Capítulo 2
Lo único que se llevarán es el billete al mundo de los muertos. - pienso enojado.
Me doy cuenta que alguien está a punto de saltar sobre mi espalda y me doy vuelta para darle una patada en el estómago y tirarlo, luego vuelvo a mi maratón.
- ¡Rodéala en el acantilado! Ella no tiene forma de escapar.
Tal vez un pequeño agujero me impida salir de aquí, no volveré allí.
Pronto vi que el suelo terminaba en mi horizonte, corría más cerca a toda velocidad y el horizonte se acercaba cada vez más sin mostrar continuidad.
- ¡DETENER! - Grita un lacayo pero no me importa.
Después de un acantilado viene el mar, ¿no?
Cuando estuve muy cerca del borde del acantilado, admito que me sentí tenso, pero poco a poco se empezó a formar otra colina, alejada de ésta. Era más pequeño y más alejado de donde yo estaba, pero me atreví a saltar. Puse más fuerza en mis patas preparándome para saltar.
- ¡¡PARA!! - Grita un lacayo ordenando cuando estoy al final.
Salto, encogiéndome para conseguir mayor potencia y llegar más lejos.
Si mi cuerpo no puede ser libre, al menos mi espíritu lo será.
A mitad del camino veo que no podré hacerlo e inclino mi cuerpo hacia adelante para al menos poder agarrar la punta del otro moro. Me golpeé el pecho con el borde de la otra montaña pero logré agarrarme, poco a poco la subí y pronto me quedé de pie mirando donde estaba segundos antes.
Miré hacia arriba y había unos lobos con más vampiros, estaban mirando hacia abajo para ver si podían saltar hacia este lado también. Sonrío internamente sabiendo que no lo es.
Me doy la vuelta y huyo hacia quien sea feliz. No sabía dónde estaba, no sabía adónde ir y no conocía ningún lugar. Todo era nuevo para mí.
¿Es esto libertad?
Me pregunto, sintiendo la brisa azotar ligeramente mi cabello. Cierro los ojos y me concentro en sentir finalmente la hierba acariciar mis patas.
~ Está muy bueno - Dice mi lobo - Mira la luna . - Dilo y obedezco.
El cielo estaba lleno de estrellas y por primera vez pude contemplar su vasta dimensión. Siempre vi solo una parte dentro del sector F.
Es tan hermoso .
Corro durante mucho tiempo y luego veo salir el sol. Fue fantástico, hermoso y majestuoso. El cielo adquirió un tono rosado y anaranjado, una mezcla de colores que nunca antes había visto.
~ ¿ Qué planeas hacer, Séptimo?
~ Conozcamos el nuevo mundo, Seven . - digo alegremente y salto un poco, acelerando mis pasos.
Ella caminaba en forma de lobo, admirando todo lo que veía nuevo o veía de cerca. Los animales y las flores fueron lo que más me cautivó.
~ Mira estos pequeñitos amarillos, que bonitos son – le digo a mi lobo oliendo una flor. - ¿¡ Eso es una ardilla!? ¿¡Es una ardilla!!?
Me acerco al animalito que estaba comiendo un guijarro marrón y le piso la cola.
- Eres tan lindo - le digo y él intenta salir corriendo - ¿Me entiendes? - Se esfuerza más por escapar - Te ves tan delicioso... - Le digo y lo muevo con la otra pata y él gime de dolor.
Qué espectáculo soy.
- Lo siento, no quise lastimarte - Lo solté y lo miré fijamente.
Tengo tanta hambre...
Me acerco lentamente a él con mi lado salvaje despierto y cuando estoy a punto de comérmelo escucho un ruido, miro hacia el ruido y veo salir un conejo de detrás de los arbustos.
No me voy a comer a mi primer amiguito.
Me preparo y salto encima del conejo, matándolo de un mordisco, como deleitándome con la carne. Me da vergüenza cuando veo los ojos de la ardilla mirándome.
- Puedo explicarlo. - Me transformo en humano y me acerco al animal.
Estaba sangrando y yo estaba devastada por lastimar algo tan indefenso.
- Yo te cuidaré – digo y lo levanto con cuidado. - ¿Conoces algún lugar interesante al que ir? Creo que sí, debe haber varios. - Miro la herida que le hice con mis garras, sintiéndome culpable.
~ Quémalo, él sanará – Dice Siete
~ Buena idea. - digo y me pierdo - ¿ Cómo conseguiría fuego? - Ella se queda callada.
- Yo arreglaré lo que arruiné, pequeña. No se preocupe. - digo y estoy decidido a encontrar fuego.
Camino mucho tiempo y escucho voces, me agacho detrás de un árbol analizando el lugar.
Algunos niños corrían entusiasmados hacia algún lugar, algunos edificios se veían a lo lejos.
- ¿Por qué estás desnudo? - Dice alguien detrás de mí y me doy la vuelta viendo a una chica.
- Mi ropa se rasgó – digo analizándola.
Todos los niños que estaba viendo estaban vestidos.
¿No es más cómodo y práctico estar desnudo?
- ¿Tu casa está lejos? ¿Estás escondido para que nadie pueda verte desnudo? - Ella dice
- La tierra es mi hogar, como el de todos. ¿Por qué no puedo estar desnudo? - digo y la chica se ríe
- Eres Graciosa. Es una falta de respeto estar desnudo frente a los demás, ¿quieres ayuda para encontrar ropa?
- ¿Falta de respeto? - digo confundida.
¿Le falto el respeto a alguien por estar en mi forma natural? La ardilla y el conejo estaban desnudos.