Capítulo 37
- aquí está nuestra parrilla imperial - nos dice el camarero y quedo asombrado por el aroma
La veo abriendo un camarón y pasándomelo.
- ¡ parecías estar en dificultades! - dice guiñándome un ojo
- joder si ya estoy acostumbrada a las heladas o a la china que hay cerca de casa - le digo haciéndola reír
- ¡ Dios mío, tenemos que arreglar esto querida! - me dice dulcemente
- señorita, tendré que recibir lecciones de usted - le digo haciéndola reír mientras comemos de todo y le dejo las últimas papas fritas con mucha mayonesa.
Una vez que ella también ha tomado el postre, se levanta y se acerca a mí.
- Gracias por una velada maravillosa. ¡Creo que es hora de irnos! - mientras dice esto toca delicadamente los dedos de mi mano
- me dice sonriendo - aquí está nuestra parrilla imperial - nos dice el camarero y quedo asombrado por el olor. La veo abrir una gamba y pasármela - ¡parecías estar en dificultades! - dice guiñándome un ojo - joder, sí, estoy ab...
- sí, creo que es mejor... - La miro y no sé por qué pierdo las palabras y el significado de las frases con ella.
Nos subimos al auto rumbo a su casa y la veo un poco triste. Apago el auto y la miro, tocando su mejilla.
- lo siento pero no me gusta verte triste -
- ahora somos nosotros otra vez, se acabó la magia, ¡buenas noches Leandro! - sale y corre hacia adentro sin mirar atrás, como si hubiera puesto una barrera protectora entre ella y yo, la miro mientras desaparece más allá de las paredes de la casa y me pregunto por qué hace esto.
- ahora somos nosotros otra vez, se acabó la magia, ¡buenas noches Leandro! - sale y corre hacia adentro sin mirar atrás, como si hubiera puesto una barrera protectora entre ella y yo
La veo desaparecer más allá de las paredes de la casa y me pregunto por qué hace esto.
leandro
Me despierta el trueno muy fuerte que azota la ciudad. Tenía calor y dejé la ventana abierta y ahora entra un viento muy fuerte que mueve las cortinas y las páginas del libro de mi mesilla de noche.
Me levanto para cerrarlos cuando escucho gritos desde la habitación de al lado y luego de sacar el arma de mis pantalones uso el paso entre nuestras habitaciones porque es una emergencia.
Me levanto para cerrarlos cuando escucho gritos desde la habitación de al lado y luego de sacar el arma de mi pantalón uso el paso entre nuestras habitaciones porque es una emergencia.
Nada más entrar veo que la habitación está a oscuras y ella está muy agitada en sueños y patea las mantas como un caballo rebelde que no quiere ser domado.
Dejo caer el arma y corro hacia su lado.
Dejo caer el arma y corro hacia su lado.
- oye oye... - le digo suavemente
- ¡ ¡¡Mamá!!! Thiago!!! ¡¡¡No!!! Leandro!!! - también grita mi nombre mientras su cuerpo empieza a temblar
- Vera, ya estoy aquí – le digo despertándola.
Abre los ojos y en cuanto me ve se sienta y me abraza fuerte.
- ¡ estás bien! ¡Gracias a Dios! - me dice llorando fuerte
- Estoy bien…pero tú no – le digo mientras muevo su cabello sudoroso.
- Soñé con la muerte de mi madre... Y el día que le dispararon a Thiago... ¡Había mucha sangre Leandro! - mientras lo dice se mira las manos, como si aún tuviera esa sangre en ella
¿Quieres contarme qué pasó? ¿Cómo fueron las cosas? - le digo con calma
- Tenía diez años e insistí en ir a un evento con mis padres, nunca quise dejar a mi madre... En cierto momento entraron unos hombres armados y encapuchados... Me asusté y salí corriendo... Uno de ellos me apuntó con un arma... Pero mi madre me protegió y... Cuando la llamé... ¡¡Tenía los ojos bien abiertos y había mucha sangre!! - dice en shock, como si lo volviera a ver
- oh nena... - le digo abrazándola fuerte hacia mí.
- le digo abrazándola fuerte hacia mí.
- con Thiago lo mismo... Insistí en ir a la fiesta de cumpleaños de un amigo de mi clase de pintura... Estábamos bailando... Nos estábamos divirtiendo entonces... Un niño me apuntó con un arma... Thiago perdió la cabeza y se paró frente a mí... ¡Por suerte sigue vivo! - me dice temblando, abrazándome cerca de mi pecho
- Sí, afortunadamente sí. Hubiera sido demasiado devastador para ti - le digo mientras veo que tiene un poco de agua en la mesilla de noche se la paso y ella bebe a sorbos
- entonces soñé que te hacían daño a ti también... No pude soportarlo otra vez... ¡Encuentra otro trabajo por favor! - me dice seria y triste
- Yo... no te preocupes, ¿vale? - le digo mientras la atraigo contra mi pecho y paso mis dedos por su cabello.
cálmate ¿vale? - le digo mientras la atraigo contra mi pecho y paso mis dedos por su cabello.
- De verdad... Sólo me conoces desde hace tres días.. Tal vez cuatro ya que es martes... ¡No valgo la vida de nadie, créeme! - me dice sin alejarse de mí, de hecho pone tímidamente sus manos en mi pecho
- nadie es menos valioso que nadie ¿vale? Déjame decidir qué será mejor - le digo mientras siento que poco a poco los calma.
- si, lo siento - me dice más gentilmente
- Tu padre te acusa de su muerte en vano, créeme. Él disfruta de vuestra humanidad y fragilidad. Si muriera un pájaro que cayera de un árbol te sentirías mal - le digo
la escucho reír
Si muriera un pájaro que cayera de un árbol te sentirías mal - le digo la escucho reír
- ya sabes... Una vez, cuando era niño, encontré un pájaro muerto... Se había caído de un árbol... Lo enterramos con mi madre y rezamos... Lloré durante días... Soy demasiado frágil. tal vez... -
- Me fascina la fragilidad, ¿sabes? Porque hace que una persona sea real... No sé cómo decírtelo aquí - le digo mientras la miro a los ojos.
- Eres la primera persona que me dice algo así, ¿sabes? - me confía sin apartar su mirada de la mía.
No sé cómo decírtelo aquí – le digo mientras la miro a los ojos – eres la primera persona que me dice algo así, ¿sabes? - me confía sin apartar su mirada de la mía.
- Soy única - le digo en un tono casi publicitario, haciéndola reír a carcajadas.
Espero que se mejore pronto porque como decía mi madre, después de la lluvia siempre vuelve el sol.
Verdadero
- ¡ Dios mío, serías perfecto para los anuncios! - Le digo sin poder parar de reír, admito que es realmente muy simpático.
- ¡ pregúntame lo que quieras! Es gracioso - dice riendo
lo pienso por un momento
- ok... ¡Dame un aviso como el del tren! - le pregunto divertido
- ok espera' dice levantándose
- llegando al andén el tren directo a Cancún donde la bella Vera encontrará la sonrisa... y el abajo firmante -
- vaya muy bien!!! - Doy un pequeño aplauso y me río a carcajadas - escucha esto
- vaya muy bien!!! - Doy un pequeño aplauso y me río a carcajadas.
- escuchen esto… señoras, su sueño prohibido ha llegado…. apresúrense, edición limitada… - lo hace con voz ronca
Hago una mueca, sintiendo una punzada de molestia en mi estómago.
- ¿ Le hice daño? - dice casi herido
- oh... ¡Cielo no!... ¡Eres muy buena! - Le digo dulcemente, no tengo derecho a tener celos y no debería hacerlo.
- ah ok bebe - dice más serenamente robándome un beso en el pelo
Estoy sin aliento por un momento
- gracias por todo de verdad, pero es mi culpa que te hayas despertado, vuelve a dormir, ¡estoy realmente bien! -
- Tendría una idea mejor - me dice suavemente
- ¿ sí?... ¡¿Y cuál?! -
- ¿ Qué tal si hacemos algo con chocolate? Esto te pone de buen humor. Tu padre está fuera de la ciudad y estaríamos solos... - me dice mientras estamos muy cerca
- ¿ Quieres un chocolate caliente? - le pregunto bajando la vista tímidamente - ¿por qué no? ¡Desaparecido! ¡Mientras pueda tomar un poco de crema! Yo lo montaré por ti - me dice mientras me ayuda a levantarme de la cama y por un momento su frase suena traviesa - Montarlo...
- ¿ Quieres un chocolate caliente? - le pregunto bajando la vista tímidamente
- ¿ por qué no? ¡Desaparecido! ¡Mientras pueda tomar un poco de crema! Te montaré - me dice mientras me ayuda a levantarme de la cama y por un momento su frase suena pícara