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Capítulo 38

- Bátelo también... ¡Crema! - digo pelirroja mientras me pongo una bata de seda blanca, Dios mío, que vergüenza.

- ¿ Y qué debo montar? - dice riendo mientras golpea fuerte el batidor mientras tomo la mezcla

- ¡ la nata por supuesto! - le digo mientras remuevo el chocolate mezclado con leche

- mhm si, quien sabe lo que estabas pensando - dice haciéndome sonrojar - ¡¡¡nada!!! ¡Aquí está el chocolate listo, pásame la nata! - le digo casi tartamudeando - ¡aquí tienes! Buen trabajo nena , ¡ gracias querida! - Lo hice sin pensar, es la segunda vez que...

- mhm si me pregunto que estabas pensando - dice haciéndome sonrojar

- ¡¡ ¡a nada!!! ¡Aquí está el chocolate listo, pásame la nata! - le digo casi tartamudeando

- ¡ Aquí tienes! Gran trabajo pequeño

- ¡ gracias querida! - Lo hice sin pensar, es la segunda vez que lo llamo así.

- ven, sentémonos aquí - toma las tazas de mis manos y las pone sobre la mesa y mueve las cortinas para ver la lluvia golpeando las ventanas

- ¡ Me encanta el sonido de la lluvia, es mágico y también muy romántico! - le digo mientras me siento y miro hacia afuera

- si, tienes razon - me dice mientras toma un sorbo

- mhm si, quien sabe lo que estabas pensando - dice haciéndome sonrojar - ¡¡¡nada!!! ¡Aquí está el chocolate listo, pásame la nata! - le digo casi tartamudeando - ¡aquí tienes! Buen trabajo nena , ¡ gracias querida! - Lo hice sin pensar, es la segunda vez que...

- Hay un método para beber chocolate... Primero hueles el aroma... Luego lo llevas ligeramente a tus labios... Y luego lo saboreas con tu boca... ¡Creo que es como un beso! - le digo mirándolo a los ojos

- Haz de tu amor una lluvia de besos en mis labios.

Percy Bysshe Shelley - me dice con ojos profundos

- hermosa, ¡no la conocía! - le susurro mientras paso mi mirada de sus ojos profundos a sus labios.

Percy Bysshe Shelley – me dice con ojos profundos – ¡hermosa, no la conocía! - le susurro mientras paso mi mirada de sus ojos profundos a sus labios.

- Creo que juntos descubriremos muchas cosas... - me dice, a un paso de sus labios pero un trueno nos hace separarnos.

- ¡ Dios mío, qué miedo! Escucha... ¿Te quedarías a mi lado? No tengo sueño, ¿quieres hablar? - le pregunto casi con el corazón en la boca

- claro... pondré las tazas en el fregadero ¿vale? - me dice mientras se levanta dejándolos allí presas de las emociones y dudas de lo que está pasando entre él y yo. O incluso podría suceder.

Verdadero

Abro los ojos porque siento ligeras caricias en mi rostro, muevo la cabeza y huelo un olor delicioso en mis labios, abro los ojos y veo un pecho, doy un salto y me doy cuenta que estoy literalmente en los brazos de Leandro.

- ¿ Cómo terminamos así? ¡Recuerdo que estábamos hablando sentados uno frente al otro! - le pregunto tímidamente - nos quedamos dormidos - dice estirándose - sí, esto lo entendí por mi cuenta, pero no estaba en tus brazos, y tú tenías la camiseta puesta,...

- ¿ Cómo terminamos así? ¡Recuerdo que estábamos hablando sentados uno frente al otro! - le pregunto tímidamente

- nos quedamos dormidos - dice estirándose

- Sí, eso lo entendí por mi cuenta, pero no estaba en tus brazos, y tú tenías la camiseta, ¡lo recuerdo muy bien! - Me miro rápidamente, estoy en pijama, por suerte.

- ¿ Cómo terminamos así? ¡Recuerdo que estábamos hablando sentados uno frente al otro! - le pregunto tímidamente - nos quedamos dormidos - dice estirándose - sí, esto lo entendí por mi cuenta, pero no estaba en tus brazos, y tú tenías la camiseta puesta,...

- no pasó nada - me dice levantando las manos en gesto de rendición

- Lo sé, lo siento, solo estaba tratando de entender cómo terminé en tus brazos, lo siento, no es respetuoso, ¡de verdad te pido disculpas! - le digo mientras me levanto rápidamente de la cama

- no te preocupes - me dice mientras me agarra antes de que pueda caer lo miro fijamente a los ojos, en un segundo estoy de nuevo en sus brazos, pero en este momento nuestros rostros están muy cerca, y no puedo permitirme el lujo. eso, no soy libre, mi...

- No te preocupes - me dice mientras me agarra antes de que pueda caer

Lo miro fijamente a los ojos, en un segundo estoy nuevamente en sus brazos, pero en este momento nuestros rostros están muy cerca, y no puedo permitirlo, no soy libre, mi corazón no debería latir así.

- ¿ te sientes bien? ¿Quieres agua y azúcar? -

Me alejo y le sonrío dulcemente.

- Podemos bajar a desayunar juntos si... -

Hay un golpe en mi puerta y salto

- Señorita, ¡Thiago está aquí! -

- Está bien Olga, ¡enseguida vendré! - le digo sin decirle que entre

- ¡ Tienes mucha suerte! - me dice que no sabe de Leandro en mi habitación, pero sabe de mí y de Thiago

- Ok, dile que bajo. ¡Gracias! - le respondo rápidamente

- Yo diría que tendremos invitados para desayunar -

-si , vaya pero ya le dieron el alta? ¡Me vestiré y nos vemos abajo, ok! - le digo pareciendo tranquila

- claro - me dice aunque escucho algo extraño en su voz

- ¡ Tienes mucha suerte! - me dice no saber de Leandro en mi cuarto, pero sí de Thiago y yo - Ok, dile que bajo ¡Gracias! - Le respondo rápidamente - Yo diría que tendremos invitados para desayunar - Si, vaya pero ¿ya le dieron el alta? Me visto y ahí...

-¿Está todo bien? - Le pregunto por qué no entiendo su expresión, parece enojado, aunque no sea conmigo.

- si, vámonos, o sea, te veo abajo -

Lo veo salir y sinceramente no entiendo que es... ¡No, imposible!

Me lavo y me visto rápido, tenía su olor encima y no quiero que Thiago lo huela.

Me visto sencilla y me maquillo ligeramente, me pongo mi perfume de vainilla y me dejo el pelo suelto, me pongo mis zapatillas y salgo corriendo y me encuentro a Leandro frente a mí.

-¿Me estabas esperando? -

- Soy tu guardaespaldas, pequeña – dice mientras me acompaña

- ¡ Sí pero estamos dentro de la casa! - le digo con calma mientras bajamos las escaleras.

Me visto sencilla y me maquillo ligeramente, me pongo mi perfume de vainilla y me dejo el pelo suelto, me pongo mis zapatillas y salgo corriendo y me encuentro a Leandro frente a mí - ¿me estabas esperando ? " Soy tu guardaespaldas, pequeña ", dice mientras...

- ah una cosa más... Cuando estemos caídos... ¡Llámame Vera! - Le digo más seriamente sin mirarlo.

Me mira inquisitivamente pero me sigue sin decir nada y en cuanto veo a Thiago me alegro pero sigo sintiéndome diferente.

lo abrazo como siempre

- ¿ Por qué ya saliste del hospital? - le pregunto preocupada

¡Llámame Vera! - Le digo más serio sin mirarlo. Él me mira inquisitivamente pero me sigue sin decir nada y en cuanto veo a Thiago me alegro pero aún me siento diferente. Lo abrazo como siempre - ¿Por qué ya te fuiste ? ¿el hospital? - Le pregunto primero...

- Estaba mejor y quería ver a mi pequeña - dice en voz baja pero siento que escuchó

- ¡ No tienes que excederte! ¡Tú lo sabes! - Le digo alejándome lentamente, no siento lo que sentí en los brazos de Leandro, y eso no es nada bueno.

leandro

Los miro y agarro el brazo del sofá con tanta fuerza que podría romperlo. No soporto esta cercanía. Ella es mi cliente ahora. Ya no es suyo.

ya no es suyo

- Thiago…me gustas – le digo tratando de ser amigable.

- ¡ Ya estoy mejor, estoy intentando recuperar fuerzas para volver a mi trabajo lo antes posible! - me responde cordialmente

- No será necesario porque Vera ahora está bajo mi cuidado. Su padre quiere esto. Y ahora ella también se siente más tranquila - le digo mientras me cruzo de brazos

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