Identidad
Últimamente, la curiosidad y el desagrado que sentía por su hermano iba en aumento de forma exponencial, y es que, por lo que él tenía en conocimiento, Rossette no era una mujer merecedora de tal agravio por parte de su esposo, si bien la escena en que los habían encontrado era completamente deshonrosa para ambos, siempre más para la mujer debido a los estúpidos cánones sociales, no era una mujer que mereciera el trato frío y cruel que su hermano le estaba dando.
Su curiosidad también se había incrementado cuando el día de la boda, luego de dejar a la esposa de su hermano ebria sobre la cama, encontró en el armario mientras buscaba un cambio de ropa, aquella fotografía, o mejor dicho, el recorte de la noticia, en aquella fotografía solo se podía apreciar borrosamente la espalda de un chico mientras en la parte posterior se veía como los bomberos apagaban el fuego del incendio. Jimmy sabía que el chico de la fotografía era Aiden, pero no entendía por qué es que Rossette guardaría aquella noticia sucedida algunos años atrás. Si hacía memoria, desde aquel incidente, algo en su hermano había cambiado, todos estarían de acuerdo que desde aquel minuto, la frialdad se asentó en el corazón del segundo de los hermanos Campbell. Entonces, ¿Por qué Rossette Beaumont, actriz sin mayor relevancia, francesa de nacimiento, tenía una foto de aquel accidente? ¿Había ella estado involucrada de alguna forma?
Su hermano comenzaba a discutir nuevamente con Rossette, cansado e Incapaz de seguir escuchando aquello, pero harto al mismo tiempo, de estar en medio de aquel ajeno matrimonio, se dispuso él también, para ir de vuelta al salón donde comenzarían a servir la comida, pero, nuevamente su hermano lograba sorprenderlo con el nivel de odio que destilaba por su mujer.
¿Realmente le había hecho firmar el divorcio a su esposa nada más haberse casado? Comprendía que no hubiera amor, entre ellos, pero si habían llegado hasta la cama, algo de atracción debía de existir ¿No?
—Has escuchado todo, ¿no?— La suave voz de Rossette que tenía un deje cansado en ella, lo sacó de su reflexión y se giró para quedar en frente a la pelinegra, asintió solo una vez con la cabeza, Rossette suspiró.— Supongo que ahora tienes otro secreto para tu colección.— comentó con cierto grado de sarcasmo, Rossette pasó la mano por sus cabellos y soltó un suspiro que Jimmy reconoció cansado y dolorido, la yema de sus dedos picaban en la necesidad de querer tocar aquel cabello carbonizado. ¿Sería tan suave como se veía?.— Quiero saber…— Sus palabras casi lo hicieron reír en la coincidencia —Lo lamento, te has comportado como un caballero conmigo, no quise sonar mal educada.— se retractó y Jimmy casi podía ver como los engranajes de su mente daban vuelta ordenando sus palabras.— Quiero saber que es a lo que te referías cuando dijiste que conocías mis secretos, ¿A qué secretos te refieres?
Su pregunta le había tomado por sorpresa, no esperaba que fuese tan directa, pero bueno, aquella intrigante mujer, mientras más la conocía, más curiosidad sentía por ella. Aun así, no era un ser impulsivo como el segundo de sus hermanos, Jimmy Campbell había perfeccionado en un arte la técnica del tira y afloja. Sacó del bolsillo interior de su chaqueta una hoja vieja que Rossette reconoció casi en seguida, sus ojos se abrieron de la sorpresa… ¿Cómo la había conseguido?
“Oh”—pensó—”No volveré a beber en mi vida”.
—¿Algo más que hayas encontrado entre MIS cosas? - Preguntó ella con clara molestia.
—Prometo que la vi por mera casualidad, no buscaba entre tus cosas.— Dijo con una honestidad en sus facciones que finalmente hicieron ceder a Rossette, por alguna razón confiaba… Un poco, en él. —Primero, antes de responderte, necesito que me digas, ¿Por qué guardas esta foto mía?
El mundo se quedó en silencio por unos segundos, y el par de ojos esmeraldas se quedaron fijamente, viendo los castaños del menor de los Campbell, abiertos, llenos de sorpresa y algo más, sus mejillas se tiñeron muy suavemente, ¿Realmente era él? … ¿Lo había encontrado?… Su corazón palpitó con fuerza contra su pecho y por alguno momento le costó recordar que debía respirar, lo había buscado por todas partes, contratado tantos investigadores.
—¿Lo… ¿Lo eres? … —La voz de Rossette tembló suavemente y se vio, repentinamente, tan vulnerable que Jimmy tuvo el impulso Irracional de abrazarla y esconderla de todos aquellos cretinos que buscaban herirla, incluso su propio hermano, miró aquellas bellas aguamarinas y se preguntó si realmente podía conseguir que lo mirara por siempre con aquella… ¿Adoración?
Jimmy asintió con la cabeza, porque no quería mentir en voz alta, pero tampoco podía renunciar a la forma en que ella lo estaba mirando.
— ¿Me recuerdas entonces? —Preguntó ella con el corazón lleno de una cálida emoción.
