Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 3

- Lamento entonces haberte tratado con falta de respeto.

- Está bien… te traeré ropa, quédate aquí callada, que no te vean los chicos – Dice en voz baja, agitando las manos hacia abajo.

Miro a la ardilla y le acaricio la cabeza.

- Me estás faltando el respeto – le digo con firmeza mirándolo – Yo también te conseguiré algo de ropa.

Al rato la chica regresa y me ve sentada en el suelo.

- Si te sientas desnudo en el suelo contraerás una infección donde no deberías. - Dice y me entrega un short y una blusa - Es de mi hermana, no digas que se lo robé.

- ¿Qué quieres decir con infección? ¿¡Robaste esta ropa!?

- Se te mete un animal dentro y sí, lo pedí prestado sin pedírselo a mi hermana, pero por una buena causa. Mira si encaja.

- Espera - Le doy la ardilla y me pongo lo que ella me dio. - Sirve - digo y tomo la ardilla - ¿Tienes fuego?

- ¿Por qué?

- Tengo que quemar la ardilla - digo y ella se sobresalta

- ¿¡Por qué!? No lo hagas - Ella se asusta

- Está herido, el fuego hará que su piel se junte - digo simple

- Simplemente cubra la herida, la piel crecerá por sí sola.

- Tomará un tiempo, sentirá dolor hasta entonces - Acaricio a la ardilla que cerró los ojos con el acto.

- No lo quemes, no lo soportará. Nadie merece ser quemado, que el tiempo arregle lo sucedido.

- Le hice daño, debo arreglarlo yo, no el tiempo.

-¡Jesse! ¡Ven a jugar! - Grita alguien y la chica mira en la dirección de donde venía la voz.

- ¡Ya voy! Ven, puedo mostrarte el pueblo. - dice tirando de mi mano

- Tengo que cuidar a la ardilla.

- Dejémoslo descansar, luego limpiamos la herida. - Dice y al rato estoy rodeado de niños.

- ¿Qué estamos aquí para hacer? - Le digo a Jesse.

- Juega a la pelota, ¿sabes jugar?

- Tomo la pelota y se la tiro a alguien. - digo aburrido y los niños se ríen.

- No, juega al fútbol. Deja la ardilla en la esquina, obedezco.

Tenía curiosidad por saber qué era eso.

- ¿Y ahora? - Pregunto.

- Tienes que llevar el balón con los pies al otro lado del campo y patearlo hacia la portería. El otro equipo intentará quitártelo y tú tendrás que intentar esquivarlo, puedes usar a los miembros de tu equipo para marcar el gol. - Dice un chico.

- Vamos, podrás aprender jugando. Quédate en mi equipo, soy muy bueno – dice Jesse y yo me quedo detrás de ella.

- ¡Cual és! Ella es una adulta, no debería jugar con nosotros. Tendrás una ventaja. - dice otro chico

- Tengo años, no soy un adulto. - digo defendiéndome

- ¡Es si! - él contrarresta

- No sabe jugar, va a ser café con leche. - dice Jesse - Deja de quejarte y garantizate en el juego.

Los niños se dividieron en dos grupos uno frente al otro, un niño del otro equipo estaba en el medio con la pelota y se la pateó a otro que estaba frente a él, quien se la pateó a alguien más alejado. Todos empezaron a correr y yo intenté seguirles el ritmo, pensando que era divertido.

- ¡Adulto! - Jesse grita y patea el balón hacia mí y me quedo quieto un rato - ¡Corre! - Dilo y obedeceré.

En unos segundos un chico me quita la pelota y me enfurruño.

Me estaba divirtiendo.

- La próxima vez sé más rápido - Dice riendo burlonamente.

- Está bien, si quieres velocidad – Me transformo y en segundos le quito el balón. - ¿Satisfecho?

Intento patear la pelota pero mis garras terminan atrapadas dentro de ella, la sacudo en agonía porque tengo algo atrapado en mis patas.

- ¡UNA BESTIA! - Alguien grita y miro a mi alrededor viendo a los niños asustados.

Hago presión sobre la pelota y finalmente sale de mi pata, pero con un agujero.

- Perdón por la pelota.

- ¡¡CORRER!! - Dice uno y todos empiezan a correr.

- Soy yo, el adulto. - Miro a Jesse - Soy un lobo - Su mirada era de miedo y no creo que escuchó lo que dije.

Miro a mi alrededor confundido.

¿Por qué son así?

Pasaron los segundos y algo golpeó mi espalda, me volteé viendo que alguien me arrojaba un trozo de madera.

- No te haré daño... - digo

Miro a Jesse y la veo en el mismo lugar, me acerco y ella da un paso en falso y cae al suelo mirándome con miedo.

Me sentía fatal.

¿Por qué soy yo la causa de tanto miedo? ¿Nunca has visto un lobo?

Me muevo y Jesse retrocede. Giro la cabeza con tristeza, yendo hacia donde dejé a mi ardilla.

- Mi nombre es Sétima, fue bueno jugar contigo. - digo y me doy cuenta que la ardilla ya no está.

¿Tampoco quería estar conmigo? Mi primer amigo.

Huyo triste y dolida sin saber que hice mal.

No lastimé a nadie, ¿por qué tanto miedo?

Estuve caminando durante días, vi algunos edificios y hasta recogí algunas prendas que estaban suspendidas de una cuerda. Estaba comiendo animales que encontré y algo de fruta, pero sentí que no era suficiente.

Estaba sola, confundida y sin darme cuenta de nada. No conocía nada ni a nadie, las personas a las que me acercaba se alejaban con caras de asco y repulsión.

No sabía que la libertad era solitaria y triste.

¿Dónde está la felicidad?

Sigo caminando con la cabeza gacha buscando algo nuevo o interesante.

En esos días que pasaron, pasaba las noches acurrucada en el frío porque no tenía fuego, así que esa era mi nueva meta en la vida, tener fuego.

Después de un rato vi que el ambiente cambió, ya no había edificios en medio de los árboles, había edificios grandes sin ningún árbol alrededor y casi todo era gris. Los vehículos motorizados se movían y yo estaba asombrado de todo.

¡Cosas nuevas!

Sonrío y camino con más confianza, mirando las cosas encantada. Los edificios y construcciones allí eran fascinantes, incluso el suelo estaba diseñado. Algunas cosas y lugares eran brillantes y coloridos, lo que hacía que el lugar fuera más divertido.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.