldo, eran de los pocos casos que no tenían ni tendrían ninguna explicación. Él sabía que algo raro pasó, algo que ni la mente humana podría comprender, y lo único que podía hacer, no era resolver el caso de Waldo, sino más bien cambiarlo.

— ¿Adónde vas? — pregunta Roger.

— A fuera, debo hablar con la prensa.

— Espera un segundo Smith, no puedes decirle a la prensa sobre esto. — remarca Roger.

— Ya sé, no voy a contarles la verdad, este caso, bueno, no tiene respuesta, creo que lo archivaremos como un robo. — responde Smith.

— Como… ¿acaso vas a dejar esta investigación?

— ¿Qué investigación Roger? No hay caso, algo ataco a Waldo, un ser muy salvaje y sanguinario, no tenemos respuestas y decimos la verdad, tú, yo, y todo el maldito departamento, seremos la burla, lo más lógico es que digamos que fue un robo. — responde Smith.

— ¿acaso crees que esto fue un robo? — alega Roger al señalar el cuerpo de Waldo.

— ¿y acaso tienes la respuesta? Tú y yo somos detectives, y tenemos treinta años de experiencia en esto, ambos sabemos que no hay explicación, sabes bien, que lo que sea que paso en este lugar, es mejor no saberlo. — contesta el detective Smith con verdad.

Smith era un gran detective, y como tal, su experiencia en su trabajo le demostró que no todo puede tener una explicación, y mucho menos el caso de Waldo, el instinto del detective Smith, le suplicaba, olvidar el caso del caricaturista y mentir para que el mundo jamás viera lo que sucedió, algo que el instinto de Roger, también le decía.

— Mierda, está bien… tienes razón, aunque lo intentáramos, no podríamos arrestar al culpable. — responde Roger sin más motivos de alegar.

— Créeme compañero, nos ahorraremos mucho papeleo y no dañaremos la linda imagen de este señor…

— ¿y el comisionado?

— Hablaré con él, sé que no dejara que la policía le diga a la prensa que un mostró, aplastó a Waldo hasta deshebrarlo y usarlo como decoración… — responde Smith.

— Entendido…

Roger y Smith, no tenían intenciones de alterar la historia, pero, ellos en el fondo de sus corazones, sentían, que algo realmente malvado, ataco a Waldo, y siendo honestos con sus instintos, ellos solo querían abandonar el lugar para nunca volver…

Carolina, la madre de Eddy, no sabía absolutamente nada, ella solo estaba para vigilar la zona de periodistas que traspasaran la cinta de contención, ella al igual que otros policías, tenían prohibido entrar en el estudio en la cual se encontraba el cuerpo de Waldo… y mejor, porque si lo hacía, terminaría horrorizada por esa horrible escena.

— Detective Smith, detective Roger… acordonamos la zona, los periodistas están impacientes por saber que pistas obtuvieron del caso de Waldo. — responde la madre de Eddy.

— Oficial james… quiero que le avises a los forenses que se lleven el cadáver, quiero que todos los oficiales, incluyéndote, no se acerquen… esto es un caso super confidencial. — le ordena Roger a la madre de Eddy.

— ¿Enserio es tan delicado el caso? — pregunta ella confundida.

— Oficial carolina, ¿podemos confiar en usted? — pregunta Smith.

— Si, señor…

— Entonces, cierre la boca, y haga lo que le pedimos, que los forenses se lleven el cadáver y limpien la habitación antes del anochecer, iremos hablar con la prensa para calmarla. — responde Smith al alejarse de carolina.

— Como, ordenen…

La madre de Eddy, no era desobediente, era leal y correcta, no quería desobedecer la orden de los detectives, así, que hizo lo que le ordenaron y después de algunas horas, vigilando la zona, los forenses y encargados, se llevaron el cadáver o más bien restos picados del cadáver para después limpiar la sangre de las paredes… la limpieza no fue simple, ya que algunos de los encargados de limpiar la zona, habían renunciado por la masacre, pero, al final, a las 8 de la noche, la mansión de Waldo, había sido restaurada. Lamentablemente carolina, debía quedarse, para evitar que algún periodista o civil entrar en la mansión mientras limpiaban.

— Que mal, espero que Eddy no esté enfadado conmigo. — suspira carolina al ver lo tarde que era.

— Oficial james, la mansión ya fue limpiada y el cadáver de Waldo, ya se lo llevaron puede retirarse. — dice el detective Smith al darle la mano a la madre de Eddy.

— Si señor, muchas gracias…

— No, gracias a ti, fui duro contigo, eres una buena mujer…

La jornada ya había terminado para la madre de Eddy, y en cierta manera ella estaba muy agotada, pero, antes de retirarse de la mansión del creador de Boomhead, ella, debía hacer algo importante.

— Debo ir al baño…

Carolina, debía ir al baño, ella tenía ganas de hacer pis, por lo que sin que los demás agentes o detectives lo supieran, ella, se escabulle hasta el segundo piso, en busca de un baño, pero, al hacerlo, sin querer, entra a una habitación enorme, la cual era una habitación para huéspedes que Waldo, usaba regularmente en ocasiones especiales, cuando tenía que trabajar hasta muy tarde… la madre de Eddy, opta por usar el baño privado de la habitación y después de usarlo, intenta dejar el lugar sin hacer mucho ruido, pero al hacerlo, sin darse cuenta, se topa con una libreta negra, de símbolos extraños…

— ¿y esto? — pregunta carolina confundida.

Cuando la madre de Eddy toma la libreta, intenta leerla para saber si tendría pistas de lo que pasó con Waldo, pero, al abrirla, ella no podía entender nada…

— Esta libreta está llena de símbolos extraños.

Cada papel, cada página de la libreta, estaba llena de símbolos muy extraños, que ella completamente desconocía, excepto, por la última página, que era una especie de poema o despedida del mismísimo Stan Waldo.

“pensé que todo era un sueño, creía que todo era mentira, mi mente, jugó en mi contra, y mis miedos más horrendos cobraron vida, no creí que fuera real, pero, lo era, nunca pensé que las palabras o la imaginación fueran tan poderosas, más que un dios, mis palabras crearon más poder, más realidad, jugué con cosas muy poderosas y ahora por mi culpa, el alma de mi amado compromiso será arrebatado con la muerte de los niños que quería entretener.”

Waldo, tenía miedo de algo, no se sabía realmente si era algo que había hecho, o había creado…

“cuando era tonto, creía que no era posible, jugué con eso por tantos años, que nunca pensé que fuera real, pensé que era suerte, que era un don, pero, la libreta que me vendió esa señora hace 50 años, resultó ser el apocalipsis, y yo, me convertí en uno de los jinetes, merezco morir, debo morir, debo sufrir para jamás ver con mis ojos, el poder de mi creatividad y la medición de la sangre que se va a derramar”

Carolina, no sabía que era lo que significaba eso, pero, en su mente, ella sabía que algo asustaba a Waldo, tanto, que lo preparaba para una muerte, como si esperara morir, para jamás ver algo… tal vez el fin del mundo…

Diablos, ya me dio miedo, ¿Por qué mejor no narro una historia para niños? Ah claro… no hay presupuesto… en fin. Cuando carolina, leyó esas palabras, no sabía en que pensar, hasta que de repente.

— ¿Qué haces aquí? — pregunta el detective Roger.

— Ah, este, solo, bueno… quería ir al baño… — responde con sinceridad.

— Ah, ya somos dos, necesitas un mapa para poder encontrar un baño en este lugar… como sea, tienes que irte o se te hará muy tarde…

— Es verdad, mi hijo me espera, adiós…

A las 10:00 pm, carolina, llega a su casa, cansada por el largo día que tuvo en la mansión del viejo caricaturista, y al cerrar la puerta de su casa, su amiga y vecina, la sorprenden por llegar tan tarde.

— Carolina, llegas tarde, mi hija tuvo que dormir con tú hijo, porque ya era tarde.

— Perdón amiga, me dieron un trabajo muy duro, por eso tarde en regresar, te pagare por el favor…

— No importa, hay algo que tengo que decirte. — responde la fiel vecina.

— ¿Qué?

— Eddy, fue golpeado en la escuela, y vio algo, que lo cambió, no sé qué fue, pero algo pasó cuando estaba en la escuela.

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