—¿Por qué debería recordarte?— Preguntó Jimmy de una forma cautelosa, y la decepción azotó a Rossette como una bofetada cruel y realista. Aquello era una cruel broma del destino, tanto lo había buscado… Pero él … No tenía idea de quien era ella, claro, sin duda debió haber sido algo sin importancia y de común repetición para él, mientras para ella… Lo había sido todo.
—Olvídalo, es tarde—dijo finalmente Rossette con un tono lleno de decepción, estiró la mano para recuperar la fotografía vieja de la mano de su cuñado, pero este la quitó de su alcance justo antes de que la alcanzara,— Por favor devuélvemela …— Pidió ella, pero su cuñado simplemente negó.
—No me has respondido.— dijo él, pero ella estaba demasiado cansada para explicar algo y seguir siendo humillada con sentimiento no correspondidos, por ello, molesta y orgullosa, comenzó a tratar de arrebatarle la fotografía al que era su cuñado.— Te la devolveré cuando me digas por qué la has estado guardando.
Jimmy llevó dicha fotografía a su espalda y Rossette estiró sus manos rodeando la cintura de su cuñado buscando alcanzarla, una sonrisa de diversión surcó el rostro del menor de los hermanos Campbell.
Por otro lado, Aiden había logrado alcanzar a Amelia justo antes de que saliera de la propiedad. Tomó su mano antes de que se subiera al Porsche descapotable blanco que conducía ella.
—¿Cómo paso esto? —Preguntó Amelia con una expresión afligida en el rostro, Aiden cerró la puerta del coche antes de que subiera a este, Su amiga era una mujer dulce de corazón suave, algo controladora, pero siempre había sido plenamente leal a él y estaba al tanto de cada uno de sus planes de la empresa que había fundado a las espaldas y en secreto de su familia, —Aiden, solo estuve fuera tres meses y cuando vuelvo, me entero de que te has casado, entiendo que esto no es algo que hayas buscado-agregó la rubia— y no creo que me hayas engañado, pero, ahora tu abuelo me detesta…
Él apoyó la espalda en el coche junto a ella y pasó una mano por sus cabellos. Frustrado, Hastiado.
—Rossette no nos va a arruinar los planes, nuestras alianzas basadas en la unión de ambas familias es algo que hemos planeado desde la universidad, no pienso rendirme tan fácil— Esas eran las palabras que le decía, pero, ¿por qué no le había dicho que en realidad tenía el acuerdo de divorcio firmado? ¿Por qué no lo había legalizado aún? Era su culpa, no se había podido quitar de la cabeza la manera en que le había pedido un mes más, parecía… Desesperada.
—Puedes estar tranquilo, sé que esto es aún más difícil para ti, después de lo que te hizo… — Dijo la rubia negando con la cabeza, indignada.— La familia Hamilton y yo estamos aquí para ti, Aiden.
Dijo ella y tomó la mano de él con cariño, Aiden se lo permitió por unos segundos antes de finalmente soltarse de su agarre con suavidad, se despidieron y ella se marchó en su coche. Soltando un suspiro frustrado, se encaminó de vuelta a la casa, ya había arruinado un poco las relaciones con su abuelo, ahora tenía que buscar la forma de arreglar aquel desastre.
Nada más llegar al camino a la terraza, donde habían estado anteriormente, se encontró con aquella escena que su mente estaba teniendo problemas en procesar, ¿Por qué carajos se estaban abrazando? ¿Es que acaso aquella mujer no tenía ningún decoro o control?
—¡Aleja las manos de mi hermano!— Exigió Aiden, no muy seguro si estaba molesto por la cercanía de ambos o porque ella estuviera abrazándolo. Pero Rossette en aquel momento ya estaba cansada, harta y sumamente frustrada, aquella fotografía significaba algo importante para ella y por mucho que en el fondo aún guardaba esperanzas de poder arreglar las cosas con Aiden, aquello era más importante, Jimmy, por otro lado, podía ver que pese a las palabras de su hermano, su rabia estaba dirigida hacia él, así que, osadamente, probando su teoría y ¿por qué no? Dándose un poco en el gusto, se acercó a ella mientras Aiden caminaba a paso rápido hacia ellos, entonces, Rossette quedó completamente quieta cuando el rostro de Jimmy estuvo a solo un aliento de distancia de ella.
—¿Y si te dijera que sí recuerdo quien eres?.— Preguntó en voz baja, solo para ella, con su mirada fija y penetrante en aquellos dos pozos aguamarina que se abrieron con ilusión. Pero, poco duró la conexión, ya que el brazo de Aiden la tomó por la cintura y la alejó rápidamente de su cuñado, soltando un pequeño gritillo de sorpresa, la sostuvo por la cintura, teniendo su espalda contra la dureza de su torso, con firmeza durante varios segundos hasta alejarse por el camino, de Jimmy.
—¡Aiden, Suéltame!— Exigió ella al darse cuenta de lo que estaba pasando, pero él solo la bajó para esta vez tomar su mano con firmeza y arrastrarla fuera de ahí, fuera de la vista del escándalo familiar, de la opinión pública y fuera del alcance de su jodido hermano. —¡Aiden!
Él simplemente la ignoró y continuó jalando de ella hasta empujarla en el asiento del copiloto de su coche, y una vez estuvo él en su lugar detrás del volante, inició marcha rápidamente para sacarla de ahí